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Nuestra Promesa por Nadki

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Notas del capitulo:

después de mil años hay contii :D

la inspiración escasea mucho ultimamente u.u aparte que escribía cosas que después me daba cuenta que no tenía nada que ver con el fic o eran cosas que pasarán más tarde x-x


Pasaron los días lentamente para Takuya. Miku lo había empezado a dejar tranquilo, pero a cambio Megumi lo acosaba en cada momento que podía.
Ella siempre trataba de llamar la atención del guitarrista, lo cual siempre lo molestaba, pero no podía hacer nada, sólo resignarse.
Lo que más le molestaba de sus acosos, era que revisara toda su habitación y que tomara las cosas sin permiso, dejándolas esparcidas por toda la casa.
-¿Es mucho pedir permiso y dejar las cosas en su lugar?- preguntaba para sí molesto recogiendo todo lo que Megumi sacaba por toda la casa. Entre esas cosas había libros, lápices, porta cds, objetos decorativos, uñetas, cuerdas de guitarra, cajas, entre otras cosas.

Un día, Megumi revisó el cajón donde Takuya guardaba su ropa interior. Entretenida con el contenido, tomó una prenda y se puso a jugar con ella.
Takuya quería matarla y estaba que se moría de la vergüenza.
-¿Takuya?- llamó Teruki en pregunta.
-¿Qué pasa?- preguntó mientras escribía.
-¿Por qué dejaste a Megumi jugar con un boxer tuyo?
-¡¿Qué?!- gritó girándose absolutamente sorprendido.
-Está en el patio jugando con algunas cosas, entre ellas un boxer tuyo. Miku me lo confirmó.
Takuya fue a buscar aquella prenda totalmente avergonzado. Apenas llegó donde Megumi se lo arrebató de las manos para luego correr a guardarlo. Una vez dentro de su habitación, se apoyó contra la puerta y trató tranquilizarse.
-Uno, dos, tres, cuatro…- contó hasta cien lentamente, tratando de tranquilizarse y evitar hacer una locura por la rabia.- Takuya, es una niña, no sabe lo que hace, no le puedes hacer daño, es una niñita, Kazu-san te matará si le levantas la mano, cálmate, respira, en unos días se irá.

En otras oportunidades Megumi amenazaba a Takuya con acusarlo a Bou porque no le permitía divertirse con cada objeto que veía, o por quitarle los “juguetes” –objetos fabricados para cualquier uso menos para juguetería-
-A ver, princesa ¿quién te crees para amenazarme?- le contestó con una graciosa voz de falsa amenaza, pues no podía ser severo con ella o lloraría, y eso significaba que tendría problemas, para luego atacarla con cosquillas.
-No, jajaja.- reía a carcajadas la niña.- no, jajaja, tío Taya para, jajaja.- reía sin parar, trataba de arrancar pero Takuya siempre la alcanzaba y colocaba en el suelo evitando que se hiciera daño pero dando apariencia que la lanzaba al suelo.
-Eso te pasa por acosar.
-¿Qué es jajaja acosar?
-Lo que siempre me haces.- le respondió para luego hacerle chupetones ruidosos (n/a: no sé si está bien llamarle así, es presionar la piel con los labios y soplar fuerte [da cosquillas xD más si es en el cuello y los hombros xD]). Megumi respondía con grandes carcajadas.

En el tiempo que los niños se quedaron en la casa común, Miku le prestaba atención a Ryo como una manera de ayudar a Takuya. Pues la ayuda de los otros miembros era más bien simbólica –pedir que trajeran tal elemento, que sostuvieran a Ryo, entre otras cosas.

