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Traspasando Vidas por Leilani_z

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Notas del capitulo:

 

 

Espero de corazón poder cubrir con las expectativas que esperen de mí, de igual modo espero poder ser capaz de reflejar el carácter de los personajes, que J.K. Rowling entregó a cada uno.  Alguien me hizo un comentario en su review, que debó admitir tiene una parte de razón… Estoy haciendo muy blando a Harry después de todo lo que ha tenido que pasar en esa guerra, sin embargo puedo decir a mi favor que hay algunas circunstancias que han hecho que él sigua manteniendo esa… blandes… en los ataques; aunque como dije el capítulo anterior, todo se verá mucho mejor cuando los capítulos vayan transcurriendo. Ok, sin nada más que decir… los dejo con el segundo Cap de esta historia… ¡Disfrútenlo!

 

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Capítulo 2: Donde todo comienza

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Estación King's Cross.

Una vez que se hubiesen recuperado de la impresión que los había envuelto al ver frente a ellos a James Potter, ambos jóvenes se acercaron al Medimago sin decir ni una palabra más ante la atenta y extrañada mirada de James... Estuvieron en aquel silencio por el tiempo en que sus heridas fueron atendidas, tiempo en el cual ambos estuvieron observando atentamente los movimientos de los magos que se encontraban en el lugar; fue así que los dos pudieron ver cómo es que un grupo de ocho aurores más llegaban para apoyar en el traslado de los mortífagos atrapados, así como la llegada de cuatro medimagos más; sin embargo ni a Harry ni a Draco les interesaba demasiado aquel asunto; pues los pensamientos de ambos chicos, al igual que las miradas, se dirigían constantemente hacía la persona que había llamado su atención y que claramente les decía que su plan no había salido como lo esperaban. Cuando el medimago que los atendía les dio una poción a cada uno para la recuperación de su sangre, les indicó que no debían moverse por unos cuantos minutos hasta que hiciera efecto, por lo que dejándolos para atender a otros de los heridos, les dio la oportunidad de hablar con un poco más de libertad...

- Esto es increíble... - fue Harry quién rompió el silencio, cuando aquellas palabras en forma de susurro salieron de su boca... ver cómo es que James se movía por el lugar dando órdenes a los aurores que ya se encontraban con él, así como a los que tenían poco de haber llegado; lo llenaron de una combinación de sentimientos placenteros, entre los que se encontraban el orgullo, felicidad y admiración; por lo que no evitó que una tenue sonrisa apareciera en su rostro y que un brillo -nunca antes visto- apareciese en su mirada.

- ... Increíble, pero no favorecedor... - comentó en un susurro Draco, viendo en la misma dirección que su compañero, su entrecejo se había fruncido un poco en una muestra de que estaba pensando rápidamente en esos momentos; e inmediatamente que esas palabras dejasen sus labios, la mirada de su compañero se poso en él con una mirada seria y un brillo de incertidumbre reemplazo a los sentimientos mostrados instantes atrás - ... necesitamos averiguar en qué fecha exacta, y aunque es obvio que retrocedimos mucho más de lo planeado, debemos saber que tan cerca estamos de la primera derrota de... Voldemort... - continuó el rubio, diciendo el nombre con un tono de voz aún más bajo para que nadie excepto Harry lo escuchase.

- ... ahhh... - suspiró se cansancio, entendiendo muy bien lo que decía; llevó sus mano izquierda a su rostro y se quitó los anteojos que usaba, los observo por unos momentos... sabía que era raro pensarlo, pero realmente extrañaba sus antiguos anteojos, aunque parecieran demasiado oscos para algunos -como lo era Malfoy-, para él en realidad eran perfectos, en especial después de que tuvo la oportunidad de ver a su padre en el pensadero de Snape usando unos parecidos a los suyos... desafortunadamente Hermione había dicho que utilizar sus lentes podría hacer sospechar a la gente, obligándolo entonces a cambiarlos por aquellos cuadrados... volviendo a colocárselos, vago su mirada hasta enfocarla nuevamente en la persona que había ansiado conocer desde niño... su padre... seguía pareciendo seguro en lo que hacía y decía, pero detrás de todo eso, estaba seguro de que se ocultaba aquel hombre de carácter alegre, despreocupado y bromista que siempre le habían descrito -el que había visto en el pensadero no lo tomaba demasiado en cuanta, a pesar de que en esos momentos odiase más que nunca a Severus Snape, no quitaba el hecho de que su padre realmente era un chico arrogante y pretencioso en sus años en Hogwarts-; un hombre que no sabía del destino que se ceñía sobre él y su familia, destino que posiblemente se cumpliría pronto. - ... es difícil saberlo con exactitud... - comenzó a hablar obteniendo la atención de Draco de inmediato - ... pero creo que aún falta tiempo para el ataque...

- ¿Cómo puedes estar tan seguro? - preguntó el Slytherin sin dejar de verlo.

- ... Bueno... según tengo entendido, por todo lo que mi padrino y el profesor Lupin me dijeron... mis padres tuvieron que mantenerse ocultos desde un año antes de que yo fuese elegido completamente por... Voldemort... - susurró aún más bajo Harry al decir el nombre, sabía que si alguien lo escuchaba podrían temer, pero más aún llamar la atención sobre ellos - ... Dumbledore no dejaría que ellos peleasen a menos que fuese estrictamente necesario y es seguro que ellos abandonarían sus trabajos en ese tiempo...

- ... - Draco asintió comprensivamente, él entendía que no supiese mucho sobre la vida del matrimonio Potter antes de que fuesen asesinados, aunque por supuesto que sabía pequeños detalles, como el hecho de que Harry Potter era la viva imagen de su padre y que tenía los ojos de su madre... el estar al pendiente de ese chico en el colegio, le dio a conocer esas cosas... así como otras más que tenían que ver con las personas más cercanas a él, siendo Sirius Black -por el que sufrió mucho su muerte- el que más destacaba dentro de los adultos, seguido de cerca por Remus Lupin -del que conocía su problema con la luna llena- su antiguo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras (DCAO)... - ... es lógico... si ya para el día de tu nacimiento ellos tenían conocimiento de que eran buscados, entonces no se arriesgarían a ellos ni a ti permaneciendo en un lugar de conocimiento de todos...

- ... Así que tenemos varios meses antes del ataque, y por supuesto para hacer lo que sea que Hermione quiera que hagamos... - dijo Harry cruzándose de brazos, cambiando su expresión por una mucho más seria y preocupada.

- ¿Piensas que Granger lo hizo a propósito, eh?... yo igual... - preguntó y contestó Draco dando a conocer así sus sospechas - ... es difícil pensar en que ella pueda equivocarse, pues nunca antes lo ha hecho... por lo menos en cuanto a brujería se trate...

- Si... es muy difícil... pero podemos pensar que lo hizo a propósito por muchas cosas, y sin embargo no podemos confirmarlas... - continuó Harry concentrando su mirada en su compañero, expectante a lo que fuese a decir.

- ... Lo haremos en el momento en que encontremos un lugar seguro... - declaró el rubio con solemnidad haciendo que una mirada interrogativa naciera en el otro - ... por favor, no me digas que ya olvidaste lo que nos dijo tu amiga antes de enviarnos aquí... ‘en su equipaje he dejado algunos pergaminos con instrucciones... cuando encuentren un lugar seguro para quedarse léanlas'... es obvio que ella planeo muy bien todo esto, por eso nos ha dicho que tu cicatriz no causaría problemas ni llamaría la atención... y es seguro que dentro de las ‘instrucciones', también encontraremos las respuestas que buscamos... - terminó diciendo con seriedad, estaba completamente de sus palabras, sin embargo había algo que aún no entendía... y eso era que en el plan original, ellos simplemente retrocederían dos años, para poder acceder a los horrocruxes que no habían sido eliminados, por el simple hecho de que Potter había sido ‘asesinado' aquel día cuando fue llevado a su mansión y después de la cual el Lord había descubierto lo que el Trió dorado había estado haciendo todo ese tiempo... claro que no supo porque de la reacción que había mostrado hasta unas semanas después, cuando por fin -habiendo pasado ya la muerte de sus padres- su padrino le confesó algo realmente grande... reprimió un suspiro y cerrando los ojos alejó los recuerdos de aquellos días, pues no era el momento para pensar en ellos... - pronto las pociones harán efecto y podremos marcharnos para buscar un buen lugar; debemos saber lo que nos dice lo más pronto posible...

