Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

BAJO LA LLUVIA por Midorico

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Naruto no me pertenece es de Masashi Kishimoto-sama

 

 

{}-{}-{}-{}-{}- Bajo la lluvia -{}-{}-{}-{}-{}

 

 

Capítulo 3 Tonto corazón.

 

 

Bajaba las escaleras con cansancio, no podía creer que ya era tan tarde. La verdad es que había dormido como nunca, como hacía tiempo no se sentía… protegido. Al despertarse pudo sentir que se encontraba solo en la cama, los bracitos de su bebe ya no lo acunaban y los brazos del azabache habían desaparecido.

 

-¡no! ¡Sasuke-sensei!- escucho gritar a su niño, seguido de unas risitas.

 

Sonrió, las risas provenían de la cocina y sin duda la de su Kin no era la única que escuchaba. Termino de bajarlas escaleras sin darse cuenta que él ya sonreía desde que se levantó de la cama.

Se colocó en el marco de la puerta que daba la vista a la cocina, viendo como Sasuke cocinaba en un sartén y Kin lavaba algunas verduras en el fregadero. Sonrió ver a los dos chicos de aquella forma le hizo sentir bien, a un más al ver a Kin sobre una silla, ya que no alcanza la altura del fregadero.

 

-si Kin, debes comer también verduras- le picaba Sasuke viendo los pucheros del menor –esa es una comida balanceada.

 

-¡pero Sasuke-sensei! ¡Mi oto-chan dice que el ramen es lo mejor!- se defendió el menor.

 

En ese momento Naruto rio bajito, llamando la atención de los “cocineros”. El primero en verlo fue Sasuke, que le dedico una sonrisa de lado y después el pequeño rubio bajo de la silla para correr asía el Uzumaki mayor y abrazarlo de los pies.

 

-oto-chan, ¡qué bueno que despertaste!- Kin sonrió, un poco malicioso – ¡dile a Sasuke-sensei que prepararemos ramen para el desayuno!

 

Naruto observo como Sasuke bufo molesto y seguía en la estufa. Sonrió ante la idea que se le vino a la mente, por hoy estaría bien hacerle caso a “Sasuke-sensei”.

 

-somos invitados Kin-chan, así que ve a lavarte y comeremos lo que tu sensei cocine- le sonrió el rubio mayor al menor –vamos amor, yo ayudare a Sasuke.

 

El menor, un qué no muy satisfecho, obedeció la orden de su padre. Mientras caminaba en dirección al aseo recordó como su sensei observaba a su padre.

 

Apenas había amanecido y él se encontraba recostado en una cama por demás cómoda, sintió el calor del abrazo de su padre, lo reconocía pero había otra presencia que no conocía y aun así era agradable.

 

Cuando entre abrió los ojos pudo ver a su sensei detrás de su oto-chan, podía ver como a él también lo abrazaba, pero la mirada que le dedicaba a su rubio padre la había visto, la había visto en su oto-san. Así que su sensei estaba enamorado de su oto-chan…

 

-que lastima…- susurro Kin para sus adentros viendo correr el agua del lava manos.

 

Si solo el sensei hubiera aparecido antes de que su oto-chan se enamorada de su oto-san, todo hubiera sido tan diferente, TODO hubiera sido otra cosa, porque en la mirada de Sasuke-sensei había algo que en la mirada de su padre no había.

 

Poco le importaba que él no hubiera nacido, con tal de no ver a su oto-chan llorar por las noches o trabajar tiempos dobles para complacerle todo lo que quisiera. Recordaba que desde que su padre se fue de casa, Naruto no podía complacerle sus caprichos tan fácil, así que empezó a trabajar y el… había dejado de ser caprichoso y causar molestias. Por eso no pedía salir a los viajes escolares, por eso era un buen alumno un alumno destacable y modelo, para enorgullecer a su oto-chan.

 

Porque a pesar de ser un “bebe” como su padre le decía, él sabía que su oto-san ya no regresaría, sabía que su oto-chan trabajaba mucho por su bien, se daba cuenta que dejaba de lado su propia vida para dársela a él, a ÉL que era simplemente un mocoso que pudo haber dejado con su oto-san…

 

Pero aun recordaba la discusión que tuvieron sus padres aquel día… el día que su familia se rompió…

 

La carita del pequeño Kin comenzó a llenarse de lágrimas, pero su rostro estaba serio e impasible, su rostro denotaba furia y decepción, decepción de el mismo por haber permitido que su oto-san le pusiera una mano encima a su oto-chan, por haber visto a su… estúpido padre engañar a su oto-chan… por haber sido tan débil en ese momento… por haber sido tan…

 

Infantil…

 

 

Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo oO oO oO oO oO oO oO oO

 

 

Naruto se encontraba del otro lado de la barra donde Sasuke cocinaba. Sonriendo al ver como el azabache no le pedía ayuda a pesar de que se le quemaba el pescado. Lo dejaría sufrir otro rato.