Por ejemplo, Miku trató de enseñarle a Ryo decir “Miku”
-Ryo.- llamó, el bebé le respondió con una sonrisa.- yo Miku.- dijo mientras se golpeaba el pecho, señalando que era él.- Miku.
-Ku.- dijo el bebé.
-No, Ku no, Miku.
-Kiu.
-No, Mi-ku.- le dijo separando su nombre en sílabas.
-Iku.
-Ya es un avance.- dijo animado.- ¿no lo crees, Takuya?
-Mira, Ryo dirá mi nombre pronto.
-Sí, claro.- dijo con sarcasmo.- si el tuyo es más corto que el mío.
-Shh, Ryo.- llamó Takuya haciendo gestos, Ryo le contestó agitando sus brazos. Al ver esa reacción sonrió triunfante y se señaló a sí mismo.- Ta-ku-ya repite conmigo, Ryo. Ta-ku-ya.
-Taka.- dijo el bebé para luego reírse.
-Este bebé es muy inteligente.- dijo Miku riéndose.
-Por lo menos no soy “Iku” soy “Taka”

Gracias a los niños, Miku dejó de acosar a Takuya, puesto que le prestaba más atención al bebé que a su amado. Takuya se sentía extraño al no tener a Miku siempre detrás de él, pero Megumi se encargó de ocupar el lugar del vocal. Una vez lo hizo en uno de los peores momentos.

-¡Tío Taya!- gritó la niña agarrándose de las piernas del guitarrista.
-Princesa.- la alzó y le respondió con una risa. Rápidamente la bajó pues tenía algo que hacer, pero Megumi se apegó a sus piernas.
-Tío Taya, tío Taya.- decía infantilmente.
-Megumi, princesa, suéltame. Por favor.
-Nop.- negó tiernamente.
-¿No?
-Nop.
-Por favor, que quiero hacer algo.
-¿Qué?
-Algo.
-¿Qué?
-Ir al baño.
-Vamos jutos.- sugirió más como una orden y se aferró más a las piernas del guitarrista, éste trató de caminar hacia el baño. Al llegar.
-Princesa, no puedes entrar.
-¿Po qué?
-Porque soy hombre y tú eres niña, no puedes verme en el baño.
-¿No?
-No, ahora suéltame que es urgente.
-A cabio de ago.
-¿Qué quieres ahora?
-Paza con tío Miiku.
-Está bien, iremos a la plaza con Miku.
-Wiii.
-Ahora, déjame.

Takuya esperaba ansioso el día en que Bou llegara para por fin disfrutar de la paz.
-Ya no soporto a Megumi, me estresa, quiero que se valla.

Pero un día, sonó el teléfono. Y de milagro Teruki no contestó.
-¿Aló?
-¿Teruki? Te cambió la voz.
-No, soy Takuya.
-¿Takuya-kun? ¿Ahora eres la secretario?
-No, es que estoy al lado del teléfono.- contestó con una risa.- ¿cómo te ha ido con tu viaje?
-Bien, por eso quería llamarte. Nos desocupamos antes, es más, ya estamos en casa. La razón de la llamada era avisarte que vamos a buscar a los niños para que tengas todas sus pertenencias listas.
-Ah.- dijo algo triste, pues aunque decía que no soportaba a Megumi, no quería que se fuera.- claro.- dijo cambiando el tono.- vengan a buscarlos cuando quieran.
-Bien, entonces vamos de inmediato. Nos vemos.

Y la llamada se cortó. Takuya subió para armar los bolsos y desarmar la cuna de Ryo, quien estaba sentado en la cama de Takuya escuchando música, ya que el guitarrista le puso su música al bebé.
En eso llegó Megumi. Al ver que Takuya desarmaba la cuna se asustó.
-Tío Taya ¿Qué haches?
-Me llamaron tus padres, vienen en camino a buscarte.
-¿Mami y papi?
-Sí.
-Wiii.- dijo feliz para luego salir.
Takuya siguió desarmando la cuna pero desanimado, se sentía triste por la reacción de Megumi, como que a ella no le importara él.

Pasaron unos minutos y tuvo todo listo, y justo a tiempo sonó el timbre.

