Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuestra Promesa por Nadki

[Reviews - 72]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:


I’m come back!! :D
después de semanas que no podía escribir nada de nada x-x
debo decir que siempre los primeros capis son una lata, pero después creo que se pondrá emocionante :S

A todo esto: el parón real no existe aquí


Dedicado a todos los que leyeron pacto, los que me dejaron un review, y los que querían esta segunda parte.

 

Si te gustaban mis fics sígueme en mis redes sociales: @ArieeAire

 

Notas del capitulo:
me tardé un mes en tener la conti, pero está :D
dedicado especialmente para alguien que me demostró que tengo poderes psiquicos xD

-¡¡Cabezón!!!!

Un grito remeció todo el ambiente, Miku volteó temeroso hacia donde había provenido tal grito.

-¡¿Dónde está?!- volvió a gritar Teruki.
-No lo sé.- contestó temeroso.
-¡¿Cómo que no sabes?!- volvió a preguntar a gritos el batero.
-¿Qué quieres que haga? No sé qué pasó.- se excusó moviendo exageradamente sus brazos.

Antes de esos griteríos, un ambiente de paz reinaba en aquella casa donde habían vivido ya casi cinco años. Paz que se vio interrumpida por una llamada.

-Sparks nos llamó, tenemos una reunión importante. Y no podemos salir si no sabes donde está.- dijo algo alterado el mayor de la banda.
-No es mi responsabilidad.- trató de liberarse de la culpa.
-¿Cómo que no?- preguntó indignado.
-Estaba ahí, luego me fui y ahora no está.- dijo acompañado de grandes movimientos de sus extremidades superiores.

Era una tarde algo fría, era pleno otoño aunque aun estaban los restos del verano.

-¿Aun no aparece?- preguntó Kanon cuando entró a la sala de estar.
-No, Miku de nuevo lo perdió.
-Pero si no es mi culpa, siempre desaparece.
-¿Ahora desaparece solo?
-Sí ¿por qué no?
-Eso es imposible.
-Mejor dejen de gritarse y busquemos.- dijo sabiamente Yuuki bajando la escalera.

Así los cuatro comenzaron a buscar lo que les impedía irse.

-Ahhh.
-¿Te acordaste?- preguntó esperanzado Teruki.
-Parece que cuando fui a comprar cigarros se me cayó, y parece que no lo recogí.
-¡¿Cómo que parece?!- le empezó a gritar mientras lo zamarreaba.- si no encontramos el llavero con las llaves no podremos salir y los managers se van a enojar mucho con nosotros. Ya van 30 minutos perdidos buscando el maldito llavero que tú perdiste.
-Teruki, deja de zamarrear a Miku. Te llaman.- dijo Kanon acercándole su celular.
-¿Son ellos?- por toda respuesta Kanon asiente.- por tu culpa.- dijo refiriéndose a Miku.- no han parado de llamarme y están muy eno… ¿alo?, sí, es que Miku perdió las llaves, ya sé que nos estamos retrasando y es falta de respeto, si.- de pronto alejó el teléfono de su oído y se escuchaba bastante fuerte.- sí.- contestó con el teléfono aun lejos de su oído.- nos vamos a apurar, lo siento pero… si, ya vamos.- dicho eso cortó la llamada.- busca las malditas llaves o ya verás lo que te va a pasar.

Miku se asustó mucho por la amenaza y comenzó a buscar desesperadamente el llavero por toda la sala de estar, Kanon fue a la entrada de la casa a buscar las llaves ahí, Yuuki en la cocina, Teruki en el comedor.

-¡Takuya!- gritó Teruki acercándose a la escalera.- ¿las encontraste?
-No, Teruki, ya revisé tres de los cinco cuartos pero no está.
-Sigue buscando.
-Claro.
-¡¡Miku!!!
-No sé, deja de presionarme.- chilló escondiéndose entre sus brazos.
-Teruki, te llaman.
-A Miku se le perdieron las llaves, les he dicho mil veces que por eso no podemos salir. Dejen de llamar o jamás podremos salir.- cortó la llamada.- ¡Todo por tu culpa!

