Capitulo 1 - Largas Despedidas
Día lluvioso... El parabrisas del taxi que me lleva al aeropuerto demuestra el frio que hace fuera, ya está empañado al igual que mi corazón de tanto llorar, veo mi celular.. Ya casi es el momento, faltan solo un par de horas para que mi vida cambie por completo, no quiero que eso suceda, no quiero dejarte ir, pero ya de esta no hay salida, así lo decidieron tus padres y no soy quién para cuestionarlos... Te amo con toda mi alma, pero como tu mismo has dicho "el destino insiste en separarnos" ¿Será que después de todo "Dios" no aprueba nuestro amor?
El chofer lleva varios minutos hablándome, solo doy respuestas automáticas, no creo que luego de esto queden sentimientos dentro de mí como para poder entablar comunicación como un ser humano normal, de hecho siento que sin ti soy un ser incompleto..
-- Dudo que con esta lluvia ese vuelo despegue, probablemente tendrá que quedarse en la ciudad esta noche.
Su insistencia es admirable, ojala ese vuelo no despegara jamás.. Pero sé que es un deseo imposible de cumplir -- Probablemente si lo haga, la lluvia ha empezado a amainar-- contesté sin mucho ánimo de seguir la conversación.
-- ¿Y cuál es el motivo de su viaje?--
Ya este sujeto me está haciendo enojar o ¿Acaso es tristeza lo que siento? Rayos tengo ganas de llorar de nuevo.. Pero le prometí que no lo haría.. Prometí que sería fuerte.. Que soportaría cualquier cosa.. -- No viajo, solo voy a despedirme-- Dije con un tono de melancolía.
-- Ah, ¿La quieres mucho verdad?-- ¿Qué acaso no es obvio que lo amo? Pero no, no puede saber que a quien adoro es un chico...
-- Si, demasiado-- le dije mientras con la manga de mi sweater limpiaba el vidrio para poder ver a través... ya la lluvia había disminuido.. Si, al parecer Dios si está en contra de nuestro amor, ya falta poco para llegar al aeropuerto y aparentemente la lluvia acabará pronto, sinceramente no quiero llegar, siento que el corazón se me saldrá del pecho.
-- Hemos llegado señor son 12.50
-- Gracias-- dije esbozando una débil sonrisa, y extendiéndo mi mano para cancelar-- Quédese con el cambio..
Volteo y ante mi tengo la entrada al gran aeropuerto, que fea sensación de vacio siento en mi estomago, las ganas de llorar me inundan de nuevo.. Trato de contenerlas pero una lagrima rebelde escapa de mis ojos, no, no, no, ¿por qué?, respiro profundamente, limpio mi rostro y veo nuevamente mi teléfono, falta solo una hora..
El bullicio en el lugar es grande, camino arrastrando mis pies hasta donde me dijo que iba a estar, desde lejos lo veo.. Está destruido, llora incansablemente, verlo en ese estado me deprime pero debo ser fuerte, debo demostrar que saldrá de esta, él siempre lo hace.
Me acerco y lo abrazo, oler su perfume, sentir sus brazos alrededor de mi cuello.. Se que se siente solo y débil, pero en poco tiempo ya no podré defenderlo, nuestros cuerpos hablan por sí solos... Ya las lágrimas no las puedo contener, lo amo, lo amo... Quiero gritarlo al mundo, pero sé que todo será peor, ahora estará lejos, espero pueda encontrar a alguien más.. ¿Pero en qué rayos estoy pensando?, debería secuestrarlo para que no me deje.. Yo también me siento solo y desprotegido.. Me hiciste falta, me haces falta, me harás falta.. Hay poco tiempo para todo lo que hay que decir, ¿Por qué razón no lo dijimos cuando hubo oportunidad?
Lo veo a los ojos, mis labios solo pueden articular una frase -- Te amo, nunca te olvidaré-- de él escucho un débil "siempre estarás en mi corazón" ya no me importa si nos ven o no, le doy un pequeño beso el cual quizás sea el último.
“El vuelo número 25147 con destino a Londres está abordando por la puerta número tres”
Esa voz, ese anuncio, solo se que me indica una cosa, acaba de llegar el final de nuestra historia, el fin del “nosotros”, ahora él empezará una nueva vida en otro lugar, y yo debo intentar subsistir sin su cariño, sin su apoyo.
Escuche salir de sus labios un “Adiós”, no fue un hasta luego, no fue un nos vemos pronto, no fue un hasta mañana, es un “adiós” es el fin… Las lágrimas intentan escapar de nuevo, pero esta vez no lo permitiré
-- Adiós-- Le dije -- Espero te vaya bien en tu nueva vida-- Lo abracé, nuestro último abrazo, como extrañaré eso, como extrañaré su calor cuando haga frio, nos separamos, y le veo caminar hacia sus padres, veo como se despide de ellos, también lloran, pero estoy seguro que no sienten ni la mitad del dolor que yo estoy sintiendo. Se acerca de nuevo a mí, ya su rostro no refleja dolor, es más un rostro de resignación, al parecer ya aceptó su destino, me extiende su mano, la estrecho con más fuerza de lo normal.
-- Ces, fue un placer haberte conocido, muchas gracias por todo-- ¿Acaso son estas las últimas palabras que oiré de él? ¿Qué he hecho yo para merecer todo esto?
-- No me digas Ces... El placer fue todo mío-- Solté su mano, su dulce mano, su suave mano, esa misma mano que tanto me ayudó en los peores momentos de mi vida.
Se da la vuelta.. Eso significa que ya se irá, que me dejará quiero correr tras de él pero no, no lo hare, ya las cartas están echadas y esa fue la suerte que a mí me tocó, quedarme atrás.
Adiós Al, siempre estarás en mi corazón
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Cuando ya las lagrimas no alcanzan para demostrar la tristeza, ¿Qué nos queda? ¿Solo vacío? