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Traspasando Vidas por Leilani_z

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Notas del capitulo:

 

Hola a todos los que ya me conocen, nuevamente hago aparición con este fic, ahora siendo un Drarry. Tal vez al leer este primer cap no entiendan mucho de la trama ni las razones por las que nuestros personajes están así, pero en los siguientes capítulos todo se irá aclarando por medio de recuerdos. Así que sin más, los dejo con el primer capítulo, esperando estar haciéndolo bien…

 

Advertencias:

+.+.+.+.+.+.+ Cambio de escena

/./././././././././ Flash back

-blablabla- Conversación normal

Pareja principal: Draco/Harry, slash.

Parejas secundarias: ¿?, saldrán a lo largo del capítulo…

Spoilers: si, habrá varios spoiler en el Fic, la mayoría serán del séptimo libro.

Disclaimer: Harry Potter y compañía, son obra y arte exclusivamente de la gran mente de J.K. Rowling

 

 

Capítulo 1: Plan Fallido

.

Tres sombras se movían con agilidad en la oscuridad que abundaba por la ciudad de Londres, cubiertos completamente por túnicas de color negro, evitaban las calles donde pudiese haber la posibilidad de encontrarse con alguna persona, de vez en cuando los tres giraban sus cabezas a cada lado del camino y detrás de ellos, claramente estando alertas por si alguien pudiese seguirlos… prontamente llegaron a lo que a simple vista parecía un edificio derruido y abandonado, las ventanas y puerta perchadas, así como el polvo que en el lugar existía, decía claramente que hacía mucho tiempo que aquel lugar se encontraba deshabitado. Las tres figuras se agruparon entonces en una de las esquinas del edificio, y asegurándose de no ser vistos, se miraron entre ellos e hicieron lo que parecía un asentimiento de cabeza… un segundo después el sonido de un crack los acompaño mientras desaparecían… y las calles quedaron nuevamente en silencio.

En un oscuro y pequeño callejón detrás de aquella construcción, dos de las sombras esperaban con impaciencia con un par de bultos sobre sus espaldas, mientras que la tercera –más baja que las otras dos- sacaba diversos objetos de debajo de su túnica… una suave luz azul, salida de una varita flotante, iluminaba el pequeño callejón… minutos después, en el sucio suelo, se encontraban dos pergaminos, dos frascos de pociones, tres giratiempos, y un circulo con extrañas letras y figuras dibujado en el lugar… a pequeña figura se sentó rápidamente en el suelo cerca de todos los objetos…

- ¿Segura de que esto funcionará? – preguntó uno de los que estaban de pie, siendo un poco más bajo que el otro, su voz sonando un tanto insegura y preocupada.

- Si… hemos tenido seis meses planeando esto, y buscando la información que necesitábamos… - respondió la pequeña figura, su voz anunciando que se trataba de una chica.

- Es que realmente no estoy seguro de que… - comenzó a decir el primero siendo interrumpido bruscamente por el otro personaje a su lado.

- Déjala que haga lo que tenga que hacer… tú mejor que nadie sabes que ella nunca se ha equivocado en ningún hechizo, poción o lo que le parezca… - la voz había sonado con un tono hastiado e impaciente.

- … Es curioso que tu digas eso, siendo que siempre te distinguiste por menospreciar a mis amigos… - respondió el otro chico, esta vez el tono de voz que había utilizado era de enfado e irritabilidad.

- Te menospreciaba a ti, que es distinto… a tus amigos solo los insultaba… - contestó arrogantemente el otro y su interlocutor pudo decir que hasta sonreía de la misma manera.

- Bueno, ya basta los dos, no es momento para que se estén peleando, recuerden que ustedes tienen que trabajar juntos a partir de hoy… - les regaño fuertemente la chica –a pesar de que su voz no había subido lo suficiente para parecer un grito-, haciendo que la discusión quedará de lado inmediatamente.

- Mione… es que no entiendo porque tengo que ir justamente con él… - se quejó el que había hablado primero de los dos chicos.

- Por qué, Harry… de no haber sido por él, no habríamos tenido la oportunidad de idear este plan y por ende conseguir todos los ingredientes para realizarlo… - reprochó la chica bajándose la capucha de la túnica, dejando así ver el rostro un tanto delgado, ojeroso, pálido y con varias marcas que claramente se identificaban como cicatrices; el cabello castaño antes largo y enmarañado, ahora lucia opaco, corto y sin vida.

- Grrr – Harry se bajó también la capucha, dejando a relucir su rostro bronceado un tanto demacrado, los ojos verdes que se custodiaban por gafas rectangulares apenas brillaban dando la visión poco acertada de lo que alguna vez fueron, mientras que sobre el lado derecho de su frente y resguardada bajo una capa de enmarañado cabello negro, se encontraba la cicatriz en forma de rayo que lo señalaría siempre como lo que todos conocían… ‘El-niño-que-vivió’… enfocó sus ojos en su compañera y la miró con un gesto que claramente decía que estaba en desacuerdo con la situación a la que prontamente se enfrentaría.

- Deja de estar quejándote Potter, y enfrenta la situación como lo que es. – dijo el otro chico descubriéndose el rostro, dejando ver así la palidez de la que era poseedor, los ojos de un color grisáceo brillaban un poco por la luz del lugar, bajo ellos se podían apreciar unas tenues pero significativas ojeras; un par de marcas en las mejillas –apenas visibles- dejaban en claro que antes ahí existieron cicatrices, mientras que el cabello corto platinado –que caía libre por los lados de su cabeza- parecía darle un toque elegante.

- Ja, y ¿cómo definirías la situación en la que estamos? – pregunto sardónicamente el de mirada esmeralda al tiempo en que cruzaba los brazos y miraba al otro con una ceja alzada.

