Captulo 1: Dnde estoy?
La biblioteca de la mansin Phantomhive. Piso de madera reciclada, cortinas rojas y muebles oscuros. Un ligero olor a nuez, que le daba un toque acogedor.
El mayordomo del pequeo conde se levant del silln de cuero negro, en el que estaba sentado. Guard la bibliografa que haba consultado en su lugar predispuesto y se dirigi a la salida, se acercaba la hora de la merienda, y digamos que Boochan no tena mucha paciencia. Se dio la vuelta, para asegurarse de que todo estaba en orden, y descubri, bajo una de las mesas de roble, un objeto brillante. Regres sobre sus pasos, para ver de qu se trataba. Lo tom entre sus manos, con guantes blancos. Era hermoso, un hermoso anillo con un diamante rojo incrustado. Lo observ por unos segundos, pareca de compromiso, pero no estaba seguro, no era un experto en esa ctedra. Iba a drselo a Boochan, para que decidiera que hacer con l. Lo observ por segunda vez. No pudo resistirse. Se lo prob en el dedo ndice de su mano derecha. La circunferencia calz a la perfeccin. Pareca hecho para l.
Del fino anillo, empezaron a salir rayos y destellos del color del arco iris. El demonio qued anonadado con la belleza del momento. Segundos despus, los colores comenzaban a daarle la vista. Cegando al demonio. La silueta del de pelo azabache comenz a hacerse transparente, hasta desaparecer por completo, simultneamente, con los destellos multicolores. El anillo call precipitadamente al piso de madera oscura, rodando hasta debajo de un mueble con libros.
________________---------------------------_________________
Se despert por fin, de lo que haba definido, como un sueo eterno. Mir a su alrededor, se encontraba tendido en una ladera, aparentemente infinita. Rodeado de rboles espesos, y flores de colores alegres. Se incorpor, y mir hacia el norte, una gran fortaleza se elevaba a al menos un kilmetro de donde se encontraba. Pero no era una edificacin cualquiera. Era una mansin, pero no era una mansin cualquiera. Era la mansin de la “familia” Phantomhive. Imposible, pens. Que una fina joya lo transportara hasta el exterior de la mansin de su amo, era imposible. Casi tanto como que dos nios alegres, corretearan por aquella propiedad privada. Casi tanto como que uno de esos infantes tuviera un parecido escalofriante con su amo. Pero, haba dos comprobantes destacables, que comprobaban que ese no era su amo, al menos no el que el conoca:
*Su ojo derecho no tena la marca de su pacto, el sello caracterstico que su amo llevaba grabado en aquel rgano.
*El nio tena una enorme sonrisa que iluminaba su rostro de oreja a oreja.
Ambas cosas imposibles para su amo.
El segundo nio, o mejor dicho nia, tena unos rizos dorados colgando de su cabeza. Unos ojos verdes, exageradamente grandes. Y piel de porcelana. Ya saba quien era. Elizabeth, la prometida de su amo. Se pregunt que haca ah aquella insoportablemente adorable nia, en compaa de un desconocido parecido a su Boochan. No encontraba respuesta lgica a eso. Ni tampoco a la apariencia de los nios. Ambos parecan de alrededor de siete aos, siendo que Elizabeth tena doce para trece. Definitivamente debera estar soando. Se pellizc un poco la piel de su brazo, para comprobar si era un sueo. Pero se dio cuenta que estaba despierto por dos cosas.
Primero, le haba dolido, y no se haba despertado, y segundo, los demonios no tenan sueos cuando dorman.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español