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Amuleto de la Suerte por RinixA

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Notas del fanfic:

 

Quiero aclarar una cosa, el Sasuke/Naruto no es de lo típico de que Naruto será uke y Sasuke seme (de hecho, dudo que haga lemmon, soy n00b en eso YOY) simplemente es que esta servidora está cansada de ver en el manga y leer fics donde Naruto persigue a Sasuke, así que esto será al revés, pero no por razones OOC en Sasuke, serán razones que se verán xD.

Disclaimer: Si Naruto me perteneciera una de dos: Sasuke estaría muerto, Naruto casado con Hinata y Sakura se jodía (LOL) o Saskay con NarutiTOT felices de la vida, no se, según mi ánimo.

Beta: Onigiri y te lo dedico a ti, fea incumplida del mal que me ayudaste y eso YoY.

Sin más, el fic.

 

Notas del capitulo:

La primera historia que publico aquí YAY, ok, esta es la historia de Naruto más reciente que tengo y a la que le tengo puestas ¿esperanzas? LOL, siendo sincera y sin sonar prepotente, me gusta la historia y la veo algo original xD, espero les guste. Está publicada en ff.net con el mismo nombre y casi el mismo nick, lol.

 

Hasta el día presente estuvo en buenos términos con los vasos de avena que compraba en algún receso de su trabajo, recesos muy cortos porque él era de las personas que veía su trabajo como lo primordial en su vida.

Quizá era el destino el que quería que dejara esa moderna maquina expendedora de refrescos y bebidas saludables, y se dirigiera como todos los demás empleados a la cafetería del lugar para comprar algo como un emparedado y sentarse en alguna de las tantas mesas que había para poder comenzar una bonita labor de hacer amigos y apartar de su frente el letrero de arisco y antipático con el que supuestamente era conocido por todos.

O quizá era la mala suerte la que no había permitido que al abrir las tapas del vasito de avena tomara de ella como siempre lo había estado haciendo. ¡Pero acaso cuántas malas suertes es que tenía él!

De nuevo bajó su mirada para encontrarse con su corbata que, antes morada, ahora estaba más blanca que nunca. Del primer intento por abrir un vaso, recordó haberlo hecho como todos los días: colocar una moneda en la rendija del gigantesco y moderno expendedor, elegir lo más sano y recomendable para su salud de todos los productos, tomar el plástico cilindro, agarrar la pequeña parte superior que decía "Abrir por aquí", y hacer eso… abrir.

¡Pero no! En lo que debía ser una acción exitosa, había acabado por ser lo peor del día; una nada despreciable cantidad de líquido se regó ilógicamente sobre su traje carísimo y, con su actitud de ser lo mejor en todo y el énfasis de que la maquina y todo lo demás estaba mal y él no, más intentos por beber correctamente vinieron en lo que fueron diez minutos frustrantes.

Suspiro resignado y decidió cambiar esa rutina por alguna otra. Ya pensaría de qué otra cosa se alimentaria durante esos libres minutos diarios.

Por el momento quería regresar a su oficina, ya que la cara sonrojada de la nueva empleada estaba pasándose por ahí cerca… Karin había estado siendo bastante fastidiosa desde el día que comenzó a trabajar, pero estaba seguro que algunas frasecitas más de odio y una actitud de indiferencia lograrían apartarla cada vez más de su vista. No era que le gustaran las mujeres.

Así que, de regreso a su elegante y organizado sitio de trabajo, dio una ojeada por la ventanas de la parte en la que estaba del edificio, la cuales daban una clara vista del ambiente de afuera, y su mente, de entre toda la gente que circulaba por esa parte de la ciudad, divisó a lo lejos una cabeza rubia con la que había estado teniendo algunos problemitas desde la vez que le había llegado su hoja de vida. El rubio se veía cansado y rascándose la nuca a la par que comía lo que parecía ser ramen en un recipiente recién comprado. Se movía apresurado y Sasuke pensó que seguramente para el chico era otro día más de buscar trabajo.

Bufó.

Era mejor despejar su mente y olvidarse por completo de ese individuo. Ya lo hecho estaba y se sentía orgulloso de poder mantener intacto y sin peligro mínimo alguno su puesto por mucho tiempo más. Estaba seguro que esa chica pelirroja no llegaba a rozar para nada sus capacidades y no le era competencia alguna como si logró pensar que seria el chico rubio.

Aunque sí había estado pensando que, desde la tarde de ayer, el peligro o mala suerte lo rondaba a toda hora: era la enésima vez que cometía un tropiezo en un piso reluciente como era el del edificio. Y esas cosas sólo le estaban pasando desde que le había hablado tosco al rubio, desde la tarde del día anterior.

Pensar que eso tenía que ver con su -ahora- mala suerte, era de locos y de estúpidos que creían en el karma, como su amigo Suigetsu, el cuál le dijo que toda esa mala suerte se debía a que el universo estaba contra él por ser tan bastardo, arrogante, desgraciado, maldito, y ... demasiados insultos que Sasuke se negó a escuchar. ¿Cómo podía ser que fuera por eso? Sólo era un mal día, algo que le sucedía a cualquier mortal, y (aunque no lo crean), él era un mortal, por lo que no se iba a preocupar por eso, el día iba a seguir, le pasaría una que otra cosa mala, y al siguiente día todo volvería a ser perfecto, volvería con muy buena suerte Sasuke Uchiha.