 

-puedo ayudarte teme- hablo con una sonrisa burlona recargando sus dos brazos en la barra –se te está quemando todo.

 

-así tenía que quedar dobe- Sasuke se ruborizo ante el comentario de Naruto, pues tenía toda la razón –además tu eres mi invitado, así que yo cocino.

 

En el momento en que Sasuke había girado su rostro para no ver el burlón de Naruto, una gota de aceite le había caído en la mano, lo cual provocó que la levantara rápido, golpeándose con la puerta de la alacena que estaban arriba de la pequeña estufa.

 

-¡tsk!- se quejó el azabache llevando la mano lastimada para sobarla.

 

-lo ves teme- Naruto sonrió tratando de no reír, pues por el orgullo del Uchiha no había querido aceptar su ayuda –eso te pasa por orgulloso.

 

Naruto camino para estar dentro de la cocina, junto a Sasuke. Cuando llego a su altura le tomo la mano con un poco de brusquedad, tomándola con ambas manos y revisando su quemadura y golpe.

 

-creo que no es grabe, al menos no te amputaran la mano- bromeo mirando ahora a los ojos de Sasuke que lo miraban fascinado- ¿Sasuke?...

 

Pero Sasuke se había perdido en Naruto, si en él, en su sonrisita en sus cuidados en su… en sus hermosos ojos cuando este le vio. ¿Qué tenía aquel chico? Lo volvía loco, lo llevaba directo al cielo, no podía creer su simple presencia lo hacía olvidar todo, no podía creer que Naruto fuera SU TODO… porque así lo era.

 

Pudo escuchar que su ángel lo llamaba, aun así quería tocarlo para ver qué era realidad, quería sentir aquella cálida piel, quería sentir que él también le atraía a su Naruto.

 

-Sasuke…- susurro Naruto a Sasuke cuando lo veía acercarse a su rostro.

 

-shh…- Sasuke hizo guardar silencio a Naruto con una sola palabra.

 

El cuerpo de Sasuke se inclinó sobre el de Naruto, atrapando la cintura del rubio con su mano desocupada, atrayéndolo más asía él. Se miraron profundamente, como si quisieran entrar uno en el cuerpo del otro, como dos estúpidos jovenzuelos enamorados, entonces… sucedió…

 

Los labios de Sasuke se posaron sobre los de Naruto, delicados y castos, suaves y almidonados, su agarre no era rudo, mucho menos fuerte Naruto podía separarse si él quisiera pero no lo hizo. Los labios de Sasuke al no ver rechazo comenzaron a moverse sin brusquedad temiendo asustar al menor.

 

Naruto serró los ojos, quería disfrutar de los labios de Sasuke, ese no era un beso como la noche pasada, no este era un beso donde ambos se arriesgaban, ambos disfrutarían o se dañarían. Llevo ambas manos detrás de cuello de Sasuke, entrelazándolas y jugando con los mechones del sensei.

 

Ambas manos de Sasuke viajaron a la cintura del rubio, aprisionándolo más si era posible, quería sentir más a Naruto, y aun sin despegar sus labios, arrincono al rubio contra el refrigerador, produciendo un pequeño jadeo departe del doncel.

 

-Naruto…- susurro apenas a centímetros de los labios del rubio –creo… que no solo me gustas…- y volvió a casar los labios del ojo azul.

 

Naruto no podía pensar con claridad, llevaba más de un año sin un beso o alguna caricia, llevaba toda su vida esperando sentir amor, verdadero amor. Y en esos momentos, en los más cruciales aparecía aquel moreno ofreciéndole todo lo que había deseado. Aceptaría, lo aceptaría no quería quedarse con los brazos cruzados “haber que era lo que pasaba”.

 

No.

 

No lo aria, porque así sucedió con su matrimonio, pensó que todo se arreglaría de la nada y no fue así.

