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Curiosidad por dark_amassones

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Notas del capitulo:

Advertencias: Un poco de OOC por parte de Sasuke, lime, lemon y ligeras relaciones Heterosexuales. (Lo prometido es deuda, lime NaruSasu y lemon completo en este capítulo *O*)

Nota: ¡Hola a todos! Me alegra que les haya gustado la primer parte, quisiera agradecer a Tsuki, kiauchiha, BiShOuJiTo, queen of the vampiro, Angelneverchange, Tsunade, Shizune_Uchiha, Sonia, BizarreSasuke, EnferSama, alicexP, karu6277 y Kira_ por sus comentarios ¡Todos respondidos! Les pido que tengan paciencia con la historia de Naruto, es un poco complicada pero al final se entenderán sus razones —y/o motivos— No os hago esperar más.

¡Disfruten el leer como yo el escribir…!

CURIOSIDAD
By Dark

» 2 « —

¡¿En que momento el masajista se había quitado toda la ropa?!

– ¿Qué…?- ahora si estaba más que perplejo – ¿Por qué tú… tu ropa…?

– Oh ¿No te lo dijo ero-sennin?- preguntó cruzándose de brazos y llevándose una mano a la barbilla – ¿Qué no eres gay?- y para su sorpresa el pelinegro negó encogiéndose en la camilla –Esto es un problema…

¿Qué se supone que tendría que ver su condición sexual en todo eso? La primara vez cuando Gaara lo atendió nunca le preguntó ni le explicó nada, ahora venía este chico diciendo cosas así ¡Que rayos estaba pasando! ¿Es que ese viejo con cara de pervertido sabía algo sobre él y su reciente e insana curiosidad?

La mirada de terror en el rostro de Sasuke le indicó a Naruto que en verdad se trataba de una hétero más que no sabía nada sobre el "masaje especial", suspiró apenado y se dio la vuelta para colocarse una toalla en la cintura. En todo el lugar Naruto es el único que ofrece masaje completamente desnudo, normalmente el servicio es más caro y a decir verdad en todos sus años trabajando allí, nunca había tenido ni una sola intención de liarse con alguno de sus clientes —para cuatro años como masajista, había sabido abstenerse de tener relaciones sexuales allí mismo—, hasta que vio a ese moreno en la puerta. Suspiró derrotado, la primera vez que creyó podría experimentar algo con un chico, no iba a resultar tan fácil.

– Voy a decirle a ero-sennin que te cambie a otra de las habitaciones, quizá la ocho sea buena opción- sugirió pensando si mandar a ese chico con "killerbee" era buena idea, con la complexión de su amigo seguro terminaba rompiéndoles unas costillas al pobre moreno.

– Espera…- por un momento Sasuke dudó. Su corazón bombeaba tan rápidamente que sintió marearse –Me preguntaste si era gay, acaso tú…

– ¿Soy homosexual? Claro, pero no te asustes- levantó las manos para tranquilizar al moreno –Soy un profesional y nunca intentaría hacerte algo malo…- "a menos que tú quieras" pensó ruborizándose un poco.

– Sasuke- respondió mordiéndose un poco. Fue en ese momento que notó los rasgos del rostro de Naruto, por el tamaño de su cuerpo y el timbre de su voz se dio cuenta que el rubio sería mayor que él por un par de años –Quisiera saber… si tú…- desvió la mirada más nervioso que nunca ¿podría decírselo?

– ¿Sí?- el rostro ojiazul se iluminó y lentamente se fue acercando a su cliente –Dime, Sasuke…

La forma tan sensual en que había pronunciado su nombre fue tal que sintió su miembro pulsar dolorosamente, bajó su mano a la toalla en su cintura y la jaló para que el rubio no notara su creciente erección.

– ¿Quisieras…?- gimió a ver que Naruto se quitaba la toalla dejando a la vista su tan bien dotado miembro – ¿Tú…?

– Tranquilízate- susurró roncamente tomándolo de los hombros y recostándolo boca abajo –Me detendré cuando me lo pidas.

