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Nuestra Promesa por Nadki

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Notas del capitulo: explicación por la demora:
esto no es una excusa barata ni es mentira, me fui de gira de estudios el 2 de enero y regresé el 12 en la madrugada
le pedí a una amiga que subiera la conti correspondiente pero no le abría la pag
y bueno, no podía subir la conti apenas llegué porque llegué toda molida y más encima me enfermé y estaba muriendo cuando llegué
sólo quería que lo supieran y que no piensen otras cosas que no son ;D
ahora... mil gracias por sus reviews y ahora el cap 4

En la crónica roja, un grupo de sujetos encapuchados prendieron fuego al domicilio de una familia que profesaba la religión islámica en altas horas de la madrugada. El siniestro destruyó el inmueble completamente y amenazaba con atacar al resto de las otras viviendas.
Este siniestro por otra parte, cobró la vida de una mujer de 35 años identificada como Amani Nájera, y dos menores de edad identificados como Karim Hasbún y Zuleika Hasbún; quienes perecieron calcinados por las llamas.
Se están realizando peritajes para dar con el paradero de los antisociales, quien marcaron la vivienda afectada con un símbolo que se asemeja a una señal de quienes pertenecen a W.O.P.E…


-¿Wope?- preguntó confundido el bajista de An Café.
-¿Qué es eso?- preguntó Yuuki.
-Shh.- hizo callar Teruki.- dejen escuchar.


… que traducido significa Organización Mundial de Exterminio de Plagas.


-¿Organización Mundial de Exterminio de Plagas?- se preguntaron los recién llegados, pues hacia poco habían vuelto de una convención de animé.
-¿No se supone que eso es para cuando uno tiene plagas como ratones o palomas?- preguntó Yuuki confundido.
-Es bastante extraño todo esto. Pero la periodista dijo “se asemeja”, además… dice “plagas”- dijo Kanon.
-Debe ser un error.- comentó Teruki.


En otras noticias, el índice de perros callejeros ha disminuido considerablemente en el último trimestre. Las autoridades atribuyen estos resultados en consecuencia de la campaña “crianza responsable”…


-Yo quero un perito.- dijo de pronto Megumi atrás del sillón donde estaban los tres integrantes. Al escuchar aquella voz infantil, los tres instrumentos se sobresaltaron.
-Ay, princesa, me asustaste.
-¿Qué haces aquí, pequeña?- preguntó Yuuki.
-Deberías estar con tío Takuya.- dijo Teruki.
-Shi, es que ta dumiendo.
-¿Durmiendo?- preguntaron los tres.
-Shi, cuando tío Teruki nos dejó en su cuarto fui a ver a tío Taya y etaba dumiendo.
-Que floja salió esta niñera.- se quejó Teruki.
-Apate etá con tío Miiku.- dijo la pequeña volviendo a alargar la letra “i” del nombre del cantante.
-¿Está con Miku?- preguntaron los tres en un grito.
-Ehh… shi.- dijo algo asustada ante la reacción de los mayores.
-¿Y cómo estaban?- Teruki estaba preocupado, pues temía que Megumi hubiera visto escenas comprometedoras, como lo que él vio que le demostró que Miku y Takuya eran pareja hace cinco años.
-Sentados, tío Miiku apoyado en tío Taya y tío Taya tenía su cabecha apoyada en tío Miiku.
-Uff, menos mal.- susurró Teruki aliviado, Kanon y Yuuki le quedaron mirando. Pero Megumi le miró aun más confundida.
-¿Tene algo de malo?
-No, princesa.
-¿Ellos se queren?
-No.- respondió Kanon y Yuuki rápidamente, pensaban que una niña no podría saber ese tipo de cosas.
-Sí.- respondió automáticamente Teruki, casi al mismo tiempo que los otros dos integrantes.

Ante respuestas contradictorias, Megumi les miró con semblante de confusión.