Pasaron los minutos y todos recorrían la casa buscando las susodichas llaves. Pero mientras todos movían muebles, desordenaban cajones, desarmaban camas, entre otras cosas. Miku estaba sentado en el suelo pensando. Teruki cuando lo vio, comenzó a chillar de la indignación.
-¿Qué haces sentado en el suelo? ¿Así piensas encontrarlas?
-¿Quieres callarte? Estoy tratando de recordar que hice con ellas.

Mientras el resto seguía buscando, Miku estrangulaba sus neuronas tratando de recordar donde dejó las llaves.
-Oigan, creo que deberíamos retapizar este sillón, está bastante…- Takuya no pudo seguir por…
-Sillón, sillón… ¡Sillón!- dijo el vocal mientras se paraba estrepitosamente para luego ir a buscar la linterna que estaba colgada en la pared para que no pasara lo mismo que les pasaba antes cuando se iba la luz. La tomó, se tiró al piso, quedando frente al sillón y encendió la linterna para buscar las llaves. Y ahí estaban. Debajo del sillón que había que retapizar.
-¡Aquí están!- exclamó victorioso, pero Teruki no estaba de ánimos y se las arrebató de las manos. Miku se sintió ofendido.
-Cállate que estamos atrasados por tu culpa. Todos al auto.

Todos salieron de la casa común a empujones, pues Teruki se encargó de no atrasar más a la banda, ya sea a costa de bruscos empujones. Decidió ser el piloto y apenas la van de uno de los managers (que seguía en la casa común desde ya hace muchos años por razones desconocidas) anduvo, Teruki piso fondo el acelerador.

-¡Teruki, ve más lento! ¡Nos vamos a matar!- gritaba Miku desde el fondo.
-¡Si ya vamos atrasados, un poco más no hará la diferencia!- también gritó Yuuki.
-¡Para!- gritó nervioso Takuya, provocando que el mayor hiciera mucha presión sobre los frenos. Gracias a Dios alcanzó a frenar frente a un semáforo. Todos se inclinaron hacia delante pero como estaban con cinturón de seguridad nada grave les sucedió.

-Teruki ¿Qué te pasa? Casi nos matas.
-Esto no estaría pasando si tú no hubieras perdido las llaves en un principio.
-Eso no justifica el hecho de que tu plan “llegar a la disquera” sea un intento suicida. Vas con más gente.- reprochó el vocal.
-Teruki, verde.- dijo suavemente el guitarrista.
-Y no aceleres, ya vamos tarde, no hay nada que hacerle.- agregó Kanon.

Así llegaron a la disquera luego de un viaje a velocidad apropiada para una ciudad tan congestionada como Tokio en vez de la velocidad de carrera de autos que llevaba Teruki.

-Gracias por darnos la oportunidad de vivir unas horas más.
-Nada de gracias en ese tono, por tu culpa pasó esto.
-Deja de darle vuelta a eso, ya pasó.
-Ya, no peleen, es muy temprano para pelear. Papi Teru y Mami Miku dejen de pelear y ámense, que por algo se casaron y nos tuvieron a nosotros, ¿no?- dijo inocentemente Yuuki y todos, especialmente los nombrados, lo quedaron mirando de manera fulminante.- ok, ok, yo sólo decía.
-Cállate, Yuuki.
-Además, si fuéramos una familia ficticia, tú serías la mascota.- dijo Miku burlándose.
-¿Mascota yo?- exclamó ofendido.
-Sí, un gran poodle blanco.
-Soy rubio.
-En los perros nuestro rubio es su blanco.

