Sus manos danzaban por los muslos de Dante ágilmente a pesar de la inexperiencia que poseía , el menor de los dos acariciaba sensualmente la espalda de Bastian dejándose hacer sin remordimientos, el peliplata alejo sus manos de la parte baja y hasta ahora inexplorada de su pareja y comenzó a acariciar su pecho rozo suavemente los pezones de aquel hombre que tanto amaba mientras besaba su cuello y Dante solo tomaba sus hombros tratando de arrancar su piel por la fuerza impuesta en sus dedos por aquel pecaminoso placer que estaba sintiendo.
Por primera vez unieron sus labios era un beso asfixiante así como demandante ambos lo necesitaban y lo sentían mas aun que las promiscuas caricias que se regalaban entre ellos, las manos de Bastian dulcemente descendieron por los hombros de Dante hasta sus manos las cuales tomo cálidamente mientras continuaba su labor en los labios de su amado que dejaba a el de ojos rojos hacer con su cuerpo lo que quisiera como siempre lo había deseado.
Una penetrante luz invadió la habitación obligando a Dante a abrir los ojos lastimándose con los inoportunos rayos del sol que se atrevían a interrumpir su maravilloso sueño al principio se quedo inmóvil en su cama tratando de que aquellas imágenes regresaran para poder aferrarse a ellas que era lo único que podía hacer, trato de unirlas como en una película y amarrarlas a su mente como hacia un ancla a un barco y eso quería ser un barco anclado que siempre permeancia en el mismo lugar, quería siempre estar ahí viviendo entre recuerdos e imágenes que se inventaba para hacer su vida mas llevadera aunque todas fueran una ilusión que la cabo de un tiempo se volvían pesadillas.
Trato de ponerse de pie pero una dolorosa punzada entre sus piernas lo detuvo levanto resignado la sabana ya estaba en edad de despertar ciertas partes de su cuerpo y de producir las sustancia blanca que hizo su aperción por primare vez cuando recordó como se veía el cuerpo desnudo de Bastian en las regaderas de la escuela mientras se bañaba lentamente creyendo que no era observado por nadie y era esa misma sustancia que permanecía manchando las piernas y la ropa de el de cabellos castaños
-¿Ves lo que causas Bastian?- Dijo con un burlándose de si mismo aunque al mismo tiempo hablara en serio tenia tanto deseos de decirle esa frase cara a cara sabia que obtendría una buena respuesta pero justo a eso le tenia miedo tal vez sonara inmaduro pero le tenia miedo al amor un amor tan grande que le dolía que no cabía e su pecho y cuya magnitud lo asustaba y lo hacia sentir pequeño e indefenso por el miedo al no saber cuanto tiempo mas podría controlarse
Lejos de ahí se encontraba el causante de sus pesadillas y sus sueños más dulces su odiada persona más querida
-Por fin te pones de pie- Dijo Ryo entrando a la habitación y viendo a su hermano de pie hacia la ventana y abrochándose una camisa blanca- ¿Vas a salir?
