Era cerca de medianoche y en el cielo, justo encima de una pequeña plaza ubicada en L.A, se encontraba la luna llena mostrando orgullosamente su bello resplandor aparentando total indiferencia con lo que acontecía en el parque.
Una pareja, un hombre y una mujer corrían desaforadamente escapando, huyendo.
El tenía el pelo negro hasta los hombros y un flequillo que le llegaba a la altura de los ojos. Era uno de los fiscales más solicitados de la época a pesar de su temprana edad.
Ella tenía el pelo igual de negro que él y dos minutos atrás llevaba puestas unas gafas de sol que el le había obligado a tirar para ver mejor.
Iban tomados de las manos pero por un descuido ella tropezó y cayó.
- ¡kiyomi! – gritó él, claramente asustado.
-Mierda, ayúdame!-
Realmente no hacía falta que se lo dijera a él ni se le había pasado por la mente abandonarla a su suerte, si había algo en lo que Teru Mikami destacaba era en lealtad.
Intentó ayudarle a pararse pero no pudo, se había torcido el tobillo.
Estaba por tomarla en brazos cuando uno de los seres que los perseguían se abalanzó sobre ella. …l lo derribo a tiempo antes de que le hiciera daño pero no se dio cuenta de que durante el jaleo se había acercado otro y la había mordido en la pierna.
El grito que dio ella llegó a los desafortunados oídos de los habitantes de los edificios cercanos, quienes ya comenzaban a encender las luces, molestos por el alboroto.
En el rostro de Mikami se pintó una mueca de terror ya que al ver la cara desfigurada por el dolor que puso Kiyomi se dio cuenta de que todo estaba perdido para su novia.
En un instinto de conservación salió corriendo y se ocultó detrás de un árbol. ¿Para qué quedarse sabiendo que ya era muy tarde para ella?
- Joder, ¿Qué son estas cosas? – murmuro, a pesar de conocer la respuesta.
Al otro lado de la calle estaba vomitando el vago que normalmente dormía en uno de los bancos de la plaza. ¿Lo estaría asiendo por borrachera o porque había una mutilación frente suyo?
Uno de los seres se acercó al vagabundo y lo mordió en el cuello. Mikami miro embobado la escena y se dio cuenta de que debería buscar un mejor lugar para esconderse.
El parque a simple vista estaba compuesto por arboles, plantas y césped, pero si uno miraba con atención se daría cuenta de que detrás de todo el follaje estaba un pequeño claro dedicado a los juegos infantiles. Recordó entonces que había visto en el periódico de esa mañana una denuncia de un hombre al cual su hijo se había roto el hombro al caer de la casa del árbol que había en ese lugar. Una casa del árbol podría ser un buen lugar para esconderse si soportaba su peso. Se alejó sigilosamente de la escasa protección que le brindaba el árbol y subió por la escalera de cuerda para luego sentarse en el piso de madera.
Se maldijo interiormente por no haber rechazado los pasajes a L.A que Sakura tv, la televisora para la cual Kiyomi era reportera, les había regalado a modo de vacaciones, aunque no sabía si cambiaria algo ya que allí también podrían estar los seres que mataron a su novia.
- ¿Que son estas cosas?- volvió a preguntarse – La respuesta es obvia – pensó – son…
No, no quería creer eso, a pesar de estar muy claro.
-Zombis – ahora se daba cuenta porque había dejado a Takada cuando la mordieron. Tenía bastante claro que para el mediodía ya no iba a quedar nadie vivo.
- Tengo que salir de aquí – se dijo, pero se le hacía imposible sin que lo mordieran, fue entonces cuando recordó el no insignificante hecho de que tenía un celular en su bolsillo con el saldo suficiente para un mensaje corto.
Cuando lo termino de escribir comenzó a pensar quien sería la persona más conveniente que lo recibiera.
Selección de contactos
Light Yagami
Enviar
-o-o-o-o-
La chica rubia besaba insistentemente al castaño cuando empezó a vibrar su celular. Ella se separó malhumorada y el bendijo mentalmente a sea quien sea que lo haya interrumpido.
- Que extraño, es un mensaje de Mikami – dijo él.
‘’Tengo un problema, ven a buscarme y trae un arma’’
- ¿El idiota me está dando una orden?- pero luego se dio cuenta de lo importante y del hecho de que no le había dicho donde estaba.
En ese momento le llego la foto de un balancín junto a unos árboles.
-Esto queda en el centro. Misa, tienes un arma? - La chica negó con la cabeza.
-Maldición, se la tendré que pedir a Mello- dijo, cogiendo las llaves del coche.
-Misa Misa va! –dijo ella mientras lo abrazaba.
El suspiró cansado y puso los ojos en blanco mientras giraba el picaporte de la puerta.
-o-o-o-o-
El trayecto al departamento de Mello fue de treinta minutos. Light bajó del auto y le pidió a su novia que esperara en el estacionamiento, quien acepto de mala gana.
Subió por las escaleras hasta el tercer piso y toco el timbre.
Espero varios minutos hasta que el rubio de digno a abrir la puerta.
- Son las dos de la mañana, ¡¿Se puede saber que mierda quieres a las dos de la mañana?!- Le grito el chico.
El castaño tenía bastante claro que si no le daba una respuesta convincente al rubio era capaz de dispararle por haberlo despertado. Como no se le ocurría que decirle le dedicó una sonrisa mientras pensaba como pedirle la pistola.
- ¡Deja de sonreírme como estúpido!
- Vale, mira, quería pedirte prestada tu automática porque Mikami tiene un proble…- fue interrumpido por el rubio.
- ¿Quién es Mikami?
-Un amigo que vino de vacaciones de Japón y creo que tiene un problema-
-Qué clase de problema?-
-No lo se, en el mensaje solo decia que llevara un arma-
Mello se lo pensó un rato, la verdad no perdia nada prestandole su pistola, ademas le debía muchos favores y el era un hombre de palabra.
- No te pienso prestar mi automática, pero puedo acompañarte y manejarla yo- le propuso.
- De acuerdo, te espero abajo en mi auto- dijo light, cerrando la puerta.
El rubio se puso unos pantalones negros de cuero ajustados, una polera del mismo material con cierre y unas botas, además de sus guantes negros. Tomó una pequeña mochila y le metió varias barras de chocolates .
Bajó al estacionamiento donde lo esperaban Light y Misa.
-¿Vamos?- pregunto el menor de los tres.
-¿Por qué traes esa mochila?- Le preguntó la rubia.
-¿No te parece extraño que Mikami haya pedido que Light llevara un arma?-Le pregunto el rubio- ¿Qué pasaría si por un tiempo no puedo volver y necesito chocolate y no tengo?
-Adicto..- murmuro la rubia.
-¿Como me llamaste, zorra?-
- Ya, dejen de pelear, hay que ir a buscar a Mikami- les interrumpió el castaño
-¿Quieres apostar a que ya está muerto?- Le pregunto Mello con una sonrisa.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español