Su pecho subía y baja agitadamente, de nuevo sentía las manos en su espalda y no evitó gemir de placer. Esos movimientos eran aún más eróticos que los de Gaara, lo supo a sentir su miembro completamente duro, dolorosamente comprimido contra la camilla. Intentaba respirar pero suspiraba dificultosamente.

– Na…Naruto…

Gimió al sentir que el rubio se subía lentamente en la camilla, colocándose sutilmente detrás de él. Naruto tomó su cadera y la levantó para dejarlo en cuatro, con ágiles movimientos le quitó la toalla y ahora estaban completamente desnudos. El masaje tenía el mismo rumbo que la vez anterior, pero quizá ahora si sentiría lo que es ser penetrado por un hombre, uno muy hermoso con rostro de niño y cuerpo de adulto.

– No te dolerá, lo prometo- susurró masajeando suavemente las nalgas del moreno, sentía su corazón salirse de su pecho, y es que nunca creyó que su primera vez sería con un joven tan apuesto como Sasuke –Relájate…

– Naruto espera… ah…- gimió y escondió el rostro entre sus brazos –Deten… ah… no ah…- ¿acaso eso que sentía era la lengua del rubio en su entrada?

Sin que Sasuke se diese cuenta, Naruto había separado sus nalgas para admirar completamente ese redondo trasero. Nunca se imaginó que sería una exquisita visión. Su miembro pulso al momento de inclinarse y comenzar a lubricar la zona, escuchó un quejido pero lo ignoró al meter la lengua en tan estrecho agujero ¡pudo correrse en ese mismo instante!, escuchar las súplicas de ese sexy moreno le ponían, necesitaba sentir más, sólo un poco más.

– Relájate…- susurró bajando una mano a su propio miembro; caliente, duro y necesitado. Recorrió su extensión y acarició la punta –Sasuke…

El Uchiha volvió a gemir al escuchar su nombre ser pronunciado con tanta pasión.

Sentir la lengua de alguien más en su interior era completamente exquisito, prácticamente estaba siendo penetrado con su boca. Quiso abrir los ojos, pero el placer era tan grande que no podía hacerlo, apoyó su frente contra los brazos y al intentar mirar al rubio, sintió que su miembro comenzaba a gotear semen. ¡Naruto se estaba masturbando detrás de él!, no podía ver su rostro —puesto que seguía lubricando su entrada—, pero podía ver la mano derecha del rubio acariciando su miembro, jugando desde la base hasta la punta.

No pudo más.

Su mano descendió hasta llegar a su pene y comenzó a imitar lo movimientos del rubio. Ambos hombres estaban auto complaciéndose, Sasuke mandó al demonio la cordura y gimió más fuerte, Naruto aumentó el movimiento en su miembro y casi al mismo tiempo, se corrieron manchando las sábanas.

— x — x — x —

– Vuelva pronto, Uchiha-san- se despidió Jiraiya con una inclinación de cabeza.

Sasuke conducía a toda velocidad por la carretera, inconcientemente sonrió al verse en el espejo retrovisor. Sacó la tarjeta del bolsillo de su camisa y la leyó cuando el semáforo estaba en rojo.

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Uzumaki Naruto.
Masajista profesional.
Avenida ANBU esquina con Sexto Hokage #9
Colonia Rasengan
Tel. 722 391 9354
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Tendría que guardar muy bien la evidencia de su encuentro con Naruto, no le apetecía tener que lidiar con Karin por asuntos que quizá no comprendería. Fue en es momento que comenzó a razonar sus acciones ¿Estaba haciendo lo correcto? La palabra infiel no le agradaba demasiado, sin embargo no es que dejara a su prometida para ir tras un chico como el rubio, claro, Naruto es atractivo, joven —un poco mayor que él—, amable y educado, aparentemente soltero y disponible. Suspiró bajando la velocidad, es una lástima que él ya esté atado a una mujer para el resto de su vida.

¿Qué demonios?

¿En verdad estaba pensando esas tonterías?

– Concéntrate Sasuke- agitó la cabeza normalizando su respiración. De algo estaba seguro; jamás podría olvidar ese día.

