Ángel Negro
“-¿Qué paso? ¿Que soy? ¿Donde estoy? ¿Quien soy yo? ¿Por que diablos esta oscuro? ¿Por que hay tanta sangre? ¿Por qué estoy cubierta de sangre? ¿Por que no encuentro a mi hermano? – El miedo me consume y no se que hacer, no se que me paso, no se por que estoy aquí.”
Así empieza mi historia, difícil de creer, pero es verdad, quisiera decirte que todo fue un sueño…o mas bien una pesadilla, no recuerdo nada de mi pasado, solo se que el niño de cabello blanco es mi gemelo, es todo lo que recuerdo, no recuerdo mi nombre, ni el de mi hermano…solo sé que el y yo…..somos Black y Jack.
-¿Qué haces? – Me pregunto Black, ese niñato de cabello plateado y ojos verdeazulados era mi hermano.
-Escribo… ¿Qué no ves?- Le respondí
-Ah… oye, deberías dejar eso para después – Me abrazo – Tenemos almas que recoger….así que apresúrate o el amo se molestara
-Ok, ya entendí, pero no debería enojarse, el se queda mis chocolates, eso es suficiente para que sea feliz
-Nee, Jack, prometes guardarme uno para mi, o solo que quieras compartir – Dijo con ojos traviesos
-Eres un pervertido…. Además ¿no te conformas con el incesto que le hacemos creer a los demás?- Dije despegándome de él
-La última vez – dijo con mirada de cachorro bajo la lluvia
- Esta bien, pero vámonos ya, o no tendremos tiempo de cruzarlos a todos, además ya sabes que el agua de ese rio esta helada, y las almas siempre están jalando el bote, o mueven el puente
-Ok ok, vámonos ya.
Cierto, no te he contado verdad, pues al despertar y preguntarme todo eso, me explico alguien muy amable, los humanos lo conocen como muerte y le tienen mucho miedo, aunque no logro comprender el por que, si es alguien tan amable. Bueno te diré que soy uno de los príncipes de la muerte, ¿Por qué?, por que el rey de la muerte pues bien lo dice su nombre, soy un lobo negro, obviamente mis alas negras también, mi hermano es un lobo blanco y alas negras, sus ojos son verdeazulados, y los míos dorados, nuestra forma humana, él es un joven que aparenta 16 años al igual que yo, su cabello es blanco corto, y sus ojos ya se los dije, mi apariencia es de una joven de cabello negro corto, y mis ojos son de color dorado, ambos recogemos almas, y las cruzamos al otro lado del rio del inframundo, te preguntaras por que lo hacemos, la respuesta es sencilla, la muerte nos cobijo después de ese día en el cual nuestro pasado se borro, ella nos extendió su mano, y nos alimento cuando éramos unos niños, nos cuido y cobijo todo este tiempo, y nosotros como agradecimiento le hemos pagado con nuestro servicio, y ahora somos un par de lobos gigantes que ha reclutado a mas criaturas y lobos para ayudarnos, ahora dirigimos una manada, de la cual somos jefes Black y yo.
-¿Es aquí? –Pregunte a mi hermano
-Si, aquí es – Respondió con algo de tristeza en sus ojos
-De nuevo son niños ¿cierto?, que demonios hacen los humanos al matar a criaturas tan inocentes, de verdad son una bazofia- Concluí sin compasión ante mis comentarios
-Lo sé, aunque el amo no puede matarlos todavía, nosotros podríamos, pero recibiríamos un fuerte castigo- Dijo ante lo que yo comente
-Si, vamos, además los niños se sienten mejor con nosotros, aunque al principio se asusten, siempre nos agradecen, cosa que los demás muertos no hacen, así que sonríe, no debes estar triste, por que ellos ya no sufren mas.
