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El presente es lo importante. por Kaikai

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Notas del fanfic:


Hola volvi... [es la tercera vez que escribo esto, la página no me funciona bien ¬¬]

en fin... aqui está este nuevo fic, que tendrá 10 capítulos.


Siento haberme retrasado, pero entre problemas, nuevos hobbies y otras cosas no pudee scribir aparte que la inspiración se me quizo ir... pero la atajé XD


Lo terminé ayer en la noche y lo subo hoy, puke es el cumple de mi queridísima Saku~ *O*


Te queru!


Había pensado en hacer un one-shot para San Valentín, hasta tengo la idea, pero ahí veré como me organizo... por que aparte aún tengo que terminar el Mpreg, KaixUruha... que subiré después.


Por esto mismo, actualizaré una vez a la semana, para tener más tiempo para escribir y para no comprometerme a hacerlo más veces sabiendo que no podré hacerlo.


Como siempre, dejen reviews... que como siempre los contestaré feliz!

Notas del capitulo:

Por casualidades de la vida Kai y Ruki se conocen.


Kai es un chico profesional y con confianza en sí mismo.


Ruki es ilustrador y muy tímido.


¿Podrá surgir algo entree stas dos personas tan diferentes?

~ * ~ * ~

Para todas quienes sean de Chile, específicamente de Santiago!


Gazeadiktos~ está organizando un evento para el sábado 6 habrá especiales de The Gazette, Dir en Grey y MUCC


Habrán bandas en vivo: The Sickness, Erotic Dolls y strigoi code


Las entradas estan a $2.000 la preventa [en el euro]

puerta $2.500

y GOLDEN $ 3.000 que te permite participar en el sorteo de un CD original de the Gazette


Para más info, pasen por aqui... http://www.fotolog.com/thegazettechile


Ese día andaré dando vueltas por ahí, puke soy parte del staff
[***]


Kai estaba obnubilado, por aquel chico que estaba sentado en esa mesa.

No podía ser él, aunque no podían ser tan parecidos…

Se acercó, lentamente, el otro chico estaba solo sentado en una mesa junto a una ventana, mientras miraba a través de ella, revolviendo un café. Rodeó la mesa y se sentó en otra que estuviese de frente al chico.

Lo estuvo mirando por horas, el chico parecía esperar a alguien que nunca llegó. A eso de las 8 de la noche, lo vio llamar al mesero, pagar lo único que había sido consumido, el café y poniéndose de pie procedió a salir del lugar.

Kai también hizo lo mismo y lo siguió por algunas cuadras, hasta que el chico, hizo parar un taxi y se subió en él, desapareciendo al alejarse del lugar. Kai no alcanzó a reaccionar cuando el auto ya había desaparecido.

[***]


Estaba agotado… acababa de salir de la oficina, lo único que deseaba era ir a su departamento, pero recordó algo. En su departamento no había nada, o sea había muebles y esas cosas, pero nada de comida… aquel día en el desayuno lo único que había consumido era un café solo, ni siquiera con azúcar porque no había.

Amaba cocinar, pero le cargaba ir de compras, tantas personas reunidas en un solo lugar era causarle un colapso total, en el pasado su ahora ex-novio era el encargado de hacerlo.

El amaba verlo cocinar y por eso siempre la alacena estaba llena de ingredientes para que Kai cocinase, mas después de la separación todo se volvió lo contrario.

Ese día en la mañana se había encontrado un yogurt vencido desde hacia dos meses y una leche que estaba cuajada de tan mala que estaba.

Ruki estaba tras un carrito de las compras, tratando de alcanzar un tarro de conservas que estaba en lo más alto de un estante.

Kai lo vio alzarse en puntillas e incluso saltar un poco para alcanzar, pero no pudo.

Lo miraba desde lejos, sonrió y se acercó y como si fuera lo más normal de este mundo tomó la lata y se la pasó, en la mano mirándolo a los ojos.
-gra-gracias –le dijo el bajito, con un sonrojo que se le hizo muy tierno a Kai.
-de nada –le respondió Kai sonriéndole –que estés bien – y se marchó hacia otro pasillo.

