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Una Noche. por yuki bishonen

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oUna noche

Capitulo 14

******

Beso la mejilla con suavidad, sin previo aviso. Los labios del otro chico eran tan suaves, lo volteó a ver con cara aturdida lo demás desapareció… olvidó por completo la discusión y los presentes, lo miraba detenidamente mientras que su corazón tomaba un ritmo; rápido, extraño…

- Su ultima voluntad fue que me quedara un tiempo contigo – lo abrazó mientras miraba con ojos suplicantes a la mujer atrás de Daniel – ¿tía verdad que sí?

La mujer tembló de pies a cabeza.

Al oír sus palabras Daniel correspondió el abrazo, se aferro al cuerpo delgado. - Hablaste con ella - susurro tratando de controlar las lágrimas que venían.

- Si es así deberías dejar que se quede, no creo que su madre se enoje - agrego el hombre.

- Cristian ¿tú que sabes? Tú no eres... - volteó a ver al hombre con odio y desprecio.

- Mi madre esta de acuerdo ya que ella escuchó cuando me lo dijo, no se preocupe tía - le cortó, y sonrió, dándole el último veredicto.

- Por favor - susurró su propio hijo.
- Carolina, estás perdida - le susurró el señor con una sonrisa de oreja a oreja mientas pasaba su mano por el hombro dándole un suave apretón.

- Pero ¿tu escuela? – pensó con desesperación.

- Con dinero bastará para solucionar esto y no queremos que Daniel pierda más clases, hoy lunes hablaré con la directora. Es más, nos iremos los 4 – agregó el hombre más que seguro de lo que hablaba.

******

- Que flojo, hoy no asistió a la escuela, que desfachatez – dijo Puchiko masticando chicle - y eso que tuvimos 4 días de descanso.

- Me dijo que estaría con una tía.

- ¿¿¿¿Y se la creíste???? Estoy segura que esta haciendo la posición de rana saltarina con su maestro – agrego risueña - Haciendo la postura 4b 33.5 de la rana camuflada.

- ummm – gruñó Yuki no muy contento por el comentario.

- Ya Yuki, además que tú puedes hacer un trío, no seas avaro - Yuki la miró extraño y con cara de no entender.

- ¿Ahora resulta que no te has dado cuenta? - una burbuja tronó y volteó hacia la derecha para ver al vecino de Yuki paseando por enfrente de ellos, tal vez buscándolos. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡AIKOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO AQUÍ ESTAMOS!!!!!!!!!! – movió la mano de un lado a otro, consiguiendo la atención de media escuela, por el gran pulmón que se cargaba, Aiko no tardó en llegar al pequeño jardín con una gran sonrisa.

- Hola – dijo Aiko sentándose a un lado de Yuki.

- ¿Qué tal tu primer día? – dijo Puchiko.

- Pues malo, ya que no puedo estar con Yuki – hizo un puchero mientras tomaba su mano entre las suyas jugando con sus dedos – O ya de premio de consolación con ustedes.

- Eres de primero de secundaria ¿Cómo vas a estar con nosotros? – Gruño Puchiko – Aunque estás bien crecidito.

=Quien lo diría =pensaron los dos chicos mientras veían Aiko.

- No es eso, es que ustedes están muy chiquitos, como que aquí no crecen – dijo mirándolos con una sonrisa autoritaria.

- ¿Lo golpeas tú o lo golpeo yo? – gruñó Yuki.

- Si no te callas te daré el gran golpe de la familia – complementó Puchiko.

- ¿Y qué? ¿Se la pasan aquí de aburridos pastando como vacas?

No pasaron dos segundos cuando Puchiko amarró su suéter al cuello de Aiko, lo tiró al suelo boca abajo, se sentó a su cadera y movía el suéter hacia atrás haciendo que Aiko se estirara hacia ella para estrangulándolo de maravilla.

- Repítelo hijo del tu %&$! , que piensas que somos tu %&$$$$$$ AJAJAJAJJAJAJAJJAJAJAJAJAJA - reía malévolamente mientras apretaba más con el suéter.

=De verdad esta disfrutando con esto = pensó Yuki, giró hacia otro lado tomando un yogurt como es su costumbre y pretendió que no veía nada.

******

- Daniel vamonos en el carro de...- comenzó a hablar Carolina.