-Esta bien…..es mejor así- Dijo y recogimos a dos pequeños niños de aproximadamente 5 y 3 años. – Vengan, no les haremos daño, hay un lugar mejor para ustedes –Dijo a los pequeños ángeles. Mi hermano será un pervertido, incestuoso, y muy latoso, pero tiene un gran corazón.
Los niños tenían miedo-“normal”-Pensé. Los montamos a nuestros lomos después de jugar un rato con ellos, y fuimos a recoger mas almas; encontramos a un bebé que había sido abortado por que la madre era aún muy joven y el padre la obligo, también una joven que murió por un accidente en la autopista por exceso de alcohol, lamentablemente ella no había ingerido ni una gota de alcohol y la atropello un conductor borracho, después vimos a un niño morir de frio junto a la puerta de una casa con unas monedas en las manos por que quería un lugar en donde vivir, un muchacho que se suicido por que sus padres nunca lo comprendieron, y finalmente un viejo vagabundo que fue a pedir unas monedas al tipo equivocado, lo asesinaron por unas monedas. Esto es lo que vemos a diario en este mundo cruel, es lo que escuchamos, y las pobres almas que recogemos.
Al terminar nuestro recorrido habitual por nuestro “territorio” para recogerlos, abrimos un portal para entrar al inframundo, como los humanos lo conocen, le entregamos todas las almas a nuestro amo para que pudiera juzgarlas y dictar a donde irían, al cielo, al infierno, o quedarían vagando por siempre en la nada. Mientras nosotros jugábamos con los niños, las demás almas eran juzgadas, era el turno de Black para ayudarlas a cruzar ese maldito rio, y a mi como siempre me tocaba destazar a todos los humanos que se quedaban en el inframundo por su sentencia, si, yo despedazaba y torturaba a los criminales, asesinos, violadores, pedófilos, y criminales de esa categoría, pues ir al infierno incluso seria como un alivio para ellos, por que ni siquiera Satanás los quería ahí, por ser tan asquerosos, y me tocaba despedazar y hacerlos sufrir, siempre terminaba bañada en sangre con ese sabor repugnante en la boca, pero me era muy satisfactorio hacerlo.
-Bueno hermana, tengo que dejar a los niños y las demás almas a donde pertenecen – Me dijo Black mientras les decía a los niños que se despidieran de mi y a las demás almas que nos encontramos en malas condiciones.-
-Lobito-chan….-Dijo uno de esos niños a los cuales recogimos- … ¿te volveré a ver?....- Me pregunto con lagrimas en los ojos, y los demás me miraron.
-Si, ya veras que pronto nos volveremos a ver – Lamí su mejilla para que ya no llorara, como odiaba ver a las personas llorar, por que a mi me dolía eso.
Después de eso Black se los llevo y se despidieron de mí, y los niños nos agradecieron y se fueron corriendo tras mi hermano. Siempre era así, nosotros somos muy sensibles con los niños, tal vez demasiado.
-Eres una lobita muy sentimental desde que te conocí al igual que tu hermano, deben aprender a controlar sus sentimientos.- Dijo una voz lúgubre, que para mi era normal escuchar en aquel lugar.
-Amo…yo lo siento, es que me duele ver tantos niños muertos.-Respondí dejando escapar una lágrima.
-Ya veo, si es muy duro, pero es mejor que no sufran, además tu sabes que solo seguimos ordenes, ustedes siguen mis ordenes, y yo sigo las ordenes de Dios.- Acaricio amablemente mi cabeza y continuo- Ven, todavía tienes trabajo que hacer, prometo recompensarles el trabajo duro de hoy con una buena cena, pero antes necesito que termines con las almas de estos sujetos, son la escoria del mundo humano, necesito que los destruyas, a mi no me sirven aquí, y Satanás no los quiere ni ver, así que son todos tuyos- Sonrió y se fue.