Ruki se quedó mirando a aquel chico que amablemente le había ayudado. Normalmente no llamaba la atención, era un chico más bien tímido, a quien la gente nunca notaba. Le gustaba dibujar y eso era lo que hacía, ilustraba cuentos e historias que otros escribían. Dibujar para él era su modo de escape de la realidad. En sus dibujos el era rey o caballero, a quien alguien amaba por sobre todas las cosas, pero lamentablemente al mirar a su alrededor todo su mundo de magia e ilusiones se venia abajo, vivía en un mundo en donde a nadie le importaba… jamás había tenido un novio, siempre lo habían considerado menos por ser bajito y aún más cuando se dieron cuenta que prefería a un chico que a una chica. Las únicas personas que habían estado junto a él habían sido su madre y su mejor amigo Uruha.

Salió de su ensimismamiento cuando sintió su teléfono vibrar, lo sacó de su bolsillo y sonrió… era Uruha.

A Kai ese chico le había parecido lo más adorable que hubiese visto en mucho tiempo. Era cierto que era extremadamente parecido a su ex novio, pero apenas lo miro a los ojos notó que era absolutamente distinto a su ex.

[***]


Estaba exhausto y aún le quedaban como mínimo cuatro cajas que subir. Ruki se estaba mudando a un nuevo departamento, se había decidido a comprar su propio lugar y había encontrado un edificio no muy grande, pero con departamento muy acogedores, que lo termino convenciendo, pero la mudanza se estaba haciendo horriblemente agotadora. Ya había subido por lo menos diez cajas, pero aún quedaban otras tantas en el camión de mudanzas.
-¡agh!, ¿quién me manda a tener tantos libros? –se preguntó mientras cargaba una caja enorme que apenas le permitía ver por donde iva.

Kai caminaba apuradamente, se había quedado dormido, ni siquiera había tomado desayuno y corría por el pasillo rumbo al ascensor, mientras contestaba e celular que insistentemente sonaba en su maletín, sin fijarse por donde iva.

Ruki intentaba equilibrar dos cajas que eran las últimas que le faltaban, por lo que no vio cuando aquel sujeto alto, sin fijarse lo chocó, tirando las cajas que llevaba sobre sus brazos y por ende salió volando todo su contenido, miles de dibujos hechos por Ruki.
-lo siento, lo siento… no fue mi intención tirarlo todo – se disculpaba Kai a la vez que se agachaba para ayudarle a recuperar las hojas que había tirado.
-n-no, no hay pro-problema –estaba extremadamente nervioso, el chico que se presentaba frente a él era extremadamente guapo.

Kai terminó de recoger lo que se había caído, cuando miró detenidamente lo que había en las hojas.
-wooo- exclamó sorprendido y maravillado por lo que veía- ¿tú dibujas todo esto?
-eh, eh, sí –dijo avergonzado – no son los m-mejores que he hecho, pero-
-¿de qué hablas? –lo interrumpió Kai-ésto es buenísimo – elevó la vista y se fijó en quien tenía al frente, no lo podía creer… era ese chico con el que ya se había encontrado tres veces… entonces recordó.

Si te encuentras con alguien una vez es casualidad,

Si te la encuentras dos veces es coincidencia,

Pero si te la encuentras ya tres veces es el destino que los une.


Y estaba de acuerdo… definitivamente era el destino que jugaba con él.
-mucho gusto –Kai le extendió la mano a Ruki a modo de presentación –mi nombre es Kai, vivo en el 306

Ruki se sonrojó violentamente, aquel chico lo miraba fijamente a los ojos, sentía como si lo estuviera analizando.
-ho-hola-habló bajito Ruki, por lo avergonzado que estaba-s-soy Ruki… viviré en el 304.
-ohhhh, entonces seremos vecinos –le dijo Kai sonriéndole, de repente sonó su celular, lo sacó para contestar- disculpa es una llamada importante- le dijo a Ruki y se giró para contestarla.

Ruki miró la espalda del otro y tomó sus cajas.

Kai cortó el teléfono y se giró para despedirse del nuevo vecino, pero no lo encontró. Sonrió para sí mismo… así que ahora seremos vecinos, interesante-pensó.

Ruki cerró la puerta atrás de sí, había huido, como siempre hacia cuando alguna situación le atemorizaba o le avergonzaba. Ese chico había alabado sus dibujos, esos dibujos personales que nadie más había visto.