Ding dong, ding dong

-Ya voy.- dijo Miku acercándose a la puerta.- ¿Sí?- saludó pero su saludo se transformó en un grito.- ¡Bou-kun!
-Jaja, hola Miku.
-Tanto tiempo.- lo abrazó amistosamente.- ¿tu esposo?
-Ya viene, está estacionando el auto.
-¡Megumi!- llamó Miku y ésta llegó rápidamente.
-¡Mami!- chilló la niña apenas vio a su “madre”. Bou en respuesta la tomó en brazos.
-Princesita, volvimos.
-Listo.- dijo Keita, que recién llegaba.- buenas tardes.
-Buenas.- contestó Miku, pues él y Keita no se conocían mucho.
-Princesa ¿Acaso no saludarás a tu papá?
-¡Papá!- chilló la pequeña extendiendo sus brazos, demostrando que quería que su padre la tomara en brazos.
-¿Y Ryo?- preguntó Keita.
-Takuya lo tiene arriba.
-¿Qué hace Takuya-kun con él?
-Lo siento, ya llegué.- dijo con el bebé en brazos. El bebé apenas vio a sus padres comenzó a sonreír y a mover sus brazos y piernas. Takuya se lo entregó a Bou.
-¿Cómo se portaron?- Takuya recordó todos los momentos de aquella semana.
-Bien, Megumi de repente no me dejaba tranquilo, pero se portaron muy bien.
-Me alegro ¿No te molestaría que te los trajéramos con frecuencia para que los sigas viendo?
-¡Claro que no! Es mas, me encantaría.- dijo sinceramente.
-¿Princesa, te despediste de los tíos?
-¡No!
-Anda entonces.- dijo Keita bajándola. Megumi corrió hacia donde estaba Teruki para despedirse, luego fue donde Kanon y Yuuki, quienes estaban viendo una película de animé juntos en su habitación. Luego se despidió de Miku y de Takuya.
-¿Y qué más?
-Muchas gracias por todo, tío Miiku y tío Taya.
-No hay de qué.- dijo Takuya.
-Ryo, dile “chaito” a tío Takuya.
-Tó Taka.
-¿Taka?- se preguntaron los dos padres extrañados.
-Es que Teruki siempre me llamó Taka, me cambió el nombre.
-Ahh, jajaja.- rió Bou, Keita apenas sonrió, él era más bien reservado.
-¿Ryo? ¿Y yo?- dijo con falso sentimiento de ofendida el vocal.
-Miku.
-Ajá, mira Takuya, si pudo decir mi nombre.- dijo con pose triunfal, para luego pensar un poco.- ¿Miku? ¡Me dijo Miku!- chilló de la alegría.- antes me decía Iku.
-Y era gracioso.- dijo Takuya riéndose, pero no sabía si por el lapsus de Miku o por los varios esfuerzos de Miku para que Ryo dijera “Miku” pues ese día fue uno de los varios intentos de Miku para que Ryo dijera su nombre.
-Amor.- dijo Keita tratando de apurar a Bou.
-Sí, ya. Takuya, mil gracias.
-De nada, pero también me ayudó Miku.
-Miku, muchas gracias.
-No las des, fue divertido.
-Pronto será el cumpleaños de Ryo, si quieren ir…- comenzó a decir el de cabello cobrizo.
-¡Claro que iremos!- respondió Takuya.- ah, los bolsos.- dijo entregándoselos.
-Bien, nos llamamos. Que estén bien, nos vemos.
-Adiós.- se despidieron y entraron a la casa. Se sentían raros sin los niños.
-Yo que pensaba que querías que Megumi se fuera.
-Es que, me encariñé con ellos. Aparte que siempre estaban cerca de mí.
-Claro, si eras su niñera.

De pronto Takuya se empezó a retirar de la sala de estar, lo que llamó profundamente la atención del vocal.
-Takuya ¿A dónde vas?
-Voy a traspasar lo que Megumi rayó con tus delineadores.
-¿Qué? ¿Megumi tomó mis delineadores de ojos?
-Sí, unos cinco, creo. Y dejaron el desastre en mi cuaderno e historia.
-¿En serio?
-Sí, rayó como ocho páginas.
-¿Ocho?- preguntó impresionado.
-Sí.- soltó un suspiro resignado.- así que voy a traspasar y a tratar de avanzar.- pero antes de que se fuera, Miku lo llamó.
-Takuya.
-¿Sí?
-¿Cómo se llama tu historia?
-¿Qué?
-¿Qué cómo se llama?
-No lo sé, no he pensado en un nombre.
-Es que cuando lo estaba leyendo pensé en uno ¿te lo digo para que lo tomes en cuenta?
-Sí, un nombre no se puede desperdiciar.
-Memory.
-¿Memory?
-Sí, memoria en inglés, es lo que más se habla en la historia. La falta de memoria y me imagino que la idea centrar es la búsqueda de la memoria.
-Valla ¿qué comes que adivinas? ¿O es muy obvio?
-No sé si obvio, es que si pierdes la memoria y estás como ese chico, claro que vas a buscar la manera de recuperar la memoria.
-Mmm… memory, es un buen nombre. Lo voy a pensar.- estaba por retirarse, cuando volvió a mirar al vocal.- gracias.
-Ah.- se sonrojó levemente pero Takuya lo notó.- d-de nada
El guitarrista tan sólo le dedicó una tierna mirada, y se fue a su habitación.


