-La oscuridad-. Respondí sin dudar, él solo se me quedo mirando con esa sonrisa falsa en su rostro mientras yo desviaba la mirada hacia el suelo “Yo te protegeré de la oscuridad” dijo y sonreí de verdad.
Sai y yo decidimos porque nos atraíamos mutuamente, él siendo estudiantes de Artes en una universidad y yo un simple estudiante de ultimo año de secundaria, teniendo ocupaciones diferentes la única oportunidad de hablar que teníamos era después de las 23:00 pm; yo lo esperaba hasta las 3:00 am para hablar con él al menos un poco, me desvelaba esperándolo y eso hacia que me quedara dormido en clases pero no me importaba, Sai me gustaba mucho.
Me llamaba todas las noches, hablándome de cosas bonitas, cosas que ilusionaban. Me alegraba cada vez que hablábamos, llegamos a salir todos los fines de semana, al cine, al parque, a la piscina, con nuestros amigos hasta mis hermanos lo conocían, se podría decir que éramos una pareja de novios… pero no, él siempre decía que no nos conocíamos lo suficiente y lo gracioso era que llevábamos saliendo tres meses… tres malditos meses y seguía diciendo que no era tiempo todavía.
-Hey Gaara, yo puedo salir con quien quiera porque tu y yo solo estamos saliendo-. Me dijo una vez cuando hablamos por teléfono, reprimí un gemido de dolor.
-Ha ha… si, lo se… solo estamos saliendo-. Respondo fingiendo ignorancia en mi tono de voz.
Nuestra ultima salida la tengo grabada en mi alma, fui a su departamento y como vive solo nos dirigimos a su habitación y entre besos y caricias le entregue mi cuerpo y corazón, cada vez que gemía lo hacia por el amor a él, pero tal parece que él no lo vio... le entregue mi primera vez y no le importo.
-Gaara despierta y vístete, te llevare a tu casa-. Media hora había pasado desde que terminamos.
-Estoy cansado, quiero quedarme aquí contigo-. Le dije sonriendo levemente tratando de ignorar el dolor en mi corazón.
-Mañana tienes escuela y estas en exámenes finales-. Fue lo ultimo que dijo antes de darse vuelta y salir de la habitación dejándome solo, me sumergí en mi tristeza mientras que con dolor emocional y físico me vestía.
Después de eso me fuiste evitando poco a poco hasta que dejaste de comunicarte y yo cansado emocionalmente deje de buscarte y un día colapse y en medio del apagón de luces de toda la ciudad llore, llore como nunca… Llore mi dolor, por promesas no cumplidas, por todo. Entonces me di cuenta que no podía confiar en nadie, que el amor era duro y no quería enamorarme de nuevo.
A los días me entere de dos cosas, la primera que Temari seria trasladada a los Estados Unidos y yo me iría con ella y la segunda que tú coqueteabas con Naruto mi mejor amigo y no llore por la noticia, solo reí con dolor y amargura.
-“Sai cuanto tiempo… Solo quería decirte que dentro de tres días me trasladare a los Estados Unidos y quiero despedirme de ti, por favor comunícate conmigo”-. Lo se, soy patético pero no puedo evitar no hacerlo.
Los 3 días pasaron con rapidez y me encontraba ahora en el aeropuerto mirando la puerta de entrada y de vez en cuando el celular; aun tenia esperanzas de que apareciera, escuche a Temari llamarme desde lejos… El avión ya iba a abordar y Sai no apareció, suspire y fije mi vista por ultima vez a la entrada de aquel lugar entonces sentí como mi corazón se rompía mientras caminaba hacia la puerta de abordaje.
Solo quería decirte algo, era algo muy importante que me entere apenas ayer –Sai… Estoy en estado-. Susurre bajito mientras que nuevas lágrimas salían de mis ojos, quería una vida mejor, no quería sufrir más y es hora de salir adelante, por mi y por mi hijo –Adiós…Sai-.