– ¿Sasuke?- habló Naruto incorporándose – ¿Estás bien?- preguntó al escuchar al moreno sollozar bajito.

En su vida había tenido semejante orgasmo con alguna mujer. Lo peor de todo es que le había gustado, aunque el rubio en ningún momento tuvo la intención de tener completo el sexo, las sensaciones nuevas le habían causado dolor de estomago, las piernas le temblaban y su entrada estaba punzante, dolorosa, olvidada. Internamente deseó sentir un pene dentro de su cuerpo, quería conocer ese placer que muchas veces escuchó decir a Itachi, deseaba con todo su ser saberse tomado por otro hombre.

– Perdóname Sasuke- se lamentó Naruto bajando de la camilla para enredarse la toalla una vez más –Me pediste que me detuviera y no te escuché- se llevó la mano a la nuca –Yo…

– Cállate- se incorporó mirándolo fijamente –No fue tu culpa.

Y para sorpresa de Naruto, Sasuke le sonrió.

Ambos se dirigieron a la ducha y Naruto se avergonzó con la idea de bañarse juntos, por lo que dejó que el moreno entrara primero. Una vez terminado el "masaje" el ojiazul le entregó una tarjeta de presentación "—Por si necesitas de mis servicios un día de estos-" fue la excusa del rubio antes de que Sasuke saliera y fuera a pagar al viejo pervertido. Después de todo, la elección del tal Jiraiya no había salido un desastre.

Lo único que esperaba era que Sakura no lo hubiese visto, por lo que Sai le había contado, su novia también es una de las masajistas. Si Sai se llegaba a enterar, podría dar por terminada su relación con Karin.

— x — x — x —

– Creo que Karin ha hecho un excelente trabajo en la cama- comentó su primo examinándolo con una lente de aumento –Incluso creo que sonreíste…

– ¡Aléjate de mí!- refunfuñó empujando a su primo –Quita esa cosa de mi cara, ¿no tienes que examinar a alguien más?

– No, Neji me quitó mi otra lente, Yamatto-san está ocupado con un cliente y Kakashi-san me dejó observarlo, pero como no hacía nada más que leer su libro, vine a visitarte.

Sasuke bufó molesto, después de tres años trabajando juntos en las Empresas Uchiha la actitud de Sai ya no le parecía tan extraña, vaya, hasta se había acostumbrado a sus rarezas. Aunque el Uchiha menor aún no hubiese cumplido la mayoría de edad —21 años— Fugaku le permitió trabajar junto con Sasuke y Kakashi, los altos ejecutivos de la empresa.

– ¿Sabías que Itachi-niichan ya se va a casar?- preguntó sentándose en el escritorio a un lado del monitor de Sasuke.

– No- respondió indiferente, y es que la verdad no tenía ni idea.

– Me lo dijo el mismo Dei-niichan- suspiró mirando el cabello de Sasuke con la lente –Las invitaciones las enviarán la próxima semana…

Vaya, al parecer su hermano ya estaba pensando en formalizar completamente su relación con Deidara. No es que le pareciera extraño, podría decir que ya comprendía el gusto que tenía Itachi por los chicos, es especial por los rubios de ojos azules, pero la unión formal no sería muy bien vista por su familia.

La mierda.

Sabía que a Itachi le importaba un reverendo pepino la opinión de sus familiares, a sus 28 años está en una excelente edad para tener familia. Quizá Sasuke debería pensar en llevar más allá su relación con Karin y hacer lo mismo. Él sería el ejemplo de la familia por darle nietos a sus padres; herederos. Sí el abuelo Madara estuviera vivo, seguro se enorgullecería de él.

— x — x — x —

Si el abuelo Madara estuviera vivo, seguramente se volvería a morir de un infarto al verlo en esa penosa situación.

