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En una borrachera por luzchan

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Notas del fanfic:

Soy mala para los resumenes mucho, mi primer fic yaoi, pasen y lean

Notas del capitulo: Soy pesima escritora, mi mayor defecto es que amo escribir aunque sean tonterias...
Pasaban de las dos de la madrugada y no habían señas de que esos dos aparecieran, vaya con sus reconciliaciones … solo después de que se supo que Aiolos no era ese traidor que todos en su momento creyeron esos dos comenzaron de nueva cuanta a hacer migas, sin embargo para el no era para nada amistoso el verlos llegar en la madrugada cayéndose de borrachos y luego ocuparse de uno de ellos y sus imprudencias de ebrio; que podía hacer, era su mejor amigo desde que eran niños, el único que a pesar de que muchos le consideraban el ser mas frío del Santuario le sonreía de esa manera dulce cuando eran solo chiquillos, el único que trataba en el pasado de incluirlo en sus juegos y travesuras cuando eran pequeños y que ahora trataba de llevárselo de juerga en vano, su amigo Milo.

Esa tarde paso por el para llevárselo de parranda junto con Aiolia para el pueblo … era obvio que el no aceptaría, pero como de costumbre le invito … Dioses como se preocupaba por el cuando se desvanecía en el aire de esa manera, para matar el tiempo se puso a recordar mientras veía a Aiolos caminar de un lado a otro … En una ocasión no pego el ojo en toda la noche por que no apareció, después se entero de que paso la noche en casa de unas jovencitas del pueblo al igual que Aiolia, mientras tanto el y Aiolos con el alma en un hilo esperando a ese par en la casa de Leo rogaban por lo mas sagrado que nada les hubiera ocurrido. Llegaron al día siguiente, con los síntomas de la resaca al tope; mientras Aiolos se encargo de su desastre de hermano Aiolia Camus se llevo al despojo de Milo a rastras a su respectiva casa, mientras el escorpión se sostenía como podía de su amigo …

La historia se repetía nuevamente … para su fortuna no tuvo que esperar demasiado, esta vez solo llegaron a las tres de la madrugada totalmente alcoholizados … Camus suspiro profundamente, entonces tomo a Milo como pudo y se lo llevo, a sus espaldas oía los reproches de Aiolos a un totalmente perdido a Aiolia.

El ya estaba fastidiado esta era la ultima vez que esperaría al parrandero de Milo y se lo haría saber apenas y lo dejara en su templo, atravesó los templos de Virgo y Libra camino a el octavo con su amigo a cuestas, vaya que estaba pesado, y el como un tonto seguía cuidándolo, solo los dioses sabían por que …


Extrañamente en el trayecto no se escucho la usual charla de borrachín de Milo en la que le decía frases como: “que bueno eres Camie” … o “lastima que no nos acompañaste había bastante para escoger *compañía*” … en fin. Cuando llego a el Templo de su amigo lo dejo en su cama, lo miro detenidamente … la mirada empañada por el alcohol no le quitaba esa confianza , una sonrisa se instalo en los labios del escorpión mientras le susurraba un gracias.

-Es el colmo contigo, ¿Cómo es posible que no aprendas?, ¿Por qué insistes en irte de borracho siempre que puedes?, esta es la ultima vez que cuido de ti.

-Es para olvidar Camie- Eso no se lo esperaba el caballero de Acuario, se aventuro a cuestionarle -Olvidar, ¿Qué?.

-Tanto yo como Aiolia queremos olvidar -Aquello no lo satisfacía -Eso no es una respuesta, ¿Qué cosa ?-

- Que amamos sin esperanza de ser correspondidos … además me gusta que me cuides- Pregunto de nuevo, aquello lo sorprendió -¿Quién es la persona que amas?

-No importa, si ya no quieres cuidar de mi pues ni modo, Aiolos lo hará … al fin y al cabo es tan bueno, tiene corazón de pollo el pobre …

Camus suspiro, en verdad que Milo era un necio y no lograría sacarle esa confesión jamás, pero el quería muy en el fondo seguir vigilando a si amigo , además nunca podría dejarle esa carga a Aiolos.

