.:Mi Neko:.
.:El chico:.
El adolescente se movía en la cama esperando contacto, pero al no sentirlo abrió los ojos lentamente, se los tallo con sus manos acostumbrándose a la luz del sol.
Levanto su torso quedando sentado, mientras que la sabana caía silenciosamente dejando descubierto su pecho, el chico bostezo, tenía un poco de sueño todavía, pero al no sentir el contacto de Naruto desperto.
El rubio se encontraba totalmente sorprendido observando al chico con orejas de gatito, el cual seguía con los ojos entrecerrados por el sueño que cargaba, el adolescente busco con la mirada a su dueño, encontrándolo parado con solo el bóxer y una cara de tonto.
-deberías ponerte algo, miau- le dijo el chico- dobe- susurro dirigiendo su mirada a otro lado evitando que el rubio mirara su sonrojo.
Naruto no aceptaba la realidad, un adolescente totalmente violable estaba desnudo en su cama sin contar lo lindo que se miraba con esas orejas de gatito ¿serian de verdad?
-¿Neko?- pregunto dudoso.
El chico lo miro un poco confundido- Quién más seria, baka- le respondió.
Definitivamente ese era Neko, pero ¿Qué le paso? ¿Qué no era un gato? Se le acerco lentamente, el chico lo miraba extrañado ¿Qué diablos pasaba con él? Definitivamente estaba raro.
Quedaron frente a frente. Naruto lo observo más detalladamente; su cabello era negro ni corto, ni largo, tenía unas hermosas orejas de Neko que lo hacían lucir dulce, pero lo que más le cautivaba eran sus hermosos ojos negros iguales a los de su minino.
-¿Por qué me miras tanto?- dijo sonrojado.
-Eres hermoso…-
-¿Ah?... Demasiado cercas ¡aléjate!- le dijo.
El chico sabía que algo pasaba para que su dueño lo mirara así, toco su rostro y lo que sintió le sorprendió, era piel la que sentía no pelo, observo su cuerpo y sus manos, una sonrisa se manifestó en sus labios, estaba feliz…
-¡¡Ya no soy un gato!!- grito.
Naruto que estaba demasiado cerca de él, se sorprendió ¿Cómo podía pasar eso? Entonces sus sospechas eran ciertas, aquel minino con el que tanto había convivido era ese adolescente.
-Soy humano…- decía radiante de alegría, su sonrisa era realmente grande, de la felicidad no midió sus actos y se abalanzo contra el rubio, los dos cayeron al suelo, uno solo con una prenda y otro total y exclusivamente desnudo.
-Neko…-susurro Naruto que se encontraba abajo del cuerpo del ex-minino.
Sus cuerpos estaban juntos, sus pieles se rozaban, sus corazones palpitaban sincronizada y aceleradamente, ese contacto les daba una sensación de pedir más…
-Etto…- decía el chico.
El rubio se moría por probar aquellos labios que estaban delante de él, se miraban tan suaves, esos ojos definitivamente lo hipnotizaban, quería probar los labios del joven y no se quedaría con las ganas.
Poco a poco fue acercando más su rostro a él, podía sentir su respiración sobre sus labios y un olor afrodisiaco que lo embriagaba. El chico con orejas de gato se encontraba muy nervioso, sabía lo que pasaría. Naruto lentamente junto sus labios con él, probando un sabor un tanto peculiar que lo hipnotizaba, sus labios eran tan cálidos, tan suaves, tan exquisitos…
El rubio quería más, tenía que profundizar el beso, necesitaba tener más de aquel joven. El chico se encontraba sumamente nervioso, era un primer beso y no estaba muy seguro de lo que estaba asiendo.
Naruto toco y lambio con su lengua el labio inferior pidiendo permiso para entrar a aquella boca a la cual tanto anhelaba entrar, pero el adolescente lo único que hizo fue romper con el beso.
-Vas muy rápido…- susurro bajito con las mejillas rojas.
-Tú eres el que está arriba de mi- le dijo el rubio guiñándole un ojo.