- ... - Harry asintió al tiempo en que asentía con la cabeza, volviendo a fijar su mirada en James, quien aparentemente había terminado de dar órdenes y los observaba detenidamente; entonces se sintió nervioso, no tenía idea de cuánto tiempo hacia que tenía la atención en ellos, solo esperaba que no haya escuchado nada de lo que habían estado hablando -algo realmente imposible tomando en cuenta que en ningún momento levantaron la voz-... vio como es que la duda lo embargaba en un segundo, para finalmente comenzar a caminar hacía ellos, decidido... determinado a algo... Su caminata, sin embargo, se vio interrumpida cuando el sonido de un traslador llegando al lugar llamó la atención no solo de él sino de todos los que se encontraban ahí... los aurores inmediatamente elevaron sus varitas en caso de que necesitasen defenderse de más mortífagos... y ellos mismos no pudieron evitar tensarse un poco, estando al pendientes por lo que pudiese suceder.

El ruido se dejo de escuchar en el mismo momento en que dos personas una persona hacía su aparición... el mago fue reconocido por todos inmediatamente, haciendo que la relajación se extendiera por todos, quienes regresaron a las actividades que desempeñaban... Harry y Draco sin embargo, parecieron tensarse aún más al reconocerlo... de todos los magos que podrían presentarse en ese momento, aquel era el último que hubiesen imaginado y deseado. Dumbledore había aparecido; con su cabello y larga barba plateada, usando una túnica morada con unas hermosas estrellas bordadas en ella, los antejos de media luna resguardando los ojos azules que destellaban con sabiduría y con un rostro serio que muy pocas veces le habían visto. El hombre no parecía muy distinto al que había conocido en su momento, lo que sin duda no les alegraba, pues sabían que si existía alguien que fuese capaz de saber su procedencia, ese sin duda era el director de Hogwarts.

- Creo que aquí llega nuestra primera prueba... - comentó Draco en un murmullo, casi como un suspiro - ... si logramos evitar que nos lea la mente, podremos asegurar que haremos un excelente trabajo aquí.

- ... El problema, es que nuestras defensas deberían de ser realmente poderosas para que eso funcione... - comentó Harry sin apartar la mirada del sabio mago, que se había acercado a James justo después de ubicarlo entre todos los aurores.

- Bueno, las mías son suficientemente poderosas... recuerda a quien estuve engañando por un año... - devolvió el rubio - ... eres tú de quien no estoy seguro, quiero decir... has mejorado en todo este tiempo, pero... tus defensas aún se rompen después de cierto tiempo...

- Uff... no tienes que decírmelo... solo espero resistir lo suficiente como para que él no sospeche nada... - fueron las palabras del castaño antes de ver cómo es que Dumbledore y James intercambiaban algunos susurros, para después observarlos y comenzar a caminar hacía ellos.

- ... ahhh... aquí vienen... - las palabras de Draco apenas si fueron escuchadas por Harry, pues fueron dichas tan suavemente que bien pudo haber pensado imaginárselas.

- ... Jóvenes... - saludo educadamente el director, manteniendo el rostro serio, ellos simplemente inclinaron un poco la cabeza hacía el frente a modo de respuesta - ... Soy Albus Dumbledore, y este es James Potter. - presentó a ambos, sorprendiendo un poco a los chicos del futuro, no esperando que eso sucediese.

- ... em, un placer... - titubeo un poco Harry, sin saber cómo tomarse aquella presentación, pero antes de pudiese pensar en otra cosa, la voz de Draco lo interrumpió.

- Soy Víctor Solange y mi compañero es Jules Alcides... - la seguridad podía notarse no solo en sus palabras sino hasta la destilaba por todo su cuerpo - ... ¿Hay algo que necesiten?... - claro que tampoco dejaba de demostrar aquella característica tan típica de los Malfoy, superioridad... ante eso los dos Potter fruncieron el ceño en señal de molestia, más en cambio el director solo se dedico a sonreír.

- Bien... James ha sido muy amable en informarme sobre su valentía al enfrentar a la veintena de mortífagos solo ustedes dos... - comenzó a decir manteniendo su azulada mirada en ellos, quizá tratando de entrar a sus mentes y así saber sus secretos - ... y apenas salir con un par de heridas no tan serias, lo que me ha asombrado en demasía, pues son pocos los magos capaces de enfrentarse tan valientemente a un número considerable de mortífagos y salir vivos...

- No creo que hayamos hecho algo que otros no harían... - contestó Harry con modestia - ... y si salimos vivos, creo que fue por pura suerte.

- Eso es lo que muchos creerían sin duda... sin embargo, debemos de tener en cuenta que ustedes estaban heridos y superados de número; y aún así lograron resistir por muchos minutos antes de que los aurores llegarán. -  continuó diciendo Dumbledore sin que la sonrisa abandonara su rostro y un brillo aparecía en sus ojos.

- ¿Por qué nos dice todo esto? - preguntó cautelosamente Draco, le parecía extraño todo aquello, pero más que nada el hecho de que el director no parecía incomodo de hablar con dos perfectos extraños y no parecer en absoluto desconfiado.

- ... - la sonrisa en Albus se hizo más firme y amplia - Para serles sincero, me gustaría hacerles una propuesta que, estoy bastante seguro, encontraran atractiva...

- ... - el silencio que reino después de esa declaración -que aunque no decía nada sobre lo que pretendía- dejaba en claro que ninguno de los escuchas había esperado que se dijesen semejantes palabras. Harry y James, sin embargo eran los que más demostraban su sorpresa e incredulidad, sus rostros podían leerse claramente; pero Draco solo había fruncido un poco más el entrecejo desconfiado e intrigado.

- ¿Por qué querría proponernos algo?, no nos conoce, no sabe como somos, de dónde venimos y porque estamos aquí - declaró el rubio sin cambiar de expresión, a su lado Harry salía de la sorpresa para ser invadido por la seriedad, no sabía que es lo que tramaba su mentor que necesitara la ayuda de dos extraños.

- Soy lo suficientemente capaz de ver a través de ustedes... - Albus Dumbledore no dejo de lado la tensión que se apodero de los dos jóvenes ante sus palabras, lo que lo puso a pensar en ello - ... sé que no son de Londres por el equipaje que llevan con ustedes, lo que me asegura que no tienen un lugar donde quedarse de momento... - continuó mirando las mochilas que se encontraban el lado de ellos - ... también sé, que no son malas personas, pues de serlo no se habrían arriesgado para salvar a desconocidos magos y muggles de un grupo de mortífagos que los superaba en número...

- Aún así... - habló con voz segura y fuerte Harry - ... ¿qué le hace suponer que no estamos actuando?, tal vez solo queremos aparentar...

- Nadie es capaz de aparentar una enorme preocupación al punto de arriesgar la vida... - el director interrumpió sus palabras sin levantar la voz ni cambiar su expresión - ... y estoy seguro de que ustedes no son mortífagos, por que de serlo no habrían dejado que atrapáramos a algunos en este ataque...