-¿Por qué le dicen que no?
-Es que, Teruki.- decía Kanon acercándose a él para luego susurrarle lo último para que fuera secreto.- una niña no puede saber eso.
-¿Por qué no? Sus padres son iguales que esos dos.
-Pero Bou es como su mamá, parecen heterosexuales.
-¿Y qué tiene? Kanon, ellos son homosexuales.
-¿Qué es hetroseal y homseal?- preguntó Megumi confundida, pues nunca había escuchado esos términos y ni siquiera sabía como se pronunciaba.
-¿Viste, Kanon? ¿Ahora cómo le explico a Megumi que significa?- dijo molesto Teruki.
-Yo le expli…- decía Kanon hasta que Teruki le interrumpió.
-Es una niña de tres años ¿cómo le puedes explicar eso y que te entienda? Princesa.- dijo dirigiéndose a la niña.- cuando seas más grande tío Takuya te lo va a explicar.
-¿Po qué tío Taya?
-Porque él sabe mucho de esos temas.- dijo casi de forma confidencial.
-Mentira, él que sabe muchísimo es Miku.- dijo Yuuki.
-Tienes razón, el cabezón es una biblioteca andante sobre sexualidad.- dijo Teruki explotando en risa, los demás le imitaron pero Megumi los seguía mirando sin entender. Al ver que las risas no cesaban, se fue hacia la habitación de Takuya.

La parejita seguía durmiendo plácidamente, Megumi sabía que no debía despertarlos por las enseñanzas de sus padres, así que en silencio tomó un cuento infantil titulado “el patito feo” para observar los dibujos acostada en el suelo. (n/a: por qué mi prima no es así??!! T-T gaby, aprende de Megumi)



Lentamente el guitarrista abrió sus ojos, aun con la cabeza en aquel lugar reposando observó todo tratando de asimilar que había pasado. De pronto descubrió que se había quedado dormido y quiso levantarse, pero algo se lo impedía, y ese algo era Miku.
Giró su cabeza y vio a Miku durmiendo plácidamente apoyando en su hombro. Repentinamente sintió algo en su mano y la observó, estaba unida a la de él. Al ver aquello, escenas del beso llegaron a su mente y sus mejillas se volvieron más rosadas que de costumbre.
No sabía si despertarlo o no, pero en eso recordó los vidrios
¿Y si Megumi había subido? ¿Y si Ryo…?


-Miku, Miku despierta.- Takuya movía suavemente al vocal, más éste sólo soltaba quejidos.- vamos, que tengo que cuidar a las dos criaturas que ni sé donde están ¡Miku!
-¿Ah? ¿Qué?- decía mientras despertaba, parpadeando rápida y constantemente.
-Despierta.
-Mmmmm.- soltó mientras se estibara, deshaciendo la unión de manos.- estuvo rica la siesta.
-Sí. Si me disculpas, tengo que ir a ver que pasa con los críos.
-¿Te ayudo?
-Si quieres ¿Quién soy yo para impedirlo?... ¡Jaime!- gritó Takuya asomándose al balcón.
-¿Estuvo buena la siesta, súper niñera?- dijo molesto Teruki con Ryo en brazos, pues le estaba sacando el aire ya que lo había alimentado.
-Vamos, Jaime, no te sientas por eso.- aparte que dormir con Miku es muy gratificante.
-Me debes una. Megumi está aburrida, anda a ser su payaso.
-Ok, ya voy ¿vamos?- dijo lo ultimo mirando al vocal.
-¿Ah? Ah, ok, vamos.

Así ambos bajaron, eso sí no tomados de la mano.

-¿Dónde está?
-En la habitación de Kanon.
-¿Qué? ¿O sea me hiciste bajar por las puras?
-Sí.- contestó riéndose.
-Te odio, Jaime.
-Y yo te amo, Taka.- dijo con una sonrisa burlona, lo que molestó más al guitarrista.
-Vamos.- dijo molesto y agarrando la muñeca del vocal para subir rápidamente. Miku observaba extrañado la reacción.
-¿Por qué no la dejas con el pingüino?
-Porque no quiero que Megumi se vuelva una otaku cómo él cuando crezca. Además qué cosas le irá a mostrar a la pobre criatura.


Los dos llegaron a la habitación del bajista, quién estaba jugando en su PSP mientras Megumi lo observaba y le hablaba. Kanon parecía hartado de tener que escucharla.

-Podríamos irnos y dejarlo sufrir un rato.- sugirió maliciosamente Miku, ya que ninguno de los dos se habían dado cuenta de la presencia de la parejita.
-Ven, te quiero mostrar algo.

Se fueron de la habitación de Kanon y se fueron a la de Takuya. Cuando entraron, Takuya tomó un cuaderno y se lo entregó a Miku.

