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The four season (Las cuatro estaciones) por blackrain

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Notas del capitulo:

Por fin terminó Summer... Hip hip semi hurra!! Hip hip semi hurra!!

Semi porque aún debo de ponerme al corriente con Autumn...

Bueno, en cuanto a la pareja, no se preocupen, seguira siento ItaSai (hasta yo admito que es muy vil de mi parte cambiarla siendo que ya la había prometido) Peeeeeero eso no implica que no voy a hacer sufrir un montón a mi querido y adorado Itachi (Mis disculpas, tengo una vena Sadica que no puedo reprimir)

Oh!! Una pequeña advertencia, el cápitulo tendra una parte aburrida, lo que sucede es que los problemas eran necesarios para que se pusieran en el lugar de Sai...

Ammm, no los conteste, porq al igual que mi querido protagonista mi inteligencia es más creativa que lógica xD

Naruto es de Kishimoto...

Music http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=49384

 

Sai se encontraba sentado a la mesa tomando su desayuno, miraba distraído a la ventana sin pensar en nada concreto cuando sintió como lo tomaban de la barbilla, dejando ser manejado con facilidad se sorprendió al sentir un dulce beso en sus labios.

-Buenos días-Sonriendo, Shikamaru lo miró divertido- te vez tan lindo sonrojado.

-Gra…Buenos días, Shikamaru-san.

-Parece que te incomoda el hecho de que te salude así, dejare de hacerlo- el castaño se sentó a la mesa algo decepcionado.

-¡¡Para nada!!-Sai se levantó rápido de su lugar acercándose a Shikamaru-sólo me tomaste por sorpresa, no me incomoda-el sonrojo se acentuó en las mejillas del menor-por el contrario.

-¿En serio?-el joven abogado enarcó una ceja, pasó su brazo por la cintura del pelinegro atrayéndolo a él hasta sentarlo en sus piernas.

-Si- Sai ni siquiera lograba sostener la mirada al mayor.

Con timidez pasó sus brazos por el cuello moreno, cerrando sus ojos acercó lentamente su rostro al del otro joven, rosando con suavidad sus labios, caricia que fue correspondida, incitándolo continuar, a empezar a disfrutar más del sabor de esos labios, a hacerlo ansiar tener más. Deseo que no tardó en ser correspondido, ya que el mayor empezó a probar más, permitiéndole hacer lo mismo, jugando con su lengua con la del contrario, separándose lo mínimo para poder tomar aire, volviendo de inmediato a probar la boca se volvía una droga necesaria para ambos.

Sai se separó de Shikamaru, sus mejillas aún seguían sonrojadas, por fin se atrevió dirigir sus oscuros ojos a los del mayor, los labios del chico de la coleta dibujaron una coqueta sonrisa.

-Que lindo-murmuró ante la imagen del pelinegro.

Las mejillas del pelinegro se sonrojaron más, apartando de inmediato sus ojos.

-Jajajajaja, lo siento, Sai, perdona, no quería hacerte sentir incomodo-rió divertido abrazando al pelinegro con más fuerza.

-No, no lo haz hecho, Shikamaru-san. ¿Me dejas ir a desayunar?-preguntó volteándolo a ver suplicante.

-Si, claro, disculpa-esta vez fue el turno del castaño de sonrojarse un poco ante el gesto del pelinegro.

Sai volvió a su lugar, aún apenado continuó desayunando.

-Shikamaru-san, ¿Por qué te levantaste tan temprano hoy?

-¿Crees que lo he hecho?-su sonrisa nerviosa no tardó en brotar.

-Bueno, normalmente no te veo antes de irme a la escuela- la sonrisa de Sai se mostró confiada ante la de Shikamaru.

-Hoy quería despedirte antes de que te fueras, hoy empiezas a tomar las nuevas clases, ¿cierto?

-Si-la sonrisa desapareció de inmediato, recordando que tendría que enfrentar a Naruto y a ver a Itachi.