Al llegar a la disquera, al contario de lo que pensaban que iba a ocurrir, tuvieron que esperar ya que Junior y Sparks fueron a comprar para minimizar de cierta manera el tiempo de espera, que ya superaba la hora y media.
Mientras los músicos esperaban a sus managers, se fueron a una especie de hall que tenía la disquera donde había sillones, mesitas auxiliares, plantas, revistas, entre otras cosas. Pero lo que más destacó para ellos fue el televisor ya que estaban emitiendo el noticiero de la tarde. Iban por la mitad de la nota, que debía ser una crónica, sobre páginas de Internet creadas por personas de muy poca tolerancia hacia otros puntos de vista. Grupos de ideologías políticas radicales que recriminaban a las personas que seguían otras ideologías políticas (mostraron un video grabado por uno de ellos donde golpeaban brutalmente a quien parecía seguir la doctrina del comunismo); grupos de ideologías religiosas extremamente conservadoras que atacaban y lanzaban injurias contra quienes profesaban una religión diferente, o incluso a quien no profesaban ninguna; grupos racistas; xenofóbicos, homofóbicos, entre otros. Lo más impactante para los artistas fue una página que había sido creada por homofóbicos que cuando encontraban personas que por su vestimenta o forma de ser parecían ser el sexo opuesto lo amenazaban, golpeaban, acosaban, hasta que cambiaba su forma de vestir y/o de ser.

-Qué mundo más desunido estamos viviendo.- comentó Miku mientras veía el reportaje.- todos se atacan entre todos por cosas tan absurdas como religión, política, raza, origen, etcétera. Eran mejores los tiempos antiguos, cuando todos vivían relativamente en paz, como en la antigua Grecia.
-Los extremos nunca han sido saludables.- agregó Teruki.
-Eso mismo me dijiste cuando me comí cinco de esa cosa que no me acuerdo como se llamaba pero que era muy deliciosa.
-Alcachofa.
-Eso mismo.
-Es que te las comiste con exceso de limón, no sé como tu estómago soportó tanto ácido cítrico.
-Yo tampoco, me quería morir. Vomitaba cada treinta minutos más menos, no podía ni dormir.
-Miku, ese detalle no queríamos recordarlo.
-Aunque lo más chocante fue cuando me pusieron suero y el tubo empezó a succionarme la sangre.
Por la mención de la palabra “sangre”, el rostro de Yuuki perdió su color, viéndose pálido.
-No hablen de eso.
-Wow, estás poniendo la misma cara que pusiste cuando me viste con el tubo casi lleno.
-Miku, cállate.- dijo cortante y aun pálido. El cantante sólo soltó una risita.
(n/a: lo que a Miku le pasó me pasó a mí cuando tenía como 11 años xD aunque yo me comí tres y en la noche, durante esa noche y el día siguiente completo me sentía mal u.u)