- No era en serio Milo, además Aiolos no tiene responsabilidad de cuidarte

-Tu tampoco Camie

- Eres mi amigo no puedo dejar que otros en el Santuario te vean en estas condiciones.

- Por eso me gusta embriagarme, tu siempre cuidas de mi.

Fue lo ultimo que dijo antes de dormirse, Camus suspiro profundamente, le prepararía un baño como siempre para que se le quitara esa peste a alcohol, lo dejaría dormir profundamente y por la mañana atendería su terrible resaca. Lo usual.

Pronto el baño estaba listo, ahora iría lo difícil, despertar a Milo, llevarlo hasta el baño y gritarle a través de la puerta que se desnudara y se bañara, porque el nunca se atrevía a desnudarlo, ni a vigilar que se bañara , ni mucho menos bañarlo el mismo … cuando eran niños después del entrenamiento siempre se bañaban juntos; en ese entonces eran solo niños, recordaba como Milo jugueteaba en las aguas de la bañera mientras el lo ignoraba ceremonioso. Pero ahora era diferente, no seria lo mismo.

- Milo levántate ya te prepare el baño, anda.

- No quiero Camus déjame dormir

-Es en serio, necesitas un baño

-Esta bien

Milo se incorporo lentamente, no puedo evitar reírse para sus adentros, ver al santo de Escorpión tambaleándose fue gracioso, quien lo diría, el es era el único que sin proponérselo le alegraba así la vida. Pronto estuvo tras la puerta gritándole a Milo que seguía con los efectos de su juerga en la sangre que se apresurara cuando escucho un golpe, preocupado giro el pomo de la puerta para ver que era lo que ocurría, no vio otra cosa que a Milo tirado en el suelo desnudo tocándose la cabeza, por accidente se resbalo y se golpeo esa parte. Sintió subir los colores a su rostro, ver a su amigo en toda su desnudez lo descoloco, no sabia que hacer, en ese momento el Escorpión lo observo, se encontraba parado en el umbral de la puerta con ojos de sorpresa. Nunca en su vida pensó que le tocaría disculparse por una situación semejante.

-Lo siento

Fue lo único que salio de su boca antes de cerrar la puerta tras de si y acercarse a levantar a Milo, lo tomo por los brazos y lo dirigió a la tina, quedando arrodillado a un lado de esta, cuando estaba a punto de salir de ese lugar escucho la voz del santo de Escorpio.

- ¿Por qué te disculpas?, fui yo el torpe que me resbale

Dijo Milo tomando la muñeca de su amigo, por algún motivo sabia que si no lo hacia Camus saldría como bala de ese sitio

- No debí entrar así - afirmo Acuario - ¿Por qué? - pregunto un muy confundido Milo intentando descifrar el pensamiento de Camus mirándolo fijamente

- ¿Acaso te gusta que te miren sin ropa?

- Vamos Camie … ni que fuera la primera vez que me miras así, si no mal recuerdo cuando éramos niños lo hacías seguido

-Ya no somos niños Milo

-Lo se - su voz tenia un toque de nostalgia y tristeza -sabes, lo que te dije no era una broma

-¿Qué cosa? - cuestiono Camus -Me gusta que me cuides -termino de decir el santo de Escorpión


- Justo en ese instante Camus no supo si responderle un “a mi me gusta cuidarte” solo miro a Milo y quedo cautivado por los bellos ojos que poseía, el también lo miraba, no pudieron apartar la vista el uno del otro, no se percato en que momento cerro los ojos pero si cuando los labios de su amigo lo besaron; dejo de pensar, no quería hacerlo, solo sintió, sintió como Milo le separaba la boca con su lengua y hurgaba en su interior, el arrebato sublime que experimento haciendo otro tanto en la boca ajena soltando su gemido ahogado en ella, cuando ambas lenguas se enredaron se sintió desfallecer, sus dedos se enterraron en la cabellera de Escorpio.