-No quiero que estés triste- el castaño se levantó de su lugar acercándose a Sai se hincó frente a él, tomándolo de ambas mejillas con sus manos-quiero que tu bonita sonrisa sea lo único que se vea en tu lindo rostro.

-Te quiero-sonrió Sai para el castaño, quien correspondió su sonrisa para dar un suave beso a los labios del pelinegro.

···

Sai se encontraba sentado en un de las bancas de adelante, poniendo la mayor atención que podía a la clase de química, lo que no le era nada fácil debido a que no entendía nada y sólo lograba estar a punto de dormirse. Lograba escuchar que el encargado del club hablaba pero no podía entender nada.

-Sabaku no Sai- por fin logró despertar de su letargo al notar que el encargado lo llamaba.

-Si, diga- respondió levantándose de la banca en la que estaba sentado.

-Quisiera probar su habilidad para saber si tiene el nivel a lo que estamos en clases. ¿Le gustaría pasar a resolver un problema de los que elaboramos ayer.

-Claro, no hay problema- Sai fingió una sonrisa, antes de entrar a Konoha tenía clases de química por lo que al ser ese un club no podían ser más difíciles que en su escuela anterior.

El encargado del club comenzó  a escribir en el pizarrón, entregándole a Sai la tiza el pelinegro se quedó en una pieza al leer el problema.

“Una columna capilar tiene 30 m de longitud y 0,530 mm de diámetro interior. La

pared interior está recubierta con una capa de fase estacionaria de 3,1 m de

espesor. Un soluto no retenido tarda 2,16 min en atravesarla, mientras que un

determinado soluto tiene un tiempo de retención de 17,32 min. a) Calcular la

velocidad y el flujo de fase móvil. b) Calcular el factor de capacidad del soluto y

la fracción de tiempo que pasa en la fase estacionaria. c) Calcular el coeficiente

de reparto del soluto. (a) 13,9 m/min; 3 mL/min; b) 7; 0,875; c) 294-295)”

Sai empezó a pensar cómo resolver algo que no tenía ni idea de donde lo habían sacado, miró discretamente hacía atrás, notando que todos lo miraban interesados, esperando que lo resolviera. Para suerte de Sai la campana sonó.

-La sesión terminó, jóvenes- dijo el encargado-. Joven Sabaku, espero que se anime a venir mañana para continuar con el problema.

-Trataré- aunque lo que realmente pensaba era, “ni de broma”- disculpe, tengo otra clase.

El chico de piel blanca tomó su mochila y salió corriendo del salón.

···

-Entonces esos son los dos trabajos que haremos para mañana, mientras tanto realicen los problemas que se encuentran en el pizarrón.

1.      El trabajo de extracción fotoeléctrico de la superficie del sodio metálico es 2’0 eV. Determinar a) la velocidad máxima con que son emitidos los electrones de una superficie de sodio, cuando se ilumina con luz de longitud de onda l = 400 nm, b) la mínima longitud de onda, correspondiente a la frecuencia umbral, necesaria para que sean emitidos los electrones de la superficie metálica.

Datos : e= 1’6·10 -19 C ;  me= 9’11·10 -31 kg ; c = 3’00·10 8 m·s :h= 6’63·10 -34 J·s ; 1 nm = 10 -9 m

Rta. : a) 6’23· 10 5m/s ; b) l0= 622 nm. (P.A .U jun 97)

2.      Un haz de luz monocromática de longitud de onda 488·10-9 m incide sobre un material cuyo trabajo de extracción es de 3’2·10-19 J. Calcular a)   La longitud de onda umbral b)   La velocidad de los electrones emitidos.

Datos:   Constante de Planck h = 6’63·10-34 Js,    Velocidad de la luz en el vacío c = 3·108 ms-1,

Masa del electrón me = 9’1·10 -31 kg.

Rta.: 622 nm, 439 km/s                        (P.A.U. Sep 94)

Sai sólo tuvo que escribir dos problemas antes de empezar a maldecir mentalmente a Kakashi y sus brillantes sugerencias,

“¿Por qué tenía que haberlo recomendado a clases avanzadas?”