- Yo la llamaría realidad, Potter… - dijo seriamente el otro chico mirando fijamente al moreno - … tienes que ser consciente de que en estos momentos no te quedan más amigos en los que podrías confiar para realizar esta misión… sí, es cierto que Granger está viva, pero tanto tú como yo sabemos que no cuenta en estos momentos… - continuó diciendo, sonando extrañamente como si un padre estuviese llamando la atención a su hijo y lo quisiese hacer consciente de que es lo que debería o no hacer - … ella es la única que podría realizar un hechizo tan poderoso como este y que nos ayudaría a regresar en caso de ser necesario… y la misión es demasiado importante como para arriesgarnos a fallar…

- … - Harry hizo una mueca de disgusto seguida de una de comprensión… sin duda le había dolido que su actual ‘compañero’ de equipo le dijese una realidad tan cruda como la que estaba viviendo en esos momentos… recordándole, que además de Hermione solo había muy pocos chicos de su curso que aún sobrevivían en esa guerra; chicos en los que no tenía su confianza tan alta como lo era el su castaña amiga; y aunque ciertamente tampoco tenía una alta confianza en él, estaba seguro de que cualquier cosa que hubiese hecho para ganarse el aprecio de su amiga –quien debería de ser quien más le odiara- debió de haber sido algo grande, como para que ella depositase el buen resultado de la misión en ambos por igual…

- … uff… lamento decirlo Harry, pero Draco tiene razón… muy aparte de las razones que él te dio, también debemos tomar en cuenta la vigilancia que Voldemort ha colocado sobre los grupos de rebelión… - la castaña comenzó diciendo aquello sin apartar la vista de lo que hacía en esos momentos, sus manos sostenían la cadena de uno de los giratiempos mientras que esté se encontraba sumergido en un frasco con un liquido de un color obscuro difícil de identificar en esos momentos - … lo que nos dice que él sospecha de que estamos tramando algo que podría significar su derrota y si descubren que yo he desaparecido, entonces tendrán una razón para atacarnos de inmediato… - terminó diciendo ella al tiempo en que sacaba el giratiempo del frasco y lo colocaba a un lado, para después tomar otro y hacer lo mismo.

- ¿Qué te hace pensar que con Malfoy no ocurrirá lo mismo? – preguntó Harry, resaltando claramente el apellido de su némesis, pues no le había gustado nada el que su amiga le hablase por su nombre… algo que, nuevamente, le revelaba la confianza que ella tenía depositada en el oji gris.

- … Eso es fácil Potter… - en esa ocasión fue Draco el que contestó, su rostro serio no indicaba que estuviese molesto por la poca confianza que el otro joven tenía en él -… Voldemort tiene la extraña idea de que ninguno de sus mortífagos sería capaz de traicionarlo… no ahora que tiene el control sobre el Ministerio Muggle, el Ministerio de Magia y Howards; y aun más cuando todos creen que estás muerto…

- y, ¿cómo es que tu supiste que estaba vivo? – preguntó Harry con suspicacia, no pudiendo evitar reflejar curiosidad en su mirada, así como la desconfianza se acrecentaba… intuía que algo había oculto, no estaba seguro de que, pero su instinto le gritaba que detrás de toda esa situación había algo más…

- Draco ha estado de nuestro lado desde el momento en que tu moriste… - contestó Hermione serenamente sin levantar su mirada a ellos, evitando de esa forma que el peli plateado respondiese y al mismo tiempo haciendo que la mirada de su amigo se dirigiese a ella - … Harry, él incluso nos ha dado el aviso de cuando pretenden atacarnos, por eso es que hasta ahora hemos podido sobrevivir.

- … Mira Potter, sé que no confías en mí ni pretendo que lo hagas… - Draco ignoró la mirada incrédula y un tanto molesta que le dedicó Hermione al instante en que termino aquella frase, y continuo con lo que pretendía decir - … si estoy en esto contigo, es porque tengo mis propios intereses en cambiar todo lo que ha sucedido hasta hoy.

Harry miró a Malfoy con desconfianza, pero no fue capaz de decir nada para refutar lo que el otro había dicho… él mejor que nadie sabía de las razones que llevaban al Slytherin a hacer ese viaje con él, Hermione había sido muy honesta con respecto a eso… Malfoy había perdido a sus padres unas semanas después de que el Lord hubiese ascendido al poder, obviamente en un inicio había creído que habían sido asesinados por los magos que en ese momento se revelaban con fiereza a los deseos de Voldemort; aunque después de escuchar toda la historia de su amiga, supo que había sido el mismísimo Riddle quien había ocasionado aquellas muertes.

- Muy bien, ya está todo preparado. - declaró la castaña después de varios segundos donde reino el silencio, haciendo así que los dos chicos pusieran su completa atención en ella – Será mejor que cambien su apariencia rápido, la luna llena está a punto de colocarse en el punto más alto y es necesario hacer el hechizo en ese momento. – terminó de decir ella mientras se levantaba del suelo, donde se había sentado para preparar todo, y se colocaba ella misma uno de los giratiempos que llevaba.

Ambos chicos entonces se colocaron frente a frente, apenas separados por un metro de distancia, se apuntaron con las varitas a la altura de los ojos y recitando ‘oculus colortus’. De inmediato un suave brillo salió de sus varitas dirigías a los ojos de cada uno, cegándolos por unos cuantos segundos, para después verse entre ellos, descubriendo así el nuevo color de sus ojos… Harry, había dejado a un lado el hermoso color verde esmeralda, para dar paso a un azul cielo precioso; Draco en cambio había adquirido un color miel que en ciertos momentos –dependiendo del enfoque de la luz- parecían dorados… segundos después volvían a apuntarse con sus varitas, en esa ocasión apuntándose a la parte alta de sus cabezas y conjurando otro hechizo, hicieron que sus cabellos cambiasen también. Draco obtuvo un cabello rubio –de lo que se consideraría normal- con mechones castaños, un poco ondulado y lo suficientemente corto, y con los ojos color miel; mientras que Harry ahora poseía el cabello del mismo largo que antes, aunque más lacio con el mismo color negro solo que con rayos azulados, que con el suave color de sus actuales ojos lo hacía lucir muy atractivo… ambos luciendo juveniles.