Los pocos días de vacaciones acabaron y ya era lunes en la noche. Toshiya estaba bastante emocionado y la ansiedad no lo dejaba tranquilo, daba vueltas por toda la casa mientras buscaba sus útiles escolares y/o su uniforme.
-¡Mamá!- gritó mientras entraba al baño.- ¡¿Dónde está mi pantalón?!
-Lo tengo que planchar.- le contestó mientras lo veía entrar al baño.- ¿Qué haces?- le preguntó al ver que estaba buscando algo en un mueble.
-Busco la crema que se hecha Azumi, me salieron tres espinillas en la cara y no puedo ir a clases así.- se giró para ver a su madre.- tengo una en la punta de la nariz, haría el ridículo sin esa crema.
La madre sólo se reía de su hijo, sí se veía ridículo con una espinilla en la punta de la nariz y con dos sobre su labio superior.
-¡¡Mamá!!! No te rías de mí.
-¿Ahora por qué chilla el gato?- preguntó su hermana en tono de burla.
-¡Que no soy un gato!
-Anda buscando algo.
-¿Qué?
-Tu crema, ¿dónde la escondiste?
-¿Mi crema? ¿Para qué la quieres?
-¿Acaso no te das cuenta que me salieron tres espinillas y con sólo esta.- haciendo referencia a la que estaba sobre su nariz.- parezco Rodolfo el Reno?
-¿Acaso piensas echarte MI crema?
-Sí, TU crema.- luego de eso se volteó mientras seguía buscando.
-A no, eso si que no.- dijo entrando, para luego tratar de sacar a Toshiya.
-Aléjate, es por el bien de tu hermano.
-¡Mamá! Dile a Toshiya que no la use.
-¡Mamá! Dile que se calle.
-¡Mamá! No quiero un hermano maricón.
-¿Qué me dijiste? ¡¡¡¡Mamá!!!!
-Ya, déjense de pelear.- dijo la señora mientras los separaba, los alejó del baño mientras sostenía en su mano la crema que ninguno de los dos había obtenido.- Toshiya, estas cosas son de mujeres, los hombres no se echan base.
-Pero…- fue interrumpido por su madre.
-Sin peros, estoy hablando yo.- luego se dirigió a Azumi.- nunca más le digas a tu hermano maricón porque no lo es, más respeto.
-Sí mamá.- dijo de mala manera.
-Ahora, préstale la susodicha crema a tu hermano para que no se burlen de él.
-Se burlarán de él cuando vea que se echa base.
-Es estética.
-Es de maricas hacer esto.
-Cállate.
-Cállate tú.
-¡Mamá!
-Lo único que sabes hacer es llamarla para que te ayude. Aparte que ni siquiera…- pero fue silenciada bruscamente
-¡Ya! Está bien, Toshiya toma la crema y termina de arreglar tus cosas; Azumi, tenemos que hablar.
Dicho esto la señora Miura tomó a su hija bruscamente de la muñeca y la llevó a otra habitación. Toshiya quedó estupefacto ante la brusca acción de su madre con la crema entre sus manos ¿Qué le iba a decir su hermana?
-Por lo menos tengo la crema.- y con pose de victoria, se dirigió hacia su habitación.
Toshiya tardó como tres horas en arreglar todas sus cosas, lo último que hizo fue programar la alarma para finalmente tratar de dormir y prepararse para su reingreso a clases luego de dos años.
Aunque intentó, la ansiedad no le permitía dormir muchas horas seguidas. Despertaba por ansiedad y porque temía que la alarma no sonara.
Luego de una noche larga para el pobre Toshiya, sonó la susodicha alarma. No necesitó que sonara nuevamente, se levantó de golpe y se dirigió lo más rápido posible a la ducha antes de que su hermana le ganara.

