UNA NOCHE
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Medio abre los ojos, los siente muy pesados al igual que todo su cuerpo puede oír la voz de Armand muy lejana pero sus ojos vuelven a cerrarse y cae en un sueño muy profundo otra vez.
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- ¡Daniel!- insistió nuevamente Armand
El chico estaba todo envuelto de arriba a bajo con la cobija y era mejor así la peor tortura soñar con él y verle.
- ¿mmm? - gruñó sacando una mano entre las cobijas
- Ven a desayunar - dijo viendo a la ventana
- mmm - volvió a gruñir
- ¿Te duele la cabeza? – dijo sin dejar de ver lo hermoso que lucía afuera, había llovido. Dio un suspiro al recordar un fragmento de su sueño.
- mmm – gruñó en respuesta
- Si, te preparé algo para el dolor de cabeza
- mmmmm
- No hablo fuerte, ya ponte algo de ropa... - y con esto salió de la habitación cerrándola tras de si.
= Tenía que salir lo más rápido, aunque fueran unas horas para olvidar el tema del sueño por completo =
Pasaron 10 minutos para que bajara Daniel, estaba tomando su jugo y Armand tenía la mirada perdida, Daniel volteó a ver su desayuno…
- ¿Verde? - dijo viendo el vaso de cristal.
Armand salió del trance, casi escupe el jugo al ver que la ropa que traía puesta era la misma de a noche, era la misma de su sueño, casi le da un infarto al verle. Daniel toma el vaso en su mano y empieza a moverlo de un lado a otro pero extrañamente el líquido no se movía o talvez no era un líquido.
- Deja de jugar niño es lo que tomarás para tu dolor de cabeza - dijo molesto, aun perturbado porque miles de las imágenes vinieron a él y los gemidos del más pequeño.
- Wuacala yo no tomaré eso - con un dedo tocó la sustancia - está viscoso y espeso - hizo una cara de asco
- No juegues con ella... y te la tomarás si no quieres que te la empine con embudo - Daniel lo miró con una ceja alzada, pero no duró mucho porque Armand volteó hacia otro lado
- Prefiero morir de dolor de cabeza, pero si quieres oblígame - dijo con una sonrisa que acabó casi al instante por sentir una pulsada en la cabeza.
- Como quieras - dijo tomando su vaso de jugo y salió de la cocina. Daniel se quedó con la boca abierta, Armand ni le quería mirar = tal vez aun estaba enojado porque no le hizo caso y tomó la cerveza o por retarlo a ponerle la ropa interior = le dio otra pulsada en la cabeza, lo recordaba todo, hasta que despertó por agua…
****
=Tenía que salir, tenía que inventar algo para salir = estaba sentado en la sala viendo la televisión uno de los programas ñoños de la televisora abierta.
TV % Y seguimos con sello de vieja % TV
%% Sonido de cristal rompiéndose %%
- ¡DANIEL!, ¡¿QUE HACES NI—O?! - No contestó nada, así que preocupado Armand entró nuevamente en la cocina.
Daniel estaba agachado entretenido juntando con las manos los pedazos más grandes de cristal.
- Para eso sirven las escobas, - su voz era golpeada mientras iba no con muchos ánimos por ella.
- Já no me digas, ya lo sé, puedo hacerlo solo – dijo, tratando de devolverle el maltrato. Pensó que iba a pelear para largo pero sólo logro que Armand saliera de la cocina sin decir una sola palabra.
No tardó mucho para verlo nuevamente frente a la televisión, ignorándolo por completo y comiendo frutas. Había otro plato, se suponía que era para él.
= Es mejor seguirle la corriente, para que no se enoje tanto, es más, lo sacaré a pasear para que olvide todo... =
- ¿Piensas que eso voy a comer? - se oye diciendo eso sin saber por qué había salido de sus labios.
- Pues si no quieres no comas - es lo que le respondió Armand
****
- ¡¡¡¡Buenos días Yuki!!!! – Aiko casi le grita al oído para que abriera sus ojos
- ¿Quién eres tú? – dijo queriendo enfocar su vista, no reconocía la voz
- Soy Aiko – le dio mucha risa como bostezaba y estiraba los brazos
- OH sí – dijo moviendo la cabeza con los ojos cerrados nuevamente
- ¡¡¡¡No te duermas!!!! Tienes que comer, mi hermano dio estrictas órdenes de que comieras algo – con esto puso en sus piernas su desayuno en una bandeja – Tienes suficiente fuerza para agarrarlo o quieres que te ayude – dijo con una amplia sonrisa, sentándose delante de él.
