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ENCUENTRO ACCIDENTADO. por Whisperyuki

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Notas del capitulo:

Capítulo final, nos vemos en las notas finales.

Llegar al hogar al que Ron llamaba “La Madriguera” no era tan difícil como se llegaría a pensar, sobre todo con el GPS y el copiloto que Viktor tenía a su lado. No, no era el camino lo que le preocupaba al búlgaro, era el arribo y recibimiento que le dieran lo que le tenía completamente aterrado.

-¡Cuidado!

Viktor dio un volantazo  para esquivar el pobre animal que se había cruzado descuidadamente en la carretera, evitando hacerlo puré por muy poco.

-Viktor, o te tranquilizas o me dejas conducir a mí.- Ron gruñó, sosteniéndose del tablero tan fuerte, que podría dejar la marca de sus dedos en el. Bendita la hora que invitó a Viktor a su casa a que conociera a su familia.

 -Tú no sabes conducir.- Replicó Viktor, mientras estabilizaba el auto en la carretera.

-Precisamente. Prefiero que nos quedemos varados a terminar en la morgue.- Contraatacó Ron, rogando interiormente a todos los dioses de lo verde sobre la tierra por llegar a casa entero.

-Lo lamento- Viktor  centró completamente su atención en el pavimento.

Ron comprendía lo que le estaba pasando a Viktor, a él le pasaba lo mismo pero por diferentes razones.-Todo estará bien.-dijo, exteriorizando el pensamiento que tanto deseaba que se hiciera realidad.

-Sí, sí. Claro.- Viktor dijo  no muy convencido. ¿Por qué había dicho que sí cuando Ron le propuso venir? Oh, sí, porque Ron se lo había pedido con su mejor cara de cachorro apaleado, también porque se había sentido tan grande como de aquí al cielo al saber que a Ron no le importaba exhibirse con él ante su familia, un elemento muy importante en la vida del pelirrojo.

La distancia fue literalmente comida por el auto, llegando por fin al hogar de Ron. Aparcaron, bajando Ron primero del auto, Viktor se quedó unos segundos más, tratando de juntar valor, mirando la puerta de entrada  a la casa de la familia Weasley como si fuera la mismísima Puerta al Infierno y  conocer al Diablo  en persona, y no a unos sencillos ama de casa y empleado de gobierno respectivamente. Personas sencillas, nada que ver con las personas que comúnmente trataba, pero con una gran poder sobre él por la simpe razón de ser los progenitores de Ron.

La puerta abrió lentamente, rechinando como si estuvieran en una película de terror tipo B.

-¡Ron! ¡Cuánto tiempo!- dijo la regordeta mujer que salió a recibirlos.

Los nervios se esfumaron (solo un poco) ante el amable recibimiento de  matrona de la familia de Ron. La mujer se apoderó del brazo de Ron, negándose a dejarlo ir, ofreciéndole el paso a Viktor, mientras hablaba a mil por hora excusando a su marido y demás hijos por no estar presentes para recibirlos, unos porque aún no llegaban al hogar, otros por encontrarse haciendo otras diligencias, especialmente el señor Weasley, ausente “por no sé qué”  de cuestiones laborales.

Nada más cruzando la puerta su estómago rugió ruidoso por la falta de alimentos en toda la mañana. No era su culpa la falta de apetencia, pero los nervios eran una jodida y ahora su estómago clamaba por alimento. Siendo atendida la muda denuncia prestamente por Molly (Nada de señora Weasley, llámame Molly.), quien le sirvió una gran variedad de alimentos y no lo dejó pararse hasta que se aseguró que no le cabía nada más. Satisfecho, Viktor cabeceo, hecho que notó la matriarca, quien rauda los mandó a descansar un poco y darse un baño reparador, para que luego bajaran a ayudar con los preparativos de la comida familiar.

Subieron las escaleras, el detrás del pelirrojo, deleitándose con la vista frontal del trasero de su novio. El gusto le duro poco cuando Ron anunció que habían llegado a la antigua habitación. Ron fue el primero en entrar, en sus ojos se notaba la nostalgia de los días anteriores a Londres y su bullicio

-Interesante...- Fue como sabiamente Viktor describió la habitación, apostado en el marco de la puerta. A pesar que el dueño ya no estaba viviendo allí, todo el entorno gritaba Ron Weasley. Un puñetazo en su hombro por parte de Ron le desconcertó-Hey...-gimió.

-No te burles.- Fue el reproche de Ron, cerrando con fuerza la puerta.

