Las saladas lgrimas bajaban velozmente por aqul terso rostro que ella siempre haba anhelado en sueos algo impuros. Imaginando, lleg al punto en que dese que aquellas lgrimas fueran por ella… claro que despus se arrepentira si as fuera. Sin embargo, las lgrimas y los sollozos no cesaban an; sinceramente, aquella situacin era devastadora por si misma. Llevaba cosa de cuatro aos siendo la mejor amiga de aquella chica frente a ella que no paraba de llorar, y an no poda hacer que su llanto se detuviera? Simplemente aquello no estaba bien.
Y la chica, que pareca ms una pequea e indefensa nia, segua llorando amargamente, como si sus lgrimas an dieran para ms. Aquello le fastidiaba. No es que fuera el simple hecho de verla llorando ah en medio de su propia habitacin, pero, Por qu no era capaz de hacer algo para que aquella tortura que reciba se detuviera? Fcil: por que no sola ser tan sutil como ella, su tacto al hablar era casi tan nulo como el conocimiento que tena su amiga sobre los sentimientos que dentro de su corazn crecan.
Delicadamente, retir algunos cabellos castao oscuro que se pegaban a la frente de su amiga, que segua llorando. No poda ser ms doloroso ver aquello, razn por la cual arda en celos y furia enfermiza.
— Por qu? —Gimi su amiga; sus cafs ojos se abrieron, derramando ms lgrimas que opriman su corazn— acaso no soy lo suficientemente buena?
Eres ms que perfecta! —habra dicho ella—si yo estuviera en el lugar de ese intil, te amara con toda el alma. Pero no lo hizo. No era falta de valor, no era vacilacin, no era que no se atreviera! Era quiz, el miedo al rechazo. El miedo a cagar la situacin y alejar a la mejor amiga que haba tenido en aos. El simple miedo de recibir una mirada asqueada como respuesta.
— Por qu siempre a m? —Solloz de nuevo la otra chica— es que acaso nunca nadie me podr querer?
—Yo te quiero—le susurr tiernamente. Sus ojos miel se entornaron en los cafs de ella, por donde no dejaban de emanar ms lgrimas brillantes como si sus ojos se tratasen de pequeas fuentes.
— pero eso no es suficiente! —Replic la nia de ojos cafs— es amistad, no amor puro! Yo solo quiero ser amada por alguien… acaso es mucho pedir? No digo que no me alegre lo que dices… soy tu amiga, no? supongo que debes de quererme…
Apret los puos y desvi su mirada a la ventana de su habitacin. Su cabellera corta color castao claro le cubri el rostro, esperando que la menor no viera la mirada desdichada que se posaba en su rostro. Por eso precisamente no deca nada, por eso precisamente prefera callar sus absurdos sentimientos. Ella crea una y otra vez que cada que deca esas palabras sinceramente, cada que susurraba un dulce Te quiero lo deca por la amistad que las una. Siempre ignorando la verdad en aquellos sentimientos confesados, ms cuando era sincera y lo confesaba en serio, su amiga lo tomaba en sentido amistoso, y desgraciadamente jams haca nada por plantear bien las cosas.
—Quiz el amor no se hizo para mi —murmur su amiga sentada en su cama, abrazando sus piernas en un vano intento de protegerse a s misma—Quiz… quiz debera volverme asexual…
—No necesitas el amor para ser feliz—replic ella—. Adems, Haruna, t ni siquiera sabes el significado de ser asexual…
Por alguna desconocida razn, se encontraba ahora bastante enojada. No solo quera romperle la cara al imbcil que haba hecho llorar a su querida Haruna, si no que tambin quera molestarse consigo misma y con su amiga por lo idiota que poda llegar a ser en ocasiones.
— lo se, joder! —Musit Haruna— Cuntas veces no me lo han dicho? No necesitas el amor para ser feliz! Quieres hacer el favor de dejar de decir frases tan clichs…? Estoy harta de ser siempre sermoneada con lo mismo…
—Haruna… —murmur ella, entre cansada y consoladora.
La chica se ech a llorar de nuevo como si le hubieran roto el corazn por segunda vez. Ella no poda soportarlo, no poda soportar ver a su amiga sufriendo y quedarse como idiota sin hacer nada para remediar la situacin!
La estaba alcanzando su punto maximo definitivamente. Se levant, anduvo por su habitacin y, finalmente, lo nico que dijo result ser lo menos apropiado y lo que terminaba diciendo todo el tiempo.
— a quin tengo que romperle la cara? —Bram.
Como por arte de magia, las lgrimas de Haruna se detuvieron sbitamente. No haba sido la mejor idea, pero con tal de que su amiga dejase de llorar, hasta se vesta de payaso… aunque era mala idea: Haruna tema a los payasos.
—A nadie —dijo resignada la castaa.