- Yo me voy con Josua - agregó molesto, dispuesto a no cooperar, interrumpiendo a su madre.

- Me parece muy bien Daniel sube al auto – sonrió Cristian al oír las palabras del muchacho.

Daniel abrió los ojos de par en par al ver el hermoso carro era mucho mejor que el del novio de su madre. Parpadeó incrédulo sin poder creer que ese carro de ensueño fuera en el que viajarían.

El hombre soltó una carcajada al ver su reacción.
- Cierra la boca Daniel se te va a meter una mosca a la boca – dijo Josua con burla mientras prendía su discman y abría la puerta para que pasara él primero. No se hizo de rogar, aventó la maleta al asiento ya que prefería estar con extraños que aguantar el largo viaje con su madre y su amante.

- Daniel – gruño su madre. Parecía que en ese momento iba a tomarlo por las orejas para que se fuera con ellos, pero en su lugar se metió rápidamente jaloneando a su primo para que no hubiera problema alguno de que lo mataran en el proceso de huida. Y él mismo cerró la puerta, aunque se trepó arriba de su primo azotándola en sus narices. Pensó en ese momento que moriría ya que su madre puso una cara de los mil demonios que llevaba dentro, parecía una película de terror, de exorcismo. Pensó que en ese momento la cabeza de su madre daría vueltas.

El hombre le dijo unas palabras que no entendió, ya que su madre ya no lo miraba sino que su atención se fue hacia Cristian.

- La abuela me hablo mucho de ti – dijo Cristian.

- ¿Sí? – dijo Daniel desviando la mirada de un momento de su madre.
- Por eso decidí irme a vivir contigo.

No sabía como tomar eso, y sólo le dedicó una pequeña sonrisa. Había algo en el que…

*****

No podía creerlo. Estaba en el carro de Cristian, un carro ultimo modelo mejor que el carro del amante de su madre. Mientras el otro niño rubio escuchaba música con su discman que era realmente la novedad, nunca había visto uno así. Ya que se negó a ir en el coche de aquel hombre que aborrecía, su madre no pudo negar ya que el había azotado la puerta sobre sus narices, sonrió al imaginar la cara de ellos, al recibir la negativa.

- ¿Te diviertes hijo? - aquellas palabras lo despertaron, no sabia si le hablaba a él o a su primo que veía por el cristal de la ventana y la música a todo lo que daba.- ¿Danny?

- Ah - gimió sintiéndose nervioso - Pues...

- Puedes prender la TV – dijo viéndolo por el retrovisor.

- Así está bien – le sonrió – ¿Y de qué trabajas?

- Soy uno de los mejores abogados presumió con una enorme sonrisa.

- ¿Seguro?

- Claro que sí ¿y tú?

- Yo soy uno de los peores estudiantes de mi escuela – cuando iba hablar el mayor, continuó – Pero ya estoy mejorando ya que tengo un maestro particular.

- Si lo prefieres podría pagarte un colegio de paga, para que…

- No, gracias – Interrumpió - estoy a gusto con mi maestro – sonrió ¿y quien se creía ese tipejo para hacerle esa propuesta?

- Ya empezó a llover - el hombre cerró su ventanilla, miró hacia atrás - Me gustaría conocer a tu maestro. Me parece que es un buen maestro. Con esto dio una vuelta al auto.

Daniel dio un salto cuando el otro chico se recargo en su hombro y el discman cayó a sus pies. No se dio un gran golpe ya que el suelo estaba alfombrado y la música se oyó más fuerte ya que los audífonos habían caído de los oídos de Josua. Y por lo visto estaba en el quinto sueño ya que no se había percatado de que estaba sobre de él y que el gran discman estaba en el suelo.

- Andree se marea en los viajes así que es mejor que duerma, ya que nos puede dejar el regalo del desayuno en el carro. Daniel no pudo soltar la carcajada y miraba una y otra vez el discman en el suelo. Y la maniobra de rescatarlos era empujar al otro chico al otro extremo ya que, a decir verdad, no se sentía muy cómodo sintiendo el peso de alguien más.

- ¿Andree? – dijo pateando muy despistadamente el aparato más cerca de él y empujando muy disimuladamente el cuerpo de peso muerto.