- ... - James miraba en silencio el intercambio de palabras, resistiendo las ganas de dar su opinión acerca del modo de actuar de Dumbledore y poniendo especial atención en los dos muchachos frente a él que parecían sacar excusas de todos lados para eludir la propuesta que el director quería hacerles... algo que lo confundió mucho, en un principio al llegar a la estación y después de ver cómo es que cuatro de los diez mortífagos que habían quedado en el lugar estaban muertos, su desconfianza se hizo visible; sabía que magos que se respetarán no habrían utilizado la imperdonable para ello, y ciertamente ningún otro tipo de hechizo que implicara hacer sufrir a alguien... sin embargo, el hecho de que esos cuatro mortífagos no parecieran haber sufrido y no tenían heridas de gravedad que demostrasen ser las causantes de la muerte, le dieron a pensar que esos chicos pudieran haber utilizado la maldición ‘Avada' para ‘defenderse'... pero sus dudas se resolvieron cuando había interrogado a los otros dos magos que estaban en el lugar y habían sobrevivido, ellos le aseguraron que un tercer mago había utilizado la maldición en los mortífagos antes de recibir una él, y los recuerdos confirmaban lo que decían.

- ... Bueno, que ustedes confíen en nosotros no quiere decir que nosotros si confiemos en ustedes... - comentó de pronto el rubio, sacando así de sus pensamientos a James, que no había prestado demasiada atención a la conversación intermedia... el chico que se presento como Víctor tenía los brazos cruzados a la altura del pecho, su mirada denotaba un poco de desconcierto a pesar de que las facciones de su rostro parecían indiferentes... su actitud le crispo los nervios pero lo intrigo realmente, y es que aquel comportamiento le recordaba al de un Malfoy.

- Puede negarlo cuanto quiera, pero me parece que los cuatro sabemos muy bien que de no confiar en nosotros, ustedes habrían tomado la primer oportunidad para salir de aquí, sin importar lo que el medimago les dijese... - comentó de forma divertida el director después de ver cómo es que el rostro del rubio mostraba claramente la molestia - ... Ahora si pudieran hacerme el favor de acompañar a James a un lugar donde podremos hablar mejor, les aseguro que pronto sabrán lo que deseo.

- ... Albus... - habló James por primera vez desde que vio como es que los jóvenes magos acudían al medimago; haciendo que uno de ellos de sobresaltase, lo que lo obligo a posar su mirada en el chico de castaños cabellos y ojos azulados... le parecía extraño que, Jules -según recordaba se llamaba- desviase la mirada inmediatamente.

- ¿Qué sucede James? - preguntó el director llamando su atención nuevamente.

- ... No negaré que no confío completamente en ellos dos, pero el hecho de que tu si confíes me hace creer que no deben de ser mortífagos... sin embargo, me gustaría saber ¿cuál es ese lugar al que pretendes que los lleve? - habló seriamente James acomodándose los anteojos que habían resbalado sobre su nariz en ese tiempo, sus palabras eran ciertas, él no confiaría por completo en completos extraños -a pesar de que ellos hubiesen ayudado en una pelea contra mortífagos- y es que no sabía de ellos nada más allá de sus nombres, los cuales no reconocía de ninguna familia que existiese en Londres... en el Mágico por supuesto... lo que podría significar tres cosas, la primera es que podrían ser hijos de familias Muggles, la segunda es que podrían ser de otro país -lo cual dudaba mucho pues el asentó ingles los delataba- y la tercera es que aquellos no fuesen sus nombres reales.

- Creo que la casa de Sirius sería el mejor lugar... - respondió Albus dejando se sonreír un momento, mientras una de sus manos viajaba por su larga barba - ... sí, creo que ese es un buen lugar, el no llegará hasta dentro de una semana, y la utilizaríamos simplemente para hablar, creo que puedes encargarte muy bien de eso... - terminó diciendo viendo el rostro de James y volviendo a sonreír.

- ... - solo Draco notó el sutil respingo que había dado el cuerpo de Harry ante la mención de la casa de Sirius Black, y viéndolo de reojo pudo notar cómo es que el anhelo se adueñaba de su mirada, sabía que en esos momentos, su compañero lo que más deseaba era encontrarse con Black, después de todo aquel hombre era su padrino y posiblemente lo más cercano a un padre que haya tenido.

- ¿Sabes lo que me estás diciendo, Albus? - la pregunta era retorica, por lo que el mencionado no hizo el más mínimo ademán de contestarla, manteniéndose impasible - ... Se nota que nunca has entrado a la casa de Sirius... puede ser un lugar lo bastante seguro para hablar sin que personas indeseadas los escuchen pero también es el lugar menos cómodo que pueda existir en este mundo... - contestó James con cierto tono cansado.

- Me imagino a lo que te refieres, sin embargo aún creo que ese es el lugar adecuado... por favor, James, haz lo que te pido... - declaró Dumbledore enseriando un poco su expresión - ... puedes permanecer con ellos en lo que llego, ya me encargaré de que no haya repercusión en tu trabajo.

El silencio los envolvió por algunos segundos, en los cuales James parecía pensar seriamente sobre si aceptar o no la petición, pero son ver otra salida a ello asintió con la cabeza al tiempo en que soltaba un suspiro, recibiendo una sonrisa a cambio por parte del anciano mago... dando una mirada final a Albus, James les hizo una seña a los otros dos magos, los cuales tomaron sus cosas -el rubio con más reticencia que el otro- y se dispusieron a seguirlo... apartándose hacía una de las esquinas más alejadas de los andenes, los tres se detuvieron.

- Muy bien, para llegar allá tendremos que utilizar la aparición, pero siendo que ustedes no saben dónde queda el lugar ni mucho menos tienen permitido el acceso, tendrán que sujetarse de mí para viajar... - explicó James viéndolos a ambos - ... espero que no haya ningún problema con ello.

- ... Estará bien mientras el viaje sea suave... - contestó Víctor pareciendo indiferente, viendo de reojo a su compañero castaño quien entendió perfectamente el porqué de aquella frase, frunciendo el ceño inmediatamente después de escucharla.

James asintió nuevamente, sin poder evitar observar de reojo a Jules, quien parecía no querer hablar frente a o con él... alejando los pensamientos de su cabeza, procedió a indicarles que lo tomaran cada uno de un brazo, y un segundo después de ello, los tres desaparecían de la estación, dejando tras ellos solo el sonido de un ‘crack'... La sensación de viajar por ese medio hasta otro lugar, muy poco podría agradar a alguno de los tres, el tirón que sus cuerpos sentían aunado a la sensación de cosquilleo que inundaba cada parte de su cuerpo, los hacía sentir que en algún momento pudieran quedar partidos... algo que era realmente muy posible si es que la concentración de quien los llevaba se rompía o se veía alterada. Afortunadamente no sucedió nada de temer, en unos pocos instantes los tres aparecían nuevamente, el callejón donde habían llegado extraño a los dos chicos del futuro siendo que ninguno logró reconocerlo, y aunque vieron de manera interrogativa a James, esté no se detuvo ni hizo ademán de querer responderles y simplemente comenzó a caminar saliendo de callejón, entrando a uno de los edificios cercanos y apenas dándoles un poco de tiempo para observar el área donde se encontraban, reconociendo edificios de hasta siete pisos en colores suaves, muy parecidos entre si y que se mantenían rodeando un pequeño, pero acogedor parque donde niños jugaban sin percatarse de su presencia.

