Iba caminando de nuevo por ese pasillo oscuro, frío y lleno de puertas con un único número, el 666. Tenía miedo, cada vez que soñaba con ese pasillo iban apareciendo cosas nuevas, esta vez se escuchaban voces, susurros, lamentos y gritos. Nunca conseguia salir de ese pasillo lo cual me aterraba.
- Entra por una de las puertas - me susurro una voz al oido, no quise darme la vuelta, estaba muerto de miedo, pero no había nadie a mi alrededor, ¿o sí?, con la intriga me di la vuelta y no había nadie, si supiese donde estaba la salida, hubiese echado a correr - entra por una de las puertas - volvio a decirme esa voz, le hize caso, solo porque no quería volver a escucharla, como todas las puertas tenían el mismo número pensé de daba igual por cual entraba, total todas las puertas eran iguales.
Al entrar me encontré con una habitación de paredes color crema, pero en ellas habia manchas marrones, al principio pensé que el pintor se aburría mucho y se dedicó a tirar pintura marron a las paredes, pero luego cuando me acerqué a una de ellas, descubrí que era sangre, cosa que me asustó. Seguí mirando y en unos armarios que había abrí unos cajones, la curiosidad por saber más sobre aquel sitio se estaba despertando en mi. Al abril uno de los cajones, encontré unos archivos bastantes viejo, pero raramente bien conservados. Empecé a leerlos en voz alta.
- Hayley Leighton, edad 16 años, fecha de la muerte 16 de junio...
- Del 1951 - escuché que la voz de una chica decía a mi espalda, al darme las vuelta...
- ¡RUKI! - me gritó mi querido amigo Reita, como siempre - ¡ DESPIERTA! - volvio a gritarme en el oido.
- ¿Reita?
- Hasta que por fin despiertas - me dijo, estaba muy cerca, asi que lo abraze y empezé a darle besos por toda la cara, me alegraba verlo, después de esa ¿pesadilla? - oye oye mariconadas las justas - me dijo.
- Mira quien lo dice ¬¬
- ¿Qué me quieres decir con eso?
- Que no eres el más apropiado o... ¿ya no te acuerdas cuando... - no pudo terminar su frase Aoi.
- Shhh una palabra más y te arreglo esa cara Aoi - lo amenazó Reita y los dos salieron de mi cuarto.
Una vez más, recordando mi sueño-pesadilla me preguntaba porque soñaba con esas cosas.
Con los chicos estabamos pasando las vacaciones juntos en una cabaña en un linda playa. Los cinco dormiamos solos, excepto uru y aoi, que con la excusa de que son parejas decidieron dormir solos, pero menos mal yo no estaba junto a su habitación, porque por las continuas amenzas de Reita, se ve que tenian mucha actividad por las noches. Como ayer por la noche me quedé hasta muy tarde despierto, me desperté a la hora de comer. Después de pasar por el baño fui a la cocina.
- Buenos días Kai, ¿cocinando como siempre?
- Bueno días Ruki, pues sí, ya ves, sabes lo vagos que son los chicos, ademas como me gusta cocinar por mi ningun problema.
- Ya, oye dile a Reita que ya no me despierte en su vida, esta mañana casi me deja sordo.
- Oye Ruki, me comi tu desayuno, espero que no te importe - me dijo Reita como si nada, y yo que me moría de hambre T_T, en eso se me acerco Aoi y pego su oido a mi tripa.
- Parece que se ha comido un leon, hay que ver como le rugen las tripas.
- Seee y ahora no puedo calmar mi leon por culpa de Reita ¬¬ - dije mirando a Reita.
- ¿Qué me miras así? la proxima no te quedes viendo porno hasta tarde idiota.
- No soy como tu - me defendi, en eso Reita se me venia acercando.