Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Certeza Amarga por Angel_Chan

[Reviews - 25]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Resumen: Seiya esta aun recuperandose de la batalla contra Hades, Shun cuida de él... pero un ataque imprevisto esta a punto de cambiar las cosas en la mente del Pegaso... ¿Que pasa con Shun?
Pareja: Shun-Seiya
Advertencia: Lemon
Notas: El primer capitulo de esta mini-serie lo escribi en un solo dia, mientras descansaba en mi franco, me quedo tan bien que dije, 'voy a seguirlo'... pero como siempre aquie estoy tratando de hacer que esto funcione.
Fecha: 14/01/09

Notas del capitulo:

 

Capitulo 1


Se atrevió a matar por mi... algo que no aria incluso por Sahori, lo hizo por mi... pero yo no puedo aceptar eso, no sabiendo lo que ese simple acto pudiera causar en su alma, en los días futuros cuando el enojo y el rencor hubieran desaparecido de su cuerpo y su conciencia lo aguijoneara por lo que hizo... no, no podía tomar tal cosa de él.

Jamás había visto así a Shun, de aquella manera tan 'apocalíptica', tan fuera de si mismo... era como si un demonio hubiera emergido de su cuerpo y lo estuviera incitando a hacer lo que izo. Solo me defendió, eso lo sé muy bien, no se lo discuto, si él no hubiera estado ahí, yo ya seria historia, y no de las que termina con un 'colorin colorado'.

Solo es que me asuste tanto...


Seiya aun no podía pasar la impresión que dio aquella escena, tan solo dos días antes, donde Shun, 'poseído' por una fuerza descomunal, se encargo de eliminar a mas de una centena de Santos enviados por vaya a saber que dios griego, la verdad que el ese momento quien los estaba atacando era lo ultimo en que Seiya pensaba. Solo podía pensar en que no era nada de utilidad sentado en aquella silla, mientras que Shun, su compañero, tenia que lidiar con todos aquellos enemigos.

Y no era que no estaba haciendo mal, Shun entendía su deber, pues para algo estaba ahí con Seiya desde un primer momento. Tenia que protegerlo, sabían muy bien que en cualquier momento alguien mas tomaría la posta dejada por Apolo y Artemis; querían eliminar a Seiya, y el que lo lograra seria mas que un Dios.

Pero en un momento fueron muchos para él, aunque la alarma había sido dada, y no tardarían en llegar los demás Santos, era bastante difícil defenderse a si mismo, y cuidar de Seiya a la misma vez.

— Estas seguro, caballerito... tu novio estará en buenas manos con nosotros.— La voz grave, tan contrastante con el atuendo y apariencia tan femenina, le erizó la piel a Seiya.

Se estaban acercando por él, y Shun no podría mantener la distancia por mucho mas tiempo. ¿En donde estaban los demás? ¡Maldición, Shun sucumbiría antes de que llegaran!

— Te reto a que siquiera des un paso mas...— Con una media sonrisa, que Seiya no había visto ni hacer a Ikki, Shun lanzo un reto.

No era bueno en realidad, Shun no traía armadura, y sin sus cadenas, la distancia era lo único que lo podía mantener seguro de los ataques de aquel guerrero. Pero el Pegaso podía ver con seguridad algo en los ojos de Andrómeda...

— así que tienes agallas, caballerito... quien lo hubiera dicho con como te vez...— Rió a carcajadas tan histéricas, que Shun se estremeció todo.

Seiya enmarco una ceja, ¿aquel hombre estaba hablando de cómo se veía Shun?... si incluso se veía mas afeminado que Afrodita, Shun también pareció divertido con el comentario, además ya casi no conocía a nadie que se los hiciera... ciertamente los 'extrañaba'.

No podía quedarse mucho tiempo en el mismo lugar había retrocedido mucho en las primeras envestidas, y ahora estaba en necesidad de alejarlos de Seiya, aunque sabia que aquel, su rival, solo seria un distracción... en cuanto comenzara su encuentro con él, Seiya seria un blanco fácil.

