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:::_:::Clanes Ninja:::_::: por Kunyko-kun

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Cuando poco a poco abrió los ojos se vio a sí mismo en una cama pequeña pero acogedora, en un cuarto muy oscuro o muy pequeño, intentó levantarse pero en su vientre un vendaje hacía presión y le molestaba.

Miró a su derecha, una pared... a su izquierda, nada. Una puerta de color blanco impoluto en la oscuridad.

Miró su hombro derecho, también vendado, solo llevaba su pantalones y tenía frío, intentó hablar pero reconoció los síntomas de la morfina, eran el cansancio y el entumecimiento de los miembros, además de que no le dolía nada.

Tosió, tenía la garganta seca, y tras eso, alguien entró.

- ¡Kyoki!

Ese era Urumi, le miró levemente, la luz que entraba por la puerta le molestaba en los ojos, pero reconoció dos figuras en la puerta. Urumi le dice:

- Estas a salvo...

- ¿Dónde... donde...es...?

Urumi sabía que preguntaba su hermano y dice:

- Estamos en el Clan Hebi Shiroi. (*Hebi=Serpiente/Shiroi=Blanco//Serpiente Blanca XD)

Kyoki suspira y sonríe, era un clan aliado, pero la verdad, no se llevaba muy bien con muchos de sus miembros, con otros entablaba más que una muy buena amistad.

Intentó incorporarse, pero una voz, una de las figuras de la puerta dice:

- No lo intentes, estas sedado.

- Kyoki, han accedido a ayudarnos, vieron la bengala, acudieron a ver qué pasaba.

Se quedó dormido algo más tarde, poco después de las palabras de su hermano.



Cuando despertó de nuevo, se pudo incorporar, con algunos dolores, pero ya podía moverse, vio sobre una mesilla un vaso con agua y una pastilla de color rojo, una nota con la letra de su hermano decía:
>
Y una carita sonriente dibujada, lo tomó, se puso su camiseta negra sin mangas y caminó hasta la puerta, al abrirla vio a un hombre de ropas color blanco, con un emblema en forma de serpiente en la espalda, estaba sentado sobre un taburete y jugando un solitario con cartas sobre una mesa pequeña, mira al moreno en la puerta y le dice:

- Que valor tienes caminando con heridas así.

- ¿Dónde está mi hermano?

- ¿Esa monada es tu hermano? Ahora está en el comedor, comiendo, ¿Quieres que te lleve?

Kyoki asiente, aun algo adormilado, caminó al lado del encapuchado hombre, mientras rozaba los dedos de su mano izquierda por la suave pared de madera, el hombre le dice:

- Algo grave tuvo que pasar para que el lobo negro callera herido.

Kyoki susurra:

- Balas.

El hombre de blanco rió, y dice:

- Si, es verdad, no eres antibalas.

Al entrar los dos en el salón, se hizo el más absoluto silencio, recalcando que había un bullicio increíble, Urumi mira a su hermano, apoyado en el umbral, parecía algo agotado, se levanta y acercándose a él le dice:


- ¿Cómo estás?

Kyoki le abraza lentamente, posando su brazo izquierdo por la nuca del chaval y atrayéndolo a su pecho susurra:

- Ahora mejor.

- Kyoki, perdóname, me puse tan nervioso que solo pude gritar pidiendo ayuda. Podía haber descubierto nuestra posición.

Kyoki esconde su cara en el cuello de su hermano y le susurra:

- ¿Tu estas bien?

- Yo sí.

- Pues yo también.

Dijo Kyoki mirándole y sonriendo, el hombre de blanco dice:

- Siéntate, haré que te traigan algo de comer.

- No... De verdad aprecio la hospitalidad, pero sería en vano, no tengo hambre.

El hombre rio de nuevo, que divertido, ¿No? Y se sentó con unos compañeros en una de las mesas, Urumi toma de la mano a su hermano y le dice, dirigiéndole a la mesa en la que él se sentaba.

- Ven, te presentare a esta gente tan maja.

Le siguió resignado, al sentarse, Urumi empezó a decirle muchos nombres, unos le sonaban, otros simplemente los olvidaría más tarde, miró a su hermanito sonriente, y tocándole el cabello, acariciándole, sonrió, este le dice:

- ¡Kyoki, lo estás haciendo otra vez!

- ¿El qué? – dijo fingiendo curiosidad.

Urumi le mira y le dice con un gracioso puchero.

- ¡Me estas tocando como si fuera un cachorrito!

Kyoki le quita la mano de la cabeza y se ríe, entonces Urumi dice:

- Aclaramos y pactamos que tú no harías eso y yo no le diría a nadie que cantas en la ducha.

Urumi se pone las manos en la boca, Kyoki le mira iracundo y le dice:

- ¡¡Urumi!!

El grito resonó por el salón, Kyoki se levantó pero tuvo que apoyarse, el dolor de su vientre le doblegó y dice:

- ¡Te golpearía si no me fuera a quebrar como una rama, idiota!

- ¡Tu rompiste tu pacto primero!

Casi todo el mundo reía, Kyoki se sienta con cuidado de nuevo y apoyando su cabeza en la mesa dice:

- Olvídalo, no me importa, tengo sueño. ¿Qué era esa pastilla?

- Morfina...

Dijo Urumi divertido. Kyoki le mira y le dice:

- No funciona.