-¿Qué es?
-Lo poco y nada que llevo de mi historia.
-¿La escribiste?
-Apenas tengo la introducción y un capitulo.
-Quiero leerla.
-¿Seguro?
-Sí, pero no está buena.
-No lo sabré si no la leo.- así Miku abrió el cuaderno y empezó a leer en silenció. Takuya se levantó y comenzó a terminar de limpiar el incidente de la mesita de noche.



Pasaron los días, semanas, meses; y Toshiya tuvo que asistir a varias terapias para recuperar lo que había perdido con el accidente y el coma.
Recuperó la modulación, ya se le entendía. Recuperó el movimiento, ya no se caía al tratar de caminar. Recuperó gran parte de sus conocimientos, como matemáticas, idioma, historia, biología, entre otros. Todo eso gracias a profesionales.
Pero ellos no pudieron entregarle lo que más deseaba.
Su pasado.


Vivía en un presente sin un pasado y eso le atormentaba demasiado.
“La historia es el estudio del pasado para comprender el presente y proyectarse al futuro. Por eso la historia es importante” le decía su profesor particular, quien le hacía todas las clases.
¿Cómo podría comprender su presente si no tenía pasado? ¿Cómo se proyectaría al futuro si no sabía nada de su ayer? ¿Acaso sin pasado era nadie? Se preguntaba atormentado.


Un día como cualquiera, estaba sentado en el borde de la cerca que delineaba la terraza con el patio trasero, donde jugaba su hermano menor, quien tenía sólo cinco años, con la mascota de la familia. Su hermana no estaba, estaba en la universidad, ella tenía diecinueve años.
Sentado ahí podía vigilar a su hermano pequeño de vez en cuando mientras leía una novela. Desde que recordó como leer era un apasionado a la lectura y eso le reconfortaba el alma de su eterna angustia de no tener pasado.


Muchas veces soñaba cosas extrañas, pequeñas escenas que se repetían constantemente pero al momento de despertar las olvidaba. Luego debía ir al baño más cercano a mojarse su blanco rostro pues el dolor de cabeza que le inundaba le impedía volver a dormir.
Desde que despertó del coma, cada día le acompañaban esos dolores de cabeza.
Nunca se los confesó a sus padres, pues ellos eran bastante protectores con él después del coma. Y los comprendía, aunque sentía que exageraban un poco. Por ejemplo, le habían mandando a hacer un colgante donde tenía grabado todos sus datos y nunca le dejaban solo. Ni siquiera podía ir al negocio a una cuadra de su casa a comprar algo para comer por si le pasaba algo.


A veces se sentía extraño, como si no perteneciera a ese lugar.
-Eso debe ser porque no recuerdo nada. En dos años pueden pasar muchas cosas.
-¡Hemano!- gritó de repente el pequeño niño.
-¿Qué pasó?- preguntó preocupado, dejó el libro sobre la madera y descendió de la terraza para dirigirse a su hermanito. Quien estaba sentado cerca de los columpios, dándole la espalda.- ¿Qué pasó, Take-kun?- ese era el apodo que Toshiya le había puesto a su hermano, quien se llamaba Takeo.
-Quero cumpio.- dijo señalando el columpio más alejado del suelo.
-Ese es muy alto para ti.- dijo mientras lo tomaba en brazos y lo sentaba en el columpio de bebé.- éste es para ti.
-No quero ete.- comenzó a armar berrinche.
-Todavía no, eres muy pequeño para ese columpio. Cuando estés más grande.- y dicho eso, comenzó a empujar suavemente el columpio.


Habían cosas que hacía o escuchaba que le provocaban distintos grados de sensaciones. Algunas cosas le gustaban y otras las odiaba. Pero todas lo tele-transportaba a otro lugar, que cuando parecía que le mostraría algo, se volvía sólo tinieblas.
-Odio tener amnesia.- susurró para si mismo, pero su hermano escuchó.
-¿Qué e anesia?
-Es algo que hace que pierdas la memoria.
-¿Qué e nemoria?
-Lo que no tengo.- pensó desanimado.
-¿Pacha algo, hermano?
-No, es que no me gusta.
-¿Po que?
-Porque quiero recordar cosas del ayer y no puedo por eso.
-¿Qué e recodar y qué e aier?
-No lo sé.- contestó nostálgico.