Sin siquiera haber pasado una mísera semana, se encontraba de pie frente a una puerta negra entre la avenida ANBU y Sexto Hokage, con una tarjeta de presentación en las manos, seguía dudando en que si debía tocar la puerta o regresar a su departamento. La idea era tentadora, seguramente después del casamiento de su hermano, sus padres le instarían a seguir sus pasos y desposarse con la hermosa Karin, pero significaría no volver a verso con ese rubio ¿en verdad eso era lo que quería? Su insana curiosidad lo estaba matando, lo mejor —según él—, era terminar de una vez con ese asunto y regresar a la comodidad de su vida diaria.

Si, eso era lo mejor.

Respirando profundamente tocó el timbre y a los pocos segundos una chica abrió la puerta ¿Qué demonios hacía una chica tan hermosa abriendo la puerta de Naruto? Frunció el ceño notoriamente y la joven sonrió.

– Naru-chan, creo que te buscan- gritó hacia dentro de la vivienda –Con permiso- se inclinó ante Sasuke y se marchó.

– ¡Sasuke!- saludó en la entrada –Pasa por favor ¿te gustaría algo de beber?- indicó al moreno que lo siguiera mientras cerraba la puerta.

– ¿Quién era ella?- preguntó a espaldas del rubio, quien giró ofreciéndole un vaso con agua.

– Mi hermana Ino- sorbió un trago y lo miró sonriente –No me digas que te gustó…- canturreó golpeándolo con su codo –Si quieres te la presento, tiene 19 años y es soltera…

– No me interesa, estoy compr…- y se quedó callado.

Se pateó mentalmente por tan insignificante desliz.

Naruto no es nada tonto, perfectamente se dio cuenta de ello y prefirió callar para no poner más incómodo a Sasuke con el tema. Sí algo debía hacer, era apresurar la sesión —que obviamente Sasuke fue a buscar— y dejar de prometer cosas a chiquillos, que problemático era lidiar con los amigos de su hermana. Sin decir más, el rubio pidió a Sasuke que lo siguiera a una de las habitaciones.

– Tengo equipo personal para dar masaje- presumía mostrándole al moreno un cuarto aclimatado como en el spa donde se habían "conocido" –Pasa por favor, en seguida regreso.

Y dejando sólo a Sasuke, este se desvistió apresurado, evitando colocarse la toalla. Por alguna extraña razón algo le decía que de ese modo, todo comenzaría rápido e igual así terminaría. Caminó alrededor mirando las fotografías de un Naruto más joven al lado de su hermana, y de nuevo ese sentimiento de conocer al rubio lo invadió ¿cómo era posible que se pareciera demasiado a Deidara? ¿Acaso serían familiares? En todo caso la chica —Ino— tenía más parecido, pero no creyó en tantas casualidades, en su fuero interno deseó que no fuera eso, en ninguna de las fotografías estaba su cuñado con Naruto o su hermana "una tontería" pensó pasando de largo hasta un Diploma.

El destino no existe, quizá sean situaciones extrañamente coincidenciales.

Del otro lado de la puerta, Naruto escribía un mensaje de texto en su móvil "—Todo está listo, tendrás que comprarme un enorme tazón de ramen después de esto…-" y después de enviarlo, apagó el aparato y suspiró recargándose en la madera. Se miró semi desnudo a la espera de un curioso Sasuke.

Lo que el moreno hacía no era más que buscar una respuesta donde no podría encontrarla.

Tocó un par de veces antes de entrar, no estaba nervioso porque sabía lo que debía hacer. Internamente se entristeció de pensar que la única relación con ese moreno sería sexo y nada más, pero saber que ayudaría a uno de sus amigos era más complaciente, principalmente sabiendo que la prometida del hombre que espera un masaje lo engaña a dos años de estar comprometidos.

– ¿Sasuke?- preguntó tocando dos veces la puerta, cuando abrió sonrió tiernamente al ver como el moreno tomaba rápidamente una toalla y se cubría –Pasa de este lado.

Sasuke caminó y vio la clásica camilla que tienes en el spa, trató de relajarse y movió la cabeza para despabilarse, sentía su corazón bombear demasiado rápido, sabía que es lo que debía hacer, pero ¿en verdad lo quería? Hasta ese momento se cuestionó el asunto, nunca pensó en las consecuencias, no le importó que fuese descubierto, tampoco en el remordimiento, la sensación de experimentar algo nuevo, algo desconocido le cautivaba, le emocionaba, le excitaba.