 

-Sasuke…- logro apartar al azabache que aun pedía por más de sus labios –Kin… regresara.

 

-no me importa- Sasuke se acercó para volver a besar al rubio.

 

-no… mmm…- Naruto no podía hablar, pues el alvino a un mantenía ocupados su labios en otras labores.

 

-Naruto- Sasuke se separó para ver a los ojos a su lindo kitsune, aun sin soltarlo sin sus cadera –quiero ser algo más que el sensei de tu hijo.

 

El rubio se sorprendió ante la propuesta inesperada del azabache, ¿Qué le decía?, apenas si se conocían y el…

 

-Sasuke…- lo miro con una sonrisa comprendedora y acaricio su mejilla –primero tienes que escuchar mi historia, no solo soy yo también es Kin, el paquete incluye a mi hijo… -pero el azabache lo interrumpió con otro beso.

 

-¿crees que me importa? Kin es un buen chico, Kin es el hijo que a mí me gustaría criar- hablo alejando algunos mechones del rostro de Naruto.

 

-y… ¿Qué hay de mi pasado?- pregunto sonriendo tristemente -¿Qué hay de lo que ocurrió ayer…?- al recordar lo que sucedía sus ojos comenzaron a humedecerse.

 

-te protegeré por siempre…-Sasuke abrazo a Naruto, con tanta delicadeza y cariño, con tanto amor y comprensión que el otro simplemente no pudo evitar llorar lo que tanto tiempo había temido soltar.

 

 

Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo oO oO oO oO oO oO oO oO

 

 

El desayuno paso como la cena anterior, entre risas, convivencia y calma. Sin interrupciones o pensamientos negativos en las tres cabecitas que se miraban y sonreían cómplices.

 

-oto-chan, ¿regresaremos a casa?-pregunto inocente Kin aun jugando con su vaso de leche.

 

-aun no lo sé Kin, hay que…-pero el celular de Naruto comenzó a sonar-permítanme-se disculpó levantándose de la mesa.

 

-Sasuke-sensei, ¿nos acompañaría a casa?-pregunto un poco avergonzado Kin.

 

Sasuke miro a donde Naruto se había dirigido a contestar la llamada, lo había visto un poco nervioso. Cuando escucho la petición de Kin, no pudo evitar sonreír y apaciguar un poco su mirada que determinaba cierto temor a regresar solo con su oto-chan.

 

-si me cuantas que sucedió poder ayudarlos no solo a regresar a su casa-sonrió como solo lo hacía con Naruto, ahora se encargaría de ganarse a Kin.

 

-mmm-Kin dudo si contestar a la pregunta de su sensei, no sabía que hacer…-¿usted quiere a mi oto-chan?-se arriesgaría, lo aria por su padre.

 

-¿porque la pregunta?-vaya que el chiquillo era perspicaz, no como su despistado padre.

 

-vera, anoche…

 

 

Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo oO oO oO oO oO oO oO oO

 

 

-¿Qué es lo que quieres?-pregunto molesto.

 

-ayer no me dejaste despedirme de mi hijo Naruto, quiero verlo-la voz que atravesó el teléfono se escuchaba calmada, lo contrario a la voz de Naruto.

 

-te lo dije, Kin ya no es más tu hijo-hablo firme el rubio.

 

-sabes que no me gustaría pelear por su custodia-un suspiro del otro lado de la línea se escuchó.

 

-muérete maldito estúpido, ¡Kin es solo mío, solo mío!-Naruto se alteró al escuchar aquella oración salir de la boca de su “esposo”-¿Por qué mejor no me das el divorcio? Que haga algo bien el maldito abogado con el que te metiste…

 

-sabes que Kin es mi hijo y peleare por él, y no te metas con mi…-pero no pudo terminar de hablar ya que Naruto le interrumpió.

 

-¡no te atrevas a llamarlo pareja! ¡es tu amante, tu maldito amante!-

 

Naruto aventó con fuerza el teléfono a una pared, sabía que no podía seguir huyendo, sabía que tenía que enfrentarse a su esposo, tenía que hacerlo y lo aria justo ahora, no dejaría que alejaran a Kin de su lado, no, ya no permitiría que de nuevo alejaran lo que más quería.

 

Salió de la habitación donde se encontraba, caminando con prisa en dirección a la sala, donde sabía que estarían los dos chicos esperando por él, y no se equivocó.