Después de aquella conversación, bastante incómoda para Yuuki, llegaron los managers. Ingresaron a la sala de reuniones, donde antes de discutir los temas para los que los citaron los regañaron por la excesiva tardanza y a Miku lo castigaron por perder el llavero dándole como obligación extra limpiar la sala de ensayo cada vez que la usen, para hablar de nuevos proyectos.
La reunión duró tres horas, y cuando se vieron desocupados…
-Bien, ya que terminó la reunión… ¿qué hacemos?- preguntó Teruki afuera de la disquera.
-No sé ustedes, pero yo me tengo que ir ya que me voy a juntar con Aiko.
-¿Aiko?- preguntó confundido Teruki.
-Asuka. Yo le digo Aiko de cariño.- dijo hartado Miku pues cuando Asuka visitó la casa común hace cinco años aproximadamente, Teruki siempre preguntaba a Miku quien era Aiko.
-¿Pero qué no estaba en Estados Unidos?- preguntó Kanon.
-No, acaba de volver. Así que si me disculpan.- dicho esto se retiró.
-¿Alguien más tiene que hacer algo?- preguntó Teruki al ver que Miku se fue.
-Este, quedé en juntarme con un amigo.- dijo Takuya.
-¿Amigo?
-Sí un amigo, no piensen mal.
-Nadie pensó mal.- dijo el batero.
-Me bastó con ver la cara del pingüino.- haciendo referencia a Kanon.- y del lais.- haciendo referencia a Yuuki.- para darme cuenta que si son malpensados. -¿Nosotros?- dijeron los nombrados con falsa indignación.
-Sí, ustedes. Así que se lo pasen bien.- dijo mientras se retiraba.
-Teruki.- llamó Kanon, quien miraba a Takuya irse.
-¿Qué?
-Miku y Takuya ya no son pareja, cierto.- dijo con un tono de afirmación más que de pregunta.
-Sí, ya no son. Según por lo que me contó Takuya hace unos días son amigos. Además, ya sabemos como descifrar si son pareja, amigos o enemigos.
-Sí.
Se quedaron callados un momento. Cuando Teruki iba a preguntarles si querían ir a ver una película, ellos le respondieron la mirada indicando que tenían planes.
-Adivinaré ¿Expo otaku? ¿Junta de videogamers? ¿Reunión de manga?
-La expo.- dijo Yuuki, ambos seguían mirando al batero esperando que les dijera…
-Váyanse, no les quito más tiempo.- dijo desganado, pues quería estar con sus compañeros de banda y amigos.
-¿No quieres venir con nosotros?- preguntó amablemente Kanon.
-Ustedes saben que lo mío no es andar rodeado de gente disfrazada. Además, decidí ir a ver a mi pareja.
-¿Tienes pareja?- preguntaron con un grito asombrados los dos.
-Sí, hace poco.
-¿Cuánto?- preguntó Yuuki.
-Una semana.
-¿Quién es?- preguntó Kanon.
-No sean metiches.- y luego se retiró. Kanon y Yuuki se fueron a la casa común a cambiarse de vestimenta para ir a la Expo.


Lejos de allí, en una pequeña plaza abandonada, se columpiaba una joven de estatura baja, de cabello cobrizo con pequeños rulos en el ultimo tercio de su cabello. Se columpiaba animadamente por lo que no se fijó que había llegado su acompañante, además que por culpa de los audífonos no escuchó que le llamaban.
-¡Hey! ¡Kazu-san!- gritaba Takuya moviendo los brazos para que Bou notara su presencia.- ¡Kazu-san!- pero Bou lo ignoraba porque se columpiaba con los ojos cerrados para sentir más de lleno esa agradable sensación en su estómago que le provocaba cosquillas.
Takuya no sabía que hacer para llamar la atención de Bou, así que optó por algo que sabía que él odiaba. Mientras Bou seguía columpiándose con los ojos cerrados y con la música bastante fuerte, Takuya tomó un pequeño caracol y con cuidado, y suerte, lo dejó en la falda del ex guitarrista de an cafe.
De pronto Bou abrió los ojos porque sintió que algo andaba en sus piernas, y se encontró con la desagradable sorpresa de Takuya.
-Ahhhhh.- pegó un chillido, se levantó inmediatamente del columpio y lanzó lejos al caracol mientras recorría su cuerpo con sus manos nervioso.
-Tranquilo, Kazu-san, era un pequeño caracolito.
-¿Por qué me pusiste ese bicho si sabes que no me gustan?
-Para que te dieras cuenta que estaba aquí.
-¿Y no me pudiste haber gritado?
-Lo intenté, pero no me escuchaste.
-Es que hablas muy bajo.
-O tal vez tenías el mp4 muy fuerte.- Bou comenzó a inflar sus cachetes molesto.- ¿Ves que tenía razón?
-Que bueno que llegaste.- dijo bastante lejos del columpio.
-Tranquilo, siéntate en el columpio… no hay más caracoles.- dijo mientras reía.
-No.
-Vamos, Kazu-san, no hay ningún caracol.
-Bueno, sólo porque tú te quieres sentar en uno.
Los dos se sentaron en el columpio y empezaron a hablar. Hace cuatro años Bou quiso volver ya que Teruki le pidió que volvieran a ser amigos, aunque Teruki se tardó mucho en pedirle eso pues temía que hubiera recelo por lo ocurrido el año anterior, pero Bou no tenía ningún resentimiento y volvieron a juntarse. Así, Bou y Takuya comenzaron a ser amigos, y su amistad se fortaleció cuando Takuya tuvo la pelea más grave con Miku. Bou fue su apoyo y pañuelo de lágrimas. Ahora son grandes amigos, se juntan de vez en cuando, cuando el trabajo lo permite, comparten técnicas de guitarra, un amor pasado en común, entre otras cosas.