-No lo hago- el búlgaro abandono su posición, acercándose al pelirrojo, envolviéndolo en sus brazos -Es tan… tú.-explicó mientras descansaba su barbilla en la coronilla  de Ron.

-Sí tú lo dices- Ron se encogió de hombros.

-¿Es tu cama de siempre?- Viktor preguntó con curiosidad genuina, viendo fijamente la cama.

-Sí ¿por?- La pregunta era tan extraña para el inglés, no tuvo tiempo de procesarla, fue arrojado al colchón, dando dos botes y terminar tendido sobre el. Viktor le miraba con una sonrisa nada buena pintada en su rostro, acercándose predadoramente por el costado de la cama - Sexy.

-¿Uh?- en definitiva, el viaje había afectado las neuronas de VIktor.

-Es jodidamente caliente saber que esta era la cama que usabas en las noches cuando te masturbabas.

-Pervertido- gruñó Ron.

La sonrisa de Viktor se ensanchó tanto que parecía el gato de Cheshire. Sentándose al costado izquierdo  lentamente envolvió  entre sus brazos a Ron sin dejar su posición. Se lamió los labios mientras se inclinaba y acariciaba con su nariz el rostro del pelirrojo. Ron ronroneó, literalmente, haciendo que el leve deseo de Viktor se disparara directamente a su miembro. Tomó los labios del pelirrojo, mordisqueando  el labio inferior, recorriéndolo después con su lengua, apoderándose de la rosada lengua de Ron cuando este gimió, dándole un beso lleno de necesidad.

-Viktor, no es buena idea…-musitó Ron cuando se separaron para jalar aire a sus pulmones.

-¿Por qué no?-Viktor sonó ligeramente infantil. Su boca busco algo con que entretenerse, encontrando que el cuello de su minino era perfecto, se dedicó a besarle con pequeños besos mariposa y colaba su mano bajo la playera de Ron, jugueteando con el ombligo.

-Es la casa de mis padres.

-¿Y?- Sí Ron quería convencerlo de dejarlo ir, debía usar una mejor excusa que esa. –Es tradición tener  sexo en la casa de tus padres.- La mano de Viktor subió, acariciando el pecho de Ron, que gimió ansioso. Viktor palpó hasta encontrar el pequeño botón que era el pezón de Ron, atrapándolo entre dos dedos empezó a torturarlo.

Antes de que el pelirrojo pudiera responder algo la puerta fue abierta abruptamente por Molly, quien cargaba un juego de cama y decía algo que al final terminó escuchándose como el chillido de un ratón y una apresurada disculpa para salir tal como había llegado.

Ron  había lanzado lejos a Viktor,  erguido y  bajado la camiseta, todo en milisegundos. Vio fijamente la puerta, para después  cubrir su rostro enrojecido por la vergüenza  con ambas manos, haciéndose un ovillo.

-Por eso te dije que no era buena idea.- Murmuró Ron entre sus dedos – Ma´ tiene la costumbre de entrar sin anunciarse.

Viktor se levantó del suelo a donde había ido a parar, dejándose caer con los brazos extendidos en la cama a un lado de Ron –Debiste cerrar con llave.-Dijo con un dejo de amargura, su libido había sufrido un gran golpe, en el trasero para ser precisos.

-Es la costumbre, antes no podíamos cerrar con seguro.  No sabes la cantidad de veces que nos encontró en situaciones vergonzosas a mis hermanos y a mí.- Ron dejó la cama y empezó a pasearse en la habitación- Y ahora me vio fajando con mi novio ¡Horror!

-Oh, vamos Ron, no exageres,-gruño Viktor- te aseguro que tus padres saben perfectamente cómo se miran dos personas teniendo sexo. Es más, creo que saben bien cómo funciona la mecánica; ya sabes, inserte la pieza A en la ranura B.

-Yuck,-Ron se estremeció-no deseo tener pesadillas de mis padres teniendo sexo. Gracias por la imagen.-Ron suspiró. -Bien, necesitamos un baño ¿vas primero o voy yo?

Después de sendas duchas en donde ambos (por separado), una siesta y un cambio de ropa  después bajaron a ayudar. El padre de Ron ya se encontraba en casa, pudiendo conocerlo al fin. Viktor, sentado en la cocina pelado patatas, rió con las inocentes ocurrencias del señor Weasley, quien aun siendo un poco excéntrico era todo corazón. Ron solo rodaba los ojos y sonreía divertido, acostumbrado al humor de su padre.

