Después del desayuno con Sakura y Deidara. Dei nii-san y yo nos despedimos de Sakura y nos dirigimos al templo situado en el centro de nuestra aldea, para recibir instrucciones de nuestro padre. Al llegar ahí nos comunico que debíamos dormir ahí, así que después de pasar una confortable tarde familiar nos fuimos a descansar, ya que al otro día todo tendría comienzo.
Eran apenas las 3:45 am, cuando Deidara nii-san me despertó, entregándome la ropa que llevaríamos en el ritual de purificación. Este ritual era realizado solo por donceles de sangre pura como nosotros y que estábamos destinados a ser “proveedores”, ya que nos ayuda a esconder nuestro olor y pulso de los vampiros que rondan por las afueras de nuestra aldea en busca de comida. Algo muy útil en nuestros tiempos y más si se planean viajar.
Por supuesto que esto antes no era así, según los relatos de mi padre, hace algunos siglos los humanos convivían normalmente con los vampiros. Ellos se alimentaban de nuestra sangre para sobrevivir y nosotros a cambio recibíamos su protección y cuidado. Todo esto bajo el control de la dinastía Uchiha que era respetada, querida y admirada por el buen juicio que caracterizaba a su líder Fukaku Uchiha.
Sin embargo, este lazo se rompió cuando un grupo de vampiros se rebelaron contra Fukaku, argumentando que los vampiros eran una raza superior a la humana, por lo que no tenían por qué pedirnos permiso para alimentarse de nosotros y mucho menos debían pagar un precio.
El gran Fukaku que creía fielmente en que se podía tener una convivencia entre cualquier raza, determino que era mejor detener a los rebeldes en ese momento que eran pocos, que esperar y que más se unieran a sus ideales, por lo que así comenzó una lucha sin precedentes entre ambos bandos. Sin embargo y pese a lo que uno creería a los rebeldes se le fueron sumando cada vez más gente de su pueblo al ser convencidos de que el Clan Uchiha prefería matar a los de su especie que usar a los humanos. Esto sumado a la escasez de “alimento” ya que los Uchiha protegían a los humanos de los abusos de los rebeldes, hizo que sus enemigos tomaran más fuerza.
Finalmente después de muchos siglos e incontables batallas, Fukaku Uchiha, traicionado por su hermano Madara Uchiha fue asesinado. Así comenzó la caza indiscriminada de humanos, en la que un vampiro podía beber la sangre que quisiera incluso si con ello se perdiera la vida del humano. Denigrando a nuestra raza a ser solo un contenedor de alimento, así cada vez que uno de nuestra raza va a caer en manos de un vampiro, prefiere suicidarse que acabar siendo descuartizado lentamente por uno de ellos o peor ser su juguete sexual.
Dentro de toda esta desesperanza, desde hace aproximadamente 3 siglos han comenzado a cesar en algunas regiones los ataques de vampiros, ya que existen los Ryoushi, que son nada más y nada menos que sobrevivientes del clan Uchiha, encargados de comenzar a derrotar a los usurpadores del poder y así mismo de proteger a la raza humana tal como lo hacia el gran Fukaku.
Esto por supuesto solo lo sabemos 2 de las 11 regiones del país, ya que desconozco como sucedió que ellos sobrevivieron, sin embargo, nuestra aldea, Kohoha así como la aldea de Suna, somos los encargados de darles “proveedores” para que ellos no sufran más hambre y estén preparados para la guerra que se aproxima y nos brinden protección.
Al terminar el ritual, nos dirigimos a la sala central del templo para recibir tanto los atuendos especiales de viaje, como los implementos que necesitaremos para este. También nos dirán que misión tendremos que cumplir- pero por favor ¿que más me pueden decir que no sepa?
Sé que tendré que ir y poner mi cuello al vampiro que se me asigne y ser su rico alimento cada vez que este quiera. Nada fácil de deducir ¿no?
Al entrar a la sala nuestro padre y líder de la aldeanos recibe pidiéndonos sentarnos en unos cojines frente a él.
Deidara, Naruto- Comienza a hablar mi padre en un tono serio- Nos hemos reunido hoy para decirles toda la verdad acerca de su verdadera misión.
¿Hemos?- Pregunto Deidara
Si – dijeron al unísono varias voces, al mismo tiempo que iban haciéndose presentes de la nada los “8 pilares de la aldea” como se les conocía o como a nosotros nos gustaba llamarlos “los 8 ancianos”
Era extremadamente raro que ellos se reunieran, así que imagine que estaba metido en un gran problema, y que mi misión no sería tan fácil como decir ¿Quiere un poco de mi sangre? ¿Así está bien o le gustaría con algo de pimienta?
Naruto – Dijo el pilar central (ósea mi abuelo Jiraiya)- tu verdadera misión es….