- Sí, se llama Andree Josua ¿y tú, hijo mío? ¿Cual es tu nombre completo?

Se quedó pensando unos segundos y respondió – Daniel…


Pasaron horas de buscar como funcionaba el aparato aquel (su nombre real era Ipod) y escuchar como aquel hombre extraño se empeñaba en llamarlo hijo, y a su “primo” (o lo que fuera de él) roncar por el camino. Dadas las circunstancias, la primera parada fue la escuela en lugar de su casa ya que el hombre aquel estaba empeñado en arreglar el pendiente de la llegada de su primo a la escuela. Por fortuna o desgracia…

El punto bueno era que su madre se fue con aquel que aborrecía ya que decía tener migraña. Él se quedó parado, afuera del carro, a las afueras de la escuela. Estaba estirando las piernas y esperando que su pobre trasero despertara después de un largo viaje. Josua dormía plácidamente en todo el asiento de atrás, después que haber usado sus piernas como almohada. Tenía el sueño tan pesado que no se dio cuenta que su almohada había salido del auto para estirarse.

- DANIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEL – la chica peliverde se le lanzó en los brazos y lo estrujó sobre el hermoso carro, olvidando cada detalle que estaba pensando. Por el fuerte impulso el auto se sacudió.

- Pensé que estabas en una orgía sin fin con el maestro que tienes y no te culpo, ya que…

- Cállate – gruño a duras penas ya que le había sacado todo el oxigeno de sus pulmones, y instintivamente volteando a ver a todos las lados dando gracias al cielo que su conductor, tío o lo que fuera se había ido a la dirección, dejando el terreno solo para cualquier estupidez de la de chica morena.

Puchiko por inercia aventó a Daniel al ver lo que había adentro del carro, como si fuera un trapo viejo, sonó como costal, no sabia como había pasado pero ahora estaba en el suelo con un increíble dolor de hombro.

- ¡QUE TE PASA P$%&! - No terminó su discurso ya que la chica se había casi pegado a la ventanilla del auto. Y veía con ojos enormes y con boca abierta lo que estaba en el carro.

Por el estruendo por fin Josua abrió los ojos, y al enfocar su vista una chica le veía como si fuera un vestido de un aparador, con afán y con anhelo, se talló un ojo pensando que aun soñaba, abrió sus labios para un gran enorme bostezo. Puchiko casi babea de la emoción pensando mil y una cosas mientras Daniel pensaba con horror las posibles imágenes que la chica peliverde estaba pensando.


No pudo creer cuando el chico le sonrió, lo analizó en menos de unos segundos para voltear a ver el chico tirado en el suelo, casi se le salió el corazón cuando la ventanilla cedió y en cuestión de segundos…

- Hola, me llamo Josua.
= POR FIN MI VIDA A SIDO ILUMINADA! = pensó eufórica y de repente volteó a Daniel con cara de poseída. Un escalofrío recorrió a Daniel, que aun seguía en el suelo y la chica volvió a posar su mirada con la persona o su sueño de...

El chico sonrió tiernamente.

= Pero el chico ese se parecía tanto a Daniel que podía jurar que eran hermanos y millones, y grandes imágenes no aptas para un fanfic como este se pasearon y revolotearon en su torcida cabeza y no culpen a la persona que escribió esto ya que no tiene nada que ver con Puchiko y que tenga las mismas visiones en la cabeza = sus mejillas tomaron de un tono carmesí.

Un bostezo salió de la boca del niño aquel y ella parecía que se iba desmayar una vez más…

Me llamo Puchiko - casi podía escuchar las canciones típicas de una película… Espera un momento, no era ella, se oía una canción.

-Mucho gusto, bonita-

No supo que le había dicho pero que bien sonaba aquellas palabras. La chica se derretía de gusto y lo único que pudo hacer cuando Daniel estaba en pie fue oprimirlo en un abrazo casi asesino.

- Josua… – repitió como embrujada.

- El chico la vio con cara de no haber entendido y Daniel se empezaba a burlar sin saber porqué, si estaba casi siendo asfixiado ¿había perdido la cabeza tal vez? Y lo peor de todo sería que de verdad la extrañaba.

- ¿Se conocen? – pregunto aflojando su agarre del chico y mirando fijamente al niño nuevo.