No caba en su incredulidad; le daba la opcin a su amiga de romperle la cara al idiota ese, y ella lo rechazaba. Por qu? Era lo ms justo: a Haruna le haban roto el corazn, la cara le pareca el precio justo a pagar.
— Por qu?! —Bram de nueva cuenta, ms exaltada— te hacen sufrir y an as no piensas hacer nada?! Por qu siempre terminas defendindolo?! Es que t eres idiota o masoquista?!
Y las palabras se le salieron por la boca sin que ella lo quisiera. Se la tap al instante y aquellas nuevas palabras hirientes que estaban a punto de salir de sus labios se perdieron en una mirada suplicante y culpable. La mirada de Haruna no le pudo hacer ms dao del que sabia haba causado ya. La menor la haba mirado con un odio y rencor que no sola dedicar a casi nadie.
Haba sido quiz por ser su mejor amiga quin se lo haba dicho?
Detuvo sus pasos en su habitacin cuando Haruna volvi la vista a las sbanas de la cama y empu sus manos tomndolas entre ellas.
— Por qu? —Pregunt de nuevo la castaa— no lo entiendes? Quiz soy idiota, si, lo admito. Pero no tienes que romperle la cara a nadie, Chizuru; a final de cuentas fui yo la que se ilusion, fui yo la que se desilusion tambin. La culpa de todo aqu la tengo yo… y siempre la tendr, por eso l no tiene nada que ver… nunca podr ser amada…
Aquellos lamentos le dolan en el alma, pero que poda hacer? No lo saba! A ella nunca le haban roto el corazn como incontables veces se lo haban roto a Haruna, sus experiencias sentimentales haban sido todas tan superficiales que no servan de ayuda alguna.
—Lo peor del caso—prosigui Haruna—, es que ni siquiera tengo el valor de odiarlo… me odio a m, pero al l no puedo evitar el no odiarlo…
Ah fue donde definitivamente Chizuru ya no pudo soportar mucho ms aquella tortura personal que llevaba apenas hora y media.
— Por qu lo sigues queriendo?! —Vocifer en un arrebato de celos— no lo ves?, para l no eres ms que una nia a la que nunca podr corresponder; tan solo estas alimentando su ego de hombre imbcil!
El llanto de Haruna que se haba detenido comenz de nuevo con ms dolor que con anterioridad. Chizuru estaba completamente nerviosa ante la crisis emocional que amenazaba con apoderarse de su mente. El cmulo de emociones que no la dejaban pensar le oblig a cometer el ms grande error que pudiera haber hecho. Una cachetada volte completamente el rostro de Haruna mientras sus lgrimas salan a borbotes. Chizuru lo lament don la mirada y, ocultando su boca entre sus manos, derram tambin algunas lgrimas mientras se disculpaba atropelladamente.
Los flecos de Haruna cubran en su totalidad sus ojos. An despus de ese golpe que la haca reflexionar medianamente, no era capaz tampoco de odiar en su totalidad a Chizuru tanto como la rencorosa parte de su ser deseaba odiarla. Al contrario, quiz la apreciaba ms que nunca.
Chizuru se compadeci de su frgil amiga y rpidamente apres a la menor en un abrazo protector y clido, de esos que solan tranquilizar a Haruna. Las lgrimas seguan fluyendo y las pequeas manos de Haruna se aferraban con desesperacin a su blusa y la arrugaban en su impotencia de no poder ser capaz de hacer las cosas bien y mirar la vida con madurez.
Y dejndose llevar por aquellos deseos de amar febrilmente a Haruna, Chizuru comenz a repartir besos por sus cabellos, por sus mejillas, luego por su frente y…
Haruna segua llorando, por lo menos hasta que se dio cuenta de lo que haca Chizuru. La besaba, sus mejillas, su frente, sus cabellos… un momento, Por qu la besaba en primera instancia? Por qu la besaba de aquella forma… como si tratara de decirle que la quera como algo ms…? Eran amigas no? Adems… eran chicas. No es que tuviera prejuicios contra las lesbianas, pero… y Chizuru?
Sus ojos, por los que an se desbordaban las lgrimas, se abrieron desmesuradamente cuando tras un impulso, su amiga bes sus labios. Y eran tan absolutamente extraa para ella la situacin como ver a alguien besando a un perro; los labios de Chizuru se posaron sobre los suyos y sentan tan clidos y llenos de amor que Haruna, en su inexperiencia y torpeza comparable con la de una nia, no fue capaz de corresponder al beso. Y ni siquiera estaba segura de que quera corresponderlo.
Por una fraccin de segundo, la conciencia volvi a la mente de Chizuru. Abruptamente se separ de los labios inmviles de Haruna y se levant sbitamente como si la cama ardiera como el infierno. Se haba dejado llevar por el impulso y no estaba segura de lo que acontecera despus.
