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Amor de Chef. por alekey

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Notas del capitulo:

Pues aqui esta el segundo capitulo, espero les guste.

-¿Entonces esto cocina?-. Preguntaba Josué con incredulidad a Linguini.

 

-Claro, mira con atención a Chefcito -. Respondió el pelirrojo al mismo tiempo que Remy comenzaba a preparar un platillo para que lo degustara Josué.

 

Josué miraba sorprendido a Remy, y los movimientos que el pequeño animal hacia eran increíbles, no tardo mucho tiempo en preparar un postre constituido a base de fresas, Remy entrego el postre al rubio, el lo miro con inseguridad, tomo un tenedor y probo la creación de Remy, el sabor del postre era sorprendente, Josué, jamás había probado nada igual en toda su vida, sin duda alguna, esto era lo mejor que haya degustado, el rubio creyó la historia de Linguini.

 

-Bien, ¿Entonces tengo que ayudar a “Chefcito” aquí mientras tu sirves a los comensales?

 

-Sí, así es, y… ¿Te quedas?-. Dijo Linguini frotando sus manos y soltando una pequeña risa nerviosa.

 

-Claro que si me quedo, solo porque tú me lo pides-. Respondió Josué con una voz seductora, el pelirrojo se sintió bien al escuchar esas palabras del joven chef.

 

Los días pasaban y Linguini estaba cada vez más feliz porque Josué ayudaba muy bien en el restaurante, para su parecer aun mejor que Colette, pero en realidad eso no era lo que realmente le agradaba, sino tener a Josué junto a el, el rubio lo atraía como nadie lo hubiese hecho nunca, pero aun continuaba resistiéndose a lo que comenzaba a sentir por Josué, aun no quería aceptar esto, todo fue tan repentino para el, que estaba comenzando a olvidarse de su novia.

 

Esa noche había muchos mas clientes en “Le Ratatouille” que otras noches, todos los miembros del restaurant se encontraban demasiado ocupados las órdenes les llovían como nunca antes, Josué miraba a Linguini cada vez que el entraba en la cocina, se veía muy nervioso y muy atareado, a pesar de eso, para Josué se veía muy tierno. Josué Beker siempre estuvo al tanto de su homosexualidad, siempre sintió atracción de las personas de su mismo sexo, a pesar de ser un chico demasiado guapo, solo había tenido una pareja a lo largo de su vida, pero el había hecho sufrir al rubio por haberlo engañado con alguien mas, pero Josué lo olvido, y se dedico a buscar a alguien con mucho cuidado, para el rubio, Alfredo Linguini era el chico indicado, aunque en un principio a Josué le había importado el físico de una persona, ahora era lo que menos le interesaba, Josué deseaba tener un momento a solas con Linguini, el ya estaba enamorado del joven pelirrojo.

 

Linguini había regresado a la cocina por unos platillos para la mesa siete, estos se encontraban a un lado de donde se encontraba Josué, Linguini tomo los platillos y se apresuro a llevarlos, pero, no se percato de un pequeño charco de agua, el pelirrojo resbalo al pasar por encima de este, dejando caer los platos, también el caería de espaldas, Josué reacciono de inmediato, tomo al pelirrojo de la cintura para frenar su caída, Linguini se dio cuenta de inmediato, este era el sueño que había tenido, el chico de su sueño era Josué, pero esto no era un sueño, esto era real, algo que Linguini quería desde lo más profundo de su ser, ambos chicos se miraron fijamente, el corazón de Linguini latía con más fuerza , sentía que se escaparía de su pecho a su garganta. Josué contemplo los labios de Linguini, en el nació un deseo de besarlo que crecía a cada momento, el rubio ya no pudo más y comenzó a dirigir sus labios a los de Linguini, el pelirrojo se sobresalto al sentir los labios de Josué en los suyos, pero no opuso la mas mínima resistencia, se dejo llevar de inmediato, ningún pensamiento transitaba por su mente, todo lo que quería era seguir besando al joven chef, “¿Pero y Colette?” pensó Linguini después de unos segundos, esto lo hizo reaccionar de inmediato, hizo a un lado a Josué y después se recargo en una pared tomándose la cabeza con su mano derecha, tenía una apariencia de tener nauseas.

 

-Pe…perdona, no fue mi intención molestarte-. Dijo Josué preocupado.- Si quieres despedirme lo entenderé.

 

-No, no descuida, es solo que… esto no es correcto, yo no soy así, tengo a mi novia, además no me gustan los hombres, pero si tu eres así, pues te respeto, no se que me ocurrió.

 

-Perdóname, yo no debí besarte, es solo que tú eres muy…

 

-Por favor no lo digas, mejor vuelve a trabajar-. Interrumpió Linguini a Josué.