-¡Toshiya!- gritaba su hermana mientras golpeaba la puerta del baño estrepitosamente.- ¡sale de ahí! Yo me tardo más en la ducha.
-Yo llegué primero.- le saca burla mientras se duchaba.
-Sale ahora o te quedas sin descendencia.
-Lalalala… hay una odiosa mosquita allá afuera.
-Sale ahora o conocerás el infierno.
-Lo conozco desde que desperté y vi tu cara.
Después escuchó que su hermana murmuraba algo, pero no le entendía.
-No hables a escondidas, dímelo fuerte.
-Apúrate.- y luego escuchó pasos y la voz de Azumi murmurando algo con odio.

Luego de bañarse, se vistió y se secó su cabello, el cual no se había cortado como establecía el colegio.
-No creo que importe siendo primer día.- dijo mientras se miraba en el espejo para echarse la crema oculta-espinillas.

Una vez listo, bajó hacia la cocina para preparar su desayuno. No había nadie.
-No sé porque Azumi me molesta en la mañana si ella entra más tarde que yo a clases.
Se preparó un desayuno rápido mientras veía las noticias, era temprano y no había ocurrido nada interesante, sólo lo común.
Pero hubo una noticia que le dejó preocupado, tal vez esa no era la palabra adecuada pero no sabía con qué palabras definir lo que sintió al saber aquella noticia.
…sta narraba de un accidente automovilístico, donde un camión había chocado fuertemente contra un auto. El automóvil salió severamente dañado y el periodista indicaba que uno de los cuatro pasajeros había muerto, el conductor, y los otros con lesiones de diversa gravedad. Uno, el copiloto, estaba con riego vital.
No sabía porqué, pero esa noticia causó estragos en su interior. Mostraban el auto destrozado, los familiares llorando frente a las cámaras, exigiendo que el chofer del camión respondiera ante la justicia porque iba manejando bajo los efectos del alcohol.
-Gato apúrate.- le dijo su hermana, sacándolo del trance de la televisión.- llegaras tarde en tu primer día.
-Sí, claro.- la noticia le había afectado, pero no entendía porqué. Eran personas desconocidas ¿Por qué le afectaría?

Pero haberse quedado viendo televisión le había perjudicado.
-¡¡Toshiya!!- gritaba su padre.- ¡Apúrate o no te llevaré!
-¡¡Ya bajo!!- gritó Toshiya desde el segundo piso mientras corría de un lado a otro arreglando todos los detalles.

-¡Me estoy atrasando!
-¡Yhas vohis!- gritó con el cepillo de dientes en su boca.

-Toshiya, por favor. Llegaré tarde por tu culpa.
-¡Ya voy!- dijo mientras seguía dando vueltas por el segundo piso.

-¿Ahora sí?- le preguntó cansado mientras veía que su hijo bajaba con la mochila en su espalda.
-Sí, vamos.- dijo mientras corría hacia la puerta, para dejar su mochila dentro del auto y así abrir el portón.
-Valla que tienes energía.- comentó al salir y ver a su hijo abriendo rápidamente el portón.
-Estoy emocionado.
-Ya lo noté.- le dijo su padre con una gran sonrisa mientras subía al auto.

El señor Miura trabajaba como ejecutivo de cuentas en un banco prestigioso, el cual quedaba cerca del colegio donde estudiaría Toshiya, por tanto podría llevarlo sin problemas.
Durante todo el viaje camino al colegio, unos veinte minutos, Toshiya no paró de hablar de lo que fuera. Estaba tan nervioso que necesitaba relajarse pero sólo atinó a hablar hasta marear a su padre, además que repetía lo mismo que ya había dicho.
-Toshiya, ya me dijiste eso.
-Sí, es que es muy buena la película, deberías verla. Trata de una familia que adopta una niña pero realmente ella no es una niña, sino una mujer con problemas hormonales…
-Toshiya, la vi contigo.
-Es que me gustó, la “niña” estaba loca y me tenía muy tenso.
-A todos nos tenía así.
-Es que es tan buena, yo sentía que debíamos verla. Y no me equivoqué, era muy buena, nos tenía enganchado. ¿Recuerdas cuando mató a la paloma?
-Sí, lo has repetido dos veces.
-No pensé que la mataría, estaba loca. Y cuando empujó a la niña que la molestaba, no me di cuenta que la había empujado. La tipa estaba loca…- y así Toshiya seguía hablando de lo mismo y el pobre señor debía soportarlo, porque aunque le dijera mil veces que ya se lo había dicho, volvía a repetirlo (n/a: xD)