 

Ahí estaba, Sasuke jugando con su pequeño, haciéndolo sonreír y olvidar lo que recién había vivido, quería que eso no terminara, por que en verdad deseaba una estabilidad para darle a Kin una mejor familia.

 

-chicos tengo que salir-anuncio Naruto regalándoles una sonrisa.

 

 

Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo oO oO oO oO oO oO oO oO

 

 

Un florero se quebró en la pared, justo a un lado de la cabellera azabache que esquivo aquel florero con estrategia.

 

-¡Deidara cálmate!-trataba de caminar y esquivar los golpes de su pareja.

 

Había sido una noche magnifica, como siempre que visitaba a su rubito artístico, cenaban, veían una película y esa era su mejor parte, porque entre la película y el sillón donde se encontraban sentados, seducía y acariciaba a su rubito, para terminar en la cama como los buenos amantes que eran.

 

Pero esa mañana algo no andaba bien, esperaba tener entre sus brazos a su rubito durmiendo, recargado sobre su pecho y despertarlo con un beso en la frente, como era su costumbre, pero esa mañana…

 

-¡eres un estúpido Itachi!-Deidara desde la puerta de baño le seguía arrojando al moreno todo lo que tuviera a su alcance-¡te juro que te la corto!

 

Deidara había amanecido un poco indispuesto, pues lo escucho en el baño vomitando lo que seguramente habían cenado anoche, así que lo dejo pasar, pero tiempo después pudo escuchar como el rubito desde el baño gritaba.

 

Se levantó tan rápido como pudo y con la sabana media envuelta en sus caderas corrió en su ayuda, tenía que ver porque su adorado chico grito de aquella forma. Pero lo único que recibió fue un jarrón directo a la cara. Acabando en aquella situación.

 

-¡qué te pasa Deidara!-Itachi se empezaba a molestar con el rubio, ya que no le decía nada.

 

-¡vete Itachi, no quiero verte nunca más!-le grito Deidara arrojándole una caja a la cara.

 

-¿Qué es esto?-pregunto Itachi recogiendo la cajita, que viéndola bien era una…-prueba de embarazo…

 

-debí haberlo sabido, ¡fuiste tú quien me compro las pastillas!-la sonrisa de Itachi se ensancho al sacar la respuesta de la cajita-¡ya sabía que tú nunca eres tan amale al ofrecerte en comprarme ese tipo de cosas! ¡Cambiaste los malditos anticonceptivos!-Deidara seguía refunfuñando.

 

-¡ESTAS EMBARAZADO!-grito Itachi más que feliz por la noticia.

 

-¡maldición Itachi, ¿Por qué lo hiciste?!-pregunto aventándole de nuevo un porta retrato que alcanzo de la mesita.

 

-tranquilo Dei-chan, le hará daño a nuestro bebe-sonreía aun como un bobo Itachi.

 

-¡largo Itachi! ¡Esto lo hiciste sin mi consentimiento, no quiero verte!-le grito Deidara enfrascándose en una discusión que terminaría muy mal.

 

-¡¿Qué?! ¡Pero te negabas a dejar de tomar las pastillas!-le reprocho molesto Itachi.

 

-¡eso era porque tú te negabas a usar el maldito condón!-le escupió en la cara al alvino

 

-¡soy tu pareja, tenía que marcarte como mío! ¡No tiene nada de malo querer sentirte sin el maldito condón!-fue el turno de Itachi en gritar.

 

-¡por eso tomaba las pastillas, eras un maldito obsesionado con la posesividad en mí! ¡Aun no quiero tener una familia!-Deidara por fin se desahogó.

 

Peros los ojos azabache de Itachi se encontraban abiertos de par en par, vale quizá se había pasado, no le había dicho a su rubio que cambio las pastillas, hasta ese punto tenía razón, pero… ¿en verdad Deidara no quería tener una familia con él?

 

-creo que será mejor irme, parece que no tenemos los mismos planes-Itachi se acercó un poco decaído a la cama, tomando su ropa y poniéndosela.

 

-cierra la puerta cuando te vayas-le dijo Deidara con la cabeza gacha, entrando de nuevo al baño.

 

¿Qué habían hecho mal? Los dos se creían la pareja perfecta, claro había sus altos y bajos, pero parecía que se enfrentaban a algo nuevo, y ahora, no solo eran ellos dos…

¿Por qué Itachi solo pensaba en él? Creo que a fin de cuentas no eran el uno para el otro.