- Muy bien… – dio su aprobación Hermione después de observarlos a ambos - … ahora, deben de colocarse el hechizo de permanencia para que así su apariencia no cambie aunque caigan desmayados por algún ataque o broma… es indispensable que sus apariencias reales se mantengan ocultas y que nadie sepa lo que intentan hacer… - continuó diciendo mientras veía como es que los dos chicos le hacían caso… segundos después, sosteniendo entre sus manos un pequeño rollo de cinta adhesiva, procedió a cortar dos pedazos de cuatro centímetros cada una y se acercó hasta Harry - … debemos de ocultar tu cicatriz lo mejor que podamos, después de todo no muchos tienen una marca tan singular como esa… - dijo ante la pregunta muda de su amigo, cuando procedió a colocar las cintas sobre el lado derecho de su frente.

- ¿No crees que eso sería muy obvio cuando me vea alguien que me conozca?, comenzarán a sospechar – comentó Harry con cierta incredulidad reflejada en su voz y su rostro, no entendiendo como es que su amiga simplemente utilizaría algo tan común como cinta adhesiva para cubrir su cicatriz.

- No lo será, simplemente tendrán curiosidad por saber qué es lo que tienes en ese lugar, pero no sospecharán nada… - contestó muy segura de sí misma Hermione, terminando su trabajo de ocultar la cicatriz y alejándose de su amigo.

- Sé que más adelante lamentaré decir esto, pero… estoy de acuerdo con Potter… algo tan simple como eso no podrá evitar que alguien vea su cicatriz… y debemos recordar que apenas viajaremos dos años atrás. – declaró Malfoy sorprendiendo con ello a Harry.

- … Ya se los dije, no habrá ningún problema… ustedes simplemente ocúpense de llevar a cabo su misión y de nada más… recuerden que deben ayudar a terminar con todos los horrocruxes. – dijo con una sonrisa la castaña, haciendo que los chicos la mirasen incrédulamente por lo dicho - … bien, será mejor que se coloquen esto… - continuó diciendo mientras les entregaba, a cada uno, uno de los giratiempos que sobraban - … por ningún motivo vayan a quitárselos cuando estén allá; si están en una situación de la que necesiten escapar, esto les ayudara… - comentó viendo cómo es que ambos se colocaban en el cuello los objetos.

- ¿Cómo podría ayudarnos un giratiempo? – preguntó Harry con curiosidad… él recordaba que los giratiempos solo se podían utilizar para viajar al pasado por lo que, a menos que lo activara para hacer eso, no veía otro modo de que les pudiese ayudar… después de todo, ningún mortífago les daría el tiempo necesario para dar los giros necesarios.

- Pueden convertirlos en trasladores… - declaró sorprendiendo a sus dos escuchas - … cuando encuentren un lugar donde resguardarse sin ser detectados, podrán hacerlo y también utilizarlo como punto de llegada del traslador.

- Has pensado en todo, ¿eh, Granger? – preguntó sarcásticamente Malfoy ganándose una mirada molesta de Harry y una sutil sonrisa de parte de Hermione.

- No en todo, pero si en la mayoría de lo que necesitan… solo espero no equivocarme al enviarlos ahí… - dijo solemnemente ella enseriando su rostro.

- Si no estás tan segura, ¿Por qué es que accediste a realizar este plan?, de hecho aun estoy sorprendido de que tú hayas aceptado hacer una locura como esta, tomando en cuenta lo firme que eres en cuanto a las normas. – comentó Harry diciendo por fin las dudas que tenía con respecto a lo que estaban a punto de hacer.

- … - la castaña sonrió entonces enigmáticamente, un peculiar brillo en los ojos de ella hizo que Harry la viese sorprendido, pues teniendo la experiencia de haber tratado con Fred y George Weasley… el brillo de los ojos café le decía que algo tramaba - … Las normas fueron hechas para romperse, Ron y tú siempre tuvieron la precaución de recordármelo… - su mueca cambió a una de profunda tristeza - … y si con esto logramos cambiar el presente en el que nos encontramos, no me importa romper todas ellas… - terminó diciendo con la determinación reflejada en sus ojos.

- … - Harry la vio en silencio por algunos segundos, evaluando a su amiga; su actual carácter y sus ideas… él ya sabía que ella era capaz de dejar de lado muchas reglas con tal de hacer lo correcto, se los demostró muchas veces en Howards, cuando él y Ron le daban muy buenas razones para hacerlo… pero nunca habría imaginado que ella haría algo como eso, romper las leyes naturales del tiempo… viajar a una época alejada más que la de un par de días, además del hecho de cambiar los sucesos del pasado… él recordaba claramente cómo es que en Tercer año, ella le había impedido realizar cualquier cambio que afectara lo que habían vivido después de hablar con Siruis, diciéndole los desastres que ocurrirían si algo así pudiese suceder… sin embargo, él sabía y entendía por qué lo hacía… la muerte de Ron había calado hondamente en ella, pues era más que obvio el gran amor que había entre ellos, aún a pesar de las peleas que tuvieron por todos esos años; podía ver claramente cómo es que ese mismo amor aún seguía viviendo dentro de ella, anhelando volver a ver al autentico dueño de esté… esperando a que el pelirrojo apareciese con toda la familia Weasley cruzando la puerta del lugar donde se refugiaban, alegres, juntos y determinados a luchar contra Voldemort… - … comprendo… - dijo por fin a modo de suspiro y sin agregar nada más atrajo a su amiga hacía él y la envolvió entre sus brazos, transmitiéndole su cariño, confianza y comprensión… siendo la primera vez que había aquello, no sabía si lo estaba haciendo correctamente, pero en un instante el abrazo de parte de ella, que le hizo sentir los mismos sentimientos que él le transmitía, supo que lo había hecho bien.