- No te preocupes estoy bien – le devolvió la sonrisa y empezó a comer
- ¿Qué edad tienes? – dijo Aiko sin dejarlo de mirar
- 17, está muy rico, muchas...-
- ¿Tienes novia? – le corto Aiko, emocionado al saber que era más grande que él. No aparentaba tener 17, era tan interesante...
- Ah, no – dijo parpadeando varias veces
- ¿Tienes novio? – dijo arriesgándose a que lo golpeara
- No... – dijo llevando se una cucharada más de caldo de pollo
- ¿Has tenido alguno? - casi se le sube encima – No le diré a nadie, quedará entre tu y yo
- Si pero... - dijo dudoso
- Pero ya no tienes – le interrumpió Aiko
- No – dijo un poco intimidado por tanta pregunta
- ¿Y?... -
- Aiko déjalo que coma – apareció Airan con traje – Te quedas en tu casa Yuki y si no quieres contestarle a Aiko no hay problema. Me voy a trabajar. Por cierto, no vas a levantarte por ningún motivo, Aiko puede ir a tu casa por ropa.
*****
No podía creerlo... quería arreglar las cosas y salieron peor de lo que estaban. Había azotado la puerta y ahora estaba el la fría ciudad. Un suspiro salió de sus labios. Armand no lo había detenido y él mismo poniéndose en sus zapatos, tampoco lo hubiera hecho... que patético soy. Un nuevo suspiro salió de sus labios, estaba titiritando de frío. Unas chicas que pasaban empezaron a murmurar y era tal el descaro que una de ellas le sonrió. Daniel solo atinó a voltearse y seguir caminando por el poco sol que había.
- Demonios – susurró = Mejor me voy a la casa de Yuki, para que me preste un suéter = Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo al sentir el frío que traspasaba por su playera.
Las calles estaban semidesiertas y las pocas personas que estaban tenían grandes abrigos. No pudo evitar sacar aire por la boca, con esto podía ver el fino humo que salía de ella = si me viera Puchiko ahora se estaría riendo de mí = con esto se cruzo las manos y siguió caminando. Podía admirar ya los adornos navideños de las casas, pero si todavía faltaban unos días para diciembre, pensó. No tardó mucho en estar en la entrada de la puerta de su amigo. También había dejado las llaves, sólo atinó a tocar el timbre... tocó una, dos, tres veces y cuando iba a patear la puerta...
- ¡HOLA!, ¿necesitas algo? - miró
= No sabía si contestarle o patear la puerta = - Yuki... - susurró roncamente
Estaba tan congelado que es lo único que pudo articular, de inmediato Aiko sacó las llaves que tenía y ¡claro que eran de Yuki!, podría distinguirlas, con ese enorme llavero de colores fosforescente que le había regalado Puchiko en año nuevo...
– Mira, Yuki ahora está en mi casa porque está enfermo. No te alarmes, está mucho mejor, sólo vengo por ropa. Por lo visto tienes frío... – dijo sarcásticamente, al ver como el chico presionaba sus manos queriendo calentarlas de alguna manera.
- Un poco – dijo dándole una media sonrisa, Aiko abrió la puerta y de inmediato entró Daniel
- ¿Qué te parece si vas por ropa y enseguida vamos a mi casa para que lo visites? - dijo Aiko con una gran sonrisa.
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Había hecho mal en dejarlo ir pero era lo mejor, además aun es un niño y quiere llamar la atención a costa de todo porque su madre lo abandona y su manera de vivir ha sido por medio de las caricaturas japonesas... su madre le compra amor por medio de las cosas materiales. Sintió un escalofrío, en la casa no había ningún ruido... es lo que sentía Daniel cada día. ¿Cómo su madre puede quejarse de la forma en que se relaciona con los demás si ni en su propia casa podía entablar una plática con ella? Su casa era realmente lo contrario, había ruido por todos lados. No había notado el sonido extraño que hacia el refrigerador... lo abrió en busca de una cerveza de la noche pasada.
