Tengo un mono, con una cola graciosa y manos curiosas que todo investigan.
Tengo un mono, al que le gusta jugar trepndose por mis piernas.
Tengo un mono, cubierto de cicatrices que suelo curar.
Tengo un mono, es muy mimoso: le gusta dormir abrazado a m.
Dicen que no es muy inteligente… pero yo lo quiero igual.
El muchacho enjuto de cabellera azabache dej de garabatear y le cedi el trozo de papel recin arrancado con una sonrisa cmplice en sus labios. El pelirrojo frunci su frente, intentando as demostrar una fingida antipata, a la vez que sus odos eran anegados por la dulce meloda de una risa.
Mono… as haba comenzado todo en el punto lgido de una discusin matutina; y a decir verdad, si Abarai se detena a analizarlo mejor, no se lo imaginaba a Ishida —siempre tan correcto y educado— insultando de otro modo.
Pudo haberse metido con su familia, denigrar a su madre o a una hermana imaginaria o supuesta, incluso poner en tela de juicio su hombra, pero no… slo le surgi, como el improperio ideal, gritarle “mono” con todo el aire de sus pulmones, motivado por una creciente furia.
Y se supona que tena que ofenderse o mostrarse ms enojado al menos, empero, el teniente, estall en risas logrando que el joven de gafas montase en clera de nuevo.
Empujones, ms injurias, forcejeo, un beso.
Algo no cuadraba en esa frmula, en esa ecuacin. Algo sobraba. Sin embargo no les import, con el tiempo sabran cual era el resultado.
Amigos; amigos con derechos; amantes; pareja; novios.
Quin sabe?
Uryuu lo adivin esa misma tarde en la que se sent a trazar el insulso intento de poema, que a su manera —burlona si se quiere decir— revelaba su autntico sentir; y lo intuy recin ese mismo da, escasas horas atrs y gracias a una Orihime avergonzada que con temor sonde la posibilidad de ser aquello que con el shinigami sustituto crea no poder serlo nunca (por cobarda, ya que todos, menos los involucrados, abrigaban la certeza de que el anhelo era mutuo)
—Me halaga, Inoue-san —expres cuando consigui salir del sopor que lo haba embargado, sorprendido por el simple hecho de que alguien tuviese esas claras y directas intenciones con l—, pero no puedo corresponderte.
—Por qu?... es por qu-?
—No es porque no me gustes —se apresur a aclarar ante el semblante apesadumbrado de su compaera—; eres… muy hermosa.
—Entonces?… —investig con un brillo melanclico en sus vivaces luceros—es porque ya hay alguien en tu vida cierto?
El chico de ojos azules cavil seriamente al respecto por primera vez:
Qu era el teniente de la sexta divisin para l?
—Pues… —pronunci con su mirada perdida que enseguida pos sobre la figura de la pelirroja—tengo un mono.
Lo dijo con seriedad pero de inmediato carcaje con discrecin, sin buscar herir u ofender a su amiga con el gesto. Esta, por el contrario, medit un segundo:
—Claro, te entiendo perfectamente, Ishida-kun —asegur firme y convencida—lo que yo necesito es un mono!
—Eh?
Intent el Quincy, en vano, bajar a la dama de su nube personal. Ella era as y con franqueza nadie lograba entender como consegua llegar a esas conclusiones, casi siempre fantasiosas e inexplicables.
Se despidi, tranquilo por haber aclarado el asunto sin que nadie resultase herido, y camin rumbo a su departamento donde su mono aguardaba por l; seguramente para recibirlo con saltos, ansioso por nuevas caricias y renovadas travesuras.
Deba darle de comer —su mono siempre tena hambre—, abrazos y besos; pero sobre todo, deba darle mucho amor.
FIN
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español