 

Remy observo todo desde donde el estaba, comenzó a preocuparse por Linguini, incluso para el esto no era normal, el pequeño roedor quería hablar con Linguini, más bien lo intentaría con señas, pero lo haría cuando llegasen a su departamento, el resto de lo noche transcurrió muy rápido, ya era hora de cerrar, Josué se apresuro a arreglar su área de trabajo para evitar hablar con Linguini, pero aun así le fue imposible no hacerlo ya que él era su jefe, el rubio pensó en renunciar por algunos momentos, pero no podia por el que dirían sus padres.

 

-Hasta mañana-. Se despidió Josué y salió de inmediato sin decir algo más.

 

Linguini llego a su departamento muy cansado por lo ocupado que estuvo el día, se recostó sobre la cama para descansar, Remy tomo una fotografía de Colette, subió al estomago de Linguini y se la mostro, quien solo la miro un momento, después le sonrió a Remy.

 

-No te preocupes Chefcito, no pasara nada.

 

Remy se fue a dormir dejando solo a Linguini, el pelirrojo miraba hacia el techo de su habitación, aun no podía creer que había besado a Josué, que había besado a un chico que muchas chicas desearían besar.

 

-A pesar de todo, me agrado-. Susurro Linguini a si mismo-. Besa mejor que Colette… ¿Pero que estoy diciendo? ¿Qué me pasa? ¡Yo no soy gay!

 

El pelirrojo se quedo profundamente dormido después de pensar en el chef rubio, pero por cada minuto que transcurría, pero por cada minuto que transcurría, Alfredo Linguini deseaba besar a Josué nuevamente, aunque su conciencia le dijese que no debía hacerlo, deseaba estar otra vez en sus brazos.

 

Josué miraba por la ventana hacia la Torre Eiffel, se sentía muy desilusionado, “¿Y si me despide?” se imaginaba a Linguini despidiéndolo, “Pero ¿Por qué tenía que gustarme él?” lo mejor sería dormir y después encargarse de lo demás, tal vez sería hora de buscar otro empleo en otro restaurante.

 

Los primeros rayos del sol iluminaban la habitación de Josué, el rubio despertó como todas las mañanas con su miembro erecto, no pudo resistir la tentación de masturbarse, tomo su miembro y comenzó a darle un suave masaje, al mismo tiempo que hacia esto, su imaginación comenzaba a crear situaciones eróticas, en las que participaban Linguini y el.

 

-¡Oh!... ¡Sí! ¡Linguini!-. Decía Josué entre jadeos.

 

El rubio inicio un lento sube y baja alrededor de su miembro que pasando los segundos hiba aumentando la velocidad, Josué llego a su límite derramando su liquido derramando su liquido alrededor de su mano y sobre la cama, intento relajarse un momento para recuperar un poco el aliento, se levanto de su cama para irse a dar una ducha y después ir a su posible ultimo día de trabajo, pero aun así, le hubiera gustado tener algo con el pelirrojo.

 

El camino hacia el restaurant era el mismo que Linguini tomaba todos los días, pero ahora este era interminable, quería ver a Josué, ya había tomado una decisión, quería ver al rubio para hablar con el.

 

-Ho…hola Josué-. Saludo Linguini muy nervioso.

 

-¡Ah! Buenos días-. Respondió el rubio.

 

-Qui…quisiera hablar contigo.

 

-Si quieres despedirme, lo entenderé…

 

-No es eso, sígueme-. Dijo el pelirrojo, después miro a Remy.- ¿Podrías dejarnos a solas un momento Chefcito?

 

Linguini dirigió a Josué a la cocina, ahí podrían hablar y nadie los interrumpiría, los dos chicos se miraron fijamente, el silencio iba y venía, el pelirrojo intentaba decir algo que nunca imagino que diría a un chico.

 

-E…escucha, jamás m…me había ocurrido esto, y pues, que extraño se escuchara esto, la verdad tu me gustas mucho, n…no entiendo realmente que me ocurre, tal vez solo sea algo pasajero, o quizá solo quiera experimentar y me preguntaba si tu quisieras…

 

-¿Salir contigo?-. Interrumpió Josué, el pelirrojo asintió sonrojándose fuertemente, el rubio sonrió y se conmovió al verlo tan tierno e inocente.- ¿Pero que hay con tu novia?

 

-No tiene por que saberlo, solo no le digas a nadie, esto es algo extraño, ya que voy a engañarla contigo.