 

-ocho semanas…-susurro Deidara dejándose caer en la puerta del baño-ocho semas sin notarte pequeñín…-toco su vientre, aun plano.

 

Sus lágrimas y sollozos no se hicieron esperar, ¿Qué aria? Ahora ni siquiera podía confiar en Itachi.

 

-¿acaso no podías esperar a que nos casáramos?-pregunto al aire Deidara-tenía planeado dedicarme a ti y a esa familia que tanto deseabas y me hiciste desear…

 

Por qué lo sabía, Itachi quería una gran familia, mientras que el quería seguir siendo un gran artista, ayudarle a su familia, pero cuando lo conocía… quiso hacer feliz a su moreno y aceptaría ser un buen esposo.

 

Del otro lado de la puerta, Itachi ya cambiado se había detenido, quería tocar cuando escucho los sollozos de Deidara, pero escuchar hablar de aquella forma lo detuvo. ¿Cómo pudo ser tan estúpido?

 

Lo mejor sería irse a trabajar, después arreglaría las cosas con el rubio, lo mejor seria dejarlo por esa mañana.

 

 

Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo oO oO oO oO oO oO oO oO

 

 

-¡señor no puede entrar!-la secretaria que se encontraba detrás del escritorio, se levantó para tratar de detener al joven que entro sin permiso a la oficina de su jefe.

 

Pero lo que los azules iris vieron al entrar a la oficina no lo impresiono tanto como a la secretaria. Enzima del escritorio, se encontraban dos chicos, con una pose realmente sugerente. Un pelirrojo con las piernas alrededor de las caderas del pelinegro enzima de él.

 

-¡lo siento señor, no fue mi...!-la secretaria avergonzada se inclinaba para pedir disculpas.

 

-necesito hablar contigo-hablo firme Naruto sin dejar de mirar la escenita que me montaban aquellos dos.

 

-¿nos darías solo cinco minutos?-pregunto el pelinegro con una sonrisa de más falsa aun sin quitarse de encima del otro.

 

-no hay nada que no haya visto antes-Naruto se encogió de hombros, sentándose de espaldas en el sofá de la pequeña salita.

 

La secretaria que no entendía para nada la actitud del que había legado tan decidido sin una cita para ver a su jefe, decidió salir y dejar a esos tres en su mundo. Mientras que los otros dos se vestían serios y en silencio. El primero en acaba de vestirse y acomodar sus ropas fue el pelinegro que se dirigió a Naruto.

 

-mucho gusto Naruto, mi nombre es Sai-extendió su mano en forma de saludo, con la sonrisa falsa que le mostro instantes atrás.

 

-¿no tienes vergüenza?-pregunto Naruto indignado sin responder su saludo.

 

-vaya, eres más hostil que mi Gaa-chan-hablo el pelinegro sentándose frente al rubio.

 

-Sai, será mejor que nos dejes a solas-hablo el otro chico que veía claramente la molestia en el rostro del rubio.

 

-está bien-Sai se encogió de hombros y camino en su dirección para plantarle un buen beso y apretar el trasero del pelirrojo-nos veremos en casa, terminaremos lo de hoy-y se retiró de la oficina dejando a Naruto y Gaara solos.

 

-cuanto tiempo Naruto-hablo Gaara sentándose donde hace momentos estaba Sai.

 

-no imagine que incluso trajeras a tu amante a la oficina de tu padre-hablo seseante y con descaro-veo que ahora te gusta recibir en vez de dar.

 

-uno se aburre de la rutina-Gaara lo tomo con indiferencia sorprendiendo a Naruto-a pesar de que era bueno en la cama, jamás pudiste complacerme como esposo, eras un poco rutinario, nunca te gusto experimentar-Gaara se recargo con auto suficiencia en el sofá.

 

-eres divertido Gaara-Naruto sonrió, las palabras de su “esposo” ya no le afectaban-¿por eso buscaste a alguien que te satisficiera? O ¿buscaste a alguien que te prestara la debida atención?

 

-¿crees que te engañe porque no me prestabas la debida atención?-pregunto incrédulo el pelirrojo.

 

-si mal no recuerdo, te molestaba que te dejara por atender a Kin-hablo sin inmutarse el rubio.

 

-Kin es caso aparte, simplemente me aburrí de llegar a casa, ver una cena y a una familia perfecta, a un esposo que abría con facilidad las piernas para mí-se encogió de hombros y serró los ojos.