El chico se puso totalmente rojo, aquel comentario había sido mucho y lo peor es que le había cerrado un ojo, Naruto era un coqueto. Se levanto lentamente y contemplo su cuerpo, estaba desnudo, definitivamente eso no pintaba para nada bueno, inmediatamente se tiro a la cama y se tapo, aquello era demasiado vergonzoso.
El rubio observaba a su Neko ¿Por qué lo llamaba así? Porque se miraba absolutamente sexy sonrojado y por aquel collar que todavía traía, le quedaba pegado a su cuello, eso comprobaba que era de él, de su absoluta pertenencia.
-m-me podrías d-dar ro-opa- dijo nervioso el muchacho.
La verdad no quería dársela, pero se vería como un total pervertido, aunque lo era, pero no había porque asustar al chico, por ahora. Naruto tomo una camisa de su armario y un bóxer del cajón y se lo entrego, saliendo de la habitación. Aquel le causaba demasiadas sensaciones a la vez.
El chico con orejas de Neko se encontraba nervioso, pero se vistió rápido, sabía que después vendría el interrogatorio de Naruto, pero como decirle que es hermano de la persona que está enamorada, de la persona que nunca correspondió sus sentimientos.
El rubio no sabía que pensar, o mejor dicho el chico no lo dejaba ni siquiera razonar, pero tenía que dejar la calentura, por lo menos por un rato ¿Quién era ese chico? Eso era lo primero que le preguntaría, tenía que saber de él, ¿Cómo fue que termino siendo un gato?
El adolescente salía de la habitación, mientras que Naruto lo esperaba abajo, camino lentamente hacia su dueño, el rubio al verlo babeo por él, sus camisa le quedaba grande y con el bóxer pegadito que se cargaba, estaba como quería el condenado, claro sin olvidar esas orejas de gato y junto con una colita que se movía de un lado a otro creando un vista donde el neko se miraba completamente violable, sin pasar desapercibido el collar que le hacía juego a su faceta de uke.
Los dos estaban sentados en sillones contrarios, mirándose fijamente, Naruto esperaba que el muchacho empezara a hablar, pero el chico parecía que no quería decir nada.
-Creo que me debo por lo menos una explicación- dijo.
-No lo creo- contesto el chico.
El rubio suspiro- ¿Quién eres?… No sé nada de ti-
-Y no necesitas saberlo- le contesto, tenía miedo de lo que pudiera pensar su Naruto de él, pero tenía que parecer por lo menos un poco rudo, no pensaba decir nada de su persona, lo mejor era decirle adiós y volver con su hermano olvidando todo el tiempo que pasaron juntos, aunque sería imposible tratar de olvidarlos, vivieron momentos muy agradables juntos, situaciones donde él era extremadamente feliz.
-necesito que me digas quien eres- dijo calmado- yo… te quiero- le susurro su dueño acercándose a el.
El chico lo tenía enfrente, casi la misma situación de antes, pero ahora no estaba arriba de el, podía sentir su respiración chocar contra la suya, Naruto era extremadamente sexy.
-Te miras completamente violable- le murmuro en el odio, lo que le causo un gran sonrojo.
-Tal vez si me hubieras dado un pantalón, no me miraría así- le reprocho el ex-minino.
-No te dejare ir- le dijo abrazándolo posesivamente- eres mío- le murmuro para después besarlo.
El beso comenzó calmado, dulce, demostrando sus verdaderos sentimientos, pero después fue tornándose un poco más pasional, Naruto necesitaba entrar en esa boca, pero el ex–gatito se resistía.
Había que tomar manos en el asunto, el rubio comenzó a meter la mano debajo de la camisa del chico, el cual al principio se estremeció pero se dejo querer, ese contacto era magnifico, se sentía tan bien.
Naruto fue subiendo su mano lentamente, sin romper con el beso, hasta llegar a su pezón para empezar a estimularlo, provocando que el chico soltara un gemido que aprovecho para que su lengua entrara, el chico quería retroceder pero no se lo permitía, ya que con su otra mano lo tenía aferrado a él.
CONTINUARA…