-¿Falta mucho para llegar?- el señor Miura se preguntaba como no se le cansaba la lengua a su hijo. (n/a: xD)
-No, falta poco.
-Que bueno, estoy muy ansioso. Quiero recordar que era ser estudiante y estar en un colegio…
Después el señor Miura intentó tratar de no escuchar a su hijo, que ya lo traía mareado (n/a: xDD)

-¡Takuya!- se escuchó un grito desde el primer piso.
-Siempre que estoy haciendo algo que me entretiene me llaman.- se quejó dejando de escribir para luego asomarse.- ¿Qué? (n/a: siempre me pasa eso T-T es una maldición)
-Anda a comprar.
-A no, yo soy la niñera, tú eres el mayordomo.
-Tú trabajo de niñera terminó, anda a comprar porque hoy haremos “noche de cine”
-No, estoy ocupado.
-¿Haciendo qué?
-Algo, no te importa.
-Si no me quieres decir es porque andas haciendo cosas sucias ¿Está Miku contigo?
-Miku y yo somos amigos.
-¿Amigos? Sí claro.- dijo sarcástico Teruki.
-Me carga.- pensó con odio el guitarrista.
-Oye, Takuya en serio, anda a comprar por favor. Yo estoy ocupado tratando de ver con Kanon como funciona el data (n/a: proyector) y mandé a Miku a buscar a la lavandería a buscar unas cortinas que mandamos a lavar.
-No quiero ir. Manda a Yuuki
-Yuuki te quiere acompañar.
-¿Yuuki?
-Sí, no quiere ir solo. Vamos, siempre estás en tu habitación. Estás como Miku cuando tenía su diario.
-Es que estoy ocupado.
-O bajas o te hago bajar como sea.- amenazó hartado.
-Ok, ok, ya bajo.- dijo resignado.

Así Takuya y Yuuki fueron a comprar provisiones para la “noche de cine”.
-Tengo el presentimiento de que Teruki o Kanon se va a echar el data.- dijo Takuya riéndose.
-Pienso lo mismo.- respondió Yuuki también riendo.
Luego de comprar varias cosas (la gran mayoría eran dulces) volvieron a la casa común, pero no habían señales de vida del data.
-¿Lo rompieron?- preguntaron los recién llegados.
-¿Tan rápido?- preguntó Yuuki luego de preguntar lo de arriba con Takuya.
-No, sólo que aun no podemos hacer que funcione.- contestó Teruki.
-¿Kanon, acaso no eres un computín?- volvió a preguntar Yuuki dejando las bolsas en la cocina, pues Kanon y Teruki estaban tratando de hacer que el data funcionara en el comedor.
-No sé como hacerlo funcionar.
-¿Y el manual?- preguntó Takuya.
-¿Manual?- preguntaron los demás.
-Sí ¿Dónde está?
-No sé.- contestó Teruki.
-¿Venía con manual?- preguntó Kanon.
-Tal vez.