Pero en las siguientes horas, cualquier acción benéfica del mundo para con él no sucedía ...; no fueron una que otra cosa mala, fueron MUCHAS cosas malas, como que le robaran el celular... como que lo orinara un perro... como que las llantas de su muy costoso BMW no estuvieran en perfectas condiciones, o que su camiseta se hubiera manchado con tinta; también puede considerarse malo el hecho de que su jefe Orochimaru le guiñara el ojo e intentara acercársele siempre que podía... y así, todo el día fue así.

Cosa mala tras cosa mala, ¡SIN PARAR!, no tenía ni tiempo para quejarse, está bien que fuera algunas veces, ¿pero tantas?, su mala suerte estaba exagerando.

No supo cómo, pero logró terminar su trabajo a tiempo y bien... bajó las escaleras, casi se cae pero gracias a sus reflejos no pasó nada, llegó a su auto, en bien estado, lo condujo (ya le habían arreglado las llantas), y pudo llegar a su casa (ni tan sano y salvo, tuvo que bajarse de su auto un momento, y ahí, ocurrió el pequeño accidente con el perro).

Preparó su cena (con muchos contratiempos), se sentó en su sofá, prendió la TV -como cosa rara ese día no había nada bueno que ver-, y así hasta que se fue a dormir con la esperanza de que al otro día su suerte fuera normal, y ya no le ocurrieran todas esas cosas.

Así, otra mañana llegó para Sasuke Uchiha. Él se levantó -temprano como siempre-, se bañó, se vistió con sus muy costosos trajes, desayunó, y se sorprendió.

Nada raro pasó mientras hacía todo ello, todo fue normal, como antes de ese día maldito, todo estaba bien. Salió, con su portafolio, condujo su BMW, todo completamente normal.

¡Já!, ya le iba a decir al tonto de Suigetsu que se metiera su karma por donde quisiera, él era Sasuke Uchiha, no creía en eso; y si eso existiera, el lo podría vencer, simplemente eso.

Y mientras pensaba en eso... su lindo carro sufrió un muy lindo choque con un auto que iba al frente de él.

Así que el pelinegro salió del carro para ver con quién se había chocado, y se llevó una desagradable sorpresa... eso si que era suerte.

— ¿Qué habré hecho para que de toda la gente que me pudo haber chocado resultara ser Uchiha Sasuke? —Exclamó el joven— Dios, en serio ¿qué te hice? —siguió con su monólogo.

—Deja de decir estupideces, Hyuuga —respondió Uchiha— ¿Porque no mejor me dices cuánto tengo que pagar por la chatarra de auto para poder irme?, no sé tu vida, pero yo tengo cosas que hacer.

—Uchiha, sabes tanto como yo que me desagrada demasiado encontrarme contigo, pero esta vez no será tan fácil como sacar tu chequera y dar dinero. Esta vez... necesito que hablemos, si quieres arreglar esto, veámonos mañana en una cafetería del centro, en la que siempre nos reuníamos cuando hacíamos negocios, ¿recuerdas? —Habló de nuevo Neji, con el mismo desprecio de antes.

—Neji, si lo que quería alguien como tú concertar una cita conmigo, no había necesidad de que armaras todo eso, simplemente pudiste pedirlo —dijo Sasuke, con burla—. De tal forma yo podría directamente negarme. Toma, te dejo el cheque en blanco, pon la cantidad que quieras, tengo cosas que hacer como ya dije; y como siempre digo, espero no verte nunca más.

—Ya te dije, Uchiha, esto no se resolverá sólo con dinero. Chocaste mi auto, tienes que pagar, y yo decido como debes pagar... recuerda que los Uchiha ya no controlan nada de la policía, no te podrás escapar fácil, mañana ve al lugar que te digo, así todo se resolverá bien. Envíame un mensaje de la hora en que asistirás. Espero encontrarte, será sin problemas de ningún tipo, nada negativo… sin nada que perturbe tu bienestar.

Sasuke frunció un tanto los labios, aquello último de cierta forma le recordaba los últimos momentos por lo que pasaba su vida.

— ¿Y qué pasa si no voy? —al final retó Sasuke.

—Problema tuyo, sabes que si quiero puedo hacerte pasar unas nochecitas en la cárcel. ¿Prefieres eso y que se sepa que estuviste en la cárcel a ir a una simple reunión? —Al ver la cara de desprecio de Sasuke, Neji continuó—: Bah, haz lo que quieras, tú verás, nos vemos, Uchiha.

Neji sin más se subió a su auto y se fue, no importándole que tuviera una abolladura.

Y Sasuke, con mucha rabia y rencor hacia el Hyuuga, decidió hacer lo único que podía hacer por el momento: subirse a su automóvil e irse a su trabajo, ya iba tarde.

No pudo evitar pensar qué era lo que el imbécil de Neji quería hablarle, y el por qué -al parecer- su suerte seguía siendo tan pésima, aunque eso sí, no le habían pasado tantas cosas como el día anterior... hasta que llegó a su trabajo y se dio cuenta de como su lindo BMW tenía la pintura y como estaba lleno de abolladuras.

Claro, cuando se encontró con el Hyuuga no se dio cuenta del estado de su carro, sólo se fijó en el contrario, y aparte, se le hacía imposible que, mientras el carro de Neji tuviera unos pocos rasguños (la abolladura era lo más sobresaliente y ni era tan grande), el de él, estaba lleno de rasguños, muchos hundimientos y la pintura se veía muy mal. Al parecer -de nuevo- su suerte le estaba pateando el trasero.