"Esto es lo que quiero"

Se inclinó dispuesto a recostarse boca abajo, cuando las manos del rubio le tomaron de los hombros, su pecho le dolía, sentía que su corazón saldría en el momento que vio a Naruto; sus mejillas completamente encendidas, sus sonrosados labios entreabiertos, su pecho desnudo bajando y subiendo acompasando su respiración lenta y dificultosa, sus ojos perdidos en el cuerpo de Sasuke, sus pupilas dilatadas con la mirada nublada. No era difícil adivinar que Naruto también se estaba empalmando.

Y muy rápido.

– Así no- susurró mirándolo a los ojos.

Sasuke fue tumbado de culo en la camilla, para su sorpresa Naruto se colocó frente a él, su mirada era traviesa, divertida y eso le asustó. Cuando se dio cuenta, el rubio le quitaba la toalla de su cintura, se sintió vulnerable ante esa mirada cristalina que lo recorría de pies a cabeza.

– ¿Qué es lo que piensas…?- pero naruto no lo dejó continuar.

Ya había tomado su miembro entre sus manos, lentamente acariciaba la punta, deslizaba sus dedos desde arriba hasta la base, rozaba el vello. Sasuke nunca había sentido eso, el sexo con Karin era muy diferente, muy normal, muy común, nunca había deseado ser masturbado ¡no podía imaginar a su prometida haciéndole eso! Mucho menos pedírselo. Quizá sería un pensamiento muy cerrado, pero ahora comprendía las maravillas de la masturbación.

– Na-Naruto…- suspiró y el rubio lo miró sonriente.

– Te mostraré mi servicio especial- gimió suspirando lentamente –Del cual serás mi primer cliente…- Y sin decir más, lamió la punta del miembro de Sasuke.

Pudo correrse en ese mismo instante, pero la boca de Naruto no se lo dejaba, sentía su lengua recorrer lo largo de su pene, mordiendo primero y lamiendo lentamente, arrancándole suspiros desesperados de placer ¡qué buena mamada! Las descargas eléctricas en su ingle le dolían, desde los brazos hasta las piernas, podía sentir perfectamente los temblores pre-orgásmicos en su cadera, pero no quería terminar así. Necesitaba sentir un poco más.

Sacando fuerzas de los ahora lánguidos brazos, se apoyó y comenzó a mover las caderas contra el rostro de Naruto, fue lento, no podía moverse más a prisa, colocó su brazo sobre la nuca rubia y marcó los movimientos de su boca. Naruto parecía hambriento, le engullía su hombría totalmente, sacándola para lamer la punta y metiéndosela completa para morder la delicada piel.

Sólo unas cuantas lamidas más y sintió que Sasuke temblaba, seguramente estaba a punto de venirse, y por supuesto que no lo iba a permitir; antes de dejar salir su semen, Naruto se sacó el pene de su boca, necesitaba respirar, escuchó un gemido angustioso y notó el bello rostro pálido del Uchiha, sonrojado, con los labios abiertos, jadeantes, carnosos. Deseo besarlos, degustarlos, comérselos, morderlos… pero ¡No debía pensar en ello! Los besos se dan entre conocidos, entre familiares, entre parejas, él y Sasuke no son nada de ello, quizá dos extraños deseosos de sexo, dos desconocidos satisfaciendo sus más bajos deseos carnales.

– Recuéstate boca-abajo- ordenó Naruto empujándolo despacio para que Sasuke acatara.

Lentamente el pelinegro lo hizo, miró el techo antes de girarse y apoyar su frente entre sus brazos, sabía lo que seguía, lo que tanto había estado esperando, sin demorarse más, levantó las caderas como alguna vez lo hiciera en el Spa. Tener la visión de un hermoso culo frente a sí, casi provoca que se corra antes de siquiera haberse masturbado.