Algunos faltantes imprevistos en la cocina imposibles de sustituir tuvieron que ser comprados, siendo designados para la tarea Ron y su padre, quienes aseguraron no demorarían, dejando a Molly y Viktor a solas.

El ruido de los utensilios de cocina chocando era lo que se escuchaba en el transcurso de los minutos. -Gracias por recibirme en su casa.-Soltó Viktor de golpe. Rayos. ¿Cómo se le había ocurrido tan brillante tema de conversación?- Estúpido.

Molly detuvo su labor, viendo con curiosidad a Viktor -¿Por qué?

-¿Por qué?- Buena pregunta.-Bueno, ya sabe,-la mirada confundida de la matriarca no ayudaba-  para muchos padres no es fácil aceptar que sus hijos tengan, hem, parejas del mismo sexo.

-Oh, eso querido. No es que sea muy normal,-respondí sinceramente Molly- pero eso no importa, somos familia y la familia se apoya siempre. Solo quiero hacerte una pregunta.

-Lo que sea, señora.

-Bueno, como sabrás, Ron no es una persona fácil.-Molly le dio una significativa mirada a Viktor, quien entendió a qué se refería  la pelirroja.-Eres la primera persona que Ron trae aquí formalmente como su pareja, lo que dice mucho de sus sentimientos. Así que quiero saber  ¿amas a mi hijo o solo es pasajero para ti?

El búlgaro pestañeó mientras su cerebro procesaba lo dicho- ¿El primero?- Duh, eso dijo, que inteligente, Viktor.

Molly  asintió, curiosa por la reacción del búlgaro. Por la cara del joven, una mezcla de sorpresa, orgullo y total amor pintados en su cara podía afirmar que su hijo era amado, pero quería escucharlo directamente, después de todo, cualquier madre se preocuparía por sus hijos.

-El será mi vida entera si me lo permite.- Viktor se ruborizó ¡Él! Dios, que lío y todo lo provocado su gran boca. Solo rogaba que el tema quedara por la paz.

Molly sonrió tiernamente, satisfecha por la respuesta- Bien, entonces, Viktor, cariño ¿Cuál es tu tarta favorita? La próxima vez que vengan me aseguraré tenerla para ti.

 Infantiles risas anunciaron la llegada de los gemelos, sus esposas e hijos, cortando la situación que poco a poco se fue tornando normal. Al poco llegó William con su francesa esposa e hijos, Percival llegó solo y la única mujer del grupo de hermanos, Ginny, con un amigo, vaya familia tan grande.

Los gemelos jalaron a Viktor con ellos a la sala, aprobado previamente por  Molly, incordiándolo y jugándole bromas que lejos de molestarlo le hicieron sonreír. No pudo  evitar soltar una carcajada a al escuchar la versión obscena de la historia del tatuaje  de Ron. Le dio u sorbo a su bebida mientras escuchaba una anécdota infantil de los hermanos, viendo de reojo a Ron jugar con sus sobrinos. Descansó su espalda en el respaldo del mullido sillón, echó  su cabeza atrás y cerró los ojos, sintiéndose completamente en paz por el ambiente. La casa era todo un hogar, cálida y reconfortante. Viktor supo al instante que Ron había y era amado por su familia. Él mismo se sentía acogido ahora.

 

-¡Arre, arre!

 

Viktor abrió los ojos, curioso, para ver a Ron jugar  con su sobrinita, gateando en el piso fingiendo ser un caballo. Maldita sea su curiosidad, en serio. La pose  y el ajustado jeans le permitían ver muy bien las dos redondas y suaves nalgas de su minino. Su libido regresó, su miembro se endureció y el fingió, abriendo sus piernas para cruzar su pierna en ángulo, escondiendo lo mejor que pudo su excitación.

 

La matriarca anunció que era hora de prepararse para comer. Todo el mundo se levantó, los niños corrieron al patio, huyendo de sus madres que querían que se asearan,  los hombres  se acomidieron a alguna tarea, como levantar el toldo donde se colocaría la mesa, algo que requería supuestamente a más de tres, otros sacaron la mesa y Viktor sacó algunas sillas junto con Ron. Era tan caótico que Viktor se sintió travieso. Tras una rápida mirada vio su oportunidad.

 

Ron venía de dejar unas sillas, venía distraído, así que realmente se asustó cuando su cintura fue apresada y fue amordazado con una gran mano. Pataleó y se vio muy tentado a morder a su captor cuando el aroma proveniente del susodicho lo alertó. Dejó de resistir, siendo arrastrado hasta el cobertizo de lo cachivaches de su padre.