- … Lamento interrumpir, pero recuerden que la hora casi llega… - declaró Malfoy haciendo que los otros dos se separaran y giraran a verlo - … así que, ¿hay alguna otra cosa que necesitemos saber, Granger? – preguntó finalmente.

- Si… - contestó mirando a los ojos, primero a Draco y después girándose a Harry - … Recuerden esto… nadie puede saber de su misión; deben ser completamente cautelosos al momento de destruir los horrocruxes; no lo hagan hasta el último momento… cuando vayas a enfrentarle a Voldemort… - eso último lo dijo mirando fija y seriamente a Harry - … es muy indispensable que recuerden muy bien esto último… - terminó diciendo fijando su mirada en Malfoy.

- ¿Por qué es necesario? – pregunto el Slytherin dejando a relucir un poco de su curiosidad.

- … Porque si lo hacen antes podrían cambiar a peor el presente… - la declaración de la chica hizo que los otros dos se sorprendieran - … verán, si ustedes destruyen los horrocruxes antes de que Voldemort se enfrente al otro Harry… - el miedo al pronunciar el nombre del Lord había desaparecido de la voz de Hermione, el temple que mostraba en esos momentos le aseguraba a los dos chicos que ella había aprendido a odiar en vez de temer a Voldemort - … podrían hacer que el ataque se adelantase o que se concentrase en ustedes y los matase en cuanto tenga la oportunidad… nuestro presente entonces cambiaría radicalmente para mal, puesto que se podría adelantar también a cambiar todos los horrocruxes de lugar y eso no nos conviene en ningún modo… - apenas si respiró para decir todo eso, pero el que los dos chicos no pudiesen hablar en esos momentos le había ayudado a hacerlo. - … por eso es que es necesario que los destruyan cuando el otro Harry esté a punto de ser atacado por Voldemort… - el silencio nuevamente invadió el lugar mientras que los dos chicos asimilaban la información que se les había entregado, pero fue roto cuando Hermione –después de consultar su reloj de pulsera y apenas dirigir una mirada al cielo- volvió a hablar - … será mejor que se coloquen en el centro del circulo… ha llegado la hora de que se vayan… en su equipaje he dejado algunos pergaminos con instrucciones y algo de dinero muggle… por si lo llegan a necesitar… cuando encuentren un lugar seguro lean todas las instrucciones… - les terminó de decir la chica con gran seriedad.

Rápidamente Harry y Draco procedieron a colocarse en donde se les dijo, siguiendo las instrucciones que en ese momento les daba la castaña… ambos quedaron frente a frente nuevamente, en esa ocasión siendo sus cuellos cruzados por las cadenas de ambos giratiempos, abarcándolos para que así ninguno se perdiera en el viaje; sus mochilas con lo indispensable en los hombros de cada uno y con las varitas guardadas entre sus túnicas. Hermione entonces, los abrazo a ambos entregándoles a cada uno un beso en la mejilla y sonriéndoles para desearles suerte… y alejándose lo suficiente para hacer el hechizo, pudo ver cómo es que en las mejillas de ambos un tenue color rosado se dejaba apreciar.

Sacando la varita y apuntándola al círculo bajo los pies de ambos, comenzó a recitar en murmullos una frase… repitiéndola varias veces, haciendo con ello que el circulo dibujado comenzase a emitir, primeramente, una suave luz blanca, para después ir aumentando mientras que los murmullos se convertían en audibles… al mismo tiempo los giratiempos de los dos chicos, habían comenzado a dar algunos giros sin que ellos los hubiesen activado, acelerándose un poco más a cada momento. De pronto, la luz debajo de los pies de ambos se convirtió en un relámpago que los deslumbro y un instante después, ambos desaparecían del lugar.

- … ahh… ahh… - Hermione quedó sola en el lugar, jadeando rápidamente producto y luciendo más cansada que nunca, claramente la magia y el esfuerzo que había tenido que utilizar para el hechizo había sido demasiado - … espero que no se enfaden conmigo… - dijo suavemente ella cuando hubo recuperado el ritmo normal de su respiración, viendo el lugar donde momentos atrás habían estado los dos chicos, en su cuello, el giratiempo era rodeado por la mano que tenía libre, mientras que algunas gotas –de sudor y lagrimas- caían libremente por su rostro - … no importa que tanto cambien de este presente, mientras que Voldemort desaparezca y seas feliz Harry, todo estará bien… - aquellas últimas palabras se perdieron en la noche oscura, llevadas por el tenue viento que existía y siendo la luna llena la única testigo de aquella confesión.

+.+.+.+.+.+.+

Ambos chicos sintieron como es que caían libremente por lo que parecieron eternos segundos, donde la luz se mezclaba rápidamente con borrosas figuras y colores, el sonido de voces hablando, gritando y murmurando cosas, se escuchaba por todo el lugar haciéndoles sentir que el viaje era realmente largo… pero de un momento a otro, todo se detuvo, las figuras habían tomado forma y los colores ocupaban sus lugares, las voces habían dejado de escucharse y con un duro golpe, ambos cayeron en el sucio suelo del lugar.

