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Nuestra Promesa por Nadki

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Notas del capitulo:
como amor yaoi no funcionaba no podía subir conti D:
así que ahora que me funciona voy a subirla :D
muchas gracias por sus reviews
este capi es corto, pero algo es algo ¿no?
ojalá les guste


Un joven rubio de corto cabello caminaba por las congestionadas calles de Tokio observando todo lo que le rodeaba. Algo en él había cambiado, se movía con más facilidad y ya no se sentía pesado ni duro. Le atribuía aquella satisfactoria sensación al largísimo masaje de Asuka, que duró desde que se vieron en la tarde hasta altas horas de la noche.
Iba camino hacia la casa común pues Asuka le invitó a quedarse en su habitación del hotel por la hora.

-Haru, no me digas que piensas irte a las dos de la madrugada- le dijo acostada en su cama, mirando como se acercaba a la puerta.
-Aiko, los demás pueden estar preocupados.- dijo muy cerca de la puerta. -No seas idiota, es muy peligroso andar por las calles a estas horas.- decía sentándose.- además eres famoso, alguien podría raptarte, asaltarte, violar…
-Ya entendí.- pero no parecía hacerle caso.
-Pero en serio, Haru no te vallas. Quédate aquí.
-¿Estás loca? No puedo quedarme.- Asuka tan sólo le miró feo por respuesta.- Aiko, no me mires así.
-Akiharu Tsukiyama, te quedas en mi habitación y se acabó.- ordenó luego de levantarse rápidamente, para después tomarle firmemente del brazo.
-Asuka no me hables así.- ordenó molesto en respuesta.- soy mayor que tú así que no me levantes la voz.
-Yo te hablo como quiero, ni loca te dejo irte a esta hora con los peligros que hay.

Y así, Miku tuvo que quedarse compartiendo habitación con su amiga, y también tuvo que compartir cama con ella. Aunque la cama era matrimonial, Miku no estaba a gusto.

-Haru, acuéstate. No te voy a violar.
-Es que me da cosa.
-¿Qué? Si somos amigos, vamos a dormir como muchas veces dormimos en nuestra juventud.
-Pero es diferente.
-¿Diferente en qué? Siempre hemos sido amigos y nunca nos hemos visto con otros ojos…- guardó silencio mientras lo mira detalladamente, Miku se alejó un poco desconcertado.- ¿no me digas que ahora te gusto y quieres conmigo?
-¡¿Qué?! ¡¿Pero qué cosas dices Asuka Nagasaki?!- dijo alarmado.
-Ya, ya, cálmate Haru. Ahora acuéstate, que quiero dormir. Si mira, yo uso el lado derecho y tú el izquierdo. No sé porque te da tanto pudor si en el instituto dormimos varias veces juntos, en camas más pequeñas, y abrazados. Como fue en el campamento con todos los del grupo ¿no te acuerdas? Dormimos en el mismo saco de dormir porque a ti se te había quedado el tuyo.
-Sí, y todos nos molestaban.
-Desde que nos conocemos que nos molestan con que somos pareja o nos gustamos. Ahora duérmete ya, que tu infinito masaje me dejó muy agotada.