-Por correo me dijiste que la relación con Miku es rara para ti.
-Sí, es que se supone que ahora somos amigos. Después de la fea pelea que tuvimos ¿la recuerdas?
-Sí, fue hace como un mes y medio, me acuerdo porque me llevaste a Inglaterra para que no estuvieras solo.
-Ajá, bueno, después de que él volviera de México, gracias a que Teruki se metió…
-Teruki siempre se mete en los problemas amorosos.
-Sí.- dijo y ambos rieron.- bueno, después de que volvió de México nos arreglamos, tú sabes.
-Sí, después de dos semanas se hablaron.
-¿Aun te acuerdas?
-Sí ¿Cómo no recordarlo?
-A bueno, Miku no está como estuvo siempre.
-No, es raro que se quedara afuera de tu habitación durante la noche porque quería hablar contigo pero no le nacía el coraje de enfrentarte.
Takuya sólo asintió.- después que hablamos, nos arreglamos, pero tú sabes como fue, quedamos como amigos, pues no quería estar con él de nuevo como pareja, quería que nos diéramos un tiempo pero sin distanciarnos, porque eso nos hacía mal a nosotros y a la banda.
-Además que hace poco habían pasado una crisis musical.
-Sí, nunca voy a olvidar la angustia que nos provocó que la juventud japonesa desechara el visual para convertirse a la moda occidental. Fue horrible el hecho de que todo lo visual terminara en el basurero, pasado de moda, mientras los artistas gringos llenaban las disquerías con sus discos de música barata.
-Teruki era el más afectado.
-Todo lo que sea con trabajo lo afecta… bueno, no, todo le afecta.
-Eso está mejor. Pero no entiendo porqué tu amistad con Miku está rara.
-Porque aunque dejé muy en claro que sólo amigos por un tiempo, y ya pasó un mes desde que nos arreglamos, Miku se comporta conmigo como si fuéramos amigos con ventaja.
-¿Cómo?
-Me abraza, no tanto como cuando éramos pareja, pero sí me abraza más de lo que abraza a los demás; de repente me toma la mano; o cuando estoy echado sobre la mesa él toma mi mano y se pone a jugar con mis dedos; a veces me da besos en la mejilla, en el pelo, en las manos, nunca en la boca; pero sus cariños son algo más.
-Es que Takuya, es Miku.
-Bueno sí, pero dejamos claro que éramos amigos.
-Bueno, él no quiere ser sólo tu amigo.
-Pero yo sí.
-¿Ya no lo quieres?
-Sí, sí aun lo quiero. Si el amor es como la materia, no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Jamás vas a volver a mirar a alguien que un tiempo te gustó como lo mirabas antes de que te gustara, el amor puede disminuir pero no desaparecer.
-Bueno sí, cuando veo a Miku igual lo encuentro lindo.
-Es que es lindo, y tú tuviste una relación bonita con él.
-Me gusta mirarlo, pero no quiero volver a tener algo con él.
-Para ti es alguien especial, ¿no?
-Sí, supongo que para ti también.
-Sí.
-Aunque igual hay excepciones a la regla.
-¿Sí?
-Sí, a un ex lo veo como si fuera un amigo, no lo puedo ver como lo veía cuando lo amaba.
-Tal vez no lo amabas.
-Sí, si sentía cosas fuertes por él.
-Pero…
-Takuya, no uses regla general para caso particular.
-Está bien.- dijeron riéndose.- hablando de ti ¿Cómo te ha ido?
-Lo normal. Sigo trabajando, estoy con mi familia. Sabías que me casé ¿cierto?
-Sí, recuerda que siempre te digo que tu anillo de matrimonio es muy bonito.
-De veras, me hubiera gustado que hubiéramos sido amigos en esa época, me habría encantado que fueras mi damo de honor.
-¿Damo?
-Sí, damo.- rieron a la vez.
-Pero éramos enemigos.
-Por Miku.
-Jajaja, sí.
-Y peleamos por él, casi nos matamos.
-Eso fue tan inmaduro.
-Ajá, son estupideces de ciego enamorado. ¿Y te conté que adopté?
-No.- dijo asombrado.- eso no me lo dijiste.
-Pensaba que sí.- dijo también asombrado.- debí habérselo dicho a alguien y me quedó la idea que te lo dije a ti. Bueno, sí, adopté una parejita.
-¿Cómo una parejita?
-Un niñito y una niñita.
-Aww, como se llaman.
-Ryo y Megumi.
-¿Y cuantos años tienen?
-Megumi tiene tres, Ryo apenas uno.
-Cositas, me gustan los bebés.
-¿Te gustaría adoptar?
-Sí, aunque Miku no quiere niños. Aunque más que adoptar preferiría tener uno.
-Pero hay tantos niños en hogares que necesitan amor.
-Eso es verdad, pero no sé. La herencia, la sangre. Sé que sonará algo tonto, pero mis padres me inculcaron eso.
-Está bien, se respeta. ¿Cómo se llamaría?
-Yuu.
-¿Sólo un niño?
-Sí, aunque si tuviera una niña le pondría Miku. Después de todo…
-Es nombre de niña.- completó Bou.
-Exacto.- dijo mientras reía.
-Sí.- Bou lo imitó.
-¿Alguien le dijo a Miku que su nombre era de niña?
-Kanon se lo dijo pero lo ignoró, dijo que le gustaba.
-Es una niña por dentro.
-¿Recién te das cuenta?- le preguntó en broma Bou, ambos rieron y así se pasaron la tarde, entre risas y secretos, hasta que se hizo de noche. Por lo que ambos tuvieron que regresar a sus respectivas casas, donde Miku lo esperaba.