Todos empezaron a entregar sus trabajos, mientras que Sai no podía ni terminar de transcribirlos.

“¿Qué hago? ¿Qué hago?”

-¿Sabaku?

-¿Mande?-preocupado el pelinegro volteó a ver al encargado de física.

-Si aún no terminas puedes llevártelos de tarea.

-Está bien, gracias.

Sai salió desanimado de la clase, aún le quedaban otras cuatro por lo que se dirigió al siguiente salón.

-Bueno la clase de matemáticas será especial hoy por qué resolveremos los problemas de geometría analítica que hemos estado practicando-Sai que acababa de abrir la puerta la azotó para salir corriendo, alejándose lo más que pudo del salón.

-¡NO PIENSO SOPORTAR MÁS DE ESTO!-se atrevió a gritar cuando ya estaba lejos  de los salones.

···

Sai se encontraba sentado debajo de un árbol tomando un café, miraba distraído a la nada, nunca antes se había aburrido tanto en konoha, estaba harto y sólo quería volver a casa, lanzó la carpeta en donde tenía sus papeles lejos de él, no quería asistir a otra clase aburrida. El viento abrió la carpeta haciendo volar las hojas, por lo que tuvo que correr a alcanzarlas.

-¿Qué es esto? –Sai recogió una de las hojas que Naruto le había  entregado- Tengo permiso de asistir a deportes, tal vez me sirva para pasar el rato.

Sai se apuró a dirigirse a la parte en la que se practicaban deportes, para tomar clases por el resto del día.

-Y eso es lo que debes de hacer, ¿entendiste?

-¡NO!-Sai levantó la voz asustado, sólo le habían entregado el bate de madera con una rápida explicación y mandado a pararse en una cosa rara-Nunca he practicado beisbol, no entiendo que hay que hacer.

-Mira al frente y golpea la pelota con el bate.

-Pero… ¡Aaaa!- Sai saltó a un lado cuando la pelota estuvo a punto de golpearlo.

-¡Strike!

-¿Strike? ¿Es algo bueno?

-No, a los tres estás fuera. Tienes que golpear la pelota.

-¡Estás loco! ¡La pelota me iba a golpear si no me movía!-Sai empezaba a ponerse algo histérico, la persona que estaba lanzando la pelota lo hacía con bastante fuerza.

El pelinegro hizo varios intentos, en el primero logró golpear la pelota, pero la envió para el lado incorrecto.

-¡Nadie me dijo que no debía irse hacía allá!

En el siguiente intento la pelota pasó tan rápido que ni tiempo le dio tiempo de tratar de golpearla.

-¡Bola!

-¡¿Qué?! ¡¿Y eso que es?!

En su último intento la pelota golpeó con bastante fuerza su brazo, haciéndolo tirar el bate al suelo, adolorido llevó su mano al golpe, apretando sus ojos con fuerza para evitar llorar.

-¡¡Lo dejó!!-gritó furioso, marchándose de ahí.

···

-No creo que sea buena idea probar este deporte.

-Vamos, eres delgado y de seguro eres muy rápido. Puedes ser un buen corredor.

Sin lograr estar convencido Sai se atrevió a entrar al equipo de futbol americano.

En cuanto tuvo el balón en sus manos el delgado pelinegro se vio obligado a correr lo más rápido que pudo al ver que todos los enormes jugadores de futbol americano que se lanzaban contra él.

···

-Mataran a Sai-chan en este deporte-sentado en los lugares más alejados

-Les dije que no se excedieran-Itachi tomó en sus manos un lienzo doblado con cuidado.

El pelinegro vestía con un pantalón de mezclilla, usaba una playera morada con el diseño de una sombra negra en el frente, en su cuello estaba una pashmina negra y morada, usaba un gorro negro fedora.

-No diario viene tan arreglado a la escuela, Uchiha-san.

-Tuve un concierto-respondió indiferente.

-¿O será por qué Kakashi-sensei te pidió que entregaras su trabajo a Sai-chan?