-Aiko es tan especial.- susurró para sí mismo mientras caminaba por las calles tranquilo.- la adoro.
En un minuto se fijó por donde iba, pues mientras recordaba todo lo que pasó con Asuka se había desconectado del mundo, y se había pasado de la casa común unas cinco cuadras. Se rió de si mismo por ser tan despistado y se devolvió.
Cuando llegó a la puerta, se fijó que estaba entre-abierta.
-Buenos días querida ban…- comenzó a saludar animadamente con los ojos cerrados para luego abrirlos y quedarse estático.- ¿da?- terminó en pregunta su saludo pues vio a un infante sentado en el suelo jugando con un sonajero, y a una niña pequeña jugando con unos gatos decorativos.- creo que me equivoqué de casa.- pensó en voz media totalmente apenado.
La niña lo escuchó, por lo que se giró y al verlo…
-¡¡Tío Miiku!!- chilló Megumi al verlo, alargando la letra “i”.
-¿Quién es?- pensó asustado cuando la niña se levantó, dejando tirados los gatos, para correr a abrazar sus piernas.- ¿Quién es el otro niño? ¿Cómo está niña me conoce? ¿Qué hacen aquí? Porqué esta es la casa común… ¿Kanon con Yuuki adoptaron niños? ¿Por fin aceptaron su amor?
Muchas preguntas habían en la cabeza del vocal, ninguna con respuesta. Pero todas estas preguntas impidieron que escuchara al mayor de los integrantes de An Café.
-¡Hey! ¡Cabezón! Te estoy hablando.- hablaba Teruki mientas hacía gestos con sus manos para llamar la atención de Miku.
-¿Ah? ¿Qué?- dijo volviendo a la realidad.- ¡Teruki! ¿Quién es ella?- preguntó algo alterado apuntando a Megumi.- ¿Y ese bebé de allá? ¿No me digas que ahora somos guardería de niños?
-Bueno, algo así.
-¡¿Qué?!
-Primero, ella es Megumi.
-¿Megumi?
-Shi, shoy Megumi.- respondió feliz.
-Ah, hola, Megumi.- dijo algo atónito
-Y el bebé que ves allá es Ryo.
-Pero no entiendo…
-Son hijos de Bou.
-¡¡¿Qué??!!- exclamó el vocal.
-¡Taka!!- gritó Teruki.
-¿Qué quieres ahora, Jaime? Estoy ocupado.- dijo Takuya asomándose al balcón.
-Cumple tu misión de niñera arriba, que tengo que hablar con Miku de cosas de grandes.
-¿Miku? Valla ¿estuvo buena la fiesta para que no nos llamaras avisando de que estabas bien?- preguntó molesto el guitarrista.
-¿Ah?- a Miku le llamó la atención la actitud molesta de Takuya, pero le respondió.- bueno, como quieres tu espacio ¿para qué acosarte marcando tarjeta contigo? Además, los amigos no controlan a sus amigos.
Takuya bajó molesto, tomó a Ryo en sus brazos y llamó a Megumi.
-Princesa, vamos a jugar arriba. Dejemos a tío Teruki sermonear al idiota rubio que vez aquí.
-Taka, una niñera no le enseña ese tipo de palabras a una princesita.- reclamó Teruki por la mención de la palabra “idiota”
-No molestes, Jaime. Tú sólo eres la secretaria-mayordomo.- le dijo para luego subir con los niños.
-Teruki ¿Qué mierda pasa aquí? No entiendo nada de nada.- preguntó Miku luego de que Takuya se fuera con los niños.
-Te explico si tú me dices donde pasaste la noche.
-Ah, es que fui al hotel donde está Aiko porque me invitó… y se me hizo tarde, por lo que ella me invitó a quedarme a dormir con ella.
-¿Y el hotel no tiene teléfono?
-Teruki, lo siento, sé que debí llamar. Pero estaba muy cansado, Aiko me hizo un largísimo masaje relajante y quedé lana. Apenas me acosté en la cama quedé inconciente.
-Mmm… está bien. Pero por favor, avisa.
-Está bien. Ahora tú explícame que pasa aquí. ¿Cómo eso que Bou tiene hijos? ¿Qué hacen sus hijos acá? ¿Qué es eso de Taka y Jaime?
Teruki le explicó todo a Miku y éste por fin entendió que pasaba.
-Ahhh, ya entendí. Y yo que pensé en un momento que Kanon y Yuuki asumieron su amor y habían decidido adoptar.
-Jajaja.- Teruki rió con ganas. Miku lo imitó.
Pero las risas se opacaron por un fuerte sonido.

¡¡Crack!! (?)

-¿Pero qué?- se alarmó Teruki, pues sonó como si algo de vidrio se hubiera roto arriba.
-Buaaa.- se escuchó un llanto arriba de una voz chillona y pequeña.
-¡Megumi!- gritó Teruki, quién subió rápidamente acompañado de Miku.
-¿Taka qué hici…?- pero se calló al ver lo que había pasado.
Megumi estaba sentada en el suelo, abrazando sus rodillas llorando. Takuya estaba parándose del suelo, que contenía muchos vidrios rotos, algunos con sangre. Al lado de él, una mesita auxiliar estaba tirada en el suelo.
-Teruki saca a los niños.- dijo Takuya entre quejidos de dolor cuando se estaba levantando, sus brazos y rostro estaba llenos de cortes.
-¿Qué pasó?
-Sácalos.- dijo ya levantado, se le veía serio.
-Ya ven, princesa.- dijo Teruki tomando en brazos a la pequeña que seguía llorando.- no llores.- pero Megumi seguía llorando.- Miku, toma a Ryo.
Miku estaba asustado, así que sólo obedeció. Mientras tomaba al bebé vio que Takuya levantaba la mesita. Recordó que esa mesita auxiliar estaba mala y siempre cojeaba, además que ahí tenía un florero, una botella de un perfume que le había regalado hace tiempo, porta-velas de vidrio, y figuritas de gatitos de vidrio.