-Hola, Takuya. ¿Cómo estás?
-Hola.- le contestó con una risa mientras entraba a la casa común.
-¿Por qué te ríes?
-Es que vivimos juntos y cada vez que salgo me preguntas como estoy al volver.
-¿Te molesta?- preguntó algo preocupado.
-No, se me hace gracioso.
-Entonces lo seguiré haciendo.
-Miku.
-¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?
-Hemos hablado de esto.
-Takuya, quedamos como amigos. Eso me pediste.
-Pero tú no te comportas como un amigo.
-¿Entonces como me comporto?
-Como un amigo con ventaja.
-¿Hay alguna diferencia?
-Que los amigos tan sólo hay amistad, en los con ventaja el amor de pareja está presente un poco.
-Pero Takuya, tú sabes bien…
-Sí, lo sé. Pero entiéndeme a mí.
-Tú sabes que te quiero.- dijo tratando de abrazarlo, pero Takuya se corrió.
-También sé eso, pero hace poco tuvimos una pelea muy fuerte, aun no me recupero del todo.- ante eso, Miku se puso serio.
-Sé que te marcó esa pelea y ya te dije que lo siento, por eso estoy siendo amable contigo, para que veas que te quiero.
-Miku, no es eso.
-¿Entonces qué?
-Quiero espacio ¿no te suena? Te lo dije muchas veces cuando hablamos cuando volviste de México.
-Sí.- dijo cabizbajo.
-¿Y me has dado espacio?
-Takuya, entiende que no puedo estar sin ti.
-Y tú entiende que yo necesito un tiempo para mí. Miku, no te vallas. Entiéndelo por favor. Te dije que después de ese tiempo volveríamos a estar juntos.
-¿Cuánto durará ese tiempo?
-Me dijiste que me esperarías.
-No puedo esperarte por siempre.
-Apenas llevamos un mes de amigos.
-¿Y tú quieres un año?- dijo más molesto.
-Miku, no te pongas así. Sabes que no es eso.
-Lo que pasa es que tú no me quieres y no me lo quieres decir.- dijo dándole la espalda. Takuya sabía que cuando Miku hacía eso y bajaba levemente la cabeza era porque estaba llorando.
-No, Miku, tú sabes que eso no es así. Tú sabes que te quiero.
-Entonces ¿Por qué no quieres estar conmigo?- dijo aun dándole la espalda.
-Porque quiero un tiempo para mí. Cuando estamos con alguien, la pareja se vuelve tu prioridad y te olvidas de ti. Ahora mi cuerpo y mente me están pidiendo que mi prioridad sea yo mismo. Por favor entiende eso.- pero Miku no lo miraba.- ¿Qué quieres que haga para que entiendas?
-¿Me amas?
-Nunca te he dejado de amar, ni en Inglaterra pude. Por eso quiero tiempo, me dolió mucho esa brutal ruptura, cuando estemos los dos bien volveremos.
-Yo estoy bien.