Fue el primero en moverse, sentía el sudor correr por su frente y su espalda, lo cual le agradaba, lo hacia sentir vivo, algo que hacia mucho no sentía. ¿Quién lo hubiera creído, que siendo como era él sintiera tanta falta de un enfrentamiento?... esto si que no se lo diría a su Niisan.

Fue un error apenas estuvo al alcance de su objetivo, se había adelantado, y no había reconocido el poder que su enemigo tenia. Ciertamente no era muy poderoso, pero actuó como no suele actuar, sin pensarlo. Pronto se vio alcanzado por dos fustas que parecían multiplicarse al contacto de su piel, desgarrando mas allá de ella, llegando incluso a los músculos y a los tendones...

El grito fue desgarrador, pero no fue de Shun, si no de Seiya, quien gritaba por ayuda, no podía moverse, pero logro caerse de la silla de ruedas, quedando tirado en el suelo. No sabia porque pero aun no había recibido el ataque de nadie en lo que Shun había comenzado su envestida, pero pronto lo descubrió. En realidad estaba rodeado, de muchos enemigos que parecían repelidos de las inmediaciones de Seiya y la casa, como si una pared invisible los retuviera de hacer cualquier movimiento.

Era una Tormenta Nebular de gran magnitud, la había lanzado Shun antes de su ataque, pero era como si estuviera actuando al revez de cómo sabia que debía reaccionar, en vez de inmovilizar a los que estaban dentro de ella, detenía los movimientos de los que mas cerca estaban fuera de ella. Shun la estaba manteniendo a pesar que peleaba alejado de allí, y utilizando un gran poder al mismo tiempo.

Pero de seguro no tenia mucho mas ya, se notaba que su cuerpo estaba cansado, a pesar de que no había dejado de atacar a su enemigo, sabiendo que Seiya estaba seguro detrás de su ataque; solo que las heridas en sus brazos sangraban mucho, y no podía moverlos gracias a lo profundo de los cortes. Era cuestión de tiempo, y pronto cedería al cansancio.

Seiya seguía gritando, asustado por la perdida de sangre, y por los movimientos de Shun, que parecían cada vez mas lentos. Andrómeda flaqueaba, sin embargo sus ojos no perdían la concentración, como si esperara que algo sucediera...

Cuando paso lo que Shun esperaba, Seiya casi pierde la conciencia...
... sabia que Shun estaba manteniendo un dialogo con su atacante, quizás este le decía lo superior que era con respecto a él, eso era algo que siempre habían escuchado, pero no sabia que era lo que Shun le contestaba, tenia los brazos tendidos a cada lado de su cuerpo, y no daba signos de poder moverlos; pero Shun sonreía...

— Seiya no morirá hoy, mucho menos por alguien como tu...— La lengua se movía, entre los labios apenas abiertos. Los ojos fijos en la figura de aquel hombre bizarro.

— ¿Qué planeas hacer, cuidarlo como un ángel desde el otro lado?... tu ya estas muerto.— Gritó, haciendo chascar sus fustas...

Shun las evito sin problema, el cansancio parecía estar pasando y un extraño poder parecía estar surgiendo nuevamente de él, de golpe ya no era Shun, no el Shun que Seiya conocía. Su cabello se acorto en el acto, mucho mas corto de lo que ya lo tenia, y su cuerpo ya no era tan delgado y estilizado... no era él, aun de tan lejos, Seiya podía jurar que ese no era Andrómeda.

Siempre se había preguntado por que Shun algunas veces, solía pelear llevando el cabello mas corto, o por que su cintura se hacia mas fina cuando portaba la armadura... Shun no era de por si muy masculino, pero a veces en ciertas ocasiones, se pasaba de femenino, como si cambiara de cuerpo repentinamente.

Ahora estaba pasando lo mismo, pero de forma distinta, Shun cambiaba su habitual cuerpo grácil, por uno mas fuerte, eso se notaba en las espalda ancha y en las piernas firmes.

Ya no era Andrómeda... ¿Pero, entonces, quien era?