 

Josué se sintió extraño al acceder salir con Linguini cuando este aun tenia a Colette, pero también se sentía feliz porque tendría la oportunidad de estar con el joven pelirrojo, recordó la traición que él había sufrido, pero este caso era diferente, en este caso la chica esta en el lugar en la que él estaba, ella era la engañada. Esta misma noche, Josué quería llevar a Linguini a su casa, quería una noche especial.

 

-O…oye Linguini-. Dijo Josué.- ¿Tienes planes para esta noche?

 

-No, no tengo ninguno, ¿Por qué lo preguntas?

 

-¿Quisieras ir a mi casa esta noche?-. Pregunto el rubio, Linguini pareció dudar un momento.- Mis padres no estarán, podríamos ir a cenar, ¿Qué dices?

 

-Si, vamos-. Respondió Linguini, Josué tomo al pelirrojo por la cintura, lo acerco a el cuidadosamente y lo beso tiernamente, Remy los vio besarse, no podía creer lo que estaba viendo, se sintió desilusionado por Linguini, pero también se sintió triste por Colette, ¿Qué pasaría si ella se enterara?

 

La noche llego más rápido de lo que el pelirrojo hubiera pensado, después de cenar, Linguini le dio la indicación a Remy de que se marchara a su departamento, después, los jóvenes se dirigieron a casa del rubio, Linguini aun no podía creer lo que estaba haciendo, pero esto ya no podía pararlo, su deseo de estar con Josué era mas grande que cualquier otro sentimiento que pudiera tener, aunque no lo quería, se estaba olvidando de su novia.

 

El hogar de Josué era enorme, aun vivía con sus padres, pero ellos estaban de viaje en el extranjero, Josué dirigió a Linguini hacia la sala de estar, lo invito a tomar asiento para charlar un poco. Las anécdotas del pelirrojo eran muy interesantes, eso pensaba Josué, al igual que tristes, ya que el pelirrojo le conto acerca de la muerte de su madre, Josué también le conto acerca de su vida, de su niñez, su escuela, en fin de todo, pasaron un par de horas en solo platicar, Josué se dio cuenta de que se estaba enamorando mas y mas de Linguini.

 

-Oye, ¿Tienes hambre? Iré a preparar algo de comer, espérame aquí, si quieres enciende el televisor-. Dijo Josué, se levanto y se dirigió a la cocina.

 

Linguini estaba nervioso al estar ahí, después comenzó a sentirse un inútil al no ayudar a Josué, se levanto y fue a ofrecerle su ayuda.

 

-Disculpa, me siento un bueno para nada ¿Puedo ayudarte en algo?-. Dijo Linguini al entrar en la cocina.

 

-No te preocupes, ya casi esta lista la cena-. Respondió Josué, después llevo la cena al comedor, el rubio sirvió dos copas de su mejor vino para acompañar su platillo, después de cenar Linguini llevaba su quinta copa de vino, y el alcohol comenzaba a subírsele a la cabeza, el pelirrojo no tenia control sobre las bebidas alcohólicas, después de casi terminarse la botella, estaba completamente ebrio, e incluso hablaba con incoherencia.

 

-Por… por favor ¿Me sirves un poco más?-. Dijo Linguini, Josué ya no quiso darle más vino, y el pelirrojo se torno algo molesto-. Por favor dame un poco más.

 

-No, ya estás muy ebrio-. Siguió reusándose Josué, Linguini dejo de pedir vino, el rubio miro a Linguini, se veía muy tierno en ese estado, sus mejillas estaban completamente rojas, tenía la mirada perdida, y se reia mucho.

 

Linguini se levanto y fue hacia Josué con pasos torpes, al llegar junto a el, comenzó a besar y a lamer el cuello del rubio, Josué sentía un fuerte y excitante cosquilleo, su miembro se estaba comenzando a ponerse duro, el pelirrojo comenzó a masajear el pene de Josué por encima de su pantalón, el rubio tomo a Linguini y lo llevo a un sofá, ahí hizo que el pelirrojo tomara asiento, después el rubio desabotono la camisa de Linguini y comenzó a recorrer el pecho del pelirrojo con su legua dejando un fino rastro de saliva tras su paso, antes de llegar al cuello, Josué escucho unos leves ronquidos, se aparto un poco de Linguini, quien ya estaba profundamente dormido.

 

-Que inocente eres-. Dijo Josué soltando una pequeña risa, tomo a Linguini en sus brazos y lo llevo a su habitación, ahí, lo recostó sobre su cama, le retiro sus zapatos cuidadosamente, Josué se quito los pantalones y su camiseta para dormir, ya que acostumbraba a dormir solo en ropa interior, se recostó a lado de Linguini, lo abrazo, y depues de unos momentos el también se quedo dormido.

Notas finales:

bueno, este fue el segundo capitulo, espero lo hayan disfrutado, espero sus comentarios.


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