En eso llegó Miku con las cortinas.
-Aquí están tus malditas cortinas Teruki.- dijo evidentemente enojado.
-A ver, ¿ese vocabulario?
-Estos malditos pedazos de tela me hicieron la vida imposible, no pregunten que me pasó que no quiero contar.- con eso dejó a todos callados.- ¿y qué pasó con el data?
-No sabemos como hacer para que se conecte con el DVD.- respondió Kanon.
-Pero que son ignorantes.- se notaba que las cortinas le hicieron pasar a Miku un momento muy agrio.
Uniendo unos cables y apretando unos botones, Miku consiguió conectar el data con el DVD y que proyectara bastante bien. Todos quedaron asombrados pues jamás se esperaron que Miku supiera como conectar el proyector.
-Ahí tienen, ahora dejen de molestar.- dijo para luego retirarse. Todos miraron asustados al vocal.
-Anda en sus días.- dijo Teruki seriamente, aunque era una broma lo decía bastante serio.- no se tomó el ácido mefenámico.
-¿Ácido qué?- preguntaron los demás.
-Nada, nada.- Teruki estaba acostumbrado a eso pero los demás no, pues él cuando joven vivía rodeado de esos remedios por sus hermanas y sabía para que servía.- ¿Está todo?
-Sí, ya compramos la comida.- dijo Yuuki.
-El data está listo.- dijo Takuya.
-Bien ¿Qué películas vamos a ver?- todos se quedaron callados.- ¿Qué? ¿Nadie tenía idea de que películas vamos a ver?
-Emmm, no.
-Kanon, tú me diste la idea.
-Sí, pero no tenía ninguna película como referencia.
-¿Tenemos películas?- preguntó Takuya.
-Deberíamos tener.- pero resulta que no tenían.
-Bien, íbamos a hacer una noche de cine sin películas.
-Yo iré a arrendar algunas.- dijo Kanon.
-De todas formas ibas a ir tú porque a ti se te ocurrió la idea de esto.- dijo Teruki.
-Ok, ok.
-Anda pronto, que está empezando a oscurecer.

Así fue como Kanon fue a arrendar las películas.

Pasó el tiempo y la noche cayó en aquella congestionada ciudad. Estaban todos en la sala común esperando a Kanon, quien aun no llegaba de ir a arrendar películas.
-¿No le habrá pasado algo malo al pingüino?- preguntó Miku, a quien ya se le había pasado el mal humor.
-Espero que no.- dijo Yuuki.
-A ver, Yuuki, confiesa.- empezó a decir Miku
-¿Qué?- preguntó extrañado el de gorrito multicolor.
-¿Qué pasa entre tú y Kanon? ¿Te gusta?
-¿Dé que hablas?- preguntó asombrado.- ¿De dónde sacaste eso?- Yuuki miraba fijamente a Miku y sin temor, Miku le respondió la mirada extrañado.
-¿Qué? ¿No te gusta?- preguntó como si se hubiera equivocado.
-Pues claro que no.- Yuuki no sabía mentir y eso le salía muy verdadero.- ¿por qué piensan eso?- preguntó mirando a los demás.
-Es que te la pasas con él, son como uña y mugre.- contestó Teruki.
-Aquí los únicos yaoi son Miku y Takuya.- dijo mirándolos, y un silencio incómodo se apoderó de la sala de estar.
Yuuki miraba sin entender y Teruki tan sólo tenía escrito en sus ojos “idiota” cuando miraba al teclista. Miku, que estaba sentado al lado de Takuya en el sillón, se levantó y se cambió de puesto, sentándose en un sofá solo para empezar a ver la televisión. Takuya también se levantó, y también se le veía incómodo, y se fue a la cocina, de seguro a comer algo. Teruki tomó un libro de un estante y empezó a leer. Yuuki viendo que todos hacían algo por separado se levantó, tomó unas hojas que había sobre un mueble, lápiz y goma, para luego acostarse en el suelo a dibujar.

Pasaron las horas, y Kanon no regresaba.
-Me preocupa el pingüino.- pensó Miku mirando por la ventana de vez en cuando.
Varias veces se acercó a la ventana, la última vez cuando se empezó a alejar la puerta se movió bruscamente, asustando a todos los presentes.
-¿Pero qué?- pareció que alguien se había estrellado contra la puerta.
Sin embargo el susto, que ya era alto, creció cuando la manilla de la puerta empezó a girar violentamente, como si la persona al otro lado quisiera entrar por todos los medios a la casa.
-¡Miku ven!- gritó Teruki tirándolo del brazo, pues el vocal se quedó paralizado por el miedo.
Estaban todos amontonados en el comedor, Teruki fue a buscar un cuchillo de cocina y se colocó delante de los demás. …l era el mayor y como el papá de la banda, ahora debía “proteger” a sus “hijos”.
-Quédense atrás, ante cualquier cosa Yuuki te vas a la cocina y llamas a la policía.
Se escuchaban varios golpes y ruidos en la puerta, algunos como si la persona quisiera introducir algo en la herradura pero no podía, otros de puños, seguramente la persona buscaba derribar la puerta.
Miku vio que Takuya estaba muy asustado, así que lo abrazó por la espalda para tranquilizarlo, y a la vez protegerlo.

