Era una noche tormentosa en Tokyo, Japón, se podria observar que las calles estaban desiertas, sin una alma transitando por las calles o veredas de la ciudad, todo estaba en un perfecto silencio que inundaba cada sito de la gran ciudad. Pero eso cambio al comenzarse a escuchar el rugir de un motor que provenía de un automóvil a gran velocidad entre las calles y avenidas de aquella ciudad.
Dentro de aquel auto se podía observar a cierto vocalista de una banda reconocida en Japón, que por las facciones de su cara y forma de conducir no estaba del todo feliz, si no al contrario, se notaba una gran ira y enfado en su rostro.
Aun no comprendía lo que acababa de suceder en aquel bar, donde toda la banda fue a pasar un tiempo entre amigos, sin embargo casi había salido violado, y por el propio bajista de su banda. Eso lo enfurecía más. Tanto que no sabía ni a donde se dirigía y no veía ni más luces de los semáforos. En esos momentos lo segaba la ira y el asombro de lo que podía llegar a hacer el alcohol, que no se dio cuando que una persona cruzaba corriendo la calle, pero tubo los suficientes reflejos para que en los últimos minutos dar un volantazo y no atropellarlo. Al hacer eso, el vocalista se bajo de su auto aun enfurecido, y más con lo sucedido. Pero al ver a la persona que casi atropellaba, sus facciones se suavizaron y cambiaron de ser de enfado a preocupación.
Esa persona a quien casi atropellaba era nada mas ni nada menos, que el vocal de An Café, Akiharu Tsukiyama, alias Miku, su gran amor. Desde que el tenia memoria o mas bien desde que lo conoció a sus ocho años, se enamoro perdidamente de aquel rubio. En eso no dudo ni un minuto en ayudarle a levantarse.
En eso, el rubio le iba a responder de mala manera, pero al ver que el que lo estaba ayudando y casi lo había atropellado era Takanori Matsumoto. Al darse cuenta de ello, Miku se lleno de alegría al volver a verlo, que al levantarse se aferro a él en un abrazo.
-¡Taka! ¡Te eche mucho de menos estos años!- Dijo Miku con un deje de alegría mientras en sus mejillas aparecía un leve rubor.
-Yo tambien Akiharu, pensé que no me reconocerías o ya te abrías olvidado de mi- El mayor correspondió el abrazo, mientras sentía de nuevo esas ganas locas de besarle, pero se contuvo, por eso deshizo rápidamente el abrazo, mientras le proponía si quería ir a su departamento a secarse, ya que quedaba cerca de ese lugar. Miku acepto gustoso, aunque decepcionado por el corto abrazo entre los dos.
Luego los dos se subieron al auto, mientras el mayor conducía hacia su departamento. El trayecto fue silencioso y tranquilo, solo se podían escuchar los truenos de a rato. Cosa que estremecía a Miku, siempre había odiado esas tormentas, cosa que a Ruki aun le hacia gracia, por que veía que aquel rubio seguía igual ante esas situaciones.
-¿Akiharu quieres que ponga algo de música?- Pregunto el mayor.
-Esta bien… ¿Qué tienes para escuchar?- Respondió amigablemente.
-Pues… los discos de mi banda jaja-
-Entonces pon el ultimo… era DIM ¿no?-
-Acertaste- Dijo mientras ponía el disco.
Así pasó todo el camino, escuchando el disco de DIM, mientras Miku y Ruki no cruzaban palabras, pero a la vez era hermoso, por que cada uno disfrutaba de la presencia del contrario.
Al llegar al departamento del mayor los dos entraron, y este fue a buscar unas toallas para que se pudieran secar, ya que habían estado algunos minutos bajo la lluvia, y esa era una tormenta fuerte. Al volver con las toallas, Ruki le alcanzo una a Miku, que estaba sentado en uno de los sillones de la sala.
-¿Quieres un café o alguna otra cosa Akiharu?- Le pregunto el mayor mientras comenzaba a secarse los cabellos.
-Un café está bien-Le respondió el otro con una sonrisa.