-¡Miku!- gritó Teruki.
-¿Qué?- gritó aun dentro de la habitación de Takuya, dejando de leer.
-Contesta arriba.
-¿Quién es?
-Asuka.
-Takuya…
-Claro, después puedes seguir.- contestó, trató de sonar amigable pero en su voz se escondía la desilusión. Quería que Miku no se fuera y siguiera leyendo, pues mientras leía le comentaba cosas muy bonitas al guitarrista que le daban ánimos de seguir escribiendo.

Miku se retiró pero se llevó el cuaderno del guitarrista sin que lo notara, dejando la puerta junta pero no cerrada.


Al rato unos golpecitos atacaron la puerta, Takuya se ilusionó pensando que podía ser Miku, pero no lo era.
-Tío Taya ¿puedo pasar?
-Ya parecía raro los golpes tan abajo.- susurró Takuya decepcionado.
Megumi cargaba un muñeco, que debía ser de Kanon.
-¿Por qué tienes ese muñeco?- preguntó Takuya confundido.
-Me lo peto tío Kaon.- respondió.
-De seguro para que se callara.- pensó el guitarrista.-y bien, princesa ¿estás bien o te aburres?
-Etoy aburrida, no tego con quen jugar.
-Mira ¿Te parece ir a dar un paseo tú, Ryo, y yo? Podemos ir a una plaza para que juegues mucho, mucho.
-¿Paza?- preguntó ilusionada.
-Sí, una gran y bonita plaza.
-Wiii si quero, si quero.
-Pero una princesa no puede salir así.- dijo señalando la vestimenta y el peinado de Megumi, ya que ella portaba ropa para casa y estaba bastante despeinada.- ven, te voy a arreglar para que todos vean lo preciosa que eres.
-Wiii.- exclamó feliz la niña, quien de inmediato le entregó a Takuya un bolso donde estaba su ropa y sus artículos de cuidado personal.


Takuya se divertía de cierta manera haciendo aquello, era como tener una gran muñeca. Lo que más le gustó hacer, fue peinarla. Megumi tenía el cabello muy suave y lacio, perfecto para peinar. Además que al peinarla no lloraba, cosa que valía bastante para Takuya.
-Mira que bonita vas a quedar.- le decía.


Una vez lista; vestida con un vestido blanco con flores rosadas en el borde y arrepollado en el pecho y mangas, que eran cortas, con un lacito rosa delimitando su pequeña cintura; peinada con su cabello sujetado por un cintillo rosado; y zapatitos de charol rosados. Takuya la dejó en la sala de estar.
-Princesa, quédate aquí que tengo que cambiar a tu hermano, después de eso vamos a salir.
-Está bien.
-Y no te muevas, que no quiero que se te ensucie el vestido.
Dicho esto, Takuya subió a buscar a Ryo y cambiarlo, tanto en vestimenta como en pañal. (n/a: pobrecito xD)

Megumi movía sus piernas para adelante y atrás infantilmente mientras observaba la sala de estar. De pronto un disco llamó su atención. Se levantó y caminó hacia el mueble donde estaban y lo tomó, era el disco “BB Parallel World”
-Tío Taya se ve diferente, tío Miiku también, tío Kaon igual, tío Yiki se ve gachocho (n/a: gracioso xD), y tío Teruki se ve como sempre.
Después vio otro y lo tomó, era el single “Natsu koi Natsu GAME”, la portada le desconcertó un poco, pues Miku se veía en exceso femenino y así no lo conocía. Lo guardó y empezó a revisar todos los discos. De pronto, llegó al simgle “10’ Collection March” y se quedó mirándolo. Aquella niña rubia que vestía un polerón rosado con una carita feliz se parecía a su “madre” pero no lo reconoció como tal ya que Megumi conoció a Bou cuando este tenía el cabello cobrizo. Observó las otras imágenes del single, y vio a Miku, se veía mucho menor de lo que era. Le desconcertó ver a sus tíos tan pequeños, no creía que fueran ellos. Dejó el single y tomó otro, está vez el disco “Gokutama Rock Café”, ya no veía a la niña rubia, sino a Takuya y a Yuuki. Megumi no entendía porque en algunos discos su “madre rubia” salía y en otros salía Takuya y Yuuki.