-¡Oye! ¿Que se supone que eres tu?- Me pregunto una de mis victimas
-Soy tu peor pesadilla, pero juguemos un poco, y adivinare por que no están en el infierno-Sonreí sádicamente.-Empecemos, tu, el que acaba de preguntar eres una basura, un pedófilo, maldito enfermo, el de la playera blanca es un necrófilo, el de la sudadera gris es un asesino serial, y finalmente el calvo es un violador y asesino.
-¿Cómo sabes eso?- Replico el necrófilo
-Eso es algo que no debe de incumbirte…además quiero divertirme un rato con ustedes-Mencione con frialdad volví a mi forma humana- Deberían tomar las armas que están ahí, si no luchan será aburrido mi trabajo….-Comente señalando tales armas.
No dudaron ni un momento en tomarlas, solo eran algunas lanzas y una que otra espada, pero la verdad, he tenido peores heridas de peores armas y sigo aquí. Bueno creo que así comenzó una pelea mas, mm tal vez no lo he mencionado, pero soy un tanto….agresiva, me gusta pelear con las victimas, y verlas caer una a una. En fin termine muy pronto, si tuve varias heridas en los brazos, y una que otra en la cara, la más grave fue en mi pie, ahora cojeo por esa herida, pero no importa, mis colmillos como siempre terminaron bañados de sangre al igual que yo, me encanta ver su sangre caer, y su cara de terror al suplicar que no los siga destazando, pero como sabrán, eso yo no puedo hacerlo, me gusta ver mis manos cubiertas de sangre, confieso que no tiene un sabor muy agradable, pero me gusta, lo que le da sazón es su cara de terror y la forma en como dejan de gritarme insultos como niñata, estúpida, y otras cosas que no vale mencionar, me gusta mi trabajo; aunque no me guste ver tantos niños por estos terrenos.
Al terminar, me encamine a donde se encontraba el amo y mi hermano, y como había prometido, nos preparo una gran cena, no todos los días hace eso, pero ese día tuvimos bastante trabajo y el amo nos recompenso.
-Parece que te divertiste hoy también, ¿verdad hermana?- Pregunto encimándose en mi
-Pues si, me pude desahogar con esos tipos, y por cierto, ¿me ayudas a curar mis heridas?- Pregunte con algo de vergüenza.
- Claro, veo que tienes varias heridas, no te preocupes, yo me encargare de ellas- Me respondió con la amabilidad que el siempre tiene- Tenemos mucho que vendarte
-Gracias, siempre estas curándome –Lo abrace, y me apoye en el hasta llegar a nuestra recamara.
Paso un rato de silencio mientras Black curaba mis heridas, me sentía muy cansada esa noche, y también muy estresada, necesitaba salir a caminar, o volar para conocer los lares de los humanos.
-Black…-Musite cuando termino de curar mis heridas-¿Me acompañas al mundo humano? Quiero dar una vuelta por ahí, quiero despejar mi mente.
-Claro, mientras el amo descansa, vayamos y demos una vuelta, tal vez encontremos cosas interesantes.- Me respondió con una sonrisa
-….Me parece bien chicos, pero no crean que descansaría mucho…-Dijo la voz lúgubre del amo
-…A-amo….queríamos dejarlo descansar y dar una vuelta por ahí – Dijimos al mismo tiempo
-No se los impediré-Respondió- Solo quería decirles que a partir de ahora tendrán nombre, les he escogido un nombre de acuerdo a su personalidad.
-Si, queremos oírlo – Respondimos al unisonó
-Entonces, se los dire, tu Jack, eres Daisuke Yue a partir de ahora, que significa la justicia de la luna si juntas los nombres, y tu Black, eres Daisuke Akira, que significa la justicia del fuego, ahora si, pueden ir a divertirse pequeños lobos, espero que les haya gustado los nombres que escogí para ustedes- Dijo alegre, casi nunca lo oímos hablas tan alegre como cuando nos nombro.
-Gracias amo….me encanta mi nombre – Respondí entusiasmada
-….no, no se que decir….muchas gracias amo…-Dijo Black...Perdón, Akira cuando yo termine de agradecer.
-Bueno, será mejor que se vayan, mañana tenemos mucho trabajo que hacer, y un poco de diversión no les caerá mal pequeños lobos, vayan, y por cierto, tráiganme unos cuantos dulces del mundo humano.
-Bueno yo se los traeré amo, muchas gracias de nuevo, ahora tendremos nombre- Nos despedimos de él, tomamos nuestra forma original y salimos hacia el mundo humano.
Cuando salimos al mundo humano, vigilamos para que no hubiera nadie cerca viéndonos, y tomamos nuestra forma humana fuimos a vagar un poco, era algo como un parque, no sabría definirlo bien, solo se que caminamos un buen rato, veíamos parejas tomadas de las manos, y no podíamos evitar sonreír, aunque ninguno de los dos encontráramos a nuestra persona especial estábamos felices juntos. Cuando nos aburrimos de caminar por ahí, compramos los chocolates del amo y fuimos a un lugar que ni los humanos conocen, un hermoso bosque, un lago cristalino, era un paisaje digno de apreciar; como me canse de caminar abrí mis alas y volé por todo ese lugar, algo me inquietaba, y baje a ver a uno de los muchos integrantes de la manada, baje para confirmarlo.- ¿Qué demonios hace una humana aquí?-Pensé, y me percate de que un licántropo llamado Kronos la estaba casi violando, no iba a permitir eso en la manada.
-Déjala en paz-Dije con voz firme- si se da cuenta de lo que haces con ella se enojara, y no quiero pelar de nuevo contigo
-Vamos, sabes que esto será nuestro pronto, ¿no te apetece?- Se burlo
-¿de que rayos hablas?, no por que seas parte de mi significa que vas a tener derecho a violar personas, o traumatizarlas.
-ya, ya, no es para tanto, además, no oíste sus gemidos, por lo menos a mi me gustaron
-Eres un maldito, déjala en paz, mientras as rápido salga de aquí, tu y yo podremos hablar.
-Yo no tengo nada que hablar contigo, mira, se fue, y ahora ya estarás feliz.
-Maldito-No me contuve mas y tome mi forma original, y ataque su cuello; pensar que una parte de mi se burlaría así de mi, eso no iba a permitirlo, y así empezó una pelea mas entre Kronos y yo, hasta que Akira nos interrumpió.
-Basta, Yue, tenemos que regresar con el amo, y tu Kronos, ve con la manada, no quiero que la descuides.- Replicó
-Esta bien…Akira…me darías un momento, tengo que hacer algo, yo te alcanzo luego hermano.-Le dije, y partí buscando ala chica que Kronos trajo hasta aquí.
Y la encontré, dormida en su cama, era un verdadero ángel, si, eso era, me senté a su lado para velar un rato su sueño, y al ver su frio tuve e atrevimiento de cubrirle con mis alas negras, si no fuera pro que pertenezco a la muerte, y debo obedecer ordenes, habría hecho lo mismo que hizo Kronos, inconscientemente me olvide de que tenia que regresar y me quede dormida junto a ella, lamentablemente mis heridas no cerraron del todo y todavía sangraban; cuando desperté recordé que no debía estar ahí, y me apresure a salir, y sin darme cuenta, algunas de las plumas de mis alas cayeron sobre su rostro, con manchas de sangre.
-Volví-Dije desanimada y me eche en el piso junto a Akira, y me dormí, con una sonrisa en la cara.
-Parece que tuviste una buena noche, duerme, que mañana debes avisar a tu humano designado el destino que tiene, y volver a tomar su cuerpo para vigilar como van las cosa por ahí.- Dijo el amo, que aunque yo estaba dormida pude escuchar claramente sus indicaciones, ya mañana seria otro día, lastima que Akira no tuviera todavía el cuerpo de un humano designado para él.