En el momento en que entraron al edificio supieron inmediatamente que ahí es donde se encontraba la casa de Sirius Black, como magos les fue fácil identificar la presencia mágica que inundaba la construcción, las que fueron mucho más fuertes cuando llegaron hasta el quinto -y último- piso, donde solo una puerta podía apreciarse en el pequeño pasillo. Harry y Draco vieron entonces, como es que con algunos movimientos de varita, James, deshacía gran parte de los conjuros y con algunos otros terminaba de deshacerse de los demás, para un segundo después poder entrar por la puerta que James mantenía abierta... El departamento de Sirius no era ni de cerca lo que Harry se había imaginado, las paredes de colores pasteles, eran apenas lo que llamaba su atención, fueron los cuadros y las fotografías -inmobles-, las que realmente lo sorprendieron en primera instancia; después, cuando se adentraron en la sala, el juego de tres sofás de piel negra que confinaba con la vitrina del mismo color que se mantenía en una de las paredes, así como el mueble que contenía gramófono junto a una cantidad considerable de discos de vinilo a los lados; todos ellos de color negro, mientras que las paredes blancas y el piso azul pastel le daban el toque elegante que cualquiera esperaría del miembro de una familia de alto linaje.

- ... ¿Impresionados?... - la pregunta de James lo sacó de su impresión, para girar a verlo con una sonrisa en el rostro.

- Sin duda... - respondió él con un brillo en los ojos que se podía reconocer como alegría.

- Si, yo también lo estoy... - confesó James mientras movía la varita señalando hacía el techo, de inmediato fueron sentidas nuevamente las protecciones rodeando el departamento - ... esperaba encontrar el lugar hecho un desastre, pero parece que Sirius hizo un buen trabajo antes de salir. - terminó diciendo mientras recorría con su vista la sala, seguramente recordando que tan desordenado se encontraba la última vez que estuvo en el lugar.

- ... Es extraño encontrar magos que viven como muggles actualmente, a menos claro que se trate de un nacido de muggle... - el comentario del rubio se escuchó por la habitación, causando que la atención de los otros dos se centrase en él, a pesar de que su tono de voz había sido suave y una tenue sonrisa se encontraba en su rostro, pareció haber ofendido a James.

- ... ¿Acaso tienen algún problema con que Sirius sea nacido de muggles?... - preguntó levantando una de las cejas y en sus ojos volviendo a brillar la desconfianza.

- Yo no tengo problemas; mi madre era nacida de muggles y mi padre mago, así que puedes decir que soy mestizo... - contestó lo más afablemente posible Harry, viendo cómo es que de inmediato su padre suavizaba su expresión.

- ¿Qué hay de ti? - preguntó en esa ocasión dirigiéndose a Draco.

- ... Sangre pura... - contestó llanamente el rubio, sin que el gesto de su rostro cambiara y por lo tanto que James endureciera el rostro.

- ¿Sangre pura?, las personas que conozco y que se identifican de ese modo, siempre han sido mortífagos... - escupió las palabras en lo que pareció un signo de desprecio que los otros dos pudieron reconocer de inmediato; así como también pudieron darse cuenta de cómo la furia parecía haberlo envuelto a pesar de que intentase no dejarlo traslucir, pero siendo su cuerpo el que lo traicionaba... James se había tensado y sus manos se mantenían rígidas a los lados, la derecha sosteniendo fuertemente la varita.

- Pero nosotros no lo somos - intervino Harry en lo que pronto se convertiría en una discusión - ... mira, Dumbledore confía en nosotros, tú mismo lo has notado en la conversación de antes, fue él quien se acercó a nosotros y quién nos quiere hacer una propuesta. - terminó diciendo con seguridad y viendo fijamente a los ojos castaños de su padre, intentando no dejar que los nervios y ansiedad por entablar una conversación decente con él, se mostrasen.

- ... ahhh... - James suspiró - ... por supuesto, Albus confía en ustedes, y aunque no entiendo porque, estoy seguro de que debe tener una muy buena razón... - confesó resignadamente James, aunque sin que la tensión abandonara por completo su cuerpo - ... lo que no desplaza el hecho de que tú comentario no me agrado en absoluto... - terminó diciendo fijando su vista en el rubio.

- ... Es difícil olvidar toda una vida de educación... - comentó simplemente Draco, sin darle demasiada importancia a la discusión.

- ¿Quieres decir que no piensas realmente de ese modo? - preguntó James levantando una ceja.

- Oh, por supuesto que pienso así... sin embargo, el hecho es que a comparación de mi familia o de cualquier mortífago, yo si sé reconocer que los brujos nacidos de muggles o mestizos son realmente necesarios para el Mundo Mágico... - contestó seriamente el rubio sin mirar a ninguno de los otros dos, pues su atención estaba puesta en la sala de tres piezas, de la cual ocupo el sofá de dos plazas sentándose elegantemente en él - ... creo que eso queda claro por el simple hecho de que estoy viajando con Jules... - terminó diciendo enfocando su mirada en su compañero castaño, el cual parecía igual o más sorprendido que James, a quien tenía a su lado.

- ... No conozco muchos magos de sangre limpia que hayan tenido una educación como la tuya y se atrevieran a contradecirla... - comentó entonces James, pareciendo mucho más relajado con la última frase dicha por el rubio.

- ... Siempre es difícil tomar ese tipo de decisiones... - la declaración de Harry hizo que James lo mirara esperando a que continuara, pero al mismo tiempo provocó que Draco desviase su mirada - ... en especial cuando una guerra se está llevando...

- Aún así, creo que eso requiere de mucho valor... - dijo el de lentes redondos; un silencio se extendió por la habitación que duró varios segundos, durante los cuales Jules fue a sentarse en el mismo sofá que Víctor, y él mismo adoptó una posición en el sofá individual, hasta que fue nuevamente decidió romperlo - ... ¿Y díganme, de donde son?, por sus apellidos sé que no son de Londres, así que supongo que deben de ser extranjeros... - preguntó casualmente, intentando iniciar una conversación de la que pudiese obtener algo relevante.

- Estados Unidos... - contestó el rubio sin parecer alterado en lo más mínimo y como si estuviese acostumbrado a contestar aquella pregunta - ... pero nuestros padres son de descendencia francesa... - continuó antes de que James pudiese realizar alguna otra pregunta.

- Entonces, supongo que además de ingles también hablan francés - dedujo el mayor.

- Víctor es el que habla francés... - respondió en esta ocasión Jules, sin mirarlo a los ojos pero hablando con mucha seguridad - ... yo no soy muy dado a hablar otra lengua que no sea el ingles, siempre he sido muy torpe para eso...

- Para eso y muchas otras cosas... - comentó burlonamente el rubio mirando de reojo al castaño.

- No creo que quieras que te recuerde un par de clases en las que claramente tenías problemas... - gruño el oji azul viendo con molestia a su compañero.

- mhg - fue el sonido que salió de la boca del otro mientras se cruzaba de brazos y giraba la cabeza evitando mirar al castaño.

James los miraba un tanto divertido por la pequeña disputa que tenían los otros, y aunque no estaba completamente seguro de que fuera una discusión falsa, no podía evitar que la situación lo divirtiera realmente. Antes de que ninguna palabra fuese dicha por él, los tres pudieron sentir como es que las protecciones alrededor de la casa eran retiradas nuevamente, en esta ocasión con una sutileza tal que apenas se percataron de ellos un par de segundos antes de que la puerta del departamento fuese abierta; pronto las protecciones fueron colocadas nuevamente y en la habitación Albus Dumbledore apareció.

Los tres jóvenes magos fijaron inmediatamente sus miradas en él, dos de ellos con curiosidad e intriga reluciendo en sus ojos, mientas que el último lo hacía con un brillo de incertidumbre y curiosidad. Albus los miró a los tres emitiendo una sonrisa tranquila y con los ojos azules relucientes, acercándose hasta ellos ocupó el sofá libre.

- Ninguno de los mortífagos era del círculo interno, pero Alastor espera poder obtener algo más que nos ayude. - comentó el director un segundo después de haberse sentado.

- ¿Moody se encargara de interrogarlos? - preguntó James un poco sorprendido.

- Si, el mismo se ha ofrecido. - contestó calmadamente Albus, enseriando el rostro de repente dirigió su mirada a los otros dos jóvenes magos que estaban sentados juntos.

- Supongo que ahora nos dirá la razón por la que desea hablar con nosotros - comentó el rubio con altanería.

- ... - James miró aquello con desaprobación al igual que lo hizo el compañero de Víctor, Albus en cambio no pareció realmente importarle el modo en que le habían hablado - ... Como les dije antes, me gustaría hacerles una propuesta, pero primero necesito comprobar algunas cuestiones que me tienen intrigado... - habló Dumbledore seriamente, sorprendiendo con ellos a los otros magos y haciendo que tanto Víctor como Jules pusieran la atención y seriedad ante lo que seguiría - ... Veo que sus defensas en Oclumancia son realmente buenas, conozco muy contadas personas que han logrado levantar paredes tan poderosas en sus mentes... - comentó después de unos segundos, intrigando con ello a James, que se pregunto cuales serían los secretos que aquellos dos jóvenes desconocidos parecían querer ocultar - ... no preguntaré que secretos ocultan, puesto que todos sin excepción tenemos algo que ocultar... sin embargo lo que si me gustaría saber es ¿qué hacían dos jóvenes magos un día como hoy en la estación King´s Cross?

- Queríamos tomar el expreso a Hogsmeade... - contestó Jules lo más tranquilo posible, sabiendo que lo que estaba por decir era la verdad o por lo menos una gran parte de ella - ... escuchamos que es un buen lugar para vivir tranquilamente, además de que el paisaje es maravilloso.

- Hay viajes turísticos que pueden pagar para ir hasta allá sin necesidad de que pierdan horas valiosas viajando en el expreso - declaró James en esta ocasión no pudiendo resistir estar de lado en aquella conversación.

- Tu lo has dicho, ‘viajes turísticos'... nosotros no somos simples turistas, somos extranjeros en busca de un lugar adecuado para vivir, no queremos meternos en problemas... - contestó en esta ocasión el rubio.

- Lamento tener que decirles jóvenes que ya están en problemas... - declaró Albus con completa seriedad aún en su mirada - ... ustedes dos, al enfrentarse a un número considerable de mortífagos y derrotar a varios, han debido de llamar la atención de Lord Voldemort hacía ustedes... - el director no pudo dejar de notar la falta de estremecimiento, en los chicos con los que hablaba, al decir el nombre, por lo que se sintió orgulloso por ello - ... él estará enfadado por la aparición de ustedes dos y más aun por la interferencia en cualquiera que fuesen sus planes.

- ¡Oh Merlín! - exclamó entonces James, pareciendo entender a donde es que quería llegar su director - ... ¿Quiere decir que ellos ahora están amenazados? - preguntó directamente a Albus.

- Es lo que me temo... Voldemort no es alguien que deje con vida a quienes se atreven a desafiarlo... - contestó mirando fijamente a Jules y Víctor, los que no habían cambiado su expresión en ningún momento, pareciendo no afectarles en nada lo que les decían - ... actualmente manejo un grupo de magos y brujas llamado La Orden del Fénix, que tiene como finalidad frustrar todos los planes que Lord Voldemort intenta llevar a cabo, pero también tenemos la finalidad de proteger a todo aquel que lo necesite...

- ... ¿Está tratando de decirnos que quiere darnos esa protección?... - preguntó cautelosamente Jules, después de haber meditado adecuadamente las palabras que el mago les decía; Dumbledore simplemente asintió con la cabeza esperando que alguno de ellos le diese una respuesta.

- ... Me gustaría que lo pensaran antes de darme una respuesta definitiva... creo que ustedes pueden ver los beneficios que obtendrían con ello... - comentó el director con el semblante un poco menos serio.

- ... Primero debemos discutirlo entre nosotros, ¿podría dejarnos solos unos minutos? - habló y preguntó el rubio antes de que cualquier respuesta por parte de su compañero se hiciese presente.

- Esta bien; James y yo estaremos en la cocina, háblennos cuando tengan una respuesta. - dijo Albus al tiempo que se levantaba de su asiento seguido inmediatamente de James, quien se puso a su lado en un instante y segundos después ambos abandonaban la habitación.

- ¿Qué es lo que tenemos que discutir? - preguntó el castaño Harry una vez que vio se encontraban completamente solos, cuidando que su voz no sonara demasiado fuerte para no ser escuchado desde la cocina - ... Creo que aceptar es la mejor opción que tenemos por el momento. - había fruncido el entrecejo mientras hablaba y miraba directamente a su compañero.

- ... Para ti lo es, pues es obvio que te da la oportunidad de conocer a tu padre... - contestó en el mismo nivel de voz el rubio, sin embargo podía apreciarse la acritud por la que estaba pasando, viendo cómo es que sus palabras afectaban a su compañero continuó diciendo, como si no lo hubiese notado - ... se perfectamente lo que significa tomar esta propuesta, y tú también deberías de tomarte un tiempo de pensar en ello, después de todo eres quien más conoce el modo en que Dumbledore maneja la Orden... - sus ojos estaban fijos en la puerta que segundos antes había sido cerrada - ... estar enclaustrados en una casa, sin la libertad de salir y movernos como queramos, no es exactamente el modo en que lograremos nuestro objetivo...

- ... Bien, bien... tienes razón... - declaró el castaño después de varios segundos de silencio, los que aprovecho para poder poner un poco en orden los pensamientos, recordando perfectamente cuál era la definición de ‘protección' que Albus Dumbledore tenía... su padrino era claramente un ejemplo de ello... ¡Demonios!... el mismo lo era, si se tomaba en cuenta que lo había mantenido ignorante en todos sus años de Hogwarts con respecto a la profecía... - ... pero aún debemos de averiguar qué es exactamente lo que tenemos que hacer en esta época y para ello necesitamos estar en un lugar lo suficientemente seguro como para leer los pergaminos que Hermione nos dejo. - terminó diciendo destensando un poco las facciones de su rostro pero sin dejar de fruncir el entrecejo.

- Sin duda tienes razón en eso, sin embargo para lo que necesitemos hacer -sea lo que sea- te aseguro que es necesario salir al mundo mágico y enterarnos lo mejor posible de los movimientos de Voldemort... lo cual, estoy bastante seguro no obtendremos de la Orden... no creo que confíen en dos desconocidos que de un día para otro aparecieron en Londres y convenientemente a tiempo para detener un ataque mortífago... yo no confiaría por menos de eso... - declaró seriamente Draco, apartando unos instantes sus ojos de la puerta para enfocarlos en los azules de su compañero.

- ... ahrgg... - exclamó con frustración Harry, llevando su mano derecha a revolver su cabello castaño; seguidamente dejo salir un suspiro, se acomodo las gafas que habían bajado un poco y finalmente, se cruzo de brazos recargando su espalda en el respaldo del sofá. Todos los movimientos siendo seguidos por los claros ojos de Malfoy - ... ¿Qué tenemos que hacer entonces?... - preguntó en un susurro que casi sonaba a resignación - ... Es obvio que no aceptaremos lo que nos propone Dumbledore, y aunque estoy de acuerdo contigo en que él nos alejaría de los problemas y que posiblemente no desee comunicarnos nada sobre lo que sepan; ellos sin duda son la única fuente que podemos utilizar para obtener información... -

- ... Tal vez podemos hacer un trato con ellos... - sugirió entonces Draco, haciendo con ello que los ojos azules volvieran a enfocarse en él, esta vez de forma interrogativa - ... creo que Dumbledore quiere algo más de nosotros además de ‘protegernos'... es decir, si solamente quisiera mantenernos a salvo entonces porque no hizo la misma oferta a los otros magos que estaban antes que nosotros... - continuó, explicando el pensamiento que había invadido de pronto su mente - ... no, me parece que el viejo quiere usarnos para algo y por eso es que disfraza su oferta como una protección...

