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Reise zurück in die Zeit por maiikaulitz

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Notas del capitulo: Espero que lo disfruten, es un poco más largo que el capitulo anterior :D
Capitulo 2: Explicaciones parte 1

Camin como un felino, hasta detrs de un rbol espeso. Por el momento haba decidido esconderse, para poder espiar con ms facilidad a los nios. Si descubra ms o menos que hacan ellos ah, al menos podra definir qu estaba haciendo el ah, y cmo haba llegado. Si tan solo supiera eso, al menos podra empezar a planear cmo volver a donde debera estar. Mir su reloj. Estaba parado, a las seis en punto. Lo sacudi un poco, pero el aparato no reaccion. Era extrao. Pos una mano sobre su frente. Pero si le haba cambiado la pila hace dos das? Definitivamente, algo extrao estaba pasando, y el no estaba enterado de nada.

De pronto, los nios comenzaron a hablar, sacndolo de sus pensamientos. Si quera salir de ah, solo le quedaba saber donde estaba parado.

-Lizzie, De verdad ya te tienes que ir?-Pregunt el niito, regalndole un pucherito a la nia de cabellos dorados. Lo mir por unos segundos. Se haba quedado hipnotizado con la belleza del pequeo. Esos ojitos azules, que reflejaban una inocencia incorruptible, aquellos finos y lacios cabellos violceos, se vean tan suaves. Quera tocarlos. Al igual que aquella piel nvea, que el nio posea. Pareca tan suave al tacto. Tambin traa puestas unas ropas impecables. Tan finas y delicadas, que le hacan emanar una ternura infinita y hasta mgica.

La nia lo mir con angustia en el rostro y le contest-Si Ciel, mis padres me estn esperando, pero maana puedo volver, Quieres?-Acaso haba escuchado bien?! La nia lo haba dicho claro. Ciel. El nombre de su amo. No poda ser una simple coincidencia, ese nio era su amo. Pero es que todo tena que ser tan confuso?! Por qu estaba el ah? No lo saba, pero estaba dispuesto a descubrirlo. Cuando la nia se fuera, el podra hablar con el nio, y sacarle la informacin necesaria. Eso es lo que hara. Y luego se ira a hacerle la merienda a su Boochan, y a realizar feliz las tareas del hogar, como un buen mayordomo, despus de todo, el era un demonio, y poda hacer lo que quisiera.

La nia se retir del lugar, no sin antes despedirse de su “amo”, con un beso dulce en la mejilla. Esper unos segundos mientras el nio se sentaba en el pasto, y se pona a tararear una cancioncilla infantil. Mir a ambos lados, para cerciorarse de que no haba nadie. Una vez confirmado, se acerc lentamente al nio, con una sonrisa en el rostro, esperando a que descubriera su presencia. El nio sinti unos pasos en el csped, y se volte, para ver cara a cara al individuo.

El demonio le regal una falsa, pero creble sonrisa al ms pequeo, para generarle confianza. El nio la correspondi, y abri sus labiecitos, para hablarle al desconocido.

-Hola seor!-Saludo enrgicamente el nio, mientras se levantaba del piso, para acercarse al demonio.-Hola Ciel-Le devolvi educadamente el saludo al nio, mientras le regalaba otra de sus ya conocidas sonrisas.

-Quin eres?-Continu el conde, con lo que pareca un interrogatorio. El demonio solt una pequea carcajada, por lo directo de la pregunta, y se limit a contestar.-Soy Sebastian Michaelis, un gusto-Tom la mano derecha del menor, y le deposit un suave beso en el dorso de esta. El pequeo slo se sonroj notoriamente.

-Cmo es que sabas mi nombre Sebas-chan?-Cuestion el futuro conde, mientras se acercaba an ms al demonio, mirando para arriba, para verlo a los ojos. Se sorprendi y asust un poco por la altura del mayor, y por el tono intimidante de sus ojos. Sebastian slo se enterneci por el apodo, y la confianza, que el menor haba tomado con el. Pero no le desagrad. Eso, hasta que le hizo acordar al dios de largos cabellos rojos, lo que le hizo curvar una mueca de asco. Grell, pens, un escalofro recorri su cuerpo, con tan solo pensar el nombre de esa creatura.

El nio, pensando que la mueca era dirigida a l, intent soltarse de su agarre. Pero la fuerza del mayor era superior, y no le permiti huir. Sebastian, que se haba percatado de la ingenuidad del ms pequeo, solo sonri, y lo tom en brazos.
El nio se sobresalt, esperando a que el adulto le diera alguna explicacin.

-Bueno…-Acercando su rostro a el del ms pequeo.-Digamos que ya nos conocamos.

-Ah…-El nio estaba totalmente confundido, pero Sebastian no se gast en darle ninguna explicacin. El nio curv una sonrisa y continu.- Quieres venir a tomar la merienda conmigo Sebas-chan?-El mayordomo lo mir confundido, es que acaso podra ser tan inocente? Tranquilamente podra ser un violador serial. Con razn haba tantos pedfilos. Suspir y le respondi-Claro, por qu no?-. Y ambos se dirigieron a la mansin del ms pequeo.
Notas finales: Por favor comenten :D

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