.:Ya no puedo más:.
Era una tarde lluviosa, todo el cielo negro, la oscuridad se centraba en un rubio que yacía acostado en su cama, en su mente solo estaba una persona, solamente estaba su amado en su cabeza, en su corazón…
Mañana tenía clases, pero a él simplemente le daba igual, pero ya se había demostrado muchas cosas, demostró que no necesitaba de nadie, que él solo podía.
Estaba deprimido pero no lo demostraba, debería estar feliz, el lo dejo ir para que fuera feliz, su amado ya tenía a una novia, a alguien a quien querer que no era él.
La noche solo iba pasando mientras que el rubio soltaba unas cuantas lágrimas, pero a la vez algunas risas hasta que por fin quedo dormido.
La mañana llego demasiado rápido para nuestro protagonista, se levantaba lentamente de su cama, un ruido lo saco de su mente, alguien tocaba la puerta.
-Naru amor ya levántate- le decía su mamá.
-ya voy- contesto con una voz alegre.
Su nombre era Naruto Uzumaki un chico rubio de ojos azules con tres marquitas que parecían de zorrito en sus mejillas, antes era un rebelde sin causa.
Se vistió rápido ya que se le hacía tarde, salió de su habitación bajo las escaleras y tomo un pan tostado.
-Es tarde, como algo en la prepa- dijo dándole un beso en la mejilla a su mamá y corriendo hacia la parada del camión.
Tenía que tomar el camión una hora antes, ya que la prepa a la que asistía se encontraba algo alejada, pero era la mejor.
Su rutina comenzaba, a los pocos minutos paso el camión, a los 45 minutos llego a la prepa, entro al salón y como siempre se sentó al último.
-Hola Naruto, ¿me dejas comparar tu tarea?- decía uno de sus amigos.
El rubio solo sonrió – claro dattebayo- contesto alegremente.
Así era todo los días, a todos les mostraba su gran sonrisa con la cual sostenía que todo estaba bien, cuando era mentira.
Saco su cuaderno y le paso la tarea a varios de sus compañeros, al poco rato llegaron sus amigos, las personas que miraban su máscara.
-Hola- saludaba su gran amigo Kiba, que venía acompañado de Sai.
-Creí que no llegaba- decía Sai.
Esos dos se podría decir que eran sus acompañantes, las clases comenzaban como todos los días, pero ese día algo sería distinto.
Las clases terminaron así que decidieron ir al centro comercial, a jugar un poco a las maquinitas, como era de costumbre.
Pero al pasar por ahí se encontró con alguien con lo que contaba, era su novio.
-Te estaba esperando- le decía aquel pelirrojo.
-Hola- lo saludo fue cuando sintió los labios de su novio sobre los suyos.
-vámonos- le ordeno jalándolo de la mano.
-Adiós chicos- fue lo único que alcanzo a decirles a sus amigos.
Al llegar al parque se sentaron en unas bancas- si no te busco no me buscas verdad?- le pregunto su novio.
-Hehe- rio nerviosamente- es que había estado un poco ocupado con tareas y todo eso- le contesto el rubio.
-te amo- le dijo el pelirrojo abrazándolo.
Naruto se ponía nervioso cuando Gaara le decía aquellas palabras, pero el guardaba silencio, no volvería decir esas palabras que tanto lo lastimaban.
Sintió como su novio le apretaba los brazos, esperaba alguna respuesta y él lo sabía.
-Gaara me estas lastimando- le dijo.
-tks-
Sentía como oprimían sus brazos y dolía, lo estaba lastimando.
-Me duele, suéltame- decía mientras trataba de soltarse.
Fue cuando sintió el golpe en su mejilla, lo único que hizo fue decir una triste mentira.
-yo también- fue lo que respondió.
-Ya ves Naru así esta mejor- le dijo – estas aprendiendo- dijo el muy sínico.
-si- fue lo que dijo el rubio antes de que su novio se apoderara de su boca, aquel era demasiado pasional, al instante quería entrar a la boca de Naruto, pero él no se lo permitía, así que le mordió su labio y en un grito de dolor (que fue ahogado por los labios de Gaara) metió su lengua, el rubio no participaba mucho, mientras que el otro le mostraba quien manda.
Aquello se repetía seguidamente, pero Naruto lo tomaba como algo normal…
Pasaron un largo tiempo en el parque, la noche se hacía presente.
-Gaara será mejor que me vaya a casa o mi padre se molestara- decía.
-si te preguntan por la mejilla te caíste- dijo su koi.
- hehe no te preocupes- dijo mostrando una sonrisa.
Sufría maltrato físico por su novio, pero según el pensamiento de Naruto se lo merecía, por haber lastimado tanto a su azabache.
La primera vez que lo golpeo había sido la más dolorosa.
---Flash back---
Naruto se encontraba sentado leyendo un libro, mientras que Gaara lo abrazaba y le daba pequeños besos en las mejillas, en una pequeña travesura le quito el libro a su novio.
-Devuélvemelo- le ordeno el rubio.
-tsk- le contesto el otro.
-¡¡Sasuke dámelo!!- le ordeno, pero enseguida vio su error, pero fue cuando sintió un gran golpee en su cara.
-Soy Gaara y recuérdalo bien- le ordeno, tomándolo del cuello apretándolo fuerte mente.
-perdona- decía mientras trataba de zafarse.
-con eso no es suficiente- dijo tirándolo en el piso- aprovechemos que estamos solos- dijo soltándolo y arrancándole la camisa
No hacía falta recordar más para saber que paso…
---Fin flash back---
Recordar eso era doloroso, el cielo otra vez estaba oscuro, la tormenta estaba a punto de comenzar, el rubio iba concentrado en sus pensamientos y en el dolor de sus brazos, fue cuando lo miro a el.
Seguía como lo recordaba, esa piel blanca, ese cabello azabache y esos ojos negros que lo hipnotizaban. Sasuke sintió la mirada del rubio, Naruto se acerco a el.
-Hola- saludo dando una sonrisa.
-Hola, mucho tiempo sin vernos- dijo.
-algo, ¿Cómo estás?- esa era su gran pregunta, si contestaba con un bien, todo su sacrificio valia la pena.
-estoy bien, ¿y tu?-
-no me quejo- contesto.
-me alegro- dijo mirando su reloj.
-¿esperas a alguien?- pregunto
-si, a mi novia, espero que se demore más, es demasiada molesta- aquella simple frase había hecho feliz a nuestro rubio.
El rubio lo miro feliz- ¿se lo has dicho?-
-no- contesto mientras observaba la mejilla de Naruto- El gran Uzumaki Naruto con una mejilla hinchada de seguro el otro quedo sin algunos dientes- dijo Sasuke mostrando una pequeña sonrisa.
-hehe no, es que a mi novio se le fue un poco la mano- dijo.
En eso Sasuke puso una sonrisa de medio lado- nunca lo pensé así- dijo mirando hacia la esquina donde venia caminando una pelirrosa- bueno ahí viene Sakura nos vemos Naru- dijo caminando hasta encontrarse con aquella joven.
Naruto camino hasta su casa, la lluvia había comenzado en cuando el azabache se había ido, sin embargo, el rubio iba con una gran sonrisa, Sasuke creía que su novia era una molestia, eso lo hacia el hombre más feliz.
CONTINUARA