- ¿Por qué tienes que pensar lo peor de la gente?, no es como si nos quisiera de sacrificio - respondió Harry con cierto enojo mostrándose en su voz.

- ¿No lo crees?, entonces ¿puedes decir con seguridad que él no usaría a ninguno de nosotros como un seguro para ganar esta guerra? - preguntó con seriedad y cierta burla Draco.

- ... - y no supo que contestar; haciendo una mueca de desagrado tuvo que admitir para sí mismo que Dumbledore podía ser capaz de eso, lo descubrió la noche en que le fue confesado el contenido de la profecía, la misma noche en que su padrino había caído muerto en batalla... y temía que su respetado director fuese capaz de lo que Draco insinuaba, puesto que él aún no los conocía, no los trataba y seguro que no lo había en todo ese tiempo, por lo que no tenía ningún tipo de sentimiento de aprecio hacía ellos y por lo tanto no le importaría usarlos. Si, por que Albus Dumbledore era un hombre calculador cuando se trataba de enfrentar a Voldemort y vencerlo, por lo tanto si tenía la posibilidad de usarlos seguramente no la desaprovecharía.

- ¿Lo ves?, ni siquiera tú puedes negar que algo así pudiese ocurrir... - comentó el rubio con facciones que mostraban indiferencia y una voz llena de sequedad - ... ahora, si él piensa utilizarnos en algún momento, no le convendría tenerlos alejados de la orden, por lo que podemos tomar ventaja de ello; podemos pedirle que nos de la libertad suficiente como para trasladarnos de un lugar a otro sin ser vigilados y por supuesto sin tener que darles explicaciones, a cambió de ofrecerles nuestros servicios como magos, que supongo es lo que quiere...

- ... Puede que eso funciones, pero ¿qué tal si no?; ¿Cómo podremos continuar a partir de eso?... - preguntó calmadamente Harry pero con clara curiosidad en su voz.

- Eso es lo que tenemos que pensar... - declaró Malfoy - ... podemos retomar el plan de ir a Hogsmeade y rentar alguna casa o simplemente buscar un departamento en algún barrio muggle lo suficientemente cerca del Callejón Diagon para poder mantenernos informados de algunas cosas... - sugirió finalmente después de un par de minutos en silencio.

- Vivir en el Londres muggle no creo que podamos hacerlo; para rentar o comprar un departamento muggle necesitaríamos mucho dinero y sinceramente, dudo mucho que Hermione tuviese una cantidad de dinero tan grande... - comentó Harry soltando un suspiro después de eso.

- Pues será Hogsmeade, creo que nuestras opciones en el mundo mágico son bastante amplias como para no preocuparnos por el momento y en cuanto al oro, te puedo asegurar que tomé el suficiente como para no vivir en la miseria por dos años. - declaró Malfoy con seguridad y arrogancia.

- ... Bien... entonces, supongo que debemos llamarlos para informarles nuestra decisión... - dijo el castaño de pronto, levantándose de su lugar en el sofá, caminó lentamente hasta la puerta por donde habían desaparecido Albus y James, y levantando solo un poco la voz procedió a llamarlos. Pasaron apenas tres segundos antes de que los mencionados apareciesen, por lo que Harry dio media vuelta regresando al lado del rubio, ambos permaneciendo de pie en esos momentos.

- La propuesta que nos ha hecho, sin duda que agradaría a cualquier otra persona que tuviese miedo de morir asesinado por mortífagos; sin embargo no es nuestro caso... - comenzó diciendo el rubio, ante la atenta y comprensiva mirada de Albus Dumbledore, así como la sorprendida y orgullosa que les lanzaba James.

- ¿No temen morir acaso? - preguntó el de mirada castaña curioso por la respuesta.

- No, si es en una batalla... - contestó entonces, firmemente Jules - ... como ya les habíamos dicho antes, nosotros llegamos aquí con el objetivo de vivir lo más tranquilamente que podamos y para ello necesitamos tener una vida lo más normal que sea posible... y no creo que permanecer ocultos sea parte de ello. - termino diciendo sin poder evitar que su mirada se enfocase en la figura de James Potter, quien le devolvía la mirada en la que se mostraba una gran aceptación por sus palabras... lo que indudablemente lo hizo sonreír.

- Comprendo que quieran tener una vida normal, sin embargo Londres no es el lugar más adecuado para ello y eso ustedes deberían de saberlo, después de todo la fama de Lord Voldemort -estoy seguro- ha llegado hasta el extranjero. - declaró con seriedad el director - Seguro que ustedes debieron de haber escuchado de él y todo lo que ha estado haciendo por estos rumbos, y si su objetivo fuese vivir tranquilamente entonces no hubiesen escogido este lugar nunca.

- ... - una sonrisa ladeada nació en el rostro del rubio, sus ojos color miel se oscurecieron un poco haciéndolos parecer de un suave café - ... Usted es un hombre con mucha intuición, sin duda de los pocos que podrían ser capaces de saber todos los secretos de una persona con solo mirarla... - su voz sonó un poco frustrada pero al mismo tiempo divertida.

- Oh, ¿eso es lo que cree?, si es así entonces debo deducir que lo que he dicho es verdad - comentó Albus con calma no pareciendo afectado por el pequeño descubrimiento.

- Si bien es cierto que este no es el mejor lugar para vivir tranquilos, también lo es el hecho de que nosotros lo escogimos porque el estilo de vida nunca será por completo aburrido, las batallas nos ayudarían a mejorar en nuestras habilidades, pero además ayudaríamos a deshacernos de cuantos mortífagos podamos... - contestó Víctor regresado a su mueca de indiferencia.

- ¿Y todo eso lo harían sin esperar recibir nada a cambio? - preguntó James con cierta incredulidad escuchándose en su voz, mientras que entrecerraba los ojos.

- Claro que recibiremos un pago por ello... pero eso es de nuestra incumbencia... - contestó el rubio de mala gana.

- Por el modo en que hablan, me aseguran que están determinados a no esconderse para proteger sus vidas... no sé qué tipo de deuda tengan que saldar con Voldemort y sus mortífagos, pero creo que podemos llegar a un acuerdo en el cual tanto ustedes como nosotros saldríamos beneficiados. - declaró tranquilamente Dumbledore ignorando los gestos de sorpresa que se mostraron en los tres jóvenes rostros, después de haber mencionado la palabra ‘deuda'.

- ¿Otra propuesta? - preguntó Jules intrigado por lo que les fuese a decir Albus.

- Si... viendo que ustedes desean ayudar a nuestra comunidad mágica, peleando cuanto les sea posible para eliminar o capturar mortífagos, y siendo que no aceptaran mantenerse al margen de ello aun si sus vidas están en riesgo... creo que solo queda una opción... - hizo una pausa consciente de que había capturado la atención de los otros tres magos - ... les propongo formar parte de la Orden del Fénix...

Decir que aquello los tomó por sorpresa era decir poco, Víctor y Jules estaban prácticamente anonadados, mudos de la impresión que los había embargado... Jules era el que mostraba más abiertamente aquello, su bocas abierta en una muda exclamación de sorpresa, sus ojos más abiertos de lo normal y con su rostro pálido; a su lado Víctor había enseriado el rostro tan pronto como se dio cuenta de que demostraba su sorpresa al haber abierto los ojos más de lo común; y fijo su mirada perspicaz en el rostro de James, él a pesar de que había escuchado las palabras del viejo, no parecía realmente sorprendido por la petición, es más, podía asegurar que más bien demostraba cansancio y cierta resignación... supo entonces que ellos habían esperado a que declinarán su oferta de protección y planearon la otra alternativa... aunque no entendía porque.

- ... Si ustedes aceptan esto, ambos obtendremos lo que queremos... ustedes pelearan contra los mortífagos y yo me aseguraré, al mismo, tiempo de protegerlos lo mejor posible al no dejarlos completamente solos... - continuó diciendo el director solo unos segundos después - ... ¿necesitan tiempo para pensar, nuevamente?

- ... - Jules y Víctor se vieron a los ojos un par de segundos, ambos mostraban sus dudas y reservas en cuanto a aquella propuesta, sin embargo ya antes lo habían hablado sobre sus opciones, y ciertamente el que les ofrecieran formar parte de la orden era mucho más de lo que imaginaban, por lo que se convertía en su única opción para mantenerse informados... por lo tanto ambos dirigieron por fin sus miradas decididas a los otros dos magos y fue Jules el que contestó firmemente - ... Es un trato... - al tiempo en que su mano se estrechaba con la del anciano mago, ninguno de los jóvenes del futuro pudo evitar esperar estar haciendo lo correcto.

+.+.+.+.+.+.+

En un lugar lúgubre y desconocido.

Golpeaba sus dedos por sobre el posa brazos de su asiento... no podía evitar sentirse molesto e intrigado. Molesto por el hecho de que sus hombres hubiesen fallado en algo tan simple, como era atacar la estación King's Cross y hacerse lo más rápidamente posible de aquella entrada al mundo mágico... él sabía de ella, por supuesto, y aunque tenía conocimiento de que aquella entrada no era ni la mitad de importante como lo fuese la del Callejón Diagon en el Caldero chorreante, lo que sí sabía era que en el momento en que la hubiese sellado todo lo que seguía en su plan habría sido mucho más fácil... pero su plan no había salido como lo había planeado, y es que no había previsto que magos de gran habilidad pudiesen encontrarse en aquel lugar... y era por ello que se sentía intrigado... según las memorias de los sirvientes que lograron escapar, aquellos muchachos no deberían de tener mucho de haber salido del colegio y sin embargo no podía recordar que en Hogwarts existieran magos con tales capacidades, de haber sido así sin duda no los habría dejado desechado como posibles súbditos; a menos que hubiesen pertenecido a Gryffindor...

- Mi... Mi señor... - la voz un tanto temblorosa de uno de sus súbditos más jóvenes logró sacarlo de sus pensamientos, deteniendo de inmediato el movimiento de su mano y dirigiendo una fría y molesta mirada a ese joven irrespetuoso.

- Espero que tengas una razón lo suficientemente buena como para presentarte ante mí... - declaró a modo de ultimátum; estaba cansado de tener que recibir malas noticias y por lo mismo estaba seguro de que si ese chico le decía otra, se desquitaría enormemente con él.

- Mi señor... tengo información que le será de mucho agrado... - dijo un poco más seguro de si el joven, manteniendo una rodilla sobre el duro y frío suelo, la cabeza inclinada y halándole con el respeto que había obtenido a lo largo de esos años.

- Yo decidiré si es o no de mi agrado lo que tengas que decirme... - siseó él en respuesta, comenzando a desesperarse por saber qué información había obtenido aquel joven.

- Lo siento Mi señor... tiene razón... - se disculpo rápidamente el muchacho tensándose ante lo que podría pasarle.

- ¿Y bien?, ¿Qué es eso, que según tú es tan importante? - exigió una respuesta prontamente, preparando su varita por la posible diversión que estaba a punto de relajarlo.

- Me encontraba en... en el Cabeza del Puerco, en Hogsmeade, esperado al contacto que tengo en el Ministerio, parecía tener que informarme de algo importante... - aquello llamó su atención, pues no tenía conocimiento de que ese muchacho que parecía tan poca cosa pudiese tener contactos en tan importantes rangos dentro del bando de los ‘buenos' - ... cuando vi entrar a Albus Dumbledore (1)... - y la mención de ese simple nombre lo hizo ponerse rígido y expectante - ... lo vi hablar con el tabernero un momento, el cual lo llevó a una de las habitaciones de la planta alta; tan pronto como el hombre se fuera me acerque a la puerta y escuché... parecía estar hablando con una mujer cualquiera, estaba seguro de que lo que dirían no sería de relevancia hasta que de pronto la voz de la mujer cambió y pude escuchar lo que decía... - el muchacho hizo una pausa aventurándose a alzar la cabeza para verlo a los ojos, y con una enorme seguridad comenzó a recitar - ... "El único con poder para derrotar al Señor de las Tinieblas se acerca... Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes..." - y la tensión subió en su cuerpo, su mirada debió de endurecerse mucho y muy seguramente destilaba frialdad; puesto que el muchacho frente a él no pudo evitar que un escalofrío se manifestara y bajase de nuevo la cabeza.

- ... ¿Sabes quién era la mujer?... - preguntó suavemente, esperando que sus sospechas no fuesen ciertas.

- Si... Sybil Trelawney, ese es el nombre de la bruja... - contestó el joven expectante por lo que pudiese sucederle.

- Trelawney... sin duda descendiente de Cassandra Trelawney... - murmuró él adentrándose en sus pensamientos, vaya que sabía de Cassandra, quién había sido una gran profetiza cuando aún vivía, y si está tal Sybil tenía aunque sea un mínimo de la habilidad de la otra, entonces no debía de tomar a la ligera la predicción escuchada; por lo tanto tenía que darse un tiempo considerable a pensar cual sería sus pasos a seguir y descubrir quienes eran aquellos que tendrían al que se supone deberá de vencerlo. - ... Hiciste un excelente trabajo, te recompensaré muy pronto por esto Severus (2)... - dijo a aquel muchacho pocionista, tal vez no fuera nada atractivo sin embargo con el intelecto que poseía, seguro que en algún momento formaría parte de su círculo interno... - puedes retirarte. - ... si, sin duda el muchacho tenía mucho talento para las pociones y acababa de demostrar que podía entregarle información muy valiosa... y eso, para él, significaba mucho más que matar a unos cuantos muggles. Por el momento su mente solo debía de enfocarse en resolver adecuadamente las palabras de la profecía... y para ello necesitaba estar solo.

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Casa James Potter.

Y ahí estaban... no podía creer que Dumbledore los hubiese convencido de quedarse justamente en esa casa. En un principio una enorme felicidad lo había embargado al pensar en la posibilidad de convivir con los que fueran sus padres, aunque fuese por un periodo corto de tiempo, sin embargo una vez que hubiese aparecido en ese justo lugar, sus sentimientos habían cambiado para convertirse en nerviosismo y malos recuerdos, porque la casa era la misma que había llegado a conocer en su época, meses antes de ser capturado y ‘asesinado' por Voldemort (3)... la misma que, alejada de las demás, mostraba su belleza en aquel paraje de Godric's Hollow. Simplemente con ver la estructura bien cuidada, el amplio jardín que poseía un césped tan verdes y fresco que daban ganas de recostarse en él, donde además se observaban algunos que otros artefactos que hacían el intento de embellecerlo aún más; un camino de piedra beige con un metro y medio de anchura, comenzaba desde la media puerta de la cerca hasta llegar a la entrada a la casa de dos plantas, camino que separaba así el jardín en dos secciones... la del lado derecho poseedora de un árbol no muy grande pero de hermosa presencia, sus hojas verdes inundando todas las ramas (4); del lado izquierdo en cambió, se podían observar varios tipos de rosales, resaltando más uno que parecía expandirse por todo lo largo de un arco que sostenía un doble columpio de metal. Su corazón comenzó a latir más rápido de lo normal ante esa visión... no pudiendo evitar compararla con aquella tan lúgubre que mantenía en su memoria... y sintió la emoción combinada con la tristeza, pues sabía que esa hermosa visión estaba destinada a desaparecer en una sola noche, destruyendo además a la familia que en ella vivía.

- ¿Qué es lo que estará explicándole a su esposa, para que tarde de ese modo? - la pregunta de Draco lo hizo salir de sus pensamientos oscuros.

- ... - no contestó de inmediato, no sabiendo exactamente a lo que se refería, pero después de un par de segundos y una vez su mente aclarada, supo que decir - ... tal vez le esté advirtiendo de no confiar en nosotros... - y es que llevaban más de diez minutos esperando de pie frente a la cerca de la casa. Después de aceptar el trato con Dumbledore, el director fue muy persuasivo con respecto a las razones por las que quería que se quedasen justamente con esa familia, razones que ellos no creyeron por supuesto pero que no veían como contradecirlas... y cuando James los había aparecido justamente en ese lugar, les pidió esperar a ambos para poder ir a explicarle a Lily el porqué de su presencia; aunque más bien parecía que había entrado para darle algunas recomendaciones.

- Pues deben de ser unas muy amplias advertencias... - contestó irritadamente el rubio, que se encontraba con las manos en los bolcillos mirando fijamente la casa de la familia Potter.

- Sabes que no confía en nosotros, por lo menos no por completo... - comentó él recordándole las palabras de James - ... y eso seguirá así, si no contestamos lo mejor que podamos a todas las preguntas que nos hagan.

- ¿Y porque habrían de hacer preguntas?

- Bueno... por algo es que estamos aquí, eso lo sabemos ambos, el porqué aun nos es desconocido, pero sin duda será algo relacionado a la misión que en un principio teníamos... por lo que tendremos que hacer salidas y planes que a ellos les parecerá sospechoso... - contestó lo más seguro posible, ese pensamiento lo había asaltado en esos momentos, sin embargo podía decir que era lo que realmente creía que pasaría.

- mhg - fue la única contestación de su compañero y él no pudo decir nada más... se le hacía un poco difícil entablar conversación con Malfoy sin que la misión estuviese involucrada, algo que debían de corregir lo más rápidamente que pudieran, después de todo estarían viviendo con personas que desconfiaban de ellos y que posiblemente estarían a la expectativa de todo lo que hablasen, así como del comportamiento que muestren entre ellos y ente los demás; y ciertamente cualquiera que los viese en ese momento podría reconocer que el ambiente que los envolvía era tenso y ajeno a cualquier comportamiento familiar. Fue ese preciso momento que James Potter decidió aparecer en el umbral de su puerta, apenas siendo consciente de ello ambos giraron a verlo sin saber que decir o como aparentar una relajación que les era imposible tener en esos momentos...

- Ya he terminado de hablar con ella... - dijo su padre, soltando apenas un pequeño suspiro y haciéndoles un ademán con la mano, indicándoles que se acercarán a él; algo que hicieron en cuanto recogieron nuevamente su equipaje, que habían colocado en el suelo después de esperar cinco minutos - ... Mi hijo de menos de un mes se encuentra durmiendo en estos momentos, por lo que no quiero que ninguno de los dos haga ruido, si por alguna razón se despierta y es por su culpa, no me importará que tan protegidos estén por Albus, los maldeciré hasta el fin de sus vidas... - la amenaza fue bastante clara y fue dicha con la suficiente fuerza como para asegurarles que cumpliría con ella... con un cabeceo de asentimiento, vio como es que James se relajaba un poco, para después hacerse aún lado y dejarles así el paso a la casa.

Sin duda el interior era muy confortable... podía sentirse desde el momento de poner un pie dentro de ella, como es que el amor familiar inundaba el lugar, obligándolos a ambos a quedarse de pie en el pequeño pasillo que los dirigía a tres direcciones... al frente, encontrándose las escaleras, donde seguramente se encontraban las habitaciones; a la izquierda, donde se podía apreciar el comedor, son sus respectivas sillas y algunas vitrinas adornando el espacio libre, junto con un par de fotografías en movimiento donde se podían ver a cinco personas; a la derecha se encontraba la sala de tres piezas viendo hacía los grandes ventanales, que en esos momentos estaban cubiertos por una fina tela blanca que evitaba que el sol entrase por completo... la casa era tal y como estaba grabada en su memoria, gracias a los recuerdos de Voldemort; pero ahora que él mismo tenía la oportunidad de conocerla y de estar en ella con la conciencia al máximo es que podía apreciar enormemente lo que su enemigo no sintió en su momento... el amor de dos personas que estaban hechas el uno para el otro, el amor que le profesaban a la personita que los había unido más en los últimos días y por supuesto el amor que -seguramente- los amigos les profesaban a cada visita... y entonces la vio... bajando por las escaleras, luciendo unos pantalones vaqueros y una blusa de manga corta, color verde esmeralda -que combinaba perfectamente con sus ojos del mismo color- y que le quedaba algo floja sobre su estomago; exhibiendo en su rostro una sonrisa sincera y de recibimiento; y el rojo cabello largo recogido en una trenza... Lily Evans... Lily Potter... su madre... los recibió.

- Bienvenidos a nuestra casa... James me ha explicado las razones de que estén aquí, y espero que a ambos les guste su estadía aquí... - y la voz de ella sonó tan dulce a sus oídos, tan amorosa, a pesar de que ellos no eran más que extraños a sus ojos, que no pudo evitar sentir su corazón latir rápidamente y sus ojos llenarse de lagrimas que tuvo que retener con mucho esfuerzo, así como el abrazo que -estaba seguro- le hubiese dado a su madre, de no ser por la mano que envolvió firmemente su brazo izquierdo.

- Lamentamos causarles molestias con nuestra presencia... les aseguramos que Jules y yo pondremos todo de nuestra parte para que la convivencia en la casa sea lo más ligera posible. - la voz de Malfoy, sonando tan firme y tranquila fue lo que lo hizo entrar un poco en sus cabales... recordándole que -a pesar de que tenía al alcance a su madre viva- tenía pocas posibilidades de realizar aquel abrazo, porque ellos... James y Lily... no sabían que él era su hijo, así como no se imaginaban el futuro que les esperaba.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Continuara...

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Notas finales:

 

Notas: ¿qué les pareció?, ¿enojados conmigo por tanto tiempo de espera?, jijijiji…. Bueno, espero que por lo menos el encuentro con Lily les haya agradado, no estoy completamente segura de que la primera parte me haya quedado muy bien, pero hice mi mayor esfuerzo… mmm, creo que muchos podrán deducir más o menos en qué fecha se encuentran estos dos, pero está será dicha más exactamente en el siguiente cap... Para el siguiente capítulo, ¿Qué razones tendría Hermione para enviarlos a esa época?, ¿Cuál será el siguiente movimiento de Voldemort ante el conocimiento de la profecía?... estoy segura de que les gustará en Capítulo 3, porque además un pequeño acercamiento de nuestros protagonistas se hará presente, así como una tregua. Esperare con agrado sus comentarios, críticas o lo que deseen dejarme. Nos escribimos pronto!!!

(1) Perdónenme si es que me he equivocado de fecha, pero seguiré tomando en cuenta esto ya que es importante para el argumento del fic.

(2) Si han leído el sexto libro sabrán que es verdad… Severus fue quien escuchó aquella parte de la profecía.

(3) He dejado parte del séptimo libro intacto, más que nada desde el primer capítulo hasta gran parte del capítulo 23… más adelante explicaré como es que me imagine el final de aquella captura y lo que aconteció después de la supuesta muerte de Harry.

(4) No sé si conozcan el Árbol Zumaque (de astas de ciervo), si lo hacen pues sabrán que es bonito además de colocarlo fue como un pequeño capricho de la familia Potter, jejejeje.

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El amor nunca tiene razones, la falta de amor tampoco. Todo son milagros.

Eugene O'Neill

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