La luz del sol de medio día alumbraba el lugar donde se encontraban; ahí en el mismo callejón donde habían estado antes en una oscura noche, pero que en esos momentos no parecía tan abandonado como el que dejaron atrás… Harry y Draco se levantaron del suelo, sacudiendo de sus ropas el polvo que había en sus túnicas y observaron con cierto interés a su alrededor, sin duda un poco impresionados por el hecho de haber llegado al medio día, el sol brillando sobre sus cabezas libre de todo rastro de nubes; cuando habían partido en medio de la noche. Sin mucho que hacer en cuanto a esos pensamientos y sabiendo que no habría nadie que les respondiera a sus preguntas, ambos comenzaron a quitarse las túnicas, para después ocultarlas dentro de las mochilas que llevaban; mientras que guardaban sus varitas en los bolsillos de sus pantalones de mezclilla… apenas mirándose el uno al otro, Harry se adelantó unos cuantos pasos, caminando a la puerta que se encontraban en ese lugar y que le daba paso a lo que sería el Caldero Chorreante; seguido unos segundos después por Malfoy… sin hacer caso de las miradas que les eran dirigidas, ambos cruzaron el lugar rumbo a la salida, apareciendo entonces en la acera de la Calle Charing Cross Road.

- ¿Adonde iremos ahora? – preguntó Malfoy cuando se colocó al lado de Harry.

- … Si realmente es 1º de septiembre, primero debemos de asegurarnos que mi otro yo siga a salvo… - respondió el otro comenzando a caminar por las calles de Londres… a pesar de estar avanzado el día, todo el lugar estaba muy tranquilo, a penas con algunos jóvenes caminando por las calles.

- ¿Y cómo haremos eso?, ¿piensas aparecerte frente a tu otro yo? – se arriesgo a preguntar Draco pereciendo un poco curioso en ese asunto y al mismo tiempo esperando que la respuesta a la última pregunta no fuese afirmativa.

- A Grimmauld Place es a donde debemos ir… no nos apareceremos en la casa, sino un par de cuadras antes, así vigilaremos desde lejos lo que sucede… - declaró Harry entrando a un callejón y esperando a que Malfoy llegará hasta él, rápidamente lo tomo de uno de los brazos y sin decir nada más, ambos desaparecieron del lugar.

+.+.+.+.+.+.+

Solo fueron unos pocos segundos los que tardaron nuevamente en ver todo con más claridad, pero aterrizando nuevamente en el suelo con un duro golpe y en ese momento con unas fuertes nauseas… sin duda nunca se acostumbrarían a viajar de esa forma.

- ¿Sabes que Potter?, la próxima vez que intentes tomarme desprevenido y utilizar la aparición, te aseguro que nunca se lo contaras a los posibles hijos que pretendías tener. – amenazó Draco mirando fijamente a Harry, a quien tenía debajo suyo.

- Mira, en primer lugar mi nombre ahora es Jules… y que no se te olvide por nada del mundo no  pronunciar mi otro nombre en frente de alguien … - dijo en el mismo tono que el Slytherin y con la misma mirada - … en segundo lugar, yo hago lo que me plazca y tú no podrás evitarlo… - pronuncio viendo cómo es que el otro fruncía aún más el entrecejo - … y en tercer lugar, quítate de encima de mí… - terminó poniendo énfasis en las últimas palabras al tiempo en que, con toda la movilidad que se permitía en esos momentos, empujaba fuertemente a Malfoy confirmando que su último punto es el que más le importaba en esos momentos llevar a cabo.

- Muy bien… Jules… como tú lo desees, no es como si quisiera estar sobre ti… - declaró el rubio logrando que su voz sonara con un tono de desprecio - … y ya que has sacado el tema de los nombres; no olvides que el mío es Víctor… - terminó diciendo con solemnidad mientras que se levantaba de sobre Harry.

- … Definitivamente no sobreviviremos mucho tiempo los dos solos… - murmuró por lo bajo Harry, no interesándole que Malfoy lo escuchase porque sabía que lo que había dicho y pensado desde hacía tiempo era la verdad.

- … Tendremos que hacerlo si queremos cambiar para bien nuestro presente… - gruño en respuesta Draco viendo cómo es que el otro chico terminaba de levantarse.

- … - Harry simplemente resopló, sabiendo la verdad de esas palabras y no logrando imaginar cómo es que podrían lograrlo, por lo que decidió –para alejar esos pensamientos- concentrarse en lo que estaban a punto de hacer, camino por el callejón donde habían aparecido, lo conocía y sabía que estaban todavía a una buena distancia de la casa de Sirius, por lo que se apresuró a salir de ahí y caminar hasta la explanada donde podrían observar lo que sucedía.

Siendo seguido de cerca por Draco, ambos caminaron a la par del otro, disminuyendo la velocidad de sus pasos al tiempo en que se acercaban al No. 12 de Grimmauld Place… y cuando tuvieron a la vista el lugar donde debería de estar la casa, Harry no pudo evitar una pequeña pero audible exclamación de sorpresa, salir de su boca… ante lo que Malfoy no dudo en observarlo con una ceja en lo alto, preguntando mudamente lo que sucedía.

- … Esto… esto es… imposible… - murmuró el –ahora- oji azul, deteniendo un momento sus pasos y reanudando con mayor velocidad al instante después… sabía que en esos momentos su rostro no reflejaba otra cosa que no fuese la sorpresa, pero es que no podía evitarlo al ser consciente de lo que sus ojos veían… o mejor dicho de lo que no veían.

- … Muy bien… Jules… no sé qué sucede, pero estoy seguro de que tú sí y ahora me lo dirás… - declaró Malfoy cuando llegó al lado de Harry, que se había detenido justamente al lado de la casa marcada con el número 11 de Grimmauld Place.

- … - Harry no respondió de inmediato, aún embargado por la sorpresa veía como es que la casa No. 11 y la No. 13 estaban prácticamente juntas… pared con pared… la una con la otra… el No. 12 de Grimmauld Place no era visible para Malfoy, pero tampoco para Harry… - … La mansión… no puedo verla…

- … - Draco nuevamente levanto una de sus cejas - ... ¿Cómo es que no puedes verla?... – preguntó después de unos segundos, cuando estuvo seguro de que su compañero no le ponía la atención suficiente a su rostro.