Pero, decidió no pensar en su lindo auto del que siempre estuvo orgulloso, ahora lo que importaba era pasar ese día bien. Iba a ser cuidadoso en extremo y su día malo iba a pasar. Así las horas siguientes que le siguieran a su próximo despertar también lo serian. Y es que así tenía que ser las cosas, porque él no tenía ninguna maldición ni el karma le estaba haciendo pagar todas las cosas malas que había hecho en una vida pasada por muy bastardo que pudo haber sido.

Claro que no, ayer fue simplemente un día malo (que ya se estaba convirtiendo en dos días malos con el presente), el cual iba a pasar y luego todo volvería a ser como debe ser, simplemente eso.

Decidió subir las escaleras que lo llevarían a la oficina donde trabaja... lugar en que -aunque no lo quisiera creer- su suerte se iba a manifestar de muchas maneras nada agradables para él.

—Sasuke, la abuela de Suigetsu murió y por lo tanto él no podrá venir, sin embargo sabes que el trabajo no puede pararse por muy trágico que sea el día; el jefe manda a decirte que te hagas cargo de los documentos que ya hay sobre tu escritorio. Recuerda que somos muy cumplidos, así que ponte a trabajar para no desigualarte con tu propio compromiso.

Si Sasuke no estuviera de espaldas a Kabuto, aquel asistente de su jefe Orochimaru, entonces el de anteojos habría conocido lo que una mirada asesina podría ser de mala para la integridad de una persona.

¿¡La abuela de Suigetu?! ¡Pero que ridiculez! ¡A lo mejor era pero un maldito perro que dejó morir! Además, ¿qué mierda había hecho Suigetsu para que una excusa tan estúpida, de lejos mentirosa, trillada y hasta laboralmente grosera fuera aceptada para que el peliclaro no trabajara? ¿Acaso se la había mamado a Orochimaru?

—Sasuke —volvió aquel tipo a habarle—, en unas cuantas horas vendré por ello. ¿Esta bien?

—Sí —respondió arisco pero seguro.

—Tranquilo, no será tan duro. Tendrás la ayuda de Karin quien se ofreció, aunque si me permito decir, de verdad ella no tenía porque haber reiterado de nuevo eso ya que al fin y al cabo lo iba a hacer con Suigetu. En fin, de seguro harán un buen equipo de trabajo.

Y terminó, terminó la corta dicha que había alcanzado a pensar; aquella de la que logró aferrarse por algunos minutos y con la cual aseguraba que todo su día se arreglaría y volvería a ser lo que hace tan poco atrás fue.


—Sasuke… —llamó una vocecita que intentaba sonar sensual con él, una vocecita que dañó todo el proceso mental que había llevado tras veinte minutos de estar leyendo uno de esos largos papeles, que hasta se podría comparar como pergaminos, sobre su escritorio— ¿No crees que esto es… aburrido? ¿No te gustaría hacer algo más… divertido? ¿Sabes? Conmigo… a ti te dejaría hacer muchas cosas

Y Sasuke murmuró para sí diversos improperios como única vía para tranquilizarse y no cometer cualquier posible crimen dentro de aquellas cuatro paredes. Oh, no, respiro; nada mancharía su impecable Curriculum.

— ¿Ya terminaste tu parte? Si es así, vete —habló el pelinegro más arisco de lo normal. Karin curvó hacia abajo sus labios, decepcionada al parecer, pero aún así con ganas de no rendirse.

—Pero hemos estado trabajando mucho ya… ¿no tienes ganas de hacer otra cosita acaso? —Dijo la pelirroja, y Sasuke no tenía que elevar su rostro para saber que ella había realizado otro nuevo intento por parecer provocativa, acercando su busto sobre el escritorio y formando un puchero en sus labios como ofreciéndoselos gratuitamente.

—Bien, sí tengo ganas de algo… —dijo él con hastío, permitiendo que Karin apreciara sus ojos negros y por un instante se emocionara— Iré a tomar aire.

Se levantó de donde estaba y antes de que Karin mencionara cualquier palabra más, Sasuke salió de su oficina, y no sólo de ésta, luego y junto a uno de aquellos impulsos que en su vida no aparecían tanto, también salió del edificio… Si Karin no terminaba lo poco que quedaba y no se lo entregaba apropiadamente a Kabuto, bien podía tacharla de inepta y hacer parte de despedirla sin remedio alguno. De todos modos él mismo la había contratado; en cualquier momento si ella le hacía la vida más imposible podría hacer todo lo contrario a recomendarla para que la pusieran de patitas en la calle, y quizá le sirviera también lo de un posible acoso sexual.

Subió la mirada al cielo y observó las nubes negras que ya se habían formado… perfecto, y él que quería realmente caminar un poco y ver si así su mente se despejaba algo.

Diablos, y fuera de eso mi auto está hecho aún mierda —pensó.


Sasuke se despertó rogando a todo ser espiritual que luego de abrir sus ojos su casa no estuviera en llamas, inundada o destruida por algún inexplicable derrumbamiento. No había comprado su apartamento en alguna zona de alto riesgo, pero con las situaciones –karma si recordaba lo dicho por su dizque amigo Suigetsu- que le sucedía, cualquier cosa no estaba exenta de suceder.

Contando hasta tres abrió los ónices negros de su rostro de un fuerte impulso, observando que su cuarto se hallaba en perfecto estado y nada fuera de lugar se presentaba. Exhaló fuerte y se dispuso a arreglarse para ese nuevo día. De paso se acordó de la invitación dada por Neji, decidiendo ir para no ganarse otra mala pasada; no estaba de ánimos como para ir a juicio, ni testigos tenía.