- Somos primos, nos estaremos viendo un rato, ya que viviré en la casa de Daniel y… ¿con quién tengo el gusto?

- Con Puchiko – le sonrió como una niña dulce y tierna, soltando por fin el agarre a Daniel =Tengo que planear algo maligno para por fin ver yaoi en vivo y en directo = ¿Estarás en nuestra escuela?

- Sí, ahora me están inscribiendo.

- ¿De verdad? …estamos a mitad de semestre – su sonrisa se fue y sus ideas malvadas y maquiavélicas se esfumaron.

- No te preocupes estaré con ustedes – agregó al ver la tristeza reflejada en su rostro.

- Me tengo que ir tengo que ir a… -= Espera un momento = pensó con rapidez = ¿quien será el uke?= pensó con horror.

- Josua ¿podrías salir un momento? es que, mmm – la chica trataba que las ideas fluyeran rápidamente pero al parecer no querían - porque tengo que abrazarte, ya que es una tradición de este lugar abrazar a las personas que son parientes de nuestros mejores amigos para que…

- No digas más - con esto señaló que se quitara de la puerta del carro para abrir la puerta y salir.

Parecía cámara lenta y su mandíbula cayó, las manos del chico se posicionaron para abrazarla, era unos cuantos centímetros más alto de que Daniel, en pocas palabras era bajito pero de su tamaño. Inhaló el aroma del chico sin vacilar y cerró los ojos - mejor me lo quedo yo y…

- ¿Con quién te quedas? - le susurró Josua. El abrazo era suave, delicado de alguna manera, se sentía frágil en esos brazos, y su corazón latió muy aceleradamente.

********

- ¿Andree puede dormir en tu casa? - Preguntó el hombre viendo a los chicos que se habían sentado pacíficamente esperando en el sofá.
- ¿Tengo elección? pregunto la madre de Daniel enojada - no puedes cuidar un hijo, menos de dos – dijo sarcástica. El hombre nada más volteaba a ver el sillón donde estaban Daniel y Josua - Piensas que dejaría a este niño solo, es mi sobrino y no me…

- Andree - alzó la voz para que el niño volteara hacia ellos y que terminara así el regaño de la mujer. Los dos voltearon y le invadió una ternura al ver a los dos – Por fin, te quedarás con tu madre, sí, tu nueva mami… estará a cargo tuyo – posó su mano izquierda en el hombro de la mujer y con la derecha dijo adiós.-Nos veremos a las 6:00 los recogeré para ir a comprar los útiles, claro si mami quiere venir esta cordialmente invitada. En ese momento la señora le dieron ganas de azotar la puerta en la nariz.

- Niños vamos arriba - dijo la señora mientras tomaba su saco y caminaba en las escaleras.

- ¿Niños? - alzó la ceja Josua y volteo a ver a Daniel con una media sonrisa antes de tomar sus maletas Daniel subió atrás de el.

- ¿Y donde dormirá? – dijo Daniel.

- En tu cuarto, no tengo ningún problema en compartir cama contigo. – dijo sonriente.

- ¿En mi cama? – dijo con una mueca de fastidio.

-Además ya dormimos juntos, no te quejaras que me muevo demasiado, eres tu que se mueve demasiado y no me importa ser lastimado en el transcurso de la noche - le corto antes de que agregara algo mas.

- Bueno chicos ustedes lo decidirán, pero aquí hay un cuarto de sobra, así que no discutan o Daniel puede dormir en el suelo tiene dos colchones en su cama.

Con esto Daniel entro a su cuarto y se acostó en su cama pesadamente para ver a la nada.

- ¿Pasa algo malo? – dijo Josua al ver la cara pálida de la mujer.

- No pasa nada, solo estoy cansada por el viaje – movió la cabeza para evitar mirarlo a la cara. Desde que llegaron a la casa no había querido voltearlo a ver, en realidad lo había estado evitando por varias horas ¿o eran años? – Bueno, iré a dormir con esto le dio la espalda, Josua dejo la maleta, y camino unos pasos tras ella. Le llamo suavemente por su nombre.

- ¿Si? – dijo sin voltearlo a ver.

- ¿He hecho algo malo, para que usted no me quiera ni mirar? – lo dijo en tono seco.