Con movimientos ágiles, Naruto alcanzó el tubito de lubricante y gruñó molesto al notar que estaba semi-vacío "¡Joder!" se maldijo, necesitaba un lubricante y algo se le ocurrió. Colocándose por detrás, estiró una mano hasta tomar el olvidado miembro del pelinegro entre sus dedos, y cariñosamente comenzó a recorrerlo. Los temblores en el cuerpo bajo de él le excitaron y fue ese instante que se pegó totalmente al cuerpo de Sasuke.

– Ah… Na… Naruto…

Gimió sintiendo la mano experta ciñéndose sobre su pene, masajeándolo despacio, pero soltó un grito cargado de placer al sentir al rubio detrás de él. Tener la cadera del masajista contra su trasero fue lo más excitante que en su maldita vida había experimentado, lo sentía erguido y duro, latiendo dolorosamente contra su piel.

– Nar… ah…

El rubio comenzó a restregarse contra su trasero al mismo tiempo que la fricción en su mano aumentaba, era de esperarse que Sasuke no lo soportara, no pudo evitarlo e instantáneamente se corrió en la experta mano de Naruto, manchando las sábanas y mojando toda su palma ahora abierta. Suspiró agitado, un hilo de saliva se deslizaba desde la comisura de los labios hasta la barbilla, pero su reciente tranquilidad fue interrumpida por un dolor, una intrusión en su entrada. En ese momento fue conciente de lo que Naruto hacía, lo había hecho venirse para lubricarlo, o es creyó al sentir unos dedos haciendo círculos en su ano.

– Sh, tranquilo…- susurró sobando la espalda del moreno mientras dilataba su entrada ahora lubricada con el propio semen de Sasuke –No te pongas tenso… no quiero que te duela.

Que fácil era decirlo, pero si bien no gritó por el dolor, fue por su asqueroso orgullo, un Uchiha nunca rogaría, suplicaría o se quejaría… al menos que lo invadieran dos o tres dedos en su entrada, aunque sintiera que un metal caliente entraba de lleno dentro de él, partiéndolo por dentro.

Naruto creyó tenerlo listo y retiró sus dedos para colocar las manos en esa cadera, con la mano que hubiese masturbado a Sasuke, se frotó su propio miembro que palpitó doloroso al contacto de sus dedos. Acercándose de nuevo al trasero de Sasuke, Naruto dirigió despacio su miembro a la entrada del moreno, rozándolo apenas, las piernas de Sasuke temblaron cuando comenzó a introducir su pene en esa entrada que poco a poco lo aceptaba dentro de sí.

– Mmm… Sasuke…- gimió ronco al entrar completamente en su cuerpo –Eres… ah… tan estrecho…

Comenzó con ese vaivén lento y tranquilo una vez que el cuerpo del Uchiha lo recibía y aceptaba, si Sasuke no hubiese gemido tan alto, casi podría haber escuchado el choque de sus caderas.

Al principio fue el dolor más agudo que jamás habría sentido, ahora la estúpida idea de ser penetrado por otro hombre le desagradaba, pero ya no había marcha atrás, afirmó el agarre contra las sábanas y espero a que Naruto comenzara a moverse. Primero despacio, poco a poco aumentando la velocidad de las embestidas hasta que él mismo movía sus caderas para tener un mayor contacto con Naruto.

– Más… hum, ah… más rápido… Naruto…

Sus suplicas fueron gratamente correspondidas, el rubio recargó todo su peso sobre esa ancha espalada, buscando un apoyo y al no tenerlo, tomó a Sasuke de los hombros, obligándolo a girarse para mirarlo a los ojos. Esa visión jamás podría borrarla de su cabeza; sus mejillas encendidas y sus ojos levemente entreabiertos, el moreno se mordía deliciosamente el labio inferior para no gemir, y fue allí que Naruto no lo resistió.

Acortando distancias, le besó en los labios.

Sasuke fue conciente del contacto, muy sutil, tierno, sin un ápice de lujuria, solo era el deseo de tocar sus labios y tampoco lo pudo evitar; también correspondió el beso.