Kyoki miraba su mano como si fuera lo más interesante de la sala, y lo era, estaba llena de sangre. Urumi le dice:

- ¿¡Estas sangrando!? ¡Oh dios mío!...

- Urumi...

- ¡Te vas a morir, lo sé!

- Urumi...

Cuando iba a decir algo más, uno de los hombres vestidos de blanco más cercanos, le tapa la boca, Kyoki iba a gritarle de nuevo, este hombre dice:

- Urumi, ¿Por qué no vas a buscar al médico?

- Si, eso haré.

Y se fue corriendo, Kyoki mira al hombre y le dice:

- Gracias.

Este niega con la cabeza y acercándosele le dice:

- ¿Te mareas o algo por el estilo?

- Odio las armas de fuego.

Dijo dando un golpe con su frente en la mesa, luego se levanta de nuevo y riendo le dice al chico.

- Pero de verdad que estoy bien.

Kyoki mira frente a él, un chico le miraba directamente, estaba completamente cubierto por la capucha y la máscara blanca, entrelazaba sus dedos sobre la mesa, cuando le miró ladeó la cabeza de forma adorable, sus ojos del color del cielo se le clavaron directamente en los suyos grises, se levanta levemente e inclinándose sobre el chico pregunta:

- ¿Aoi?

El chico sin decir nada asiente, Kyoki se queda muy serio, el chico se levanta también y cambiando su gesto de gentil a uno de odio le propinó un buen bofetón, tirándole al suelo.
Kyoki se resiente, pero agitando la cabeza susurra:

- Que fuerza. Con un tullido ya podrás...

El chico salta la mesa, estaba sentado al otro lado, y quitándose la máscara le dice:

- ¡Idiota! ¿¡Donde coño estabas metido para acabar asi, eh!?

Parecía muy cabreado, Kyoki se intenta levantar, inútil, estaba demasiado dolorido, luego le dice:

- Aoi, yo no...

- Kyo eres un idiota, te estuve esperando ¿Sabes? Nunca pensé que al final dejaras ganar a Nemuro matándote para que ellos
pudieran cumplir una misión del gobierno.

- Aoi, es mi deber, ya no soy el heredero del clan.

Dijo Kyoki mirándole directamente a los ojos, el hombre que le había conducido al salón le ayudó a levantarse, Kyoki se apoya
sobre la mesa, ahora también sangraba su herida de bala del hombro, luego dice:

- Por favor para mientras Urumi este cerca.

- No se lo has dicho... es tu hermano.

Kyoki mira al chico, se acerca a él y tomándole del mentón con la mano ensangrentada le dice, muy furioso.

- ¡¡No olvides con quien estás hablando imbécil, no puedes golpearme asi como asi y salir impune!!

- ¡¡Kyoki!!

La voz de Urumi hizo que soltara al de ojos color cielo, mira a su hermano, venía acompañado de un hombre, también vestido de blanco, pero con una bandana en el brazo con una cruz roja.

El hombre se acerca Kyoki, este rechaza su contacto y dice:

- Agradezco que me ayudarais, pero... no quiero más vuestra hospitalidad, me largo.
Iba a salir por la puerta cuando Aoi dice, quitándose la capucha, dejando al descubierto su exageradamente largo cabello de color negro azulado, tenía el flequillo recto:

- Si sales por esa puerta... te odiaré toda mi vida.

Kyoki le encara, le miraba de forma melancólica, con las lágrimas escapándosele de los ojos y con la cara cubierta de sangre, se volteó y se marchó corriendo, Urumi sigue a Aoi, Kyoki no sabía muy bien qué hacer, hasta que una voz, que entraba por la puerta por la que él se disponía a salir dice:

- Mi hijo puede ser imprudente, impulsivo y un poco irritante, te comprendo, pero no es motivo para poner en riesgo tu salud.

Kyoki mira al hombre, más bien mayor, de cabello negro y corto, ropas similares a las de todos, ese era el padre de Aoi, el líder del clan, Kumo.

- Kumo-san.

Este mira a Kyoki y haciéndole una señal a uno de los hombres le traen una silla, le sienta en ella, arrodillándose ante él le dice, sonriéndole.

- Le prometí a tu padre cuidar de ti y de Urumi si algo le pasaba, al igual que él haría con Aoi si algo me pasaba a mí, solo lamento que fuera él primero.

Le pone una mano en una rodilla y continúa:

- Kyo... no seas tan duro contigo mismo, si Nemuro heredó el clan, fue por suerte, tú eras demasiado joven como para heredarlo y el segundo al mando era él. Aun recuerdo lo tonto que se ponía tu padre cuando naciste, chuleando por ahí del precioso hijo que tenía.

Kyoki solo puedo dejar escapar una risa tonta para decir:

- Era un cabeza hueca.

- Si, pero uno muy listo, no puede pasarte nada, ni a ti ni a tu hermano, las cosas se arreglaron para que Nemuro subiera al poder, pero su hijo no lo heredará, las cosas se arreglaron para que tu asumieras el poder tras él, por eso intenta matarte.

Dijo Kumo, Kyoki suspira y dice:

- Eso ya lo sé. No soy idiota, pero no podía negarme a hacer eso... nunca me niego a nada, parezco idiota, si veo un reto, lo agarro casi estrangulándolo.

- Pues más te vale soltarlo, o tu serás el estrangulado.

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