Ambos se miraban, ninguno decía nada. La lluvia no dejaba de caer, volviéndose cada vez más recia, golpeando con fuerza el cristal de la ventana. El silencio parecía eterno, ninguno decía nada ni tampoco parecía que lo romperían. La habitación se iluminaba por momentos gracias a los relámpagos que caían.
Se miraron a los ojos, negro y azul. Se acercaron un poco, sin despegar la vista del otro. Un relámpago iluminó toda la estancia, dando un toque misterioso a la situación que estaban viviendo Zhetis y Luffy.
Entonces, el pelinegro mayor recordó la razón principal de su visita. Miró a todas partes como buscando algo. Luffy lo miró inquieto y lleno de curiosidad. Zhetis podía sentir que aquella extraña presencia se estaba acercando, entonces, miró al pequeño frente suyo y serio, se preguntó si debía contarle la razón de su presencia, pero ¿Qué pensaría?
Un ruido, miró a la ventana. No lo dudó más. Tomó al chico por los hombros y lo miró serio. Luffy se sorprendió por aquel acto y trató de decir algo pero la voz del otro lo interrumpieron antes de decir nada.
- Escucha, hay algo que está detrás de ti, debes marcharte lo antes posible o de lo contrario será demasiado tarde.
- Pero, está lloviendo y además…
- Yo me encargaré de distraerlo hasta que salga el sol. Cuando eso pase, deberás marcharte lo antes posible, no debes permanecer o tu vida correrá peligro.
- Pero ¿Por qué?
- Solo haz lo que te digo o de lo contrario morirás. Anda, no lo pienses. Faltan tres horas para el amanecer, yo me encargaré de distraerlo hasta entonces.
- Yo…
- No lo dudes.
Apretó el agarre. A Luffy le comenzó a doler y soltó un leve quejido.
- Escucha, debes marcharte…
- ¿Por qué?
- Ya te lo dije.
- Pero quiero que me lo digas todo.
Se empeñó el chico. Zhetis no le quedó de otra. Debería decirle la verdad si quería salvarlo.
- Soy un vampiro.
Soltó sin rodeos. Luffy se le quedó mirando sin creerlo. Debía estar bromeando. Al ver el estado del chico, Zhetis se desesperó.
- Escucha. Aquella noche en que te encontré, tuve ganas de beber tu sangre, pero no lo hice, ahora, tu corres un gran peligro. Hay otro ser que está detrás de ti y si no huyes ahora será demasiado tarde para ti. Ese ser se encargará de hacer contigo lo que yo no hice. Beberá hasta la última gota de tu sangre y morirás. ¿Es eso lo que quieres? ¿Morir en manos de un ser inmortal bebedor de sangre?
- Yo…
No sabía que decir o hacer. Era verdad, estaba asustado y confundido, pero la sola idea de no volver a ver a aquel vampiro lo ponía triste.
Zhetis no esperó a que Luffy dijera algo. Se dirigió a la ventana dispuesto a retrasar al que perseguía a Luffy. Brincó por la ventana ante la mirada del chico. No tuvo que buscar mucho. Ahí, frente a el, se encontraba aquel pelirrojo. Sus miradas se encontraron.
- ¿Cuánto tiempo, Zhetis?
- Igual, Ghornat
- Sabes que odio ese nombre.
- No me importa.
- Bien, pero, debo decir que he sentido la presencia de ese ser y su sangre me resulta tentadora.
- No te acercarás a el.
- No has bebido su sangre y además lo defiendes con tu vida, eso me dice que te has enamorado de ese mortal.
No dijo nada. era verdad, pero no iba a permitir que aquel vampiro se le acercara.
- Te detendrá a como dé lugar.
- Lo veremos, mi viejo amigo. Los tiempos son diferentes, no soy el mismo de hace cien años.
- Lo se, yo tampoco.
Así, una lucha entre dos inmortales dio inicio.