 

-cualquiera desearía eso, ¿lo sabes?-pregunto Naruto suspirando-déjalo, he venido a hablar sobre el divorcio y Kin.

 

-¿pretendes que te de él divorcio para que te vayas a revolcar con cualquiera y darle un mal ejemplo a mi hijo? Estás loco Uzumaki-declaro Gaara con determinación.

 

-¿no es acaso lo que tu hiciste Sabaku?-pregunto con burla Naruto.

 

-te has encargado bien de ocultárselo a Kin, el sigue queriéndome y admirándome, no lo arruines- sonrió con soberbia-quiero que lo cuides entre semana, los sábados y domingos conviviré con él y Sai, se llevaran bien. Tú serás como su nana o algo así.

 

Naruto estaba sorprendido ante las palabras de su “esposo” ¿acaso lo creía el mismo estúpido del que se enamoró? Ya no era ese Naruto al que le veía la cara cuando le engañaba, ya no era más ese mocoso que se dejaba pisotear y tapaba el sol con un dedo, ya no más.

 

-estas mal Sabaku, no permitiré eso, quiero el divorcio mi abogado te visitara y te propondrá un trato para ver a Kin, si lo rechazas iremos a los tribunales y pelearemos por la custodia completa de MI hijo-Naruto se levantó de aquel sillón.

 

-¿enserio crees ganarla?-pregunto burlo Gaara-eres un maldito hombre ordinario, ¿Cómo me ganaras a mí?

 

-si es necesario regresare con mi padre, pediré perdón y obtendré su nombre, entonces veremos quién es mejor, si los Namikaze o los Sabaku No-Naruto miro a los ojos verde agua marina de Gaara con rabia y determinación-y si eso no es necesario estaré dispuesto a vender mi alma al propio diablo.

 

-¿tanto me odias?-pregunto un poco cohibido el pelirrojo, jamás había visto esa mirada asesina en Naruto.

 

-yo no te puedo odiar, te amo… no-sonrió Naruto al recordar al azabache-te amaba así que estar perdonado Gaara-anuncio Naruto caminando a la salida-pero como padre te are para cada lagrima que Kin ha derramado y créeme, sufrirás como no tienes una idea.

 

La puerta fue lo último que se escuchó en la oficina, la batalla por el amor de Kin, la lucha por el rubio Deidara y esa venganza que Naruto estaba a punto de realizar, todas ellas relacionadas en cierto punto, y todas ellas las vidas de personas diferentes.

 

 

Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo Oo oO oO oO oO oO oO oO oO

 

 

-buenos días, empresas Namikaze ¿en qué puedo ayudarlo?-pregunto la dulce voz de la secretaria.

 

-comuníqueme con Minato Namikaze-hablo Naruto del otro lado de la línea.

 

-disculpe el no puede atender esta…-pero fue interrumpida por la voz amenazante de Naruto.

 

-dígale que soy Naruto, el atenderá-escucho como la chic tartamudea una afirmación y después una extraña canción que le decía que estaba en espera.

 

-¿Naruto?-la voz de su padre se escuchó sorprendida.

 

-es hora de que hablemos Minato…

 

 

 

Notas finales:

 

Hola!

Aquí Midorico reportándose, ¡no estaba muerta, andaba de parranda! Jeje :D

No se crean chicas, he tenido problemas un poco gruesos, jeje pero prometo no dejarme caer, lo prometo. Además con eso de la universidad, (que ya ingrese yupi!) tampoco es que tenga mucho tiempo. Ahora réstenle el tiempo que también invierto ayudando a otra autora (NicoGirl).

En fin, por motivos personales y un poco sentimentales, jeje, no he podido actualizar como quisiera, pero prometo hacerlo ya, así que lo prometido es deuda…

¡Actualizare todos mis fan fic! ¡Todos!

Mañana será la actualización de “Sueño de Amor” así que si están esperando por el, solo esperen un par de hoiras más jiji. Las personitas que no lo han leído, sería una gran oportunidad, se los agradecería, en mi perfil lo pueden encontrar, jeje.

Las quiero mucho, muchotototote por esperarme y seguirme hasta este punto, espero hayan disfrutado y nos vemos mañana si!

 

Agradeceré si quieren dejar un rr (eso me subirá un poco los animos) :P, claro si tienen tiempo y les ha gustado y si es lo contario, de todos modos gracias por leer n_n recuerden:

 

EL YAOI ES FUENTE DE ENERGÍA n_n

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).