Con esto volteo a verlo con una sonrisa forzada – No se de lo que me hablas – trato de disfrazar el nerviosismo que le produjo la pregunta- Además no me tienes que hablar de usted.

- Pensé como le incomodaba demasiado por lo menos yo…

- No cariño no es eso – con esto lo atrajo hacia ella, inconcientemente lo abrazo, unas lágrimas estaban por salir de sus ojos, llevo la mano en cabello rubio endurecido por el gél acariciándolo con suavidad un pequeño sollozo escapo de sus labios el chico se aferro a ella cuando oyó su sollozo en el oído – ¿Porque lloras? - solo movió la cabeza en negativa pero las palabras no salían y lo único que hizo fue oprimirlo un poco mas fuerte en sus brazos, esperando que Daniel no saliera de la habitación y no la viera en esas lamentables condiciones = El niño no tiene la culpa de los pecados de su padre = Cuando estuvo mas tranquila, seco las lagrimas y se alejo de él con una sonrisa triste y toco la cara de Josua ve a bañarte y dile lo mismo a Daniel que... – suspiro y le dio un beso en la mejilla – No sea sucio, yo me iré a dormir no hagan, mucho ruido.

- ¿No iras? –

- No me apetece salir – corto sus palabras quedando pensativa, después de meditarlo unos segundos –Pensándolo bien, Si, iré – ¡¡¡DANIEL METETE A BAÑAR!!!


*****

Estaban en uno de los centros comerciales mas caros, y desde que empezó a vivir con su madre solamente una ves había venido, era enorme, miles de tiendas con precios exorbitantes, aparadores con vestidos caros, electrónicos, discos, todo lo que uno podría imaginar, con grandes aparadores, un piso pulido, que se podía reflejar en el, sonó cuando empezó a patinar con los tenis, con un enorme rechinido.

- Daniel deja de hacer eso – le regaño de inmediato su madre y con esto abrió la puerta automática.

- Déjalo Carolina, es bueno que se divierta.

De inmediato la mujer contraataco con una mirada fulminante, Camino con unos zapatillas con tacón alto que sabia dominar a la perfección o es lo que pensó Daniel.


- ¿Josua?- le hablo, pero Josua estaba mirando los aparadores con los audífonos puestos. = ¿no se le romperán los oídos?= pensó con fastidio al oír claramente las canciones que oía el otro. Al sentirse realmente ignorado al final hizo lo mismo. Mientras los adultos peleaban a mas no poder = dichoso que no puede oír nada = con esto dio una mirada rápida para ver como Josua le sonreía a unas chicas, ellas les de volvieron la sonrisa, sonrojadas ¿o serán los kilos de maquillaje?, sonrieron, y encantadas por el gesto de su primo, Daniel les veía sin creer lo que pasa ante sus ojos.

- Josua... – abrió los labios sin saber que pronunciar y las chicas voltearon a el también sonriéndole, quieren acompañantes se dijo mentalmente.

- ¡¡¡Daniel que esperas!!!!- grito de mal humor su madre y con esto acabo el shock, los dos enseguida caminaron hacia ellos.

Y Carolina empezó a darle un regaño a Daniel = ¿Y por que me regaña a mi?, = pensó Daniel de resignado. Cuando estuvieron en la tienda su madre paro de hablar ya que le importaba mucho lo que opinaran de ella. Había decenas de estantes, demasiados personas trabajando, sonrió con ironía, y para que quieren tanto personal si la tienda esta totalmente vacía. La tienda era una de las más caras, ya que cada artículo lo daban lo triple de lo que es normalmente.

Empezaron a ver los artículos, Daniel lo veía con desinterés mientras el hombre llevaba el carro, su madre y Josua escogían los útiles. Varios minutos después tenía una sensación extraña como si lo miraran, pero cada ves que volteaba no veía a nadie. Solo dos chica acomodando no se que en los estantes, otros 5 minutos mas, se sentía vigilado aun esta ves había 4 chicas mas acomodando el mismo estante =_=, al 2 minutos volteo nuevamente y esta ves eran 7 niñas en mismo estante =_=UU y ahora si viéndole pero no tardaron en volver a voltear al estante.

-¿Daniel no te hace falta algo? – dijo Cristian.

- No, necesita nada – dijo su madre cortante antes de Daniel pronunciara algo.