Su corazón latió rápidamente, se llevó la mano al pecho y se sonrojó aún más.
No puede ser –pensó-no me puede estar gustando él, apenas lo conozco.



Kai trabajaba en una empresa de publicidad y diseño, por lo que cuando le presentaron el proyecto para la edición aniversario de una importante empresa que quería a un dibujante, no dudo siquiera en pensar en Ruki

Aquella noche estaba bastante tranquila, al fina había terminado de ubicar todo en su nuevo hogar y estaba sentado en un sofá mirando la ciudad que desde su ventanal podía verse, tenía en la mano una taza de te. Llevaba así un buen rato cuando escuchó el timbre, se levantó lentamente y arrastrando los pies con algo de sueño abrió la puerta sorprendiéndose gratamente al ver quien era.

Kai subió alegremente a su departamento de vuelta de su trabajo, entró, dejó sus cosas en su cuarto se dio una ducha y cogió de la cocina algo que había cocinado la noche anterior y que no había comido: una tarta.

Cruzó hasta el departamento de Ruki y tocó el timbre, espero unos momentos cuando la imagen algo destartalada de Ruki se hizo presente abriendo la puerta.
-hola, buenas noches- le dijo Kai sonriéndole amablemente.
-bu-buenas noches –respondió algo cohibido Ruki.
-me preguntaba si me invitarías a un café para acompañarlo con la tarta que traje para tu bienvenida –seguía sonriéndole amablemente, ese chico en verdad le agradaba, no sólo por parecerse a su ex-novio sino que también parecía una buena persona.

Ruki sonrió por primera vez frente a Kai, sus ojitos se achicaron cuando lo hizo y alegremente se hizo a un lado dejándole espacio a Kai para entrar, se encontraba feliz, por primera vez alguien le daba la bienvenida.

Esa noche fue el comienzo todo, comieron alegremente, Ruki se mostraba mucho más abierto a hablar sobre sí mismo, así fue como Kai se enteró de que Ruki por muy pequeño que pareciese tenía ya 22 años y que era ilustrados de historias o cuentos.
-mh, era de eso de lo que quería hablar contigo también –le dijo Kai mirándolo.

Ruki alzó su vista sorprendido.
-hablar… ¿de-de qué?
-veras… soy publicista y esta tarde uno de los clientes me ha pedido que un dibujante haga el diseño de la edición aniversario de su producto.
-…-
-y… como hoy en la mañana he visto tu trabajo, me preguntaba si te gustaría ser parte del proyecto.

Ruki se quedó procesando la información en silencio. Eso era más de lo que hubiese hecho en su vida.
-pe-pero…
-¡no! –exclamó Kai- no aceptaré ningún pero, ni un no.
-no soy lo suficientemente bueno.
-¿de qué hablas?... los dibujos que vi hoy eran excelentes.

Ruki se sonrojó visiblemente frente a lo dicho por Kai, quien siguió hablando.
-hasta ahora y créeme que he visto muchos dibujantes a lo largo de mi trabajo, nunca había visto que alguien plasmase de ese modo una idea en el papel.

Ruki bajó su mirada y susurró.
-su-supongo que no me puedo negar.

Kai lo miró sonriente y se levantó de su puesto caminando hacia Ruki. Se agachó hasta quedar al nivel de la silla en que estaba el otro, extendió su mano y levantó con ella el rostro de Ruki.
-lo hago porque sé que eres bueno… ¡convéncete!

Ruki lo miró, estaba muy sonrojado y parecía querer llorar.
-¿d-de verdad?
-por supuesto que sí… ¿acaso nadie te lo ha dicho?
-so-sólo mi madre y Uruha.

-¿Uruha? –pensó Kai-algo dentro de él se estremeció y sin pensarlo sus pensamientos se hicieron palabras.

-¿Uruha?
-¿ah?... sí, Uruha… él es mi mejor amigo, pero no vive aquí, él vive en Kyoto.
-ahh.
-iré por mas café, ¿quieres más?
-está bien.

No comprendía porque se sentía así, al salir de casa de Ruki y volver a su departamento, pensó que se le pasaría aquella sensación de quietud y confortabilidad que le generaba Ruki cuando estaba junto a el… pero no fue así
Notas finales:
¿les gustó?


Nos vemos el prox lunes~

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