Abrieron sus bocas con hambre, sus lenguas jugueteaban entre ellas, entrando a una boca para acariciarse y entrar a la contraria. Sasuke sentía sus labios ser deliciosamente mordidos por los carnosos sonrosados del rubio, quiso morderle pero sólo dejó escapar un sonoro gemido; Naruto había embestido al mismo tiempo que se comían los labios. Ciertamente escuchar gemir así a Sasuke era lo más placentero dentro de su encuentro sexual, así que con la misma precisión volvió a tocar ese punto débil en el interior del moreno, haciéndolo enloquecer de lujuria.

Sus —hasta ahora— inertes manos, subieron por la espalda de Naruto hasta colocarse en su nuca, necesitaba volver a besarlo, pero el rubio estaba concentrado en ese cuello pálido, ladeado para dejarle degustar su propia piel.

– Hum…

Naruto aumentaba las estocadas, haciendo presión sobre sus caderas al mismo tiempo que apresaba dolorosamente el miembro de Sasuke entre sus abdómenes, podía sentirlo aún duro contra su vientre, y definitivamente eso le puso aún más duro.

Fueron sólo unos minutos más los que Naruto se movió sobre su cuerpo, minutos que lentamente podía contar en retroceso, despacio, tortuoso, estaba conciente que una vez terminado su encuentro, jamás se volverían a ver, eso era lo mejor; olvidarse y nunca cruzar sus miradas de nuevo, porque ahora Sasuke ya no tendría motivos para buscar lo que Karin no le daba en casa: completo y desenfrenado placer carnal. Sin embargo, saberse el primero —y el único, quizá— que haya poseído al Uchiha era su consuelo, uno triste que lentamente apagó sus besos.

Sin más movimientos agitados, Naruto optó por embestidas suaves, con las que finalmente se corrió dentro del cuerpo de Sasuke, y éste, con un horroroso temblor también se derramó sobre sus vientres.

— x — x — x —

Hacía cinco minutos que Sasuke había salido de su casa, cinco minutos que se recriminó por la estupidez que acababa de cometer ¡se había metido con un hombre comprometido!, y ahora el remordimiento le carcomía la conciencia ¿habría sido lo correcto? Saberse la manzana de la discordia era un título que en lo mínimo le agradaba, tendría que hablar seriamente con Sai…

– Hablando del Rey de Roma…- suspiró al escuchar el timbre de su móvil –Listo, hice todo lo que me pediste.

"- ¡Ah Naruto!, eres el mejor del mundo. Lo sabías ¿verdad?-"

– Si como sea… espero que con esto no vuelvas a pedirme ningún favor ¿oíste bien? No me importa que seas amigo de mi hermana o novio de mi prima…

"- ¡Jah! Como si no te hubiera gustado… Muchas gracias Naru-chan, no sé que habría hecho sin ti-"

– No te preocupes, sólo ayudaba a mi mejor amigo.- suspiró sonriendo finalmente, después de todo no podía negarse al favor que Sai le había pedido –El resto depende de tu primo…

"- Si, debe darse cuenta que la tía esa no le conviene, que Karin es una mujer burda que lo engaña…-"

– Tú tendrás tus razones para ayudar a Sasuke, se nota que lo quieres mucho…- susurró sonriente –Bueno, pero eso ya no me incumbe, por cierto ¡Quiero un enorme tazón de ramen de puerco, y de esa no te escapas Sai Uchiha!

— x — x — x —

– Han llegado… ¡Han llegado Sasu-chan!- gritó Sai corriendo hacia Sasuke hasta quedar sentado en su escritorio —como ya era su reciente costumbre— para mirarlo de frente, quitando la computadora.

– No me llames así, joder- bufó empujándolo para quitarlo, pero su primo -a toda súplica- le colocó un sobre en el rostro – ¿Qué es esto?