-Me parece que te pasaste con las clases.

El rubio dibujo una sonrisa mirando al campo donde el pelinegro volvía a hacer un nuevo intento con el americano.

-No fue culpa mía, además me parece que se cansó demasiado rápido, debiste de haber visto lo que seguía-La sonrisa no tardó en convertirse en una franca carcajada al ver al chico de cabello corto ser perseguido una vez más por los enormes jugadores.

 -Me parece que no querrá intentarlo una vez más-menciono el violinista al ver al pintor lanzar enojado el balón a la distancia.

-Y si lo hace, estoy seguro que Sai-chan puede ser bueno en muchas cosas que se proponga.

-No lo dudó-Itachi desdobló el lienzo, que aún traía en sus manos, para verlo-pero para que te conformas con ser bueno en algo si eres excelente en algo más.

-A Sai-chan le duele pintar de la misma manera en que a ti te lastimaba tocar el violín cuando…

-Era algo diferente, la muerte del amigo de Sai no tuvo que ver con la pintura.

-Y tú lo superaste, Uchiha-san, eres el único que puede ayudarle a superarle.

-¿Y cómo lo haré si él no me quiere cerca?

Naruto jugaba distraído con los adornos de su corbata. Aplazando la respuesta por unos minutos.

-Existe alguien que hará lo imposible por quitártelo, y será fácil si tú lo permites.

-¿Cómo sabes eso?-sabía a quién se refería, el castaño no le había agradado desde que lo vio, a pesar de que no habían sido presentados formalmente.

-Sai-chan es muy atractivo, ¿no crees?-Naruto consultó la hora en su moderno celular- debo de irme Kakashi-sensei me espera a clases.

Itachi miró de malas al rubio alejarse, se molestaba que un chico tan pequeño pudiera manejarlo de tal manera, pero más le molestaba lo mucho que siempre parecía saber y que sus comentarios siempre fueran tan acertados.

-¿Por qué no aplica eso a su vida diaria?- replicó mordazmente por lo bajo, de sobra conocía la relación del rubio con su familia.

Tomando aire se dirigió a buscar a Sai.

···

Sai se terminó de cambiar, dejándose caer, rendido, en la banca de los vestidores, su cabello seguía goteando debido a que no lo había secado al salir de las duchas. Tan cansado se encontraba que no escuchó los pasos de quien lo acompañaba en el vestidor. No fue capaz de notar que el joven mayor que él se detuvo junto a un locker sólo para verlo descansar en silencio.

-Te he estado buscando-Sai se sobresalto al reconocer la voz que lo llamaba, se enderezó lo más rápido que pudo, volteando a ver al mayor.

Las mejillas de Sai se sonrojaron un poco, el pelinegro se veía muy atractivo con su cabello suelto y ese gorro negro que trataba de mantenerlos en orden.

-¿Tuviste un concierto?-preguntó con timidez, no estaba seguro como actuar después de lo que había pasado la última vez.

-No, sólo me vestí así para venir a verte-le respondió con una atractiva  sonrisa en sus labios.

El sonrojo se tornó más llamativo en sus blancas mejillas, no sabía si creer en sus palabras o tomarlas como un sarcasmo. Fue su teléfono, al sonar, lo que lo salvó de tener que responder al pelilargo.

-Me están esperando- comentó revisando el mensaje- ¿para qué me necesitabas?

-Vine a entregarte el lienzo que estaba en el salón de Kakashi- la sonrisa había desaparecido de sus labios, un poco ofendido le enseño lo que traía doblado en sus manos.

-No lo quiero-Sai dio un paso alejándose de él- tíralo si quieres o haz cualquier cosa con él.

-Entonces no te molestara que me lo quede.

-No me importa- el mayor logró notar que los ojos del chico se volvieron cristalinos- me tengo que ir, no quiero hacer esperar a Shikamaru.

Dándose la vuelta, Sai se marchó corriendo del lugar.