Salieron de la tienda, y Daniel miraba melancólico los aparadores.

Una tienda de anime se dijo para si. No espero aprobación de su madre, no espero nada, solo entro y la puerta de cristal se abrió y sus ojos se abrían de par en par, era como un sueño hecho realidad. Había entrado a varias pero esta era la mejor, repleta de mangas, se acerco a los estantes, cuando vio que eran traídos directamente de Japón. Vio uno a uno, y lo mas extraño fue que no podía gritar, solo sentía ese enorme vació. Por las paredes mantas de animes y de grupos nipones, ropa, dulces, sake. Se hincó para ver el manga de Death note. No esperaba llegar a este punto de no sentir nada…

- Escoge cuanto quieras yo te los compro. – Salio de sus pensamiento al oír semejante oración. Voltio casi instantáneamente tratando nuevamente de analizar las palabras.
El hombre sonrió al ver la cara de Daniel no se contuvo mas y toco el cabello rubio con cariño, sonrió y volvió a pronunciar –Yo lo pago, escoge lo que quieras...

- No necesita de tu caridad Daniel no quiere nada – corto Carolina.

- Silencio Daniel vamonos de aquí – gruño la señora antes de que Daniel pusiera un pero.

- Carolina no seas gruñona deja que Daniel escoja lo que quiera – el brazo del hombre rodeando sus hombros y Daniel no se movió, y quedo callado con la mirada perdida.

No dijo nada Carolina solo dio la media vuelta y salio de la tienda, enojada, supuso Daniel.

- No te preocupes después la contentamos, llévate lo que quieras. – agrego nuevamente Cristian.
Josua también estaba dentro de la tienda viendo los discos de los grupos. Alejado del problema, nuevamente se puso los audífonos evadiendo la realidad. Tomo 5 CD., al asar y se saco los audífonos. –Papa quiero estos – dijo sin mucho interés.

Sonrió el hombre para una ves mas tener la atención en Daniel- ¿Cual te llama la atención? – para animar el chico para que tomara algo, ya que había notado el poco interés que tenia.


****
Josua se adentro en la tienda, se había aburrido de la actitud de los dos y miro en unos de los estantes.

--¿Orejas de gato? - parpadeo varias veces al ver en el maniquí las orejas.

- Si es de la serie Loveless – dijo desde atrás una vos, no tardo Josua voltear, oía a la perfección, y se quito los audífonos para no ser maleducado.

Al ver la mujer al chico a la cara se formo una enorme sonrisa. – ¡¡¡¡Demostración gratis!!!! – dijo con jubilo y tomo las orejas sin esperar aprobación del chico y juraría Josua que había un hilo de baba escurriendo en la comisura de los labios de la chica. Tomo de la muñeca al chico y lo llevo a sentarse, Josua la siguió dócilmente.

Se tomo su tiempo, toco el cabello extremadamente pegado del chico por el gél, gruño algo.

- Espera aquí – salio de la tienda y Josua miro intrigado tal actuación.

= Es mejor aquí que estar aguantando tanto ruego de mi papá = pensó con fastidio, dio un gemido de sorpresa al sentir algo húmedo y frió en su cabello y los dedos largos tocando su cabello. – no te preocupes es para disolver el gél.

= ¿Pero quien le dio permiso de hacer semejante cosa?= pensó tratando de guardar compostura. Se le unto todo en el cabello, masajeándolo, hasta que el gél desapareció por completo del cabello, ya que pensó que era el momento, le dio la forma con sus manos, mientras Josua se sentía como en una sala de belleza, o con una enferma mujer. Ya que le miraba y se desvivía por lo que estaba haciendo. Puso las orejas y movió sus manos para ocultar todo rastro del plástico, pareciendo que en verdad las orejas fueran de el. Y nuevamente recibió una mirada que lo reconocía a la perfección, una mirada de total...


- Josua... – murmuro Daniel al ver el nuevo aspecto que tenia estaba impactado, la mirada de su padre le preocupo la forma que le miraba ahora. Sus ojos estaban bien abiertos, esto lo saco de sus conclusiones y el nerviosismo que en un instante le provocaba al no verse, ¿porque le miraban así?

