– Te quiero!!! – pronunciar esas palabras había sido su perdición el secreto que tan celosamente había guardado fue revelado por el mismo frente al objeto de su afecto
– ¿Qué dijiste? – Gritó el muchacho parado frente al otro que permanecía inmóvil y con la mirada baja pérdida en algún lugar entre las gotas de lluvia que enmarcaban aquel infernal momento
Habían sido enemigos desde que tenían memoria se odiaban lo único que hacían era pelear en cada oportunidad que se les presentaba Bastian y Dante enemigos naturales era lo que la gente decía y en apariencia así era
¿Cómo habían llegado a esa situación? Por otra de sus comunes peleas comenzó por los gritos de Dante al ver a su mayor rival y a la persona que mas odiaba estrechar entre sus brazos a Elisa una frágil y delicada chica de la que Dante aparentemente había estado enamorado desde siempre en cuanto ella se fue se abalanzo contra el traidor que conocía los sentimientos del otro por aquella mujer
– Bastardo – Grito furioso el de cabellos color chocolate mientras tomaba a Bastian por el cuello de la camisa y le propinaba un fuerte golpe en el rostro – ¿ Porque…porque lo hiciste? Tú ni siquiera la quieres
– Quería alejarla de ti – susurro con el plateado cabello cubriéndole los ojos y sin ser conciente de adonde iba aquello sin notar la gravedad de sus palabras que solo hacían que la furia de su atacante creciera más
De repente un golpe fue a dar a su estomago haciéndolo caer al suelo los gritos y los golpes del otro lo habían llevado hasta aquella situación, el algún punto de aquella violenta conversación perdió el sentido de sus palabras y su cerebro olvido su sentido común soltando aquella apresurada e inoportuna declaración a esa persona de la que había cometido el error de enamorarse esa persona que permanecía de pie sin decir palabra alguna temblando de frío con la ropa pegada al cuerpo debido a la lluvia
– Eso es asqueroso – sentenció con un cruel grito que fue con una daga justo en el corazón de Bastian
– Tiene razón – pensó el peliplata por mucho que le doliera se había enamorado de un imposible de algo que jamás podría ocurrir y era su culpa su único error fue enamorase de otro hombre
– No te me vuelas a acercar – Dijo fríamente el menor de los dos dándole la espalda al otro
– Si – Respondió con las lágrimas amontonándose en sus ojos y cayendo confundiéndose con las gotas de lluvia sentía una punzada de dolor en el pecho mientras sus torturados pensamientos se entremezclaban entre si en una infinita danza de dolor ¿Por qué tenia que ser así? ¿Acaso era una ley que un amor como el suyo debiera pagarse con lágrimas de sangre? Y sufrirse en carne propia a los escasos diecisiete años como lo estaba haciendo el
Sus pasos se aceleraban entre los charcos de agua que al compás de sus pasos que creaban ondas que terminaban en algún lugar lejano , el latir de su corazón lo sentía a los costados de la cabeza sentí como la sangre bombeaba rápidamente sin darle un momento de paz ya que esa sensación le recordaba lo que minutos antes había pasado y a aquel joven que dejo llorando debajo de la lluvia a causa de la peor herida que se puede ser infligida una herida que solo puede ser provocada por la persona amada cuyas palabras pueden ser mas mortales que una daga o mas dulces que una caricia en la mejilla
Se detuvo por fin dejando que su respiración se controlara recordando aquella frase que no paraba de perturbarlo no era la primera vez que rechazaba los sentimientos de alguien pero esa vez fue diferente le dolía, le dolía a ver dicho aquellas frías palabras que dentro de su ser sabia que eran mentiras habladurías para ocultar una verdad aquella verdad que tenia el poder de en un instante bajarlo del cielo hasta el mismo infierno la verdad la cruel y enfermiza verdad era que el correspondía completamente a los sentimientos de Bastian pero no podía aceptarlo era un cobarde y aunque su cuerpo ardía en deseos de tocar el de el de cabellos platas y aunque sus labios lo llamaran inconscientemente en las noches y a pesar de que tras esa mascara de odio e indiferencie se encontraba la inocencia del primer amor y las imágenes llenas de erotismo de un amor adulto a la vez su miedo era demasiado grande le aterraba la idea de ser señalado e la calle por tener sentimientos hacia otro hombre
Cundo la recrimino a golpes el por que de su cercanía con Elisa lo que de verdad quería gritar desde el fondo de su corazón era aquellas palabras imposibles de pronunciar llenas de un tembloroso amor y un creciente temor al que dirán miedo que parecía no estar presente en Bastian o tal vez sus sentimientos eran lo bastante maduros como afrontar lo que pasara
– A pesar de todo – susurro con una voz ronca y con un deje de dolor que no era comparable con el que de verdad sentía – solo soy…un cobarde
Quería correr arrojarse a los brazos de la persona que amaba y decirle suavemente al oído cuanto lo amaba para después entregarse a los deseos de la carne y los sueños que había tenido desde hace años unirse a el refundir sus cuerpos, sentir su piel e impregnarse de su olor pero por mucho que quisiera hacer todo eso su sentido común se lo impedía sus rodillas temblaban de sol pensar en lo que podía pasar si lo vieran junto a su mas grande rival
Tendría que olvidarse de aquel amor que se había clavado con una fuerza incomparable en su alma tendría que rechazar aquel amor que al mismo tiempo lo hacia levantarse todas las mañanas y querer arrancarse la vida
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