 

-¿A ti que te pasa?- Gruñó Ron, manoteando lejos la mano que lo acallaba - ¿Me podrías explicar que hacemos aquí? – Tomó la clásica postura de su madre cuando estaba molesta, la de sus brazos en jarra y ligeramente inclinado hacia adelante.

 

-Esto.- respondió el búlgaro antes de empujar a Ron a la superficie plana más cercana, que era una mesa  de trabajo y acallar cualquier protesta de su pelirrojo con un beso. Ron gimió lleno de necesidad dentro de la boca de Viktor. No mentiría, él había deseado el toque del moreno, pero realmente le daba corte hacerlo en su casa, con toda su familia rondando y ahora más por ser descubiertos, pero después de todo Ron era solo un hombre con necesidades y justo ahora el necesitaba de Viktor.

El pelirrojo envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Viktor, atrayéndolo con fuerza hacia sí, presionando en el abdomen de Viktor su hombría, restregando sin pudor su cuerpo para conseguir fricción.

Viktor por otra parte,  pasaba sus manos por la espalda de Ron, acunando su trasero y estrujándolo con ganas. Inclinó su cabeza hacia atrás, permitiendo que Ron besara su barbilla, bajando hasta apoderarse de su manzana de Adán y jugueteara allí.

Ron besaba y marcaba sin pudor, adrenalina fluyendo con fuerza por su corriente sanguínea. Se restregaba y gemía con deseo, levantando  su trasero para permitirle a Viktor libre acceso a su trasero -Quítame los pantalones –Rogó  cuando Viktor  lo besaba y mordía sus expuestos pezones mientras  jalaba la pretina de sus pantalones ¿a qué hora le había levantado la camiseta? Al diablo, Ron se apoyó en los fuertes hombros,  levantándose solo lo justo  para liberarse de los pantalones y ropa interior, lográndolo a medias pues quedaron atorados bajo sus rodillas, exponiendo  su estrellada entrada.

 

-¿Listo?- Viktor ya estaba listo, su miembro liberado, goteante en su mano, apuntado al objetivo, ansioso por clavarse en la suave vaina de Ron.

-Hazlo-animó Ron. Ron siseó cuando el miembro de Viktor  entró centímetro a centímetro dentro de él. Habían olvidado por completo preparaciones previas, pero ignoró el dolor cuando Viktor rozó su punto dulce.

Viktor se sumergió en su pelirrojo, moviendo rítmicamente sus caderas en cadenciosos movimientos. Su mano viajó de la nalga de Ron, subiendo por su columna, colándose entre las rojas hebras del cabello Ron, jalando más cerca, besando su cuello y cara mientras se movía dentro suyo –Ron, oh Ron, te sientes tan bien.

 

Ron gemía, sus manos aún en apoyadas en los hombros de Viktor, clavando sus uñas en la morena carne, atrayendo el pecho de Viktor, sintiéndose en vilo por las ondas de placer que recorrían su cuerpo, construyendo su orgasmo a cada empuje del búlgaro dentro suyo, su boca musitaba -te amo, te amo- en suaves ronroneos, mientras su pierna izquierda subía y bajaba en sensual caricia por el costado del búlgaro.

 

Viktor se sentía en el cielo, la sensación de la suave carne aferrándolo era el paraíso, el sonido de sus cuerpos fundiéndose en uno era sublime. No podía resistir más, tomó con firmeza las caderas de Ron, empujándose con redoblada fuerza, rápido, duro -te amo-gruñó en bajo y ronco gemido al momento que su miembro liberó su semilla, bañando copiosamente el estrecho canal de su minino.

 

Ron se vino poco después, manchando sin querer la camisa de Viktor, tragándose el grito que pugnaba por abandonar sus labios, su cabeza echada hacia atrás, jalando aire, luces blancas destellaban detrás de sus ojos cerrados.

Recuperándose del adormilamiento post orgásmico Viktor rió, acordándose de la renuencia de Ron de tener sexo en su casa. Poco le importó estar manchado de la blanca semilla del pelirrojo.

-Oh, lo siento.- Ron lamentó al ver el desastre que había provocado.

-No importa.- Viktor tomó un trapo limpio sobre la mesa para limpiar a Ron y a él.  El movimiento le hizo sentir  ligero peso ignorado en su pantalón, recordándole la propuesta que quería hacerle a Ronald.-Esto, sé que no parece el momento adecuado Ron, pero, ya llevamos casi un año saliendo…-sacó un juego de llaves del bolsillo, sosteniéndolo frente a los ojos de su minino-quiero que te mudes conmigo.