- … Hay un… Fidelio… protegiendo la casa… su guardián era Dumbledore… después de su muerte… la protección corrió a cargo de los miembros de la orden… por lo que pude seguir viéndola… - confesó Harry sin evitar hacer algunas pausas.

- … Esto no es nada bueno… - dijo Malfoy cuando comprendió lo que el otro había dicho.

- … ¿Es posible que hayamos viajado unos años más atrás… y aún yo no supiese de la casa? – preguntó Harry en un susurro, esperanzado en que esa fuese la razón.

- No… según tengo entendido; una protección Fidelio es única… si tú ya habías sido informado de la dirección de la casa por el guardián, entonces deberías de ser capaz de ver la casa aunque el guardián hubiese muerto… o en este caso que cualquier otro de la Orden hubiese colocado la protección… - Malfoy hizo una pausa mirando la aparente unión de las casas con el número 11 y 13, pensando en alguna razón por la que Harry no fuese capaz de ver la mansión Black; tratando de recordar las condiciones del encantamiento Fidelio, hasta que una idea llegó a su mente - … a menos que… - continuo apenas en un murmullo que Harry fue capaz de escuchar y mirarlo de forma interrogante - … a menos que el guardián sea otro…

- … No… imposible… como te dije, después de la muerte de Dumbledore, fueron los miembros de la orden los encargados de mantener el Fidelio levantado alrededor de la mansión… - aseguró con vehemencia Harry - … y antes de Dumbledore… no estoy seguro de quien era… - confesó al final Harry en un murmullo, frunciendo el entrecejo al darse cuenta de que nunca preguntó por aquella información.

- … Será entonces, que hemos viajado más atrás de lo que deberíamos… - concluyó Malfoy de igual forma frunciendo el entrecejo, pensando si aquello era realmente posible.

- Eso me parece poco probable… - comentó más para sí mismo Harry que para Draco; entendiendo este último lo que estaba pensando, siendo que él mismo lo creía de igual forma… después de todo, en lo que se refería a Hermione Granger, no había hechizo en el que ella se pudiese equivocar.

- … - el silencio los invadió, ambos pensando en todas las situaciones probables que pudiesen haber hecho que Harry no fuese capaz de ver la casa de su padrino. Siguieron en ese mutismo por lo que parecieron ser minutos, ambos sin dejar de observar el lugar donde debería de estar la Mansión Black… - … lo mejor por el momento sería encontrar otro lugar en donde quedarnos… si permanecemos aquí se verá aun más sospechoso… y la verdad es que no tengo la menor intensión de llamar la atención a tan solo unos minutos de haber llegado… - terminó diciendo Malfoy.

Harry desvió la mirada para encontrarse con la figura de Malfoy, mirándolo solo unos cuantos segundos –hasta que el otro girase a verlo también-, solo supo asentir lentamente con la cabeza… a pesar de que deseaba más que nunca entrar a la casa que le había pertenecido a Sirius, entendía perfectamente lo que Draco trataba de decir… no por nada había tenido que aprender a controlar su carácter en los últimos diez meses, después de que por fin hubiese despertado de aquella larga siesta; aunque más parecía que se había encontrado en un estado de coma… estado de coma… le sabían raras esas palabras cuando lo decía o lo pensaba; la verdad es que no sabía si debía de definirlo de ese modo, pero era la frase más cercana que describía lo que le había pasado por esos dos meses después de la última batalla contra Voldemort, la cual recordaba claramente aún después de todo ese tiempo. Y es que nunca podría olvidar la forma en que había tenido que ‘morir’… lo cual resultaba una exageración tomando en cuenta de que estaba vivo… pero que era la única razón que todos en el Mundo Mágico habían encontrado para explicar su estado, cuando la maldición asesina lo alcanzo y no se volvió a levantar del suelo… Agitó su cabeza convenciéndose de que no debía de pensar en eso, en esos momentos debía de mantener su mente despejada por el bien de todo el Mundo Mágico; después de todo ahora tenía la oportunidad de cambiar aquel futuro y así evitar que vidas valiosas se pierdan en la batalla final… vidas como la de los Weasley…

Enfocó su atención a su alrededor, dándose cuenta de que tanto como Malfoy, como él habían comenzado a caminar de regreso a aquel callejón donde habían aparecido minutos antes dispuestos a desaparecer nuevamente, aunque él no tenía claro donde es que debían de aparecerse; después de todo debían de buscar un lugar adecuado para quedarse por unas cuantas semanas y estaba completamente consciente de que ningún hostal del Mundo Mágico era el adecuado para mantenerse alejado de los problemas y evitar de ese modo que Voldemort fijara su atención en ellos. Cuando llegaron al callejón donde habían aparecido, Harry se encargo de detener a Draco por uno de sus brazos y teniendo el resguardo de aquel callejón se dispuso a decir lo que pensaba…

- No podemos ir al Mundo Mágico…

- … Podrías decirme la razón de eso… - dijo Draco mirando inquisitivamente a su compañero.

- Te creía más inteligente Malfoy… - contestó burlonamente Harry sin poder resistirse a la tentación de picar un poco a su némesis, pero antes de que el otro replicará se apuro en decir - …debemos de alejarnos de la atención de Voldemort, mientras menos se nos relacione con el Mundo Mágico, más oportunidades tendremos de acercarnos a los horrocruxes sin ser detectados…

- … Lo que acabas de decir tiene sentido… sin embargo, creo que debemos de hacer exactamente lo contrario… - respondió Draco a lo dicho, siendo visto por el otro de manera incrédula - … piénsalo bien, si permanecemos en el mundo muggle todo el tiempo, entonces no tendremos oportunidad de acercarnos demasiado a los horrocruxes… por lo menos de los que se encuentren escondidos en el Mundo Mágico… - terminó de decir viendo fijamente a su compañero.