Y sabiendo como estaba su suerte, no quería arriesgarse a que aparte de ir a la cárcel, le pasara algo más, así que, acordándose de la dirección del café, cogió su auto y fue a la reunión con el Hyuuga.

Mientras estaba conduciendo, decidió mandarle un mensaje avisándole que ya iba para allá, sabía que tenía que ser cuidadoso, pero ya había usado el celular miles de veces mientras conducía, demasiadas veces, lo hacía siempre, y nunca lo habían cogido ni se había distraído por eso, y puede que su suerte estuviera mal, pero, por el momento no le había sucedido nada, y la mala suerte no podía eliminar su habilidad, así que le mandó el mensaje a Neji, en la pantalla ya salía mensaje enviado. Contento porque al parecer nada había sucedido, no se fijó en que adelante de él estaba un carro de policía y... chocó.

¡De nuevo había chocado! ¡¡Dos veces en a misma semana!! ¡¿Es que era un maldito imán para los accidentes o qué?! ¡¿Ya no podría usar su auto de nuevo?! ¿Y si caminaba? ¿Lo robarían o algo?

Y lo peor del asunto, ¡Había chocado contra un policía!, Dios, en serio que sabía que no era la mejor persona, que era un bastardo, arrogante y todo eso, pero... el universo ya estaba exagerando en su castigo (si, comenzaba a creer que era eso, porque eran demasiadas coincidencias), y habría seguido con sus quejas y todo eso, si no hubiera sido porque el policía con el que había chocado se acercó a su ventana, y se veía muy molesto.

— Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? —Exclamó tal persona con traje de autoridad, refiriéndose a Sasuke con burla al ver la identificación que este le entregaba— Uchiha Sasuke ¿tenías prisa o qué? Niño rico —dijo de nuevo. Era una mujer policía, con gafas negras estaba peinada de una forma algo graciosa. El nombre que sobresalía en su uniforme era TenTen.

»No crea usted que sólo por ser Uchiha vamos a dejarlo ir, todo el peso de la ley caerá como debe ser —habló de nuevo imperiosamente— Ahora, salga del auto.

Sasuke sabía que en esa situación lo mejor era coperar, pero al mismo tiempo, su orgullo le decía que no podía permitir ser tratado así. ¡Era una mujer la que lo estaba gritando, por Dios! Sin embargo, pensó que lo mejor para salir rápido de esa situación, definitivamente, era tragarse su orgullo y hacer caso.

—Esta bien, ya salgo —habló con furia—. No tiene por qué ponerse así, igual, yo tengo todos mis papeles.

—Repito: Salga del auto, no me haga arresta…

— ¡Bien! Ya voy… idiota —masculló entre dientes, iba a salir, pero recordó que tenía su licencia y demás documentos importantes como el seguro en la guantera, así que, sacó las llaves, la abrió y fue a sacarlos, cuando… algo bastante inesperado pasó.

— ¡¿Eso que está sacando es un arma?!—gritó la policía; y a Sasuke se le hizo extraño el hecho de que la policía fuera tan paranoica ¡Si era sólo su licencia!

—No, claro que no, es sólo mi licen- Pero Sasuke no pudo terminar, TenTen comenzó a gritar, alertando a su compañero de patrulla, el que no se había dado cuenta de la situación. Además la mujer ya estaba apuntando en su dirección con un arma.

—Lee, ven ya. ¡Este sujeto está armado! —Gritó de nuevo la chica— ¡Salga del auto ya, y no se mueva o juro que la pagas!—

El otro policía, el tal Lee, salió del auto rápidamente, preocupado por los gritos de su compañera. Sasuke alcanzó a mirarlo a través del espejo retrovisor ya que asumía que si giraba la cabeza quizá la policía pensaría que… de algún modo tenía una bomba. Aunque abrió muchos sus ojos; si fuera una situación más normal se hubiera fijado sin duda en su curioso peinado, pero aquél tenía una ¿escopeta?, por Dios, Sasuke de nuevo odiaba su suerte ¿En qué diablos se había metido?

— ¡Tú, maldito delincuente juvenil! ¡No puede usar el poder de la juventud para cometer delitos! —Dijo el nuevo policía, el cuál tenía unas cejas enormes, y usaba espandex verde por debajo de su uniforme, también tenía gafas negras— ¡Salga del auto ya, o el aprendiz de la bestia verde de Konoha hará pagar!

De los dos policías que apuntaban al auto, ambos molestos y decididos, para el Uchiha era seguro que si lo veían hacer algo mínimamente sospechoso, eran capaces de matarlo. ¿Qué había hecho tan grave para que estuviera siendo tratado de esa manera? Pensó un momento, no iba a decir nada más, simplemente, salió del auto, con las manos en la cabeza, pero ni tuvo tiempo de mirar a los dos policías cuando estos ya lo tenían inmovilizado en el suelo.

— ¿Qué creíste, eh? ¿Qué por ser Uchiha, o por tener dinero iba a poder hacer lo que quisiera? Huh, y luego, como no nos arrodillamos ante su imagen, decide actuar a la fuerza ¿no crees que esto amerita unos meses en la cárcel, Lee?---

—Más que unos meses, yo diría que un año, es decir, quiso huir de la justicia, porte de armas, intento de homicidio también cuenta, no te va a ir nada bien en prisión, Uchiha.

Y ante semejante situación Sasuke quería gritar. ¡Estaba sacando su licencia e identificación, maldita sea! ¿Por qué, precisamente de todos los policías, tenía que encontrarse con los más estúpidos y desquiciados?