 

Ron parpadeó, asintiendo mudamente, tomando con su mano temblorosa el presente-Yo no tengo nada para darte.- Lamentó Ron

 

-No importa, te tengo a ti.

 

Ron se enfurruñó solo unos segundos ¿Por qué siempre Viktor tomaba la delantera? Maniobró rápidamente  las llaves, zafando el juego  del arillo que lo sostenía. Tomó la mano de Viktor y le colocó la pieza en el dedo corazón-Es temporal- puntualizó-he estado ahorrando para comprarte un anillo. Cuando lo compre tiraremos ese.- Ron, para variar, se ruborizó. Alejó la mirada dirigiéndola a ningún lugar en específico.

El pecho de Viktor de hinchó de más amor del que creía tolerar -No lo haremos, me lo regalaste, es mío.- Besó la sien de Ron, consiente de la mancha que adornaba su camisa y deseoso de no mancharlo solo se limitó a eso.

 

Ron carraspeó un tanto incomodo por tanto derroche de miel-Emh, creo que es necesario que no aseemos y que tú te cambies de camisa, antes de que nos echen de menos y empiecen a buscarnos.

 

Viktor asintió, ayudo a Ron a bajarse de la mesa y acomodarse la ropa después de él hacer lo propio con la suya. Dio un vistazo comprobando que no hubiera moros en la costa. Salieron cada uno por separado, Ron dirigiéndose al aseo de la planta baja y Viktor al cuarto de Ron. Viktor buscó entre su maleta una camisa lo más parecida posible a la anterior, cambiándola rápidamente, bajando a la cocina para ver en que más podía ayudar, allí encontró a Ginny, que lo miró con entendimiento y sonriéndole con picardía, pero no hizo comentario alguno, bendita sea.

 

Cargando las últimas viandas y colocándolas en su lugar, todo mundo  se sentó a la mesa, quedando solo dos lugares vacíos contiguos al suyo. La mesa se convirtió en un carnaval, charla y risas acompañaban la comida. Los niños de repente explotaron emocionados ante la llegada de su tío Charlie. Viktor se quedó de piedra, su boca abierta y un tic en el ojo, mudo. Charlie llevaba a su acompañante de la mano, sentándole a lado de Viktor antes de presentarlo a la familia.

 

-Tiempo sin vernos Ron, Viktor.

 

Ron saludó alegremente, Viktor por el contrario seguía estupefacto- ¿Qué haces aquí?

 

-Oh, bueno, pues, son los giros de la vida. Me di cuenta que no lograría nada, viaje para buscar consuelo y me encontré a un lindo pelirrojo solo para mí. Es increíble que termináramos siendo parientes ¿no crees?

 

-¿De qué habla señor Zabini?

 

-Blaise, Ron, es Blaise. Le digo a Viktor lo pequeño que es el mundo ¿no lo crees así?

 

Viktor se tensó, incrédulo del hecho. Por debajo de la mesa Ron le tomó de la mano, apretándola con fuerza. Resignado, correspondió el gesto.

 

EL tiempo y la comida siguieron transcurriendo. A pesar de la algarabía reinante Viktor se sintió en paz, agradecido con la vida por lo obtenido. No necesitaba nada más, estaba completo.

 

Ron bromeó con el italianucho, riendo sin reparos, haciendo que el estrés y los celos de Viktor subiera estrepitosamente a las nubes.

 

Bueno, tal vez un poco de paciencia no estaría de más, ah, y unas pastillas de valium.

 

FIN.

Notas finales:

Bueno, tengo un nudo en la garganta.

Si han llegado hasta aquí,quiere decir que me han acompañado capitulo a capitulo en esta historia. El tiempo a transcurrido tan rápido y han pasado un montón de cosas en el mismo.

Les agradezco a tod@s, a los que leyeron esta historia, a quienes comentaronn, a aquellos que les ha gustado  lo suficiente para considerarla una de sus favoritos, también a aquellas personas que la leyeron y que no les gusto, gracias por darle una pequeña oportunidad.

 Mi corazón esta en esta historia, fue mi primera historia, además de mi pareja favorita y que me dio la oportunidad de difundirla un poco más, además de mejorar un poco en mi escritura.

TωT Estoy desvariando, para rematar y no ponerme a llorar como magdalena les repito, GRACIAS, gracias a todos, por su tiempo, por su paciencia, por sus palabras.

No sera la última vez que me vean, menos con esta pareja, asi que nos vemos,no puedo decir que pronto pero si que nos veremos.

Hasta pronto, besos.

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