- … Lo que en realidad son la mayoría de ellos… - declaró Harry en un suspiro, dejando libre por fin el brazo de Malfoy y dirigiendo su mirada a la calle principal de la que procedían - … ¿Qué recomiendas que hagamos?, quedarnos en el Caldero Chorreante no es una opción y eso ambos lo sabemos…

- Creo que el mejor lugar para refugiarnos sería Hogsmeade… la aldea se encuentra cerca del colegio, por lo que la protección es más fuerte que en cualquier otro lugar; además siendo que es visitada a diario por personas forasteras nadie sospechara que dos jóvenes aparezcan de pronto rentando uno de los edificios del lugar… - terminó de explicar Draco, tal fue la seriedad y seguridad con la que habló que Harry no pudo hacer nada más que aceptar que lo que había dicho era cierto.

- Nos aparecemos allá o tomamos el expreso… la estación King’s Cross no está muy lejos de aquí… - comentó Harry.

- Es mejor tomar el expreso… si utilizamos demasiado la aparición, tarde o temprano el Ministerio podría detectarnos y no podemos arriesgarnos a eso, en especial cuando ya hay mortífagos infiltrados… - comentó Malfoy, no pudiendo evitar pasarse una mano por su sedoso cabello y, siendo ahora él quien, regresaba la mirada a la calle principal.

Harry asintió con la cabeza y sin esperar ninguna otra palabra comenzó a caminar saliendo del callejón, guiando el camino y yendo un poco más deprisa de lo normal, ambos chicos con mochilas al hombro fueron avanzando por las calles solitarias de esa parte de Londres, cuando llevaban ya unos diez minutos caminando, pudieron ver a unas cuantas cuadras más la enorme estación en la que debían de abordar el expreso a Hogsmeade, así como también fueron conscientes de que la cantidad de gente que había en las calles iba aumentando al igual que los coches que transitaban. Harry apenas fue consciente de ello, pensando en los pasos a seguir una vez que hubiesen encontrado un buen lugar donde refugiarse, era un verdadero milagro que sus pies siguieran realizando aquella actividad -seguramente por lo acostumbrados que estaban- y también era sumamente extraño que no se hubiese separado de Draco en ningún momento, a pesar de que antes de iniciarse la misión lo hubiese deseado. Fue así que ensimismado en sus pensamientos y justo cuando estaban a unos cuantos metros de la estación, que apenas pudo percibir los gritos que salían del lugar… gritos llenos de terror, así como los claros e identificables sonidos de ataque…

Apenas dirigió una mirada a Draco antes de correr hacía el lugar del ataque, afianzando la mochila sobre su espalda, llevó su mano derecha en busca de la varita guardada en su pantalón, no sabía si Draco iba detrás de él y no estaba seguro de que le interesara, lo único que tenía en su mente en esos momentos era saber lo que sucedía e intentar ayudar a cuanta gente pudiese… No tardó demasiado el llegar, para esos momentos los cuerpos de varias personas ya se encontraban en el suelo de las plataformas, así como varios rayos de color verde pasaban de un lado a otro, combinándose con algunos de colores rojo y blanco. Rápidamente convocó un Protego alrededor suyo y comenzó a lanzar hechizos a los encapuchados… aturdiendo a varios en los primeros minutos sin que ninguno reparara en su presencia; pero viendo cómo es que varios hechizos volaban en su dirección segundos después.

Afortunadamente su escudo era lo suficientemente poderoso como para que él quedase protegido de las maldiciones cortantes que le lanzaban, sin embargo cuando las imperdonables comenzaron a llegar hasta él, no dudo ni un segundo en eludirlas… sabía por experiencia propia lo que un Cruciatus era capaz de producir, así como el frío que un Avada causaba en el cuerpo de quien lo recibía antes de desfallecer; no por nada había sobrevivido a dos Avadas en toda su vida y ciertamente no era lo suficientemente tonto como para dejar que un tercero lo tocase. Detrás de uno de los pilares que separaban los andenes, vio pasar varias maldiciones, la mayoría eran de color verde; mientras él mismo lanzaba varios hechizos petrificadores, aturdidores o para desarmar... pudo ver cómo es que Draco Malfoy –que sin duda lo había seguido para evitar que cometiese una locura- también lanzaba varios hechizos en contra de los mortífagos, sin embargo él no contaba con el buen corazón Gryffindor y por esa razón no le importaba lanzar maldiciones que pudiesen dañar de muerte a sus oponentes. Apartando su atención de su compañero de viaje, se concentró en las personas que se encontraban en el lugar, observando por si alguien necesitase ayuda… pudo observar cómo es que otros tres magos, que utilizaban los pilares del mismo modo que él, se enfrentaban a los mortífagos, que aún los superaban en número, pues había podido contar a 17 más a parte de los que había sido capaz de aturdir... estos magos mantenían protegidos a un buen número de muggles, por lo que ello le aseguró que no habría posibilidad de que los abandonaran, así que simplemente solo Draco y él estaban en verdaderas condiciones de pelear y tratar de derrotar a los mortífagos.

Apretando fuertemente su varita entre sus manos, se volvió a asomar por la columna que lo resguardaba, observando rápidamente a los magos oscuros que estaban frente a él y así saber a cuántos de ellos podría dejar fuera de combate de un solo movimiento… tan pronto como su cabeza fue visible a ellos, una serie de hechizos volaron hacía él, apenas dándole tiempo de observar que en el suelo se habían acumulado más mortífagos, además de ser capaz de agregar uno más a la lista.