Entre los ruidos, golpes y giros de la manilla, la puerta se abrió. Teruki, con cuchillo en alto, estaba en posición de defensa. Defensa que bajó al ver quien había entrado.
Kanon, apenas entró cerró rápidamente la puerta y se recargó en ésta. Comenzó a respirar muy agitadamente y se le veía muy pálido. Una bolsa cayó al suelo apenas se apoyó en la puerta, dejando en evidencia que eran las películas.
-Kanon, por Dios ¿Qué pasó?- preguntó bastante preocupado el batero, quien tiró el cuchillo al suelo y fue, junto con los demás –Miku aun abrazando a Takuya, pero sosteniéndolo por la cintura-, a ver al bajista.
-Unos ti-tipos… en el cam-camino… cua- cuadras… siguiéndome.- decía entrecortado por la falta de aire y por el susto.
-¿No te hicieron nada?- le preguntó Yuuki evidentemente preocupado por su amigo otaku.
-N-no, cua-cuando los… los vi… corrí y… ellos corrieron… tras mío.
-¿Cuántos eran?
-N-no sé… está t-todo oscuro… p-pero…eran mu-muchos.
-Ya, tranquilo, ya pasó.- dijo Teruki tratando de calmarlo. Yuuki lo abrazó fuertemente –a los ojos de los demás eso no pareció un abrazo amistoso.
-Dejemos a la pareja solos.- susurró Teruki a Miku y Takuya, quienes asintieron.
Takuya trató de moverse, pero se vio atrapado, recién, por los brazos del vocal.
-Suéltame.- ordenó firmemente. Miku lo soltó deprimido.
Luego los tres comenzaron a preparar las cosas para la “noche de cine” mientras “la pareja otaku no asumida” como los llamaban los otros integrantes, seguían abrazados.

-Yo creo que se gustan.- dijo Miku.
-Todos pensamos lo mismo.- dijo Teruki.
-Creo que Yuuki no lo va a soltar.- dijo Takuya. Los tres miraban a la pareja por la cocina.
-Esto se parece cuando yo tenía que sacar a justamente la parejita espía cuando Miku y Takuya discutieron, una de las mil veces, con un diario, hace cinco años atrás. Ellos los espiaban, ahora les devuelven el espionaje- pensó Teruki.
-Pero ¿por qué habrá pasado lo que le pasó a Kanon? Digo ¿por qué lo estaban siguiendo?- preguntó Takuya mirando a los otros dos.
-Tal vez porque es famoso.- dijo Miku.
-No creo, Kanon dijo que estaba oscuro. O sea tal vez no lo vieron muy bien como para identificarlo.- dijo Takuya.
-No lo sé, pero tengo amigos, tanto en el mundo musical como no, que ellos mismos o sus familiares han sufrido esto mismo. Seguimiento.- dijo Teruki.
-Han pasado cosas muy raras últimamente.- dijo Miku.- nunca a ninguno de nosotros nos había pasado esto.
Teruki se quedó mirando a la pareja mientras trataba de asociar ideas.
-Creo que ya es mucho el rato que tuvieron a solas.- comenzó a decir.- quiero ver las películas que el pingüino arrendó.
Así fueron a la sala de estar con toda la comida –papas fritas, dulces, ramitas, diversas pastas para untar, galletas, entre otras cosas- y para beber.
Instalaron todo, luego de que la parejita se separara por las bromas y comentarios hacía ellos, y comenzaron a ver una de las tres películas que Kanon arrendó.

Notas finales:
Diccionario:
-Levantar la mano: golpear
-Se van a echar (objeto): van a descomponer (objeto), van a echar a perder (objeto), van a romper (objeto). -Computín: alguien que sabe mucho de informática. Generalmente ellos saben arreglar artículos electrónicos sin ser especialistas.

Mil gracias por los reviews (L)
Las quero y ojalá les haya gustado

Bye Nyappy [!]


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