Seiya se pregunto, como si cayera en la cuenta de las veces que había visto a la constelación de Shun tomar posesión de él. Todos ellos tenían una estrellas regente, pero quizás en Shun se notaba mas por la figura que le había tocado representar. El Pegaso movió la cabeza, de manera que abarco todo el lugar en solo un movimiento, solo allí la pudo ver... con sus largos cabellos claros, y sus ojos celestes, tan transparentes y profundos. Aun había vestigios de su aprisionamientos en las rocas, sus muñecas llevaban los mismos brazaletes que tenia la armadura que vestía Shun, del cual salían las dos cadenas... ella le sonreía, pues sabia que él la podía ver. Le sonreía mientras el poder de la Tormenta Nebular, hacia ondear su atuendo.

La misma Andrómeda estaba sosteniendo la barrera que mantenía a sus atacantes fuera de su alcance, mantenía el aire en un constante movimiento, dándole a Shun energía suficiente para pelear.

¡Pero ese no era Shun!

El poder que emanaba no era ni remotamente parecido al del Santo de Athena, este poder hería de solo sentirlo, amenazaba con acabar con todo... Seiya abrió sus ojos, el mismo poder que hizo retroceder a sus enemigos, cerro las heridas abiertas en los brazos de Shun, la sangre dejo de manar, y la sonrisa desapareció de los labios finos.

había luchado por casi una hora, deshaciéndose de sus atacantes, y sin embargo no había matado a ninguno, los arrojaba contra los árboles cercano, y los dejaba inconscientes, así ganaba tiempo para que llegaran los otros Santos... algo que nunca paso, ahora estaba fuera de si... ya no era el mismo de siempre, y aquellos ilusos pagarían con sus vidas el intento de llegar a Seiya.

— Ahora es mi turno.— Shun elevo sus mano... y un cosmo mas claro que el suyo se encendió en su palma.

— No me asustas con eso...— Dijo, pero era obvio que había retrocedió varios pasos en el transcurso de varios minutos.

Seiya cerro sus ojos cuando el grito de aquel hombre llamo la atención de los demás santos, el poder de la Tormenta parecía detenerlos cuanto mas cerca estuvieran de él, no al revez. Ahora era Shun el que estaba rodeado... pero no estaba en peligro, Seiya lo sabia, había visto el despliegue de ese cosmo, y veía como uno tras otro los soldados iban cayendo frente a Shun.

Sus dedos parecían cortar el aire, sin siquiera tocar los cuerpos que iban siendo apartados de su camino, la sangre fluía, pero no perecía notarla... no mientras aun tuviera un objetivo, no mientras quien corría siguiera vivo.

Se giro unos segundo, solo para ver que no quedara nadie cerca de Seiya, para ver que estaba bien... aunque no lo estaba, Seiya aun estaba tendido en el suelo, su rostro tenia surcos por donde las lagrimas habían caído, no sabia por que pero tenia un miedo tan atroz que nunca pensó que se pudiera sentir de aquella manera.

— Shun...— Gimió, tratando de que su compañero se acercara a él, pero Shun no lo hizo.

Con una media sonrisa, se giro y Seiya pudo notar que Andrómeda también desaparecía. Presionando sus brazos contra el suelo, Seiya pudo erguir su torso, solo para ver de manera austera el lugar entre los árboles por donde se había ido Shun.

— ¡Seiya!— Oyó que lo llamaban.

— ¡Shun, Seiya!...— Volvió a escuchar mas cerca, junto con los pasos apurados de lo que parecían ser varias personas. Eran sus amigos, estaba seguro de ello.

Shiryu, Hyoga, quien traía la urna con la armadura de Shun, también Jabu, y Nachi con Ichi.

— Seiya, ¿que paso, estas bien?... ¿dónde esta Shun?— Con un solo movimiento Shiryu tiro de él, sentándolo de nuevo en su silla.

— ¿Donde esta Shun, Seiya?...— Hyoga le volvió a pedir, había dejado la urna muy cerca suyo, y Seiya, no se sentía seguro allí.

— Se fue persiguiendo a uno de ellos, ni siquiera se como se llama... o si es un Santo, solo atacaron.— No hubo necesidad de que le volvieran a preguntar, al hablar Seiya señalo el lugar exacto por donde Shun había desaparecido. — ¡Llévenme!— Dijo antes de que salieran a ver la situación en la que estaba Shun.