— ¿Cejotas, TenTen? —Llamó alguien, y esa voz se le hizo bastante familiar al Uchiha. De repente sus "atacantes" cambiaron completamente de actitud, lo liberaron, y corrieron hacía donde la voz los había llamado.

— ¡Naruto! —Gritaron ambos— ¡Qué agradable sorpresa! ¿Cuándo volviste de Londres? ¿Qué te habías hecho? ¡¡Por Dios, tienes tanto que contarnos!!

Y Sasuke, viendo su oportunidad de huir, no la desaprovechó, se paró y caminó a su auto y condujo lo más rápido que pudo, si el fuera una persona normal que le importara la gente, se habría preocupado del pobre infeliz que se había quedado con los locos de los policías; pero como él ni era una persona normal, ni le importaba la gente, no lo hizo, y simplemente condujo con mucha prisa al lugar destinado para encontrarse con el idiota de Neji Hyuuga.

Aunque si alcanzó a ver un poco al muchacho, sólo supo que tenía cabello rubio, cosa que le recordó a alguien, igual su nombre, pero, no le dio vueltas al asunto, no es como si fuera de importancia alguna el pobre idiota.


Sorprendentemente llegó a tiempo, aunque Neji ya estaba ahí, no se le hizo raro, siempre era puntual y serio con ese tipo de cosas, así que simplemente tomó asiento en la mesa donde lo estaban esperando, ni se molestó en saludar, sólo dijo el nombre del otro, estaba bastante cansado por lo sucedido ese día.

—Hyuuga, aquí estoy. Di lo que me vas a decir y acabemos con esto, no tengo ganas de perder el tiempo.

—Uchiha, siéntate y relájate, ya llamé a la mesera para ordenar algo, pide lo que quieras y cálmate, te ves bastante agitado

— ¡Deja las estupideces! Tú no me agradas, yo no te agrado, así que dime que es lo que quieres para que yo me pueda ir y dejar de verte la cara, así ganamos ambos, sólo habla.

—Hay alguien más involucrado en esto, va a venir y se retrasó un poco, sólo espera unos minutos, te juro que vendrá, ahora, siéntate y ordena.

El de ojos negros sopesó las posibilidades, seguir discutiendo sólo aumentaría el cansancio, Neji era tan orgulloso como él, no llegarían a nada y estaba tan cansado como para pelear, por primera vez decidió dejar las cosas así y obedecer, con todo lo ocurrido ese día no le quedaron fuerzas para nada.

La mesera se acercó, llevaba una libreta y un bolígrafo, también un uniforme, Sasuke no se tomó la molestia de mirarla a la cara, simplemente esperó a que su acompañante ordenara.

— Yo quiero un café negro, un tazón de ramen y té de limón, por favor

Se le hizo una combinación bastante rara ¿te con ramen?, no veía al otro con esos gustos, de seguro era para el "invitado". ¿Qué clase de loco le gustaría el té con el ramen?

—Yo sólo quiero un café negro, sin azúcar y con leche, por favor —puede que estuviera de malas, pero los modales siempre debían estar presentes, por lo menos en público.

Así que, Sasuke y Neji se quedaron esperando, mientras que las demás personas en el local conversaban con sus amigos, ellos dos no habían cruzado palabra en todo lo que iba, y no es que quisiera hablar con el otro, para nada, no lo soportaba, pero el silencio incómodo ya lo estaba hartando, siendo que llevaban 10 minutos en esas y el idiota amigo de Hyuuga no se aparecía, eso lo estaba desesperando, y Neji se iba a enterar.

—Ya, tu amigo no llega, llevamos 10 minutos y no llega, sin más que decir, yo cumplí con venir, ahora me largo

— ¡Espera! —Exclamó el otro— No se demora en llegar, tampoco ha pasado tanto tiempo, si no dejamos aclarado esto hoy, tendrás que volverte a reunir conmigo, y créeme, no quiero volverte a ver la cara, y sé que tú tampoco quieres verme la mía, así que, espera un rato más, nuestros pedidos ya vienen.

Sin más, Sasuke volvió a sentarse, tranquilizándose y esperando a que el idiota ese llegara, mientras que la mesera se acercaba con sus dos cafés negros, luego, se fue y volvió con otra bandeja que contenía el ramen y el té, y lo vio: ese brillo de miedo y sorpresa en la chica que venía con la otra parte del pedido, no supo como, pero la chica de una manera casi tonta, se enredó con sus propios pies y soltó la bandeja, la cuál voló nada más que a su pecho y muslos. Juró que lo vio en cámara lenta pero no pudo hacer nada cuando sintió la horrible quemazón sufrida a su piel al contacto con los líquidos tan calientes. ¡Y es que estaban bien calientes!, definitivamente odiaba totalmente ese día.

—Dios, señor, perdóneme, perdóneme en serio, ya le traigo algo para que se limpie y lo acompaño al baño si quiere, Dios —habló la pobre mesera, asustada de la ira de su cliente y la de su jefe si se llegara a enterar o a elaborar una queja, corrió en busca de la toalla, mientras Neji intentaba cubrir su risa. ¡Maldición!

—Esto fue bastante… interesante —comentó el Hyuuga.

Y aguantándose la rabia, Sasuke esperó a la mesera, fue al baño, se limpió lo más que pudo, y volvió a la mesa, a esperar al idiota que veía como el culpable de su miserable día.