Ruki se dirigió a la cocina para hacer dos tazas de café, mientras comenzaba en si decirle sus sentimientos o callarse y guardárselos para si mismo, por que aunque los años pasaron para los dos Ruki aun sentía que su amor por el vocalista rubio seguía ardiendo en su interior.
Este estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta de cuando el rubio vocal entro a la cocina y se lo quedo mirando con una mirada entre infantil y preocupado, con sus cabellos húmedos y medio revueltos.
-Nee…Taka-chan ¿Te sucede algo?- Le pregunto el menor de los vocales, cosa que tomo al castaño por sorpresa, ya que pensaba que estaba solo en ese lugar.
-¿Ehh? No, no pasa nada Akiharu no te preocupes-
Jeje, me alegro, como vi que te tardabas pensé en ver que pasaba- Dijo mientras le regalaba una sonrisa, que para Taka era la más bella del mundo.
-No tenias que preocuparte, lo que pasa es que me había quedado pensando, ahora voy para allá- Digo mientras serbia las tazas de café, aunque se notaba que estaba nervioso, por el templar de sus manos.
-Taka-chan… ¿Enserio no te sucede nada?- Le volvió a preguntar Miku con unos ojos preocupados, mientras se acercaba a Takanori.
-¡Ya listo… no aguanto más!-Pensó Ruki y sin aguantarlo más lo beso en los labios.
Miku al sentir los labios de Ruki sobre los suyos se sorprendió, nunca pensó que el mayor hiciera eso. Al principio estaba dudoso de corresponderle, pero al sentir los brazos del castaño en sus caderas aprisionando su cuerpo contra el del mayor, comenzó a corresponderle.
Al principio comenzó siendo tierno y lleno de amor. Pero se fue tornando apasionado y demandante, Ruki le mordía el labio inferior a Miku, este al sentir el mordisco dejo salir un leve gemido. Cosa que Ruki aprovecho para introducir su lengua en la boca del rubio, explorando la boca contraria.
Miku paso sus brazos por el cuello del mayor profundizando más aquel beso, mientras enredaba sus dedos en el pelo de Ruki. Al poco tiempo los dos se fueron separando por la falta de aire, pero seguían sin separarse y con la respiración acelerada.
-Akiharu…Yo…Lo…siento- Dijo Ruki, apenado, comenzando a soltar al rubio, pero este lo detuvo-
-Taka…sinceramente… dime que sientes por mi- Le digo Miku mirándolo fijamente a los ojos, con sus mejillas sonrojadas.
-¿Te acuerdas cuando nos conocimos? ¿Qué a ti un grupo de chicos te insultaban y pegaban?-El menor asintió- Yo ese día te defendí, no por hacerme el héroe ni nada por el estilo, si no que lo hice por que me pareciste la persona más bella del mundo, y luego de hacernos amigos, al pasar los años me di cuenta que ese querer de amigos era amor… y que me había enamorado de ti- Finalizo esperando la reacción del menor.
-Y… ¿Aún sientes algo… por mí?- Pregunto inocentemente.
-Yo… -suspira- Yo pensé que ya no sentía nada hacia ti, pero al verte esos sentimientos de protegerte, tenerte siempre entre mis brazos, hacerte mío todas las noches y escuchar mi nombre en gemidos tuyos surgieron de nuevo- Digo atrayendo hacia si a Miku mientras le acaricia la mejilla.
-Taka yo… no se que decir…-Miku estaba abrumado, en su interior había un sinfín de sentimientos y pensamientos.
-No digas nada y déjate llevar-Dijo Ruki comenzándolo a besar apasionadamente sintiendo como de a poco Miku le iba correspondiendo. Ruki al sentir eso, fue dirigiendo a Miku fuera de la cocina y llevándolo a su habitación. Al llegar, lo recostó sobre la cama. Comenzando a lamerle y morderle el cuello, mientras que con sus manos se colaban por la camiseta del rubio y comenzaba a sacársela.
Al sacarle la camiseta Ruki comenzó a bajar por un camino de besos y mordiscas por su pecho. Al llegar a los pezones del rubio los lame y muerde, sacándole sonoros gemidos al menor.