-¿Te hiciste daño?- preguntó Teruki cuando salieron de la habitación de Takuya, estando en su propia habitación.
-No.- contestó aun llorando.
-¿Te duele algo?
-Shi.
-¿Qué?
-Los bazos y la espada.
-¿Por qué, princesa?
-Tío Taya me empujó.
-¿Te empujó?- preguntó asombrado Teruki.
-Shi, poque estaba jugando con los gatitos.
-Eso no tiene sentido.- dijo Miku.- Takuya jamás le haría daño a una niñita.
-E que… la mesita estaba mala, y como me taba apoyando, rompí una patita y las cosas se caieron.
-Entonces… ¿por qué te empujó?
-No she, tío Teruki. Sólo me gitó “cuidado” antes de epujame hacia el closet.- que quedaba al otro extremo, donde no había vidrios.
Teruki volvió a mirar a la niña, ésta no tenía ningún corte.
-No entiendo ¿Por qué Takuya la empujaría?- se cuestionaba Miku en voz alta.
-Princesa, no llores. Takuya no lo hizo para hacerte daño, te empujó justamente para que no te hicieras daño.
-Pero me dolió que me epujara hacia allí.
-Pero te empujó para que no te cayeran vidrios.
-¿Cómo?- preguntó Megumi.
En eso Takuya pasó por afuera de la habitación de Teruki, estaba bastante lastimado, pero estaba con un atemorizante semblante de seriedad.
-Estabas jugando con los gatitos, la mesita se rompió y todos los vidrios te iban a lastimar. Pero Takuya no quiso que te pasara nada malo, por eso te empujó hacia el closet, para que no te cortaras.
Luego de eso, Takuya nuevamente pasó y llevaba una escoba, una pala, y una bolsa para barrer los pedazos de vidrio.
-Etoces… ¿Tío Taya ya no me quiere?
-No, princesa, él te quiere.- le dijo mientras la abrazaba fuertemente.
Miku se quedó pensando, nunca pensó que Takuya empujaría a una niña para impedir que se cortara, a costa de que él mismo resultara herido.
-Voy a ir a verlo.- dijo Miku dejando a Ryo sentado en la cama apoyando su espalda con un cojín. Y antes de que Teruki le dijera algo, se fue.

-¿Takuya?- llamó Miku golpeando la puerta, pues Takuya la había cerrado para limpiar, después de ir a buscar un botiquín.- Takuya, ábreme por favor.
-¿Qué pasa?- preguntó amablemente mientras se asomaba.- Miku, no puedes pasar, está todo lleno de vidrio.- Miku se impresionó un poco al ver como estaba Takuya.
-Takuya, deberías curarte las heridas.
-Después de que termine esto.
-No, Takuya, déjame pasar.
-Miku, no es necesario.
-Sí que lo es.- Miku entró a la fuerza y por eso empujó sin querer a Takuya, haciendo que éste cayera al piso, pero como ya había limpiado gran parte de la habitación justo cayó en una que no tenía vidrios. Pero antes de caer, Takuya inconcientemente trató de afirmarse de algo para no caer, y lo único cerca que había era Miku. Por lo que ambos cayeron al piso, Miku sobre Takuya.
-Auch.- se quejó Takuya con los ojos cerrados.
Miku abrió los ojos y se descubrió en una posición muy comprometedora con Takuya, sentado en las caderas del guitarrista, con sus brazos apoyados en el suelo, una mano al costado del pecho del menor, y la otra al lado de su cabeza.
-Ta-Takuya.- susurró sonrojado, además que estaba muy cerca de su rostro.- ¿e-estás bien?
-Ay, creo que…- se calló luego de abrir los ojos y ver la corta distancia entre él y Miku, y la posición en la que estaban.- bien.- terminó susurrando también sonrojado.
Se quedaron mirando, ninguno reaccionaba. Los corazones de ambos latían rápidamente, sus respiraciones estaban muy aceleradas y ambos muy nerviosos.
Miku quería besarlo, no podía quitar su mirada de los finos labios del guitarrista, pero no sabía si hacerlo. Takuya tanto se quejaba de que lo acosaba y recordando lo que le dijo Asuka –hacer caso a la petición de darle su espacio- no sabía si hacer caso a las peticiones de los demás o a sus propias peticiones.
Pero no necesitó prohibirse.
Takuya alzó sus brazos y apresó el cuello del vocal velozmente para luego presionar hasta que pudo apoderarse de los labios del cantante.
Miku estaba en estado de shock, primero Takuya le dice que quiere espacio y que son amigos, ahora lo estaba besando. A pesar de que si correspondía iba a ser partícipe de una contradicción, sólo quería amar a aquel hombre que a ratos se lo permitía.
Se besaron bastante tiempo, acariciándose suavemente, recorriéndose tiernamente. Takuya seguía debajo de Miku, con ambas manos revolvía el cabello del cantante profundizando el beso. Miku en tanto, acariciaba con una mano la mejilla del guitarrista y con la otra tocaba su cintura. De pronto, Miku quiso acariciar otra cosa, y encontró un brazo, por lo que empezó a recorrerlo con las yemas de sus dedos, hasta que sintió algo extraño, era algo denso y pegajoso. Se separó de Takuya y miró su propia mano, estaba con sangre. Al ver eso, recordó que Takuya estaba herido.