Y así, pasaron otros diez minutos, se volvió a exaltar y de nuevo, otra mesera venía con la orden del ramen y el té y vio, como un dejavu, como los pies de esa otra mesera se volvían a enredar haciendo que lo inevitable volviera a ocurrir. Sasuke se preparó sicológicamente, ya era tarde, nada podía hacer, esperó a volver a sentir la quemazón hasta que…

—Perdonen la tardanza —entró a la escena alguien, cuya voz se le hizo demasiado familiar, pero el Uchiha no pensó en eso, estaba demasiado distraído en ese momento viendo como casi de forma mágica, la chica recuperaba su equilibrio y como si la taza de té y el ramen estuvieran pegados a la bandeja, ninguno se había caído. Simplemente la mesera dejó las cosas en la mesa, y se devolvió, mientras Sasuke veía con incredulidad como se había salvado, no lo entendía.

—Naruto, me alegra verte, pensé que no ibas a venir.

Lo siento, de verdad que sí, pero me encontré con TenTen y Lee y comenzaron a contarme de todo, fue raro, al parecer un loco los amenazó con un arma, y cuando llegué lo soltaron, pero bueno, aquí estoy, ¿para qué me necesitabas?

Sasuke salió de su estado de distracción al escuchar la voz del tal Naruto, ya eran dos veces las que escuchaba ese nombre y dos veces que escuchaba su voz, y lo que había dicho ¿Él había sido el pobre diablo que había distraído a los policías extraños? No quiso estar más en la duda y volteó a mirar y

—Tú, ¿eres el idiota que fue a pedirme trabajo? — Gritó Sasuke, quedándose perplejo viendo al muchacho con el que había discutido días atrás.

—Tú, ¿eres el maldito bastardo que se cree superior a todos? —Gritó el recién llegado, el cuál parecía responder al nombre de Naruto, igual de molesto y con la misma incredulidad que el otro.

—Ustedes ¿se conocían? —Intervino Neji— ¿Tú fuiste por la entrevista de trabajo con Uchiha?

—Sí, Neji, pero eso no interesa. Dime ¿para qué me necesitabas? ¿Este bastardo se va a quedar mucho? Porque créeme, tarde mucho para borrarme de la cabeza su horrible cara.

—SÍ, Hyuuga, dinos qué diablos quieres, ya estoy cansado de estar aquí, y la presencia de tu amiguito sólo hace las cosas peores.

Naruto decidió hacer oídos sordos a eso, por lo menos Sasuke pensó eso, por lo poco que conocía del otro, estaba seguro que a la mínima provocación iba a responder, pero vio cómo estaba peleando para acabar con eso rápido, al parecer tampoco había tenido un buen día, no que le importara, pero era algo que podía jugar a su favor a la hora de salirse de esa horrible situación.

—Bien, los cité a ambos, porque tengo algo que proponerles —habló Neji— ¿Recuerdas el favor que dije iba a pedirte Sasuke? —Al ver que el chico asentía, siguió— pues… tiene que ver con Naruto.

Los otros dos chicos se sorprendieron, el rubio porque no sabía él qué tenía que ver en eso; Sasuke porque estaba sospechando qué era lo que el otro quería; ¿Sería capaz de pedirle eso?

—Sé que todavía hay un puesto vacante en tu compañía, así que quería pedirte que — pausó un momento, como intentando buscar palabras—…se lo dieras a Naruto.

Con esa aclaración, ambos chicos soltaron gritos de sorpresa y enojo, Naruto no podía creerlo, quería a Neji, era su amigo desde hacía dos años pero ¿pedir un trabajo a cambio de un favor? Naruto jamás aceptaría eso, cosa que Neji ya lo sabía y por tanto el rubio no entendía por qué aquella petición.

—Neji, sé que quieres ayudarme, pero no te lo permitiré, yo soy muy capaz de conseguir un trabajo por mi mismo, tengo las capacidades, tengo el estudio, yo puedo, sabes perfectamente que sí. ¿O acaso me estás creyendo menos?

Hyuuga se alarmó, eso era lo que menos quería que pasara, había pensado en como iba a hacer todo eso, sabía que el rubito no iba a aceptar fácil, pero, conocía a Sasuke también, pensó que tal vez si Uchiha conocía a Naruto y sus capacidades lo contrataría de una, no esperó que ya se conocieran y se odiaran.

—No, te lo juro que no es lo que crees, no es como si quisiera que te regalaran algo, porque no sería regalo, te mereces ese puesto, está en tus capacidades, es para ti, lo se y precisamente porque confío en ti es que te estoy ofreciendo esto, créeme.

Esto pareció calmar a Naruto, dejó su enojo contra Neji, pero se olvidaban de la otra persona que estaba con ellos.

— ¿Y yo qué? Yo soy el que elige quién es apto y quién no y francamente, no me importa la opinión de ninguno, no creo que tu "amigo" sea adecuado para el trabajo, no me harás cambiar de opinión y jamás creí que fueras capaz de hacer algo como comprarle un trabajo a alguien ¿Qué, te gusta tanto que quieres darle cosas y que te ame? Eso es patético, Hyuuga, mucho.

Bien, tal vez se había pasado mucho con eso, pero no pudo evitarlo, pensó que se había desecho de esa rubia molestia, y ahora volvía. Dios lo estaba castigando, definitivamente. Y otra cosa, Neji lo conocía y sabía que él ante todo era recto, bueno, la mayoría de las veces. ¿Cómo se le ocurría pedirle un trabajo? , eso lo había ofendido, sabía como era él.