-Es lunes iré a la escuela- dijo indiferente mientras se ponía sus anteojos seguido de un saco camino un poco y paso de largo a su hermano menor este apretó los puños y los labios mientras giraba sobre sus talones listo para iniciar una nueva pelea
-Vas a verlo ¿Verdad?- Grito colérico y con los ojos perdidos en el llanto de impotencia que sentía al no poder recibir a cambio los sentimientos que trataba de regalarle a su hermano a su mas grande y amada obsesión odiaba tanto sus lazos de sangre quería mas anhelaba que su propio hermano lo amara y lo tomara como tantas noches lo había soñado, quería sentir su aliento cálido chocar contras su cuello mientras sus manos lo tomaban bruscamente y ni siquiera le importaba lo enfermizo de aquellos sentimientos que tanto luchaba por hacer realidad
-Eres solo un niño caprichoso que todavía no sabe la diferencia entre el amor de verdad y la obsesión- Dicho eso salió de la habitación dejando a Ryo congelando en la misma posición con varias lagrimas cayendo de su rostro y con una mirada de sorpresa que poco a poco se iba transformando en odio imposible de ver en todos los muchachos de quince años
-Algún día...Serás mío hermano- una sonrisa demente se enmarco su rostro mientras levantaba la cabeza y cubría sus ojos con las manos en un moviento tanto aterrador como enloquecido-
Ambos estaban gritando silenciosamente por encontrarse perderse en la mirada del otro e imaginar las promesas que se harían si la barrera de la inhumana sociedad no quisiera separarlos aquel vago deseo se volvió pronto realidad ahí estaban uno de pie frente al otro con solo unos pocos metros de separación que parecían ser mares enteros
Se miraron sin perder detalle del cuerpo del otro acariciándose con al mirada y deseándose con el pensamiento la tímida sonrisa de Bastian, el sonrojo mal disimulado de Dante una mirada melancólica del de ojos rojos mientras se daba la vuelta dándole la espalda al menor y las palabras desesperadas de este que nunca hicieron aparición fueron lo que enmarcaban aquellas tiste escena ¿Por qué la vida debía ser tan cruel con esa maldecidas almas? Ho fortuna que disfruta con el dolor ajeno y que cuya desagracia humana en su comedia privilegiada ¿seria posible que abrieras tu corazón y permitieras a estos pobres mortales amarse plenamente sin importar que compartieran el mismo cuerpo creado por dios en el principio de los tiempos? Era el ruego que se extendía por todo lo ancho del cielo por aquellos pobres almas desgraciadas que a pesar de todo aun creían que el amor no podía ser solo espinas de una engañosa rosa que atrapaba a hombres y mujeres por igual.
El día paso rápido para ambos solo el echo de poder contemplarse mutuamente de lejos sin que el otro lo supiera era suficiente para hacer los aburridos días escolares mas placenteros para uno y mas dolorosos para otro.
Todos en la habitación poco a poco comenzaron a salir dejando a Dante y Bastian solos en cada extremo del salón caminaron al mismo tiempo a la salida hasta que mutuamente se impidieron el paso atrapados entre las sillas y un librero no sabían si dios les jugaba una mala broma o les daba una oportunidad o tal vez eran ambas
-Déjame pasar- Gruño Dante mientras su alma era desgarrada por cada mordaspalabra hiriente que salía de sus labios pero el sentimiento de culpa fue demasiado grande esa vez y se vio obligado a hacer algo que no hacia muy seguido- Lo siento
-No importa- Dijo Bastian sin dejar ver que esas simples palabras le devolvieron el alma al cuerpo y lo hacían inmensamente feliz-
-No es solamente eso es...el echo de que seas gay no me da derecho a tratarte mal- dijo intentando de mantener la cordura ya que ninguno se había movido de su posición y el dulce olor a lavanda del otro comenzaba a embriagarlo lentamente y al parecer su cuerpo no quería responderle ya que no podía mover ni un musculo
-Yo no soy gay-Dijo el peliplata con una sonrisa amable que termino por destruir las débiles defensas de Dante que en un movimiento brusco se echo hacia atrás antes de hacer algo de lo que pudiera arrepentirse-
-¿De que hablas? Yo soy hombre y dijiste que me...me- La vergüenza no lo dejo continuar se sentía demasiado incomodo diciendo esas palabras-
-Que te quiero y es verdad pero yo no ando por ahí enamorándome de hombres solo de ti-dijo con una mirada llena de cariño enmarcada por sus gafas una mirada que solo poseían las personas enamoradas verdaderamente-
Le dolía la cabeza y su corazón bombeaba a toda velocidad tenia que salir de ahí sus sentidos comenzaban a fallarle y su cuerpo pronto comenzaría a hacer lo que su mente tanto deseaba y no se podía dar ese lujo en un abrir y cerrar de ojos había salido de aquella habitación corriendo a toda velocidad tratando de no mirar a atrás y sucumbir ante sus deseos
Bastian sonrió levantando una bufanda negra con ligeras líneas rojas a los lados y llevándola a su nariz para por primera vez sentir cerca a la persona que mas quería
-Es lindo lo torpe que eres-