- ¿Que están haciendo? – Dijo malhumorada, pero al ver que ni le miraron, instantáneamente volteo a ver lo que miraban -¡¡¡¡Ahhh!!!! ¡¡¡¡Esta divino!!!! – dijo la madre de Daniel, había entrado ya que se habían tardado demasiado adentro y le urgía irse a casa pero los pensamientos se esfumaron al ver a Josua.

Se acerco a el para ver como se veían las orejas que parecían encarnadas en su piel.

- Señorita, quiero que le haga esto también a él- señalo a Daniel con una hermosa sonrisa sin poder despegar la mirada de Josua.

- ¿Eso quiere decir que se llevaran las orejas? - dijo sin separar la mirada de su gran creación.

La mujer por fin vio al otro chico y nuevamente sonrió como lo había hecho con Josua. – ¡¡¿Porque no me dijiste que tenias un gemelito?!! – susurro para si, casi brincando y lo sentó en la silla donde estaba el otro chico. No se quejo y no dijo una palabra, solo tenia nuevamente esa mirada perdida.


- Tengo que ir por una cámara desechable no tardo nada – con esto salio de la tienda su madre.

Al oír el alboroto llego el chico que cobraba y al ver al chico gato y el otro cliente en la silla, y miro a la chica en plena acción.

- Eres una hentai Fernanda – dijo viéndola con manos cruzadas sin mucho interés.

- No es muy frecuente que vengan clientes así, así que déjame tranquila,- con esto se levanto de su lugar - ¡ya esta! – dijo animada con una enorme sonrisa.

- ¿Son sus hijos?- dijo Fernanda señalándolos.

- Si – Cristian no tardo en contestar orgulloso, Daniel no dijo nada seguía sentado en la silla sin quererlos ver.

- Se parecen mucho a usted, sobre todo en los ojos, si permite recalcarlo, me podría sacarles una foto – dijo la chica fascinada.

- porque usualmente no peinamos - gruño el hombre.

- ¿No lo utilizara como fines publicitarios o si? – dijo Cristian no muy convencido.

- ¡Claro que no, solo será para mi! – Dijo sonriendo ampliamente Fernanda – ¡Además le aremos un 50% de descuento en la compra de sus orejas por aceptar!

*****

E allí en un restaurante con unas orejas de gato. ¿Y, su madre le importaba?, si, porque le encantaba que le halagaran, que la admiraran, y el era un accesorio mas. Por eso lo mantenía con ella, y como la chica de la tienda la adulaba y la alababa, estaba seguro que esas fotos lo querrían para lo mismo, para que la alabaran.

Suspiro, y miro su plato. Sin entusiasmo movía de un lado a otro la comida.
*
- Daniel deberías de comer solo un poco. – alentó Cristian.

Lo volteo a ver – No tengo mucha hambre – contesto distraídamente.

- Si no comes algo, no nos iremos de aquí – amenazo su madre.

Daniel miro a su madre a lado suyo, su madre esperara que le contestara algo pero no fue así, Daniel solo miraba por la ventana.


*****

Hacia fresco cuando salieron del restaurante el cielo se tornaba oscuro y un aire helado, había en el ambiente, olía a humedad, Tembló un poco Daniel.

- Debes de estar cansado Daniel- sonrió el hombre mientras pasaba su mano por su hombro. Dio un suspiro, pero no dijo nada, solo se limito a caminar con Cristian a su lado.


El recorrido hacia casa fue silencioso y la noche callo rápido.

Al llegar a la casa lo primero que hizo fue quitarse las orejas, subió las escaleras sin energía, cerró la puerta automáticamente cuando llego a su cuarto y aventó las orejas al suelo, se dejo caer en su cama ocupando a cama completa con sus manos y brazos estirados. El poste de luz de afuera iluminaba tenuemente su habitación. Una triste lágrima escurrió en su mejilla.


*****


Estaba a punto de acabar su última tarea que tenía pendiente. Estaba empezado la presentación. Había sido obligado a ir con sus útiles a casa de Aiko. Tecleo con rapidez, para después sonreír con triunfo al acabar de transcribir 30 hojas, que había tenido que sacar de libros diferentes de la biblioteca. Al principio de que comenzara a teclear se había confundido muchísimo con tantos programas había unos de descarga, muchos ignoraba para que servia. Los que sabia que era para descarga, porque antes de dejarlo solo en la PC. Aiko vino a conectar todos los programas para que se pusieran a descargar archivos. Era puro anime, eso si podía asegurarlo.