-Princesa ¿no te dije que te quedaras sentadita?- dijo Takuya llegando con Ryo en brazos y con Teruki a su lado llevando el coche.
-Tío Taya ¿Son ustedes?- le mostró el disco.
-Sí, cuando éramos más jóvenes.
-¿Jóvenes?
-Sí, yo ahí tenía veinte años.
-¿Y cuantos años tienes?
-Veintisiete. O sea hace siete años.
-Pero, no entiendo.
-Princesa, todos crecemos. Tú vas a ir creciendo con el paso de los años, y serás niña, adolescente, adulta como nosotros, tendrás tus hijos, y luego serás abuelita.
-Nosotros también fuimos pequeños como tú.
A Megumi no le calzaba lo que los dos le decía, ella pensaba que todo estaba así, que sus padres nunca fueron pequeños y que nunca iban a envejecer, que ella siempre sería pequeña, que sus tíos serían así.

-Pero estás muy chiquitita para eso.- acabó Teruki y sacó el coche de la casa común.- bien, Taka, cuídalos.
-Sí.- respondió mientras tomaba a Ryo y lo colocaba en el coche.- yo los cuido.
-Quedándote dormido con Miku.- la mirada de Teruki era malpensada.
-Ay ¿acaso no puedo quedarme dormido con él?
-Es que es él, quizás que hubieran hecho si no se hubieran quedado dormidos.
-Jaime, hay niños presentes. Ubícate.


Así Takuya llevó a pasear a los dos niños, con una mano llevaba el coche de Ryo, y con la otra llevaba de la mano a Megumi.
Cuando llegaron a una plaza, Takuya se sentó en una banca y acercó el coche de Ryo para poder vigilarlo, aunque el bebé estaba dormido.
-Cosita.- susurró al verlo dormir.
-¡Tío Taya!
-¿Qué pasa?
-Ven a jugar comigo.
-No puedo, juega tú solita.- al escuchar eso, Megumi se deprimió.- mira, princesa.- decía mientras señalaba a una mariposa.
-¡Marisopa!
-Sí, ve a atraparla.

Así Megumi corría tratando de pillar a aquel insecto tan bonito. Takuya se reía de los intentos de la niña de atraparla, pero siempre resultaban fallidos.
-Vamos, no te desanimes.

La tarde se pasó agradable, Takuya por momentos podía desconectarse de sus problemas y contradicciones con aquellos niños.
Tenía a Ryo en brazos, jugando con él a “caballito” usando su pierna y afirmándole sus brazos. Ryo reía a carcajadas y se le veía feliz.
-Son unos hermosos niños.




Al acabar el verano, la estación del año presente, los padres de Toshiya decidieron que éste ya estaba en condiciones de volver al colegio, luego de que recordara la gran mayoría de los contenidos que había olvidado luego del accidente. Llevaron al joven pelirrojo hacia un establecimiento educacional de alto prestigio, le explicaron al director mientras hablaban en su despacho la situación de su hijo y si podían recibirlo, pues Toshiya se había atrasado dos años de estudio.


-Comprendo la situación.- comenzó a decir el director.- este tipo de hechos son totalmente imprevisibles y no por eso se debe sacrificar la educación formal de un joven. Sin embargo, no es posible integrarlo a clases según su edad.
-¿A qué se refiere?- preguntó el padre.
-Me refiero a que el joven Toshiya estará compartiendo con sus iguales respecto a sus conocimientos. Le realizaremos una prueba de contenidos generales y ésta determinará el curso que se adecué a sus conocimientos.
-No entiendo.- confesó abiertamente Toshiya.- por favor, no me hable en difícil.
-Te meterán a un curso por lo que sabes, si sabes lo que se debe saber en tercero, te meterán en cuarto.- le explicó su mamá.
-Ahhh, ya entendí.
-¿Está preparado para hacer el examen ahora?- le preguntó el director.
-Sí, creo que debería quedar en el curso que tenga que ver con lo que sé generalmente.
-Sígame- le dijo a Toshiya, al salir del despacho se dirigió a los padres de éste.- señores Miura, esperen un momento por favor.
-Sí, está bien.- contestó el señor.
-Suerte.- deseó la madre.