En su irresponsabilidad de no afrontar las consecuencias de sus actos, sali apresurada de su habitacin, dejando a Haruna sola, quin haba dejado sus labios al aire con torpeza y haba bajado la mirada, ocultando sus ojos bajo su fleco, abandonndola en medio del llanto y la confusin. Baj las escaleras y se refugi en la cocina en busca de algo que le ayudara a olvidar lo ocurrido momentos atrs.
Desesperada, sin saber exactamente que hacer, comenz a buscar el tarro de las galletas por la cocina como una posesa. Cuando lo encontr, le pareci extrao que estuviera haciendo algo tan tpico de Haruna cuando la ansiedad era mucho ms fuerte que su fuerza de voluntad.
Ahora, mientras coma galletas de chocolate y se relajaba, se planteaba muchas cosas. Qu demonios haba ido a hacer? Por qu de pronto, en la situacin menos favorecedora, vena a cagar las cosas por dejarse llevar por sus impulsos? Y, lo que ms le preocupaba, Cmo reaccionara Haruna? Le correspondera, se alejara de su vida para siempre, lo pensara? Qu demonios dira?! Y precisamente por eso haba huido a la cocina, para no recibir el seguro rechazo. Haba salido huyendo como una completa cobarde dejando atrs a Haruna para que terminara hundindose en un mar de lgrimas y confusin que no se sabra explicar por si sola.
Estpida, si, haba sido una estpida! Ahora, con que cara iba a ver a Haruna? Peor an, Cmo la mirara? Cierto que su amiga no tena prejuicios con las lesbianas —y, de hecho, hasta le caan bastante bien— pero… que de pronto su mejor amiga la besara deba ser perturbador no…?
Chizuru perdi la nocin del tiempo pensando que tan mal reaccionara Haruna. Al principio pens que la rechazara digna y sutilmente, como cualquier persona querra; pero conforme pasaba el tiempo se le ocurran las maneras ms crueles y desdichadas en las que su Haruna, su querida Haruna, sera capaz de rechazarla. Sin embargo, abstrada en su propia desgracia, no not que la menor la miraba tmidamente y con la mirada baja desde el marco de la puerta hasta que la chica, en un intento sigiloso de acercarse a ella, tropez con la mesa al centro de la cocina.
Esa era la realidad: su Haruna era tan torpe como un nio pequeo. Era tan llorona, tan infantil, tan Haruna, que no poda evitar amarla con ms fervor del que ya haca. Incluso si la muy torpe intentaba acercarse a ella y patticamente tropezaba con nada, la haba amado as, con su ternura y su torpeza durante casi 4 eternos aos en los que hasta aqul da no haba hecho ningn movimiento para que su amiga se diera cuenta de sus sentimientos. 4 largos y tortuosos aos en los que finalmente al haber seguido sus impulsos su pecho lata en una vorgine de inconfundible calma y esperanza.
—As que… —comenz Haruna, pero no continu. Se senta tan pequea, tan estpida, que la sola situacin bastaba para intimidarla y avergonzarla al punto de evitar a toda costa la mirada de Chizuru, an sabiendo que la mayor no mostraba inters en mirarle.
Haba dejado de llorar y al menos eso atenu su preocupacin, pero eso no era suficiente para que se atreviera a mirarla a los ojos, no era suficiente para soportar el temor que reflejara la mirada de su amiga. Un silencio tenso se apoder de la cocina, pero por ms incmoda que se senta con ello no quera ser quin tuviera que romper el silencio con alguna idiotez que probablemente saldra de sus labios. No quera enfrentar su responsabilidad de haberla besado.
Haruna se aclar la garganta, que tras un buen rato de estar llorando provocaba que su voz sonara ms distorsionada y ronca de lo normal. Se sec el rastro de las lgrimas que quedaban an por sus mejillas y, decidida a enfrentar a Chizuru, la mir con aquellos grandes ojos cafs que penetraban en su persona y miraban ms en el fondo donde casi nadie tena la posibilidad de asomarse: su corazn.
—As que…—comenz de nuevo—, primero te aprovechas de mi vulnerable estado y luego de obtener lo que queras huyes descaradamente sin hacerte responsable de tus actos…
Chizuru frunci el ceo algo molesta. Se rehusaba a mirar a su amiga pensando que encontrara asco y desprecio en sus ojos, ms el rostro de Haruna se encontraba inexpresivamente serio. Y la carencia de emociones, esa ligera frialdad en su hablar, comenzaban a herirle.
—Mira Haruna—respondi, controlndose para no gritar—si lo dices por el beso puedes olvidarlo y haremos como que no pas nada, si es a lo que te refieres. S que no deb hacerlo, de acuerdo? Ahora finjamos que esto nunca ocurri…
—No es a lo que me refiero—replic Haruna— Por qu te comportas como un hombre imbcil que se aprovecha de alguien para despus huir y no hacerse responsable de sus actos?