La maquina inmediatamente se alentó por tanto programa. Así que tanta lentitud era comprensible.

Cerró la ventana guardando el documento, y de un momento a otro se maldijo, ya que no sabía donde lo guardo. Si muy a penas sabia subir fanfics en fanfiction. Inmediatamente se fue a mis documentos que estaba de acceso directo en el escritorio. Había millones de carpetas en mis documentos, se maldijo por segunda vez, y se revolvió los cabellos con desesperación.

Las carpetas tienen subcarpetas. Y de un momento a otro empezó la búsqueda desesperada, y desesperación porque tardaba una eternidad para abrir cada archivo. Y cada carpeta tenía videos y más videos. Un sonido extraño vino de la maquina, (sonido de lectura del disco duro), Yuki se congelo al oír el extraño sonido. Oscureció la pantalla y ahora si abrió los ojos de par en par, =¡¡¡¡acabo de descomponer una computadora!!!!= su corazón empezó a latir aceleradamente y empezó a sudar frió.

Pudo respirar cuando a pareció en la pantalla negra.

Boku no Pico

En letras grandes y rojas, y el audio empezó, con unas risas de un niño. Era un video. De inmediato se vio enseguida imagines de sexo.

-Shota – susurro Yuki al ver las imágenes explicitas, y un poco mas relajado al saber que la maquina seguía con vida.

-¿No sabia que te gustaban esas cosas?-se oyó enseguida después de su susurro.

Inmediatamente Yuki volteo a ver hacia su lado derecho y allí estaba Arian viendo fijamente a la pantalla. La mente de Yuki estaba en blanco, solo podía ver la cara de Arian que estaba levemente iluminada por la luz que les proporcionaba el monitor. Después sus mejillas se pusieron de un inexplicable color rojo, sus labios se abrieron y miles de cosas sin sentido salieron de ellos, solo balbuceos sin sentido... Movió la cabeza en negativo, y se levanto del asiento su mano se recargo en el teclado un breves segundos y el audio se escucho mas fuerte.

- ¡¡¡Se abrió solo!!!- gimió desesperado, no sabiendo a donde voltear, que hacer. De repente la habitación se movió, tuvo que llevarse la mano a la cara, tuvo que recargarse en la mesa. Sentía que todo se movía, sentía caerse pero lo impidió apoyándose en la mesa.

La tenue luz que lo iluminaba el monitor desapareció, y sintió los brazos de Arian sostenerlo ahora. Sentía escalofrió. Quería llorar pero las lágrimas no salían, solo podía temblar en sus brazos. Suavemente le susurro Arian – Relájate...-Trago saliva, al sentirse tan cerca de Arian, tuvo que abrir los labios para poder hacer la tarea de respirar y relajarse.

Arian agacho su cabeza para besar suavemente los labios de Yuki que en pocos segundos se profundizo.


***

La puerta de su habitación se abrió de repente, y Daniel no dejo de mirar hacia el techo. Cerraron la puerta y quedo intacta la media oscuridad que estaba su cuarto. Un movimiento en su colchón lo saco de sus pensamientos pero no se movió de su posición, así que amablemente le recorrió su pierna y se costo de lado y uso su brazo como almohada, se acurruco junto de el. Buscando su calor como si fuera un niño pequeño con su madre. Era Josua ya que los cabellos rubios se desparramaban en sus mejillas haciéndole cosquillas.

Y estaba ves la tormenta empezó, los truenos y el frió viento mover las ramas de los árboles, Las ramas arañaban suavemente el cristal.

Y las lágrimas no podían parar y aunque tratase de, reprimirse.

=Se daría cuenta que... ¿lloraba?= Pero después de unos minutos eternos por fin se dio cuenta que le consolaba a su manera. Le dejaba llorar que es lo que mas necesitaba en ese momento.

****






















Notas finales:


Después de tres mil años por fin acabe el capitulo espero que les agrade la historia. >-< Espero muchos reviews aunque sea para reclamar XD. Feliz cumpleaños Nata, Muraki, Carmen, yo… Se aceptan regalos para el mes de junio

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