-Atractivo. Cómo si no lo hubiera notado hace meses.-Murmuró mientras lo veía alejarse

···

-Sai- Shikamaru sonrió al ver al pelinegro acercarse corriendo a él, para su sorpresa al llegar a su lado le abrazó con fuerza-¿Te sucede algo?

Algo preocupado, el abogado correspondió el abrazo, por lo que no tardó en notar que el pelinegro había comenzado a llorar.

-¿Estás bien? ¿Te pasó algo malo? ¿Alguien te hizo algo?-insistió el castaño.

-No- Alejándose de él limpió sus lágrimas con rapidez- perdona Shikamaru-san, no quería preocuparte, no sé que me pasó.

El castaño saco un pañuelo de su bolsillo, empezando a limpiar el rostro del menor.

-Sabes que me preocupo por ti- al limpiar las lágrimas lo hacía con tal cuidado que estás pasaban a ser una dulce caricia en el rostro del pelinegro.

-Me fue muy mal-se atrevió por fin a contarle- me di cuenta que no existe nada para lo que sea bueno fuera de la pintura.

Shikamaru dejó de limpiar las lágrimas que ya habían dejado de correr, sus oscuros ojos se clavaron en los contrarios, irritados por el llanto, con una sonrisa lo tomó de la mano, empezando a caminar.

-Sígueme contando-le pidió mientras ambos caminaban hacía la casa del pelinegro.

-No entendí nada de clases, pensé que sería fácil buscar algo que estudiar, pero nunca tomé en cuenta mi inutilidad.

-No eres un inútil, eres un genio. Tu pintura es lo mejor que existe en el mundo, Sai, si no quieres dejarla no tienes que hacerlo.

-Pero…-Shikamaru entrelazó sus dedos con los del pelinegro.

-Lo sé, te duele, perdona por comentarlo.

Sai le dedicó una sonrisa de agradecimiento, apretando con suavidad su mano continuó caminando sin agregar nada más.

Ambos siguieron caminando sin atreverse a comentar nada más, el abogado no sabía que decirle al pelinegro, aunque también no estaba seguro que podía decir para hacerlo sentir mejor. Él también había perdido a Gaara, era su gran amigo, cualquier cosa que planeara decirle a Sai le parecía falsa, palabras huecas que no podían aliviarlo ni siquiera a él.

-Ya llegamos-fueron las únicas palabras que rompieron el silencio.

Ambos entraron a la casa, pero cuando Sai iba a dirigirse a su habitación el castaño lo jaló de la mano, atrayéndolo hacía él, el menor se vio sorprendido ante la brusca acción que ocasionó  que quedara en sus brazos.

-¿Qué  sucede?-preguntó sonrojándose por la cercanía.

-Te podría preguntar eso yo a ti.

-Pero yo me encuentro perfectamente-fingió una sonrisa.

-No necesitas hacer eso, Sai, yo no soy un niño al que puedes engañar sonriendo con falsedad, ¿crees acaso que no se qué estás sufriendo? Yo también perdí a alguien importante para mí.

-Si, pero tú no amabas a Gaara, para ti no es importante de la misma manera que lo fue para mí-Sai sintió la furia crecer en su interior, aún cuando sabía que no era justo con Shikamaru- ¿qué te hace creer que tu amistad se podría comparar a todo lo que yo viví con él?

Sai guardó silencio, lo notó, sus palabras habían lastimado a Shikamaru, de nuevo había herido a alguien que quería, aunque tratara de decir algo más para compensarlo, no tenía idea de qué. Soltando a Shikamaru se marcho corriendo a su habitación.

Sai entró a su habitación dejándose caer en su cama.

-Soy un monstro, no tengo corazón.

···

Shikamaru se encontraba trabajando con su laptop sentado en la alfombra junto a la puerta que daba al balcón, trataba de concentrase en su trabajo pero le era imposible pensando en lo que Sai le había dicho. Quizá tenía razón y él no sabía por lo que estaba pasando, pero, de ser así, acaso eso implicaba que él no era capaz de apoyarle, ¿o acaso era Sai quien no quería ser ayudado?