– Las invitaciones de Itachi nii-san- y casi rió cuando Sasuke arqueó una ceja –Serás torpe, las de su boda…

Y recordándolo rápidamente, tomó el sobre y lo abrió lentamente ante la expectativa de su primo quien al entregársela, se dedicó a juguetear con las figuritas decorativas del escritorio. Por un momento de curiosidad leyó la presentación y alevosía con la que deliraba la tarjeta, tanto amor le asqueaba, y por unos segundos imaginó que las invitaciones de su propia boda no serían así de cursis y ridículas, siguió leyendo hasta que sus ojos viajaron a los nombres hermosamente entrelazados: "Itachi Uchiha y Deidara…"

Uzumaki

Susurró dejando caer el sobre en sus piernas, las que ahora perdían sus fuerzas. Sintió una descarga de adrenalina subir hasta su cabeza y se desparramó en el asiento, recargó la cabeza en el respaldo respirando dificultosamente, todo le daba vueltas, sintió un mareo y se llevó el brazo a la frente, para bajar y cubrir sus ojos. No podía creerlo, tantos años conociendo a Deidara, tanto tiempo sin saber nada sobre su cuñado y ahora la información recibida le llegaba como un balde de agua fría; uno demasiado grande.

¿Qué demonios debería hacer? La boda sería en menos de un mes, lo que menos necesitaba era encontrarse de nuevo a Naruto, su maldita e insana curiosidad ya había quedado saldada en cuanto salió de su departamento hacía cuatro días, despidiéndose de un rubio extrañamente sonriente. Su relación con Karin se veía nuevamente desestabilizada con esa noticia, Naruto no sabía nada de él, eran extraños, dos desconocidos jugando a tener sexo, dos personas con el suficiente descaro de liarse cuando no había la necesidad, dos personas que recién conocen sus nombres.

Y fue en ese instante que lo comprendió…

"Él lo sabía…"

Su garganta se secó, su pulso se aceleró y en ningún instante escuchó la nueva plática de Sai, sintió su estomago bajar hasta los pies en dos segundos. Nunca fue conciente de la sonrisa de triunfo en el rostro del pelinegro sentado frente a él, nunca notó la alegría reflejada en ese pálido rostro normalmente inexpresivo. Sai había logrado mucho en poco tiempo. Y es que abrirle los ojos fue más difícil de lo que creyó… ahora sólo era cuestión de tiempo para que Sasuke tomara una decisión.

Hacerle entender que Karin lo engaña será muy fácil, lo que ahora sería su prioridad, era convencerle de ir a la boda y enfrentar su nuevo miedo: Naruto Uzumaki.

– Naruto lo sabía…- susurró apretando sus puños ignorando la mirada de Sai, sentía un horrible temblor en sus brazos, pero el enojo pasó rápido al reaccionar lo que en verdad importaba… y ahora ¿Qué se supone que tendía que hacer...?

- FIN -

Notas finales:

¿FIN... en serio?... Hola *sonríe apenada* espero que ese lemon haya compensado los 2 meses y medio que demoré (se encoje apenada) no sé como excusar el tiempo (quizá la depresión por ver FMA tuvo que ver... ¬¬ eso y el montón de fics que ya me leí xD) sólo espero que les haya gustado ¿Qué les pareció? Más abierto no pudo quedar el final, pero en lo personal me encantó, espero que mi Amanta también (sino voy y te golpeo Safri ¬¬) Finalmente Naruto fue quien desvirgo a Sasuke y no le desagradó del todo xD no les recomiendo llamar al número en la tarjeta porque yo respondería en lugar del sexy rubio xD. Lamento no haber incluido más ItaDei (como me habían pedido) aunque… si me animo, quizá haya algún tipo de "secuela"

Antes de irme quiero recomendarles un excelente fic con esta misma trama, si les gusta el Slash de Harry Potter tienen que leer Bi-Curious de PerlaNegra un Harry/Draco sorprendente, pero creo que ese solo se encuentra en Fanfiction. Ahora si me voy, si alguien me deja un comentario esperen pronto su respuesta. De antemano les agradezco por su atención, favoritos y comentarios ¡muchas gracias!

"Yo solía gobernar el mundo. Los mares se alzaban cuando yo lo ordenaba. Ahora en la mañana yo barro, las calles que solía poseer"
-VLV-

Felicidades Safri-koi
Leona Dark
19:22 / 31 marzo 2010


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