Sin embargo Sasuke sí no sabía bien cómo era Naruto, por lo que no pudo siquiera adivinar la movida de éste. Un golpe, en toda su cara, con toda la fuerza de ese chico —Que Sasuke pudo comprobar, no era poca— y con toda su rabia contenida. Sasuke lo primero que pensó es que no iba a mostrar dolor, pero de verdad que lo sintió.

—Mira, me contuve en tu compañía de mierda: no quería escándalos, me contuve cuando te vi, pero, escúchame bien imbécil, jamás te metas conmigo o mis amigos, porque jamás me contendré, y créeme, lo pagarás.

Y así, dio una rápida despedida y disculpa a Neji y salió del establecimiento, todavía se notaba la ira asesina del chico.

Hyuuga sólo suspiró, eso había salido horrible; le debía un graaan tazón de ramen de disculpa a Naruto con mucho té de limón, y una enorme golpiza idiota al culpable de toda la situación.

—De verdad que pensé que eras más maduro, es decir, Naruto tiene tres años menos que tú y se comportó mejor; sí, con la golpiza y todo, porque te la merecías, olvida lo de la multa, ya, todo queda saldado, sólo no quiero volver a verte en lo que me queda de existencia y espero que Naruto tampoco te vuelva a ver, de verdad que él es perfecto para el trabajo, te juro que no conseguirías a alguien mejor y con tantas ganas como él, pero como veo que de verdad eres un bastardo idiota no fuiste capaz de aceptarlo, de verdad, no quiero volverte a ver la cara en mi vida, adiós.

Con eso, Neji fue hacia la caja, pagó la cuenta y salió de la cafetería, dejando a Sasuke golpeado y magullado, sintiéndose algo (muy poco en realidad) mal por la situación. No es que fuera malvado, o no tuviera sentimientos, los tenía, pero, lo sí que era terco y controlador, lo que él quería se hacía y veía pocos fallos en eso. Así, "solucionado" el asunto del auto, corrió al suyo y lo condujo hasta su casa, lo único que quería era irse a dormir, descansar.

Definitivamente ese día había sido horrible y tenía el presentimiento que los que venían iban a ser peores.

Pero lamentablemente su día no iba a ser tan fácil, Sasuke comprobó que algo horrible le estaba pasando a su suerte, porque llegó a su casa y al intentar abrir la puerta se dio cuenta de que no tenía llaves, al parecer las había perdido cuando los policías locos sacados de Reno 911(*) lo habían atacado. No conocía el número de un cerrajero, lo único que le quedaba era llamar a Itachi para que lo dejara quedar por esa noche; al día siguiente arreglaría todo, pero por el momento sólo quería descansar, la había pasado tan fatal.

Llamó a Itachi, sólo le dijo que iba a pasar la noche en su departamento, no tenía ganas de charlar, no tenía ganas de nada, ni de conducir, pero lamentablemente tenía que hacerlo, hasta que subió a su auto y se dio cuenta de que casualmente (nótese el sarcasmo) su tanque estaba vacío , por lo que, ciego por la rabia salió de su auto y cerró la puerta, cometiendo el gravísimo error de dejar las llaves del auto y su billetera dentro, quería mandarlo todo a la mierda, absolutamente todo, el karma/Dios/el universo/lo que sea se estaba pasando demasiado con él, pero luego recordó que el es Sasuke Uchiha, y que se supone puede con todo, así que resignado a la racha de mala suerte que lo azotaba decidió caminar, no podía llamar a su hermano, estaba cansado, hambriento, golpeado, pero su orgullo era lo único que le quedaba, una cosa era decirle a Itachi que iba a ir a su departamento, otra muy distinta que lo fuera a recoger como niño chiquito, igual, no quedaba tan lejos, así que decidió no perder más tiempo y aventurarse hacía donde su hermano, ya le habían pasado tantas cosas que no creía le llegaran a pasar más ¿las cosas no se pondrían peor , cierto?

Se equivocaba.


Ya llevaba 15 minutos caminando, se estaba arrepintiendo de no haber llamado a Itachi, pero conociéndolo, no estaría en casa, y si, también había dejado su celular dentro del auto , pero bueno, estaba un poco tranquilo, nada había pasado durante ese momento, ningún ladrón, nada de pisar heces de perro, que le pegaran, que un auto lo intentara atropellar (no podían culparlo, estaba paranoico y pesimista) y ya no le quedaba mucho para llegar al edificio donde Itachi vivía, ya podía verlo , ya sentía que iba a poder descansar… hasta que fue golpeado de repente por un tipo que no había visto en su vida.

—Porfin te conozco, maldito — espetó con furia— a ver si así te siguen quedando ganas de quitarle las novias a los demás, Itachi.

Ok, Sasuke no se esperaba eso ¿Por qué Dios simplemente no lo mataba y ya? , confundirlo con Itachi, jamás odió tanto las comparaciones como ese dia, maldito Itachi, maldito desconocido, maldita suerte, maldito día, maldito todo, no supo de dónde sacó fuerzas, pero le respondió, pero luego no supo cómo, terminó tropezándose con una piedra (no debió haberse sorprendido, todo ese dia Dios había metido todo su empeño en hacerlo miserable) y cuando el tipo estuvo a punto de cogerlo a patadas en el piso, algo (de nuevo) inesperado sucedió, alguien llegó en su ayuda, eso no era lo inesperado, sino quién.