Luego comienza a descender, hasta el borde del pantalón del contrario, al ver el notorio bulto que había en los pantalones, Ruki sonrió y dijo:
-¿Te esta gustando esto?- Decía mientras le acariciaba por sobre la tela, sacándole un ahogado “Sí”.
El mayor al escuchar a Miku, comenzó a bajar con sus dientes el cierre del pantalón, sacándole suspiros al rubio. Al bajarlos por completo, Ruki se los saco de un tirón junto con los bóxers, dejándolo desnudo, en toda su belleza.
En eso Ruki agarra el miembro del rubio y le besa la punta, sacándole ahogados gemidos al menor, comenzando a lamerlos completamente, haciendo gemir a Miku. El mayor al escucharlo mete de lleno el miembro de Miku a su boca y comienza a lamerlo y jugando con su lengua como si fuera un dulce. El rubio gemía sonoramente, enredando sus dedos en los castaños cabellos de Ruki.
Este cada vez iba lamiéndolo rápidamente, Miku al sentir que no iba a aguantar más le dijo:
-Ta…kahh mhg me ven…goohh- Al terminar la frase el rubio se vino en la boca de Ruki. Este al sentir la semilla de Miku se la trago todo gustoso, luego lamerse los labios y decirle…
-Akiharu eres delicioso-Besándolo apasionadamente. Al separarse de aquel beso Miku le decía…
-Taka quiero sentirte ya dentro de mi… onegai-Dijo avergonzado y con la respiración agitada, mirándolo directamente a los ojos.
Ruki al escucharlo, no protesto y lo penetro de una sola estocada, haciendo que Miku soltada un quejido de dolor junto con varias lagrimas. El mayor al verlo, lame las lágrimas y le besa los ojos.
-Ya va a pasar, aguanta-Le dijo al oído, mientras entrelazaba una de sus manos con las del menor.
Miku sentía un dolor insoportable, pero al poco tiempo comenzó a mover las caderas, dándole a entender al mayor que podía comenzar a moverse. Ruki comenzó con un ritmo suave y lento, escuchando los sensuales gemidos del menor en su oído, pidiéndole más.
Ruki no se hizo del rogar, y comenzó a embestirlo cada vez más rápido llegando a un ritmo desenfrenado y salvaje. Escuchando los sonoros gemidos de Miku en toda su habitación, gritando y gimiendo su nombre, sintiendo la estrechez del menor aprisionar su miembro.
Ruki al sentir que le faltaba poco, con su otra mano agarro el miembro del menor y comenzó a masturbarlo mientras lo besaba con una pasión desbordante y siendo correspondido de igual manera.
-Ahh Akii ahh no mhg aguantoohh mucho más ahh- Le decía Ruki ya casi en su limito.
-Yo… mhg tampoco ahh Ta…Kahh- Decía Miku en iguales condiciones.
Miku sintió una corriente bajar desde su espalda hasta su parte baja, viniéndose entre sus vientres, gimiendo un “te amo”. Ruki al sentir las paredes de Miku contraerse en su miembro se vino en el interior del menor, soltando un sonoro gemido, desplomándose sobre Miku, besándolo cariñosamente.
Ruki cuidadosamente salio del rubio acostándose al costado de Miku, mientras este se acomodaba sobre el pecho del mayor, abrazándolo, para luego decirle mirándolo a los ojos “te amo, Taka” dándole un suave y tierno beso. Ruki no daba crédito a lo que oía, y al sentir la mirada infantil y amorosa de Miku sobre el,, lo abraza protectoramente, besandole losa cabellos.
-Akiharu diciendome eso me haces la persona más feliz del mundo-
-Y tu a mi, Taka, te amo… siempre lo he hecho-Decía el rubio quedándose dormido en los brazos del castaño, siendo arrullado por los latidos del corazón de este.
-Duerme, mi amor, debes estar cansado-Le respondio, mientras le sacaba algunos mechones de pelo pegados a su frente al menor y los tapaba con las sabanas a los dos, viendo como Miku se dormía sobre su pecho.
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