Los dos salieron del despacho y atravesaron la secretaría hasta llegar al recibidor del colegio, el cual tenía estantes repletos de trofeos, medallas, diplomas, distinciones, entre otras cosas entre premios deportivas, destaques en calidad de educación, y lugares en concursos artísticos y científicos.
-Si que es un colegio reconocido.- comentó Toshiya.
-Sí, tiene razón. Nuestro establecimiento se caracteriza por la competividad sana, la gran participación de nuestros alumnos, y por sus grandes capacidades en todos los ámbitos.- hará el examen en esta sala.- dijo señalando una bastante oculta.
-¿Aquí?
-Sí, las salas están imposibilitadas ahora.
Entraron en ella, sólo había una mesa y dos sillas.
-Esta sala la usan los profesores para las entrevistas con los apoderados.
-Ya veo.

El director extrajo de su maletín una carpeta, ahí estaba una copia de reemplazo de cada prueba de cada curso. Le entregó una de matemáticas al joven pelirrojo que sería para alguien que postula a segundo medio.
-Ejercicio que no sepa, por favor encierre en un círculo el número en la hoja de respuesta adjunta con la prueba.
-Emmm… está bien.- Toshiya no le entendía mucho al director, se expresaba de manera difícil para alguien que hacia 10 meses apenas sabía hablar.
-La hoja de respuesta es la de color rojo.- le separó la hoja de respuesta de la prueba.- la alternativa que sea correcta le haces una equis ¿recuerdas este tipo de pruebas?
-No, no recuerdo nada que tenga que ver con el colegio, sólo sé ramos, pero nada de estas cosas.- haciendo referencia al sistema de evaluación.
El director pacientemente le explicó como debía contestar y como debía enfrentarse a cada pregunta, era más que comprensible que le costara como abordar la prueba si hacia mucho tiempo no era evaluado.
La prueba para ingresar a segundo medio era muy fácil para Toshiya. El director se dio de aquello así que le cambió la prueba a uno que postula a cuarto medio. Cuando la contestaba, una extraña sensación le sacudió sus sentidos, le invadió una sensación de nostalgia, confusión, y además, ese clásico dolor de cabeza no se hizo esperar.
-Ay, ahh, ay.- se quejaba de dolor, mientras colocaba sus manos a los costados de su cabeza.
-¿Te sientes bien? ¿Te duele mucho la cabeza?
-Sí, pero ya, ay.- hablaba mientras se quejaba y tenía los ojos entrecerrados.- estoy acostumbrado. Siempre, ay, me duele.
-¿Siempre?
-No sé, con varias cosas me, ayy me duele mucho.- lo último lo dijo mientras bajaba su cabeza y se la afirmaba fuertemente.
-¿Vamos a enfermería?- le preguntó preocupado.
-No, no se preocupe, después se me, ayy, se me pasa.


Luego de unos minutos, a Toshiya se le pasó el dolor de cabeza. El director notó que, a diferencia de los dolores de cabeza comunes, donde la gente se cubre la frente, Toshiya se cubría los lados de la cabeza, donde están las orejas. Eso le preocupaba, pues él era profesor de biología y sabía que en esa zona del cerebro se encuentra la memoria. (n/a: lo cual es verdad)

-¿Estás bien?- le preguntó preocupado.
-Sí, ya se me pasó.
-¿Cómo te dan esos dolores? ¿Con qué cosas?
-No lo sé, a veces hago algo y me da ese dolor, a veces leo algo y me duele. También es ver algo, es cualquier cosa. Es triste porque no sé que no hacer, que no ver, que no escuchar, para que no me duela. A veces me despierta el dolor de cabeza y luego no me deja dormir.
-Valla.- murmuró el director preocupado.
-Sólo deseo que dejen de aparecer, algunos son demasiado fuertes y siento que la cabeza se me va a partir en dos.- dijo con un deje de tristeza.- y lo peor, es que salen de la nada.