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- Te vez…. – dijo Daniel queriendo contener la carcajada al ver a Yuki en ese estado
- Calla maldito o quieres que me levante de la cama y vamos a ver si resistes unas buenas cosquillas - con esto se quiso reír, pero una tos espantosa se lo impidió
- Yuki – con esto se sentó en la cama y bajo la cabeza tomando su mano, éste dio un respingo por que las manos de Daniel estaban congeladas
- No me lo digas que acabas de hacer una estupidez – dio una media sonrisa buscando sus ojos para ver si sus sospechas eran ciertas
- Estoy preocupado por ti porque estás en una casa ajena, agregando que no te llevas con tus vecinos, o te conseguiste a Aiko, el chico de secundaria que está abajo preparando no sé que
- ¿¿¿Estás seguro de que va en secundaria??? – dijo Yuki con los ojos muy abiertos
- Sí… me lo dijo cuando estaba buscando ropa en tu cuarto, él se quedó en la sala esperando a que yo saliera con tus cosas. Por cierto, casi me rompo una pierna, tienes un maldito tiradero...
- Es mejor que te la rompas tú en vez de Aiko, como sabes no me la llevo muy bien con mis vecinos, no me agradaría que uno nuevo me odiara por que se rompió la pierna por algo así – con esto le dio una media sonrisa pero Daniel no lo miraba
- Que gran amigo eres, gracias por los mejores deseos en este mes – lo dijo sarcásticamente
=Algo estaba muy mal, pero como sacarle la platica si parecía que iba llorar =
- ¡Hola! ¡Ya vine! Aiko se sentó en la cama junto a Yuki del otro lado como lo hacia Daniel
- ¡¡¡¡¡¡¡Por lo que vi en la playera te gusta el anime!!!!!!! – dijo Aiko con emoción
- ¡¡¡Si!!!- dijeron en coro XD
- Quieren ver conmigo Animatrix!? – sonrió Aiko mientras les enseñaba la porta del DVD
- Oí que es muy buena dijo Yuki entusiasmado – Daniel se quedó callado viendo la portada, esto estaba muy mal no había sido totalmente sincero con su amigo
- Danny se quedo hasta mudo, ¡¡¡ponla!!! – dijo Yuki muy emocionado
= Si no queda mas remedio = suspiró Danny
- ¿O vemos una película Hentai?- con esto Aiko les regalo una bonita sonrisa subiendo una ceja
- Prefiero la Hentai – agrego enseguida Daniel
- ¡¡¡¡¡A no, Hentai no!!!!! – dijo más que nervioso Yuki
- Aiko ¡Trae la hentai!, Yuki no me salgas que no vez eso :D - con esto se levantó de su asiento para empujar a Aiko para que fuera por la película...
Se veía tan pequeño Daniel junto a Aiko, el otro chico era más alto = Lo que me preocupa no es lo Hentai si no que tú estás a mi lado y ¡mis pensamientos pecaminosos van hacia ti! = - Me siento enfermo por favor no me obliguen a ver eso – volvió a murmurar llevando sus manos a la cara
- Está bien, pero que no sea Animatrix -
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- ¡No puedo creerlo ya son mas de las 11! ¡Tengo que irme!– Dijo Daniel con su bolsa de churritos con doble ración de salsa viendo el reloj del dormitorio
- ¿Tan rápido? - dijo Aiko aun sonriendo. Yuki ya se había dormido hace más de una hora y ellos hablando sobre los tipo de Hentai
- Sí, sí... no avisé - con esto lamió sus dedos por la salsa
- Que erótico te ves – dijo con una media sonrisa
- Yo siempre soy erótico – dijo conteniendo la risa. En un momento se volvieron a reír a coro
- Después nos vemos – dijo Daniel empezando a caminar en la entrada y enseguida Aiko se levantó para acompañarlo
- Cuídate bishonen! – dijo Aiko antes de cerrar la puerta
- En eso Daniel no estaba seguro si patear la puerta para que se tragara sus palabras, pero sería en otra ocasión... tenía que irse por que Armand lo reprendería.
Apresuró el paso por las calles que estaban muy oscuras y el frío era el doble que lo de la mañana, el suéter de Yuki lo tapaba un poco pero aun así sus mejillas las sentía heladas, nunca en su vida había estado a estas horas en la calle, es más, nunca se le habían pasado así las horas, no había conectado tan bien con una persona que no fuera con Yuki o Puchiko, nunca podía entender, como su cabeza sólo pensaba en yaoi.