El castaño apartó la mirada de su computadora al escuchar que tocaban su puerta.

-Adelante-mencionó cerrando la computadora.

Sai se asomó por la puerta con timidez, miró preocupado a Shikamaru quien le hizo la seña para que pasara, dudando se acercó a él.

-Vine a diculparme-se atrevió a decirle cuando al fin estuvo frente a él.

-No necesitas hacerlo-respondió el castaño- tienes razón, yo no sé que sientes.

-No importa- Sai se hincó frente a Shikamaru- yo no tengo derecho a decir eso, no sé lo que estás sufriendo ni como te pueden lastimar mis palabras.

El mayor pasó la mano por la cintura de Sai, atrayéndolo a él, el pelinegro apoyó sus manos en el pecho del castaño, fijando su vista en los negros ojos, con timidez se acercó a sus labios, probándolos con lentitud, disfrutando la deliciosa fricción cerró los ojos. Deslizó sus manos por el pecho, hasta colocarlas alrededor del cuello del abogado, quien continuaba con sus manos alrededor de la cintura del ex-pintor, abrazándole de manera posesiva.

-Lo siento mucho- las mejillas del menor estaban sonrojadas y sus ojos miraban directamente a sus labios.

-No importa- En un movimiento ágil Shikamaru tumbó a Sai en el piso, colocándose sobre él, teniendo una de sus manos juntó a su rostro y otra a la altura de su cintura.

-¿Qué…qué haces?

-¿Te molesta?-preguntó con una sonrisa traviesa.

- No realmente-dijo en un murmullo.

El mayor sonrió, agachándose empezó a probar el blanco cuello del pelinegro, de la boca del menor empezaron a escapar casi inaudibles gemiditos. Sai se estremeció al sentir la mano del castaño bajo su camisa, él cual se había apoyado en su codo, acortando más la distancia de sus cuerpos.

La mano empezó acariciando la cintura del pelinegro, viajando hacía su ombligo bajando lentamente mientras que su besos humedecían su cuello, los gemidos del pelinegro se volvieron más audibles cuando la mano se introdujo bajo su pantalón.

El sonido de un violín rompió el silencio que sólo era interrumpido por los gemidos del menor. Al escucharlo el castaño se alejó.

-¿Qué… sucedió?- el pecho del más joven subía y bajaba al ritmo de su agitada respiración.

-Nada- el joven moreno sonrió, sus mejillas estaban sonrojadas, se volvió a sentar en el piso-Amo esa canción y la manera en que es interpretada es impresiónate.

-Itachi-san es un excelente músico- Sai se levantó, sentándose al lado del Nara, en sus labios estaba una genuina sonrisa, por lo que Shikamaru, en un arranque de celos pasó un brazo por los hombros de Sai, atrayéndolo a él empezó a besar sus labios con desesperación, gesto que el sorprendido pelinegro trataba de corresponder.

-¿Qué… no…quer-rías oír?- preguntó ente mínimas separaciones.

Separándose sorpresivamente, la mirada confundida del joven de piel blanca se clavó en el castaño.

-Si-Shikamaru no soltó a Sai, quien apoyó su cabeza en el hombro.

El mayor cerró los ojos, a pesar de los celos que lo invadían ante el violinista, no podía apartar de su mente la culpabilidad que sentía por empezar a intimar con él amante e hijo de su mejor amigo.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Esperó que el haya sido de su agrado, si me dejan review estare profundamente agradecida...

Ammm ammm o si!!...

Si les gusta el SasuSai o el SasuGaa (que personalmente yo odio, por que GAARA ES MIO!! Y SÓLO SE LO PRESTO A SAI Y A NARU!!)

Les recomiendo leer el fic de apos, http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=49384 es un fic que estamos escribiendo ambas... Pero la idea es de ella...

Weno... Mil besos, blackrain se va...

"Enseñame que es el amor, y una vez que lo hayas hecho enseñame que es el dolor rompiendo en trizas mi corazón"


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