-No lo creo, por algo fuiste a juntarte con Asuka-san. Si estuviéramos juntos, sabes que te amarras mucho a mí y no tienes tu propio espacio. Sale más con ella, yo más con mis amigos, y volveremos a estar juntos.
-¿Me lo prometes?
-¿Alguna vez rompí una promesa?
-¿Recuerdas…?
-Lo que pasó con Kanon fue otra cosa.
-Ahí rompiste una promesa.
-Miku, se supone que nos perdonamos eso. Yo te perdoné lo de Bou y tú me perdonaste lo de Kanon.
-Ok, ok, yo sólo contesté tu pregunta.
-Oye.- dijo Takuya luego de un rato de silencio.- ¿el resto?
-No lo sé, aun no llegan.
-¿Cómo está Asuka-san?
-Bien y contenta, le está yendo muy bien en Estados Unidos pero me dijo que quiere volver. Así que está juntando dinero para volver definitivamente y encontrar otro trabajo. Está escribiendo una especie de libro sobre cómo enfrentar mejor todos los “traumas” por decirle al emigrar a otro país tan diferente al nativo.
-Que interesante.- dijo con real interés.
-Sí, Aiko siempre buscan ayudar a los demás.
-Yo también quiero hacer un libro.- dijo más para sí que para Miku.
-¿En serio?- preguntó emocionado Miku al oír a Takuya.
-¿En serio de qué?
-¿En serio quieres escribir un libro?
-Sí, pero una historia, es que nunca podría ser un libro.
-Claro que sí.
-Es que nunca antes he escrito algo como una novela.
-Pero has leído mucho, sabes como son.
-Sí, pero no sería muy buena.
-Mentira, eres un gran artista, te manejas en varias áreas, eres excelente en la guitarra, eres un real músico y tus canciones la llevan. Te gusta la buena literatura y lees mucho, así aprendes como se escribe una novela. Eres un excelente pintor.- dijo mientras miraba un cuadro de un campo que Takuya había hecho durante las vacaciones.- las ideas te fluyen siempre. La novela te quedará genial.
-Gracias por tu apoyo, Miku.
-No hay de qué, mi cos… hermanito.- dijo cambiando la palabra cosita por hermanito ante la mirada molesta de Takuya, que cambió a asombro.
-¿Hermanito?
-Así le decía a una amiga, claro que era “hermanita”, a los pocas semanas ya éramos novios.
-Ay Miku, tú no cambias.- dijo revolviéndole el cabello para luego acostarse.
-¡Hey!- reclamó mientras se ordenaba el cabello y miraba a Takuya sonreírle mientras subía la escalera.- te amo tanto mi niño, te esperare el tiempo necesario para volver a estar contigo. Gracias a esto, trataré de aprender a no ahogarte tanto con mis celos ni a ser tan posesivo.

Notas finales:
ojalá les haya gustado, pero no podré actualizar seguido porque mi notebook está en cuarentena T-T
:D

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).