- Hola Linda ¿a donde vas, quieres que te acompañe?- la voz lo sacó de los pensamientos en que se había sumergido. Un hombre se puso enfrente de él ¡¿Cómo podría confundirlo con una mujer el viejo miope?! Cuando iba cambiar de acera el hombre lo agarró del brazo rudamente
- Contéstame linda, ¿quieres que te lleve a tu casa? – las cosas se pusieron peores cuando el hombre se acercó y así pudo percibir cómo el hombre desprendía de un fuerte olor a alcohol... se le revolvió el estómago al percibir la peste
- ¡¡Suélteme!! – dijo Daniel forcejeando
- No te hagas la difícil hermosa – con esto hizo que se recarga a la pared y con su mano áspera empezó acariciar su mejilla blanca, Daniel ya no sabía que hacer, estaba paralizado, tenía tanto miedo... cerró los ojos debía ser un horrible sueño. El hombre inclinó su cabeza a su cuello, otro escalofrío lo recorrió al sentir su respiración en él.
- Hueles muy bien bonita – dijo muy cerca provocando un empujón de parte de Daniel, dejándolo en el suelo.
Luego Daniel empezó a correr como loco, no sabía como había tenido fuerzas para aventarlo, su respiración era agitada y sus ojos estaban llenos de lágrimas, ni si quiera volteó atrás. A los pocos minutos estaba jadeando, pero aun corría tanto como podían sus piernas. Estaba apunto llegar, faltaba una cuadra para su casa... al dar la vuelta chocó, se cayó al suelo al rebotar con algo.
- ¿Daniel? – de inmediato volteo a ver si era verdad esa voz tan familiar
- snif – un suspiro salió de sus labios y las lágrimas empezaron a fluir
- ¿Te dolió? - una gran sonrisa Armand al ver la cómica escena que hacia Daniel, no podía evitarlo, se veía demasiado gracioso. Daniel de inmediato se levantó y lo abrazó empezando a moquear
– ¿Qué tienes? ¿Por qué lloras? ¿Te dolió el golpe? Ja jaja – con esto llevó una mano a sus hombros y la otra al cabello dando una suave caricia
Daniel movió la cabeza en forma negativa pero no se despegó en ningún momento.
– OK, pero estás bien... – movió nuevamente su cabeza en forma positiva
– Ya nos podemos ir – nuevamente movió la cabeza
– OK vámonos
Pero Daniel no se había movido de su posición así que no quedo más remedio caminar abrazados, se sentía extrañadamente feliz, caminar así. Aun le parecía extraño que Daniel tuviera esa reacción, tal vez se acuerda de todo los desbarajustes que había hecho anoche, estaba tan preocupado por no saber nada de él en todo el día... y cuando decidió ir a buscarlo, el chico cae al suelo. Con un rechinido abrió la reja de la casa.
- Justo a tiempo – Murmuró Armand al sentir las pequeñas gotas de lluvia, no tardó mucho en abrir la puerta. Entraron aun abrazados, los focos estaba encendidos.
%Sonido de Teléfono %
- Debe ser tu madre Daniel, es mejor que le contestes – con esto Daniel se apartó de Armand para ir a contestar.
- Bueno... ¡Hola mamá!... no, no es tarde... sí mamá... ya voy mamá... Armand, te habla – dijo Daniel con un mal aspecto y extendiendo el auricular – Me iré a bañar – gruñó cuando Armand tomó el auricular y caminó hacia arriba para ir a su habitación.
- Buenas noches señora – dijo Armand tratando de sonar “normal”
- Armand ¿dónde estaban? no me contestaron. Hace 5 minutos que llamo y nadie me contesta – la señora sonaba muy molesta.
- Lo que pasa es que salimos por un rato – dijo Armand convencido de sus palabras
- Es muy tarde para que salgan, además está haciendo frío, no quiero que Daniel se enferme. ¿Cómo se portó? ¿Ya avanzaron un poco más?, Daniel aprobó la materia pero aun así sus notas siguen siendo muy bajas.
- Si señora en estos días que tiene de descanso haré que se esfuerce un poco pero usted sabe que si él no quiere pues...
- Ah, ¿te refieres que debo de buscar un maestro particular? - añadió
- ¡No! no es señora, me refiero a que...-
- Armand se me va acabar la tarjeta después hablamos, Chao! - interrumpió la señora y colgó. Un tremendo suspiro salió la boca de Armand - Aunque… Creo que es lo mejor para los dos
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Sugoi!!!!!!! LAMENTO LA TARDANZA... tuve un bloqueo mental, falta de inspiración e inseguridades varias... que no me dejaban avanzar en la escritura.
Este capítulo esta dedicado a una gran amiga: Naty! Y a una chica que es una gran amiga que si no fuera por ella no huviera escrito nada, que me cacheteó para que escribiera! Tosti!!!!, Chio!, Muchas gracias :D TE ADORO!!!!
Yuki Bishonen
Amor Yaoi
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