Shiryu lo volvió alzar, dejando que pase sus brazos alrededor de su cuello. El bosque se les acabo en solo unos pasos, y todo lo que tenían enfrente eran rocas y montañas, cerca de ahí había sido la pelea contra Ikki la primera vez, y luego el ataque que sufrieron por el santo de la Llama, así que conocían demasiado el lugar, y el único movimiento que tenían para hacer era hacia arriba.

Hyoga subió primero, la caja metálica estaba brillando en un apagado color magenta, lo cual no sabían si era bueno o malo...pues solo Seiya sabia que no era Andrómeda la que estaba peleando con Shun es ese momento, así que no era su como el que sus amigos sentían... todos estaban preocupados.

— ¡Shun!.— Escucharon a Hyoga gritar, y subieron de inmediato.

Seiya se helo entre los brazos de Shiryu al ver la escena.

Shun, ensangrentado, con una expresión difícil de creer que era suya en el rostro, y sosteniendo el cuerpo de su rival abatido en una sola de sus manos... colgando sobre el vacío, a espera de que Andrómeda lo deje caer.

Hyoga dejo la urna en el suelo, con un estrepitoso sonido que no quería hacer. Todos allí parecía estar inmóviles, creyendo que si movían un músculo, Shun dejaría caer al desgraciado por el abismo.

— Shun, no lo hagas...—

Andrómeda se giro, notando la presencia de sus compañeros, y la de Seiya, quien le hablo para que se detuviera en lo que pensaba hacer...

— ¿Por que?... trato de matarte, solo es un idiota buscando fama... ¿Querías hacer lo que los Dioses no pudieron, eh marica?— Shun sacudió el cuerpo inerte, sabiendo que no le contestaría, ya apenas podía decirse que respiraba.

— No quiero que mates, Shun... no mas, tu no...— Seiya sentía como las lagrimas ardían en sus ojos, mientras su garganta se volvía áspera.

Shun lo miro sin entender, ¿Seiya no recordaba que lo querían matar?... ¿o acaso?...

— Shun, déjalo... ya lo has hecho muy bien.— Pidió Shiryu, dejando a Seiya en el suelo.

Apenas chasqueo su lengua, con su vista fija en el Pegaso, a fin de cuantas lo había hecho por él... y lo volvería a hacer, si solo se lo pidiera. Movió el brazo por fin dejando que aquel cuerpo cayera al suelo, no tenia mas sentido... lo había hecho bien, claro que si.

Pero en cuanto todo hubo terminado, su mundo se nublo, girando hacia la nada y la oscuridad...

— ¡Shun!.— Seiya volvió a gemir su nombre. Viendo con horror como las heridas de sus brazos se volvían abrir, dejando que la sangre fluya de manera copiosa.

Seiya toco su rostro, ya no había rastros de aquel cosmo, y el cabello y el cuerpo de Shun habían vuelto a ser los mismos. Pero se estaba desangrando en sus brazos. Hyoga lo tomo, si lo llevaban a un hospital moriría en el camino, ya había perdido mucha sangre, era mejor darle las primera curaciones ellos mismos.

Seiya aun no salía de la conmoción, le aterraba saber que Shun no era quien era cuando luchaba... quizás por eso aborrecía tanto, la lucha, y evitaba ponerse su armadura con tanta vehemencia.

No es él mismo cuando combate, no... ahora lo sé, pero de lo que no estoy seguro es de si él lo sabe... ¿tendrá recuerdos de esos momentos, en los que el poder que emana su cuerpo no es precisamente suyo?.

Shun mato a mas de cincuenta hombres, solo con los movimientos de su manos, y sin una mueca de remordimiento, ni emoción alguna... los mato sin retroceder, ni pensar lo que seria de su alma luego.

Por que yo sé como su alma se lastima con cada batalla, yo lo sé por que lo tengo cerca y puedo sentirlo, cada vez mas gris, cada vez mas alejado... ¡No quiero que mate, por Dios... Sahori, no le permitas matar de nuevo!



Continuara...

Notas finales:

Aun lo estoy armando, casi tengo el segundo capitulo finalizado... pero bueno, quiero ver que aceptacion tiene este primero...

A_chan


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).