Luego de eso, Toshiya acabó la prueba, y al final el director decidió integrarlo a cuarto, pues esos dolores de cabeza tan poco inusuales le decía que ese curso le ayudaría mucho más de lo que el joven pensaba.
-Las clases comienzan el primer martes del próximo mes, ante cualquier duda o problema que tengas te acercas a mi despacho, ¿te parece?- le hablaba el director mientras iban camino al despacho.
-Sí, gracias.
-Te integraras de buena manera, veo que eres alguien bastante abierto.
-Nuevamente le agradezco, director.
-Llámame señor Nakamura cuando hablemos entre nosotros. Pero cuando te refieras a mí frente a tus futuros compañeros, te pido que me llames Nara y no con otros motes. Porque sé que tengo varios motes, sé cuales son y de todos esos sólo me gusta Nara.
-Está bien, señor Nakamura.- asintió el pelirrojo.- “Nara” que extraño es este director, es bastante amable. Siento que me da mucha confianza.- pensó lo último.
-Prepárate para ingresar a un mundo que muchos de los docentes y alumnos consideramos “un mundo paralelo”
-¿Mundo paralelo?- preguntó totalmente confundido.
-Este no es un colegio convencional. Mejor no te adelanto, todo lo sabrás en septiembre, no quiero arruinarte la sorpresa.


Toshiya no sabía si estar feliz o preocupado, no sabía si eso era bueno o malo. ¿A qué se refería con “un mundo paralelo”?
-Será que hace mucho que no estoy en un colegio que encuentro esto extraño, o tal vez este colegio es algo totalmente diferente a lo corriente. Bueno, ya ni sé que es un colegio. Veamos que me espera la próxima semana.



-¿Qué? ¿Ahí termina? Takuya escribe muy poco.- se quejaba el vocal.
Luego de hablar media hora con Asuka comenzó a leer la historia de Takuya. No tenía nombre, no había nada que indicara lo contrario.
Lo cerró y bajó con él.


-Teruki ¿Dónde está Takuya?
-Está cumpliendo su labor de niñera en la plaza de la vuelta.
-Ah, gracias.
-¿Qué es eso?
-¿Qué?
-Lo que llevas cargando en tu brazo.
-Ah, un cuaderno.
-Veo que no me quieres decir.
-Es que no es mío, entonces no sé si es prudente.- dicho esto se retiró para ir a buscar a Takuya.


-Tío Taya.- gritó Megumi.
-¿Qué?- preguntó un poco hartado Takuya, pues era la quinta vez que Megumi lo llamaba en menos de veinte minutos, y siempre que lo llamaba era para cosas sin mucha importancia.
-Vene tío Miiku.- pero eso si tenía importancia.
-¿Miku?
-Takuya, ya lo leí.- dijo sentándose a su lado.
-¿Qué?
-Es que me lo llevé para leerlo en mi habitación.
-Ya veo.- dijo algo apenado.
-¿Quieres saber mi opinión?
-No, es que está mala.
-No, está muy interesante. Pero escribes poco, me dejaste con ganas de más.- dijo haciendo berrinche, haciendo que Takuya riera. Pero no sólo él, también Ryo.
-Jaja, hiciste reír a Ryo. A ve Ryo, ríe.- le decía con voz graciosa. Ryo respondía.- eso, ríe, cosita hemoxa ríe.- para luego hacerle cosquillas.
-No sabía que te gustaban los niños.
-Es que esto de ser la niñera te hace quererlos, además me los encargaron y quiero que estén felices esta semana. Después de todo están sin sus padres y son pequeñitos.
-Tienes razón.
-Tío Miiku.
-¿Qué?
-Ven a jugar comigo.- le dijo sentada en un extremo de un balancín.
-Anda.
Miku fue y jugó con Megumi en el balancín. Takuya observaba feliz mientras movía a Ryo y le hacía soniditos raros.
-Si no fuera por algo, seríamos una pareja feliz.- dijo melancólico.- no sé si quiero mi espacio, o quiero compartirlo contigo. Pero me hace feliz estar así, en cambio, cuando estoy solo siento que algo me falta. Aun te amo.


Notas finales: Voy a usar el sistema de cursos de mi país, y como sé que estas cosas son diferentes en cada país les voy a hacer una “tabla” o como quieran llamarle xD de los cursos con las edades, para que sepan de que hablo ^^
Primero, la enseñanza escolar se divide en tres, prebásica (todo lo que va antes de kinder y kinder xD), básica (después de kinder, son ocho años), y media (cuatro años)



7º básico -> lo normal es entre los 12 y 13 años
8º básico -> lo normal es entre los 13 y 14 años
1º medio -> lo normal es entre los 14 y 15 años
2º medio -> lo normal es entre los 15 y 16 años
3º medio -> lo normal es entre los 16 y 17 años
4º medio -> lo normal es entre los 17 y 18 años


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