-Takuya, por Dios, mira como estás.
-¿Qué?- preguntó aun con la respiración acelerada y aun debajo de Miku.
-A ver.- dijo levantándose de las caderas del guitarrista para luego correrse a un lado.- párate.- le ordenó amablemente mientras le extendía una mano. Takuya la tomó y Miku lo levantó, pero también se agachó un poco para colocar una mano en la espalda del guitarrista para ayudarlo más a levantarse. Una vez que Takuya estuvo de pie, siguieron de la mano. Ambos lo sabían pero ninguno rompió el contacto.
Miku tomó el botiquín y sentó a Takuya en la cama para curarlo.
-Ahh, me duele.
-Tranquilo, ya pasará.
-Pero no me eches alcohol.
-Eso va a hacer que no se te infecte las heridas.
-Pero me duele.
-¿Qué pasó?
-Megumi estaba jugando con los gatos de vidrio y como se apoyó en la mesa, la rompió y casi le cae todos los vidrios encima.
-Nunca me imaginé que salvarías a una niña pequeña.
-Miku, tengo que cuidar a esos dos, son mi responsabilidad. Me comprometí con Kazu-san en cuidarlos y debo hacerlo. Aunque termine lastimándo ahhh, Miku eso me dolió.- se quejó el guitarrista pues Miku presionó mucho el algodón en una herida.
-Lo siento, lo siento.
Luego de eso, un silencio incómodo envolvió el ambiente. Los dos estaban pensando en el beso que se habían dado hace poco, era un beso esperado por ambos, y lo sabían. Sabían que se querían, sabían que todas las peleas del mundo no podrían hacer morir el amor profundo que sentían por el otro… lo sabían.
Miku apretó más su mano, sintiendo el contacto con Takuya. …l miró hacía sus manos unidas y bajó la mirada.
-Miku…- susurró.
-¿Sí? ¿Dime?
-¿Qué estamos haciendo?- preguntó confundido y con cierto semblante de melancolía.
-¿Ah?- preguntó sin comprender.
-¿Está bien esto?
-Takuya, no sé a qué te refieres de todo lo que hacemos, hemos hecho, y vamos a hacer. Pero, lo que tú sientas, va a estar bien.
-Yo… yo no sé que hacer.
-No sé si será el mejor momento, pero te amo Takuya.- confesó Miku mientras apoyaba su cabeza en el hombro de él, para luego cerrar sus ojos.
Takuya bajó su mirada para verlo, miró sus manos unidas y la apretó. Miku respondió aun con los ojos cerrados.
No sabía bien si quería tal “tiempo” pero tampoco sabía volver con alguien que no lo deja ni respirar. No quería separarse de él, así que bajó su cabeza para apoyarla en la cabeza de Miku y cerró sus ojos, disfrutando del momento.

Al rato, ambos se quedaron dormidos, aun tomados de la mano.

Notas finales:
Diccionario:
-Marcar tarjeta: controlar (en algunos trabajos existe un montón de tarjetas y un reloj, y uno pone la tarjeta en la máquina para que marque a la hora que llegó y a la hora que se va)
-“quedé lana”: expresión usada mucho por la escritora que significa estar en un estado de relajo absoluto, ocurre generalmente luego de cosas relajantes como baños, masajes, entre otros.

y eso :D
gracias por leer
y nyappy new year :D


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