La situación no cambió por varios minutos, en los cuales había tenido que cambiarse continuamente de lugar para no arriesgar a ser alcanzado por un Avada, pero lo que le resulto en un serio corte en su muslo izquierdo, además de un duro golpe en su mano derecha, por lo que se vio dificultado al momento de realizar sus hechizos; aunque eso no le había impedido desarmar y aturdir a otros dos mortífagos… De pronto los hechizos que le atacaban desaparecieron y algunos gritos y golpes sordos, se dejaban escuchar del lado de sus contrincantes; arriesgándose a ser alcanzado por una maldición, asomo nuevamente la cabeza y observo… no sin cierta sorpresa y alivio lo que ocurría… la ayuda por fin había llegado. Fue capaz de observar a un grupo de 10 personas que lanzaban hechizos a los mortífagos, cuatro de ellos, eran claramente aurores, las ropas los delataban… los seis simplemente vestían como magos comunes -aunque era claro que no lo eran-, en unos segundos habían sido capaces de desarmar a varios de los magos oscuros que quedaban de pie, lo que ocasiono que estos se dieran cuenta de su desventaja y que todos ellos escaparan entre el sonido de un ‘crak’… y la calma volvió al lugar nuevamente.

Suspirando de cansancio y alegría, se acomodó mejor en el suelo, sentándose y recargando su espalda en el muro que lo había resguardado de los últimos hechizos, dejó que su cabeza cayera hacía atrás y cerró los ojos unos cuantos segundos, solo el tiempo suficiente como para calmar su poder mágico y escuchar pasos que se acercaban a él con cierta tranquilidad. Cuando los abrió y los dirigió hacía el sonido, pudo ver cómo es que Draco Malfoy se acercaba a él; con pasos cautelosos y con su mano izquierda colgando flojamente… lo que parecía parte de la túnica del chico, rodeando el antebrazo firmemente, lo que le dijo que había sido alcanzado por una maldición. Al llegar a su lado, y aunque una mirada de superioridad había sido dirigida a su persona por un instante, su compañero rubio había estirado su brazo sano hacía él, en una clara muestra de querer ayudarlo a ponerse en pie… algo que acepto con agrado, ya que era consciente de que su situación era, tal vez, peor que la del otro.

Cuando se encontró de pie, y siendo que no podía sostenerse por sí mismo sin riesgo a terminar tumbado en el suelo, rodeo con uno de sus brazos los hombros de Malfoy, mientras que este último hacia lo mismo pero rodeando su cintura… aquello parecía ser tan normal entre ellos, que ninguno pudo evitar sorprenderse cuando se dieron cuenta de la situación, por lo que de inmediato evitaron mirarse a la cara sintiéndose incómodos y tensos. El ambiente, sin embargo, fue distendido cuando uno de los aurores que habían peleado contra los mortífagos, se acercó a ellos.

- Ustedes dos… veo que están heridos… - dijo el auror una vez que observo la pierna sangrante del castaño y el antebrazo vendado del rubio - … hay un medimago que puede curarlos, será mejor que vayan con él… - terminó diciendo observando con cierta curiosidad el comportamiento de los jóvenes magos.

- … Claro… - respondió Draco en cuanto se recobro un poco de la tensión que lo invadía, haciendo con éxito que su rostro no mostrase ninguna de las emociones que en ese momento lo embargaban, con lo cual fue capaz de enfrentar su rostro al del auror… y fue que se quedo sin habla, sin poder creer lo que estaba mirando.

- ¿Sucede algo? – preguntó el auror cuando reconoció en los ojos del rubio la incredulidad, confusión y sorpresa. Ante la pregunta del mago, Harry sintió una tremenda curiosidad por saber qué es lo que había sucedido como para que la voz del auror mostrase curiosidad y preocupación... y en cuanto sus ojos vieron el rostro del mago, entendió perfectamente porque es que su compañero no era capaz de articular palabra alguna… y es que él mismo no podía hacerlo en ese momento, su respiraron se atoro por lo que pareció una eternidad, para que en un instante se viese tan acelerada que parecía que sufriría de una hiperventilación, llevó su mano libre a la altura de su pecho y la afirmo en las ropas que lo cubrían en un intento por detener su respiración o para que el dolor, que había aparecido al momento de ver aquel rostro, no se propagase al resto de su cuerpo. No había equivocación alguna… no para él y no para Draco… ambos sabían quién era aquel auror, el cabello negro azabache y rebelde, los anteojos redondos que cubrían aquellos ojos de color castaño oscuro, unos centímetros más alto que Harry pero menor que Draco y lo que lo identificaba aún más… sin ningún tipo de cicatriz en la frente…

- ¿Todo bien, James? – el gritó en forma de pregunta que fue dirigida al mago frente a ellos, los sacó de toda duda.

- Pierde cuidado, Kingsley – fue la respuesta del mago de igual forma en un grito, desviando apenas su atención para dirigirla hacía un joven negro de porte serio.

Y Harry no tuvo dudas de que el plan que habían elucubrado Draco, Hermione y él había fallado… no solo no habían retrocedido dos años desde su presente, ¡sino que habían sido diecinueve años! Si no es que más… porque ahí, frente a él y Draco, se encontraba la única persona con la que podría ser confundido fácilmente de no ser por la falta de cicatriz en la frente y el color de los ojos… James Potter estaba ahí, viéndolos fijamente…

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Continuara…

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Notas finales:

 

Bueno, ¿qué les pareció?, no sé si es que les llamé la atención o les haya gustado aunque sea un poco… oh, antes de que se me olvide, debó decir que la idea de hacer este fic la tuve al haber leído ‘Choque de Mundos’ de la magnífica autora Umbra Estel, espero que algunos de ustedes hayan tenido la oportunidad de leerlo… no está terminado en realidad, va en el capítulo 40 y NO es un Drarry; sin embargo puedo decir que es uno de los mejores Fanfics que he leído… Para el próximo capítulo: ¿Qué hará nuestra muy sexy pareja?, ambos sabrán a qué fecha en el tiempo llegaron, así como la razón por la que su plan no resulto como lo esperaban… Esperare con agrado sus comentarios, críticas o lo que deseen dejarme. Nos escribimos pronto!!!

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El amor nunca tiene razones, la falta de amor tampoco. Todo son milagros.

Eugene O'Neill

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