—Oye, tú , no se qué diablos te hizo el bastardo ese, pero no es como para cogerlo así ¿Qué diablos te pasa? —

Por tercera vez ese día el rubio idiota se aparecía… y para salvarlo nada menos, no entendía como luego de que lo había tratado tan mal lo estaba ayudando en ese momento, si Sasuke estuviera en la situación de Naruto se haría de la vista gorda porque se lo merecería, pero, el Uzumaki no era un desgraciado como él ( Ya lo había aceptado, su amabilidad no era su mayor cualidad), así que ya, sin fuerzas, simplemente se quedó recostado en el piso, hasta que , del cansancio se desmayó, ya nada le importaba.

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—Sasuke, despierta, bello durmiente—

El muchacho sintió como lo zarandeaban y lo molestaban, cuando porfin había obtenido su muy merecido descanso ¡Alguien lo despertaba! Al principio pensó que era el rubio tonto, le daba la impresión que era de los que molestaban, pero luego cuándo escucho bien su voz y entreabrió sus ojos se dio cuenta de que era su maldito hermano mayor, el maldito que lo había metido en problemas, y al recordar eso, lo golpeó.

—¿Y a ti qué diablos te pasa? — le dijo enojado— tras de que te dejo entrar a mi apartamento me golpeas, necesitas novia… o novio, no sé, lo que te guste.

—¿Qué qué me pasa? Maldito idiota, un desconocido me golpeó porque tú le robaste a la perra de su novia ¿y me preguntas qué me pasa?

—Oye, oye, yo no le robé a nadie, la chica se me insinuó y yo no le di esperanzas, de seguro sólo por vengarse le dijo al imbécil donde vivía.

—¡Y eso hizo que el maldito me confundiera y tu terminaste bien y yo golpeado! No sé qué diablos pasó, ni por qué lo primero que tuve que ver al despertarme fue tu horrible cara

—Según lo que me dijo tu amigo— al ver la expresión interrogante de Sasuke, añadió— Ya sabes, el rubio de ojos azules ¿Naruto?, bueno, él me dijo que le había gritado al tipo que tú no eras yo y que de forma casi mágica el tipo había dejado toda su furia y había salido corriendo, cinco minutos después llegué yo y él me dijo lo sucedido, te dejé aquí, lo llevé a su casa y luego volví, eso fue todo.

Definitivamente, él jamás se habría arriesgado así por un desconocido, menos uno que lo había tratado tan mal. No entendía al chico, tampoco entendía por qué Itachi creía que eran amigos.

—Es bastante agradable ¿sabes? Y bastante parlanchín, me contó de todo, pero casi siempre repetía lo mismo: extraña Londres, ama el fútbol también el ramen y te odia, cosa que no me sorprende, hasta tus amigos te deben odiar aunque sea un poco, pero bueno, me cayó muy bien ¿Por qué jamás me lo habías presentado?

—Porque no es mi amigo, porque no te interesa y porque también lo odio, así que sólo déjame descansar, no sabes lo horrible que fue hoy.

—Si no es tu amigo ¿Por qué te ayudó?

—¡No tengo la menor idea, ahora vete, deja de hablar, déjame en paz, quiero descansar!

—Ok, ok, ya, entiendo que Naruto te odie, con ese genio quién no — Habló con burla.

—¡VETE YA!

Y así, con ese grito Itachi decidió dejar sólo a su hermanito, ya había tenido suficiente el pobre, por lo menos por ese día.

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Sasuke llevaba media hora intentando conciliar el sueño, intentaba e intentaba no pensar, pero había algo que le estaba quemando la cabeza, una idea tonta pero que cada que le daba oportunidad, se tornaba más y más lógica (por lo menos en su cerebro) era bastante estúpida, bastante irreal pero no por eso la descartaba , es que tres de tres, de las tres peores situaciones que vivió ese día, en las tres había aparecido Naruto y en las tres había acabado salvándolo de alguna manera extraña, Lee y TenTen lo conocían, podía ser una coincidencia, pero lo de la cafetería no tenía cara de coincidencia, menos lo del desconocido, el mismo Itachi lo había dicho "de forma casi mágica" y luego estaba el hecho de qué precisamente un día después de la pelea con él, fue que todas esas horribles experiencias comenzaron a suceder, todo estaba cobrando sentido en su cabeza, ya lo había descifrado:

—Debo estar cerca de Uzumaki Naruto si quiero dejar de sufrir de una suerte horrible que me lleve a más aún horribles situaciones.

Lo dijo en voz alta y no supo por qué, si el remedio parecía peor que la enfermedad, de cierta manera se sintió mejor y pudo dormirse, esperando obtener el descanso físico y mental que necesitaba y así pensar mejor las cosas.

Así comenzó un día de los muchos que le esperaban a Sasuke Uchiha, en donde la mala suerte iba a reinar y sólo un rubio iba a poder remediarla.

 

Notas finales:

 

(*)Reno 911 es una serie que trata acerca de una comisaría ficticia de Policía, es una parodia de la serie "COPS" y muestran a los policías como unos inútiles e ineptos, de ahí la comparación xD.

Y ¿Qué tal?¿Se les hizo gracioso?¿Vale la pena?¿Lo ven original o es sólo un fic más? Cualquier opinión díganla, soy n00b en esto, lo se así que cualquier cosa me ayuda a mejorar, eso si, insultos no o los mando a dormir con los peces (El Padrino FTW!!!!) , ahh, creo que se nota pero igual aclaro: En este fic Naruto no va a morir sin Sasuke, no todo va a ser alrededor de él y no todos lo van a amar, estoy hasta el fucking cansancio de leer cosas así.

¡¡¡Nos vemos!!!!

 


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