De pronto Milo lo despojo de su camiseta tirando de ella, el lo ayudo ,no quería analizar nada, estaba deseoso de mas sensaciones como ese beso, que para el fue el primero, un verdadero deleite sensual … los ojos del escorpión recorrieron sus pectorales y su torso desnudo con lujuria, en vez de enojarlo esa mirada actuó como combustible para que el deseo de que lo poseyera corriera por sus venas. El escorpión acerco su boca a la oreja de el aguador, susurro de la manera mas sensual en ella:

-Camus báñate conmigo, por favor- el aliento de Milo tan cerca lo mareaba, de repente sintió como el lóbulo de su oreja era mordisqueado suavemente de una manera invitante solo pudo susurrar un - S-si… Milo

Sintió como era incorporado, el escorpión lo tomo por los hombros para ello, ya de pie ambos uno frente al otro uno dentro de la tina y el otro de pie fuera no pudo evitar que su mirada vagara por el cuerpo desnudo de Milo, era insuperablemente hermoso, los ideales de belleza esculpidos en las estatuas griegas eran inferiores en comparación, su mirada recorrió en principio ese pecho y torso maravillosos producto de los duros entrenamientos, sus brazos deliciosamente moldeados de apariencia fuerte aunque no exagerada, esa cadera angosta y varonil, ese miembro que de pronto sintió ganas de tocar, esas piernas largas y torneadas. Con tan espectacular vista no pensó que pudiera articular palabras.

Milo no podía dejar de observar las reacciones de el santo de Acuario que recorría impunemente su cuerpo con la mirada, le amaba desde que lo conoció solo que se dio cuenta demasiado tarde, fue hasta el momento en que murió y pensó que jamás lo tendría, se sintió morir al darse cuenta de cuanto lo amo, después de su resurrección se amargo largándose a cada momento que tenia dispuesto a embrutecerse con alcohol y saciar su lujuria en otros cuerpos. Sin embargo jamás se compararían con el de el. Después siguió haciéndolo solo porque se sentía querido y protegido por el cuando lo cuidaba tanto, le gustaba aspirar su aroma de cerca cuando lo cargaba a su templo y sus dulces reproches lo llenaban. En ese instante una de sus mas locas fantasías se cumplía, no pudo esperar mas, sus dedos serpentearon por le pecho de su Camus, sintió como se estremecía, eso le agrado, sus manos se deslizaron hacia el botón de sus pantalones que junto con su ropa interior fueron deslizados hacia abajo, salio de la tina para arrodillarse ante el mientras se deshacía de los zapatos de Camus, volvió a ponerse de pie, ahora era su turno de observarlo, noto la mirada de su amigo baja, pudorosa, su pecho que ya estaba expuesto junto con el resto de su desnudez le parecieron la visión mas exquisita que presenciara en toda su vida.

-Dioses eres lo mas hermoso que he visto -le susurro al oído antes de levantar su barbilla para besarlo, era un beso suave pero apasionado y erótico, pronto camus llevo sus manos a la espalda del escorpión aferrándose a ella, el lo dirigió a la tina, ambos entraron aun besándose, eso era demasiado para Camus, se separo un poco de Milo, temía perderse en las profundidades del abismo sensual que se formaba a su alrededor, el jamás había hecho aquello.

- Yo nunca he -Un par de labios lo detuvieron antes de que continuara hablando

-lo se, déjame ser el primero

-Si

susurro el aguador, no podía contra aquello, muy en el fondo lo deseaba, siempre lo deseo pertenecerle al loco, impulsivo, engreído, dulce, encantador y leal escorpión.
Notas finales: Esto se me ocurrio cuando estaba boracha, madre mia, lo feo de ser Escorpion y proyectarme en el pobre de Milo... jajaja se aceptan todos sus comentarios con cariño.

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