— Por dios, no exageres! No es como si te hubiera dejado embarazada para despus huir de tu vida para siempre!
—Solo por que eres una mujer, pero eso es lo que pretendes? Violarme en otro momento de vulnerabilidad?
— Haruna, no me vengas con tonteras por que ste no es el momento! Si vienes a exagerar las cosas ya te dije, olvidemos lo que acaba de ocurrir y asunto resuelto!
—No es tan fcil—susurr la menor, intimidada por los gritos que Chizuru se empeaba en disfrazar como simples exclamaciones en voz alta—. As de fcil es para ti todo esto? Besarme, huir y despus empecinarte en que olvidemos lo ocurrido? Ese fue mi primer beso, Cmo pretendes que olvide algo as…?
Chizuru enfrent finalmente a su amiga. Se vea dolida, poda verlo a travs de sus grandes ojos que la miraban expectantes de una respuesta. Sacudi la cabeza, en un intento de despejar su mente para seleccionar las palabras adecuadas y no herir a su amiga. Suspir. Resultaba complicado.
—No s por que pretendes hacer un drama de todo esto—dijo al fin—. Yo te quiero, Haruna, de veras que lo hago. Te quiero ms que como una amiga y te querr por siempre como nadie, ni alguno de esos idiotas hombres en los que sueles fijarte, podr hacerlo jams. Te quiero desde que te conozco y lo seguir haciendo por el resto de mi vida. Te bes por que segu estpidamente uno de los tantos impulsos que siempre me han torturado por tanto tiempo, pero si estos sentimientos van a hacer que nuestra amistad se arruine, prefiero ser esa chica que te ama en silencio y con impotencia mira como los dems te lastiman, a que te alejes de m para siempre… comprendes? Si te incomodan mis sentimientos, hagamos de cuenta que esto nunca paso, pero por favor, no me apartes de tu vida…
Una mirada suplicante, las lgrimas atoradas en la garganta, el dolor hiriendo su corazn, el fracaso reflejado en su rostro. El sufrimiento se volva evidente en Chizuru y Haruna se senta intimidada por sus palabras, se senta pequea e inferior en la situacin, confusa y llena de incertidumbre.
—No me refera a eso—musit, frunciendo el ceo ligeramente y haciendo un puchero—. Eres mi mejor amiga y por lo menos en el mbito sentimental no me gustas—dijo, y por una fraccin de segundo se percat de la decepcin desdibujada en el rostro de la mayor—, pero tampoco me disgustas.
— Qu quieres decir?
—Lo que trato de decirte es que no puedo darte una respuesta clara sobre mis sentimientos cuando de repente llegas y me besas como si fuera lo ms normal del mundo. No puedo corresponderte hasta que sepa lo que siento, pero tampoco espero que me beses cariosamente para que despus salgas corriendo aterrorizada como si hubieras asesinado a alguien, me explico? Lo nico que haces es confundirme… si quieres ganarte mi corazn hazlo bien y no salgas huyendo.
Chizuru suspir, aliviada al fin.
—Si… acerca de eso, lo siento. No fue mi intencin, me port como una estpida, pero tena miedo de ver odio en tu mirada.
— T teniendo miedo de m? —se mof Haruna, sonriendo socarronamente.
—Cllate, que t precisamente no eres nadie para hablar de miedo. Necesito recordarte que t le temes a la oscuridad y a los monstruos que segn t viven bajo t cama, que no es ms que polvo acumulado de tantos aos que no arreglas y limpias tu habitacin? —la mueca de horror que se dibuj en el rostro de su amiga la hizo sonrer y dejar de lado lo que acababa de suceder minutos atrs en su habitacin.
— Pero SI hay monstruos debajo de mi cama! —Chill Haruna— Son feos y por la noche intentan comerme, LO SE! Adems, cuando todo esta oscuro es ms horrible por que nunca sabes lo que puede pasar!
—Lo nico por lo no me gusta la oscuridad es por que siento que un da de estos vas a caerte de las escaleras de tu casa en la noche y temo que mueras tan patticamente—Ri a carcajada abierta, sonriendo ante el disgusto que se reflejaba en el puchero de su mejor amiga.
— Chizuru!!
Ri an ms fuerte. Por lo menos ahora tena la certeza de que su amiga estaba dispuesta a darle la oportunidad de conquistarla y eso, a su manera de verlo, ya era algo muy bueno. No le importaba incluso si tardaba otros cuatro aos ms en ganarse su corazn o el simple hecho de que ser ambas mujeres no sera algo que todos veran con buenos ojos, el amor entenda solo de sentimientos y lo nico que le importaba de momento era que la amaba, ms de lo que nadie la amara jams.
Y en sus manos estaba hacerla feliz.
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