Hipnotízame
No se como ni por que llegue a esto, solo se que paso y tampoco se cuado. Quizás desde el día en que te vi. No lo se. Tu mirada y esa enfermante amabilidad que causo estragos dentro de mi desde el primer momento, haciéndome alejar por lo confundido que estaba, siempre observándote desde lejos, noches enteras sin conciliar el sueño con solo un nombre en mente: Allen.
Pude cerrar los ojos,
Mas no pude dejar de verte.
Y dejar de dormir,
Mas no dejar de soñar.
Que fue lo que me atrajo. Realmente no estor seguro, tu sonrisa, tu voz suave y llena de emociones, tan especial y distinta de las demás. Siempre con palabras de aliento para los demás cuando todos estaban sumidos en su propia miseria y tu siempre limpio de cualquier sentimiento de odio. Tus encantadores berrinches cuando te digo “Moyashi”. Berrinches que, curiosamente solo te aguanto a ti… Me estas ablandando…
Puedo callar las voces,
Mas no puedo dejar de oírte.
Puedo dejar de ser
Pero no puedo dejar de estar.
Si tuviese que escoger una forma de decirte lo que siento, diría “Te amo.”, es seguro.
Me dejaría llevar por un impulso, tal vez.
Si pudiese tomaría tu cuerpo una y otra vez.
Me volvería loco, no lo se.
Bésame, hipnotízame.
Ya no me importa más.
Róbame el alma, hechízame.
Otra vez discutimos, me encanta el rostro que pones cuando te enfadas, me acerco a ti lentamente y me miras con desconfianza, te tomo por el mentón y tratas de decir algo”¿Qué sucede Bakand…” pero te interrumpo, pues he puesto por vez primera, mis labios sobre los tuyos en un suave y dulce beso. No pones resistencia alguna, pero tus manos apresan mis ropas nerviosamente, sin saber que hacer, y en el momento en el que nos separamos, puedo ver tu rostro sonrojado con una adorable expresión de confusión “P-por que…” susurras totalmente cohibido “Por que quiero, estupido Moyashi…” respondo antes de separarme y alejarme por el pasillo… tal vez debí haber dicho “por que me gustas… pero ese tan solo es un detalle.
Puedo calmar mi mente,
Mas no puedo calmar mi sangre.
Y puedo ser sincero
Sin dejar de mentir.
Luego de ese día, no me has dirigido la palabra y cuando yo lo hago, tartamudeas tontamente con un adorable sonrojo en tus mejillas. Así, hasta que veo al idiota de Lavi coqueteándote descaradamente en un solitario pasillo de la orden. Yo y esta estupida manía de seguirte, nunca lo notas, pero cuando vi al conejo acorralarte contra la pared, no pude hacer menos que salir de donde estaba (por que Yuu Kanda no se esconde) y le propine una buena paliza a ese degenerado, luego, simplemente te tome por el brazo y te lleve a mi cuarto… Vale, eso no es lo mas inteligente que eh hecho, no?
Puedo quedarme cerca,
Mas no puedo dejar de huirte.
Puedo cambiar mi vida,
Mas no puedo cambiarme a mi.
Estamos solos en mi cuarto, aun me hierve la sangre de solo pensar en que te podría gustar el conejo idiota. “Te gusta?” voy directo al meollo del asunto (N/A: si les parece divertido ke diga “meollo”, guárdenselo, siempre me molestan cada vez que digo eso ¬¬*) aunque en mi interior, temo que la respuesta pueda ser un si. No lo podría soportar. Me miras a los ojos y niegas con la cabeza. No puedo negar que es un alivio saberlo, pero los celos aun no se han ido y siguen carcomiéndome. Te recargo contra la pared con mis manos, una a cada lado de tu rostro “Por que dejas que se te acerque entonces?” digo mirándote fijamente, tu has bajado el rostro y mantienes tu vista fija en el suelo, evitando mi mirada… estas llorando?
Bésame, hipnotízame.
Ya no me importa mas
Róbame el alma, hechízame.
“Respóndeme!” exijo con un deje de frustración en mi voz. Pero mi sorpresa es inmensa cuando repentinamente me gritas “Es tu culpa!! Primero me besas y luego me ignoras! Yo estaba confundido y quería hablar con alguien! Y cuando lo hacia, todo salio mal y luego tu llegaste y lo golpeaste!... es todo tu culpa!... BAKANDA!!” Golpeas mi pecho débilmente con tus pequeñas manos mientras dices cosas ininteligibles entre sollozos. En ese momento, yo solo me puedo sentir como un idiota.
Bésame, intoxícame.
Ya no me importa ser
Un ser sin alma, atrápame.
Tomo tus manos, que me golpean ya sin fuerza y te beso dulcemente tratando de transmitirte con ese contacto, cuanto lo siento. Para mi sorpresa, esta vez comienzas a corresponderme tímidamente, tornando el beso cada vez mas apasionado, mi lengua recorriendo tu dulce e inexperta boca, como tratando de memorizar cada espacio. Lamentablemente, por falta de oxigeno, debemos separarnos maldigo internamente al aire (N/A: OMG! El aire se las va a ver con kanda!! x3) pero rápidamente lo olvido al ver tu rostro aun con los ojos cerrados como si de un transe se tratase.
Bésame, hipnotízame.
Ya no me importa mas.
Róbame el alma, hechízame.
“K-kanda…” susurras bajito, yo te sonrío mientras acaricio tu mejilla “tu también me gustas…” dices con una hermosa sonrisa. Yo deposito pequeños besos por todo tu rostro y susurro muy cerca de tus labios “Es bueno saberlo, Allen” digo antes de besarte otra vez “Podría acostumbrarme a oír mi nombre mas seguido, Yuu” dices burlonamente, por mi parte, te recuesto en la cama , posicionándome sobre ti para comenzar a besar tu cuello. “Claro… siempre y cuando puedas acostumbrarte también a otras cosas” agrego con picardía mientras comienzo a morder el lóbulo de tu oreja, tu rodeas mi cuello con tus delgados brazos “podría pensarlo” ríes infantilmente, mientras yo miro tus ojos… esos ojos, que me hipnotizan.
Bésame, idiotízame.
Ya no me importa ser
Un ser sin alma, atrápame.
El fin!
The end!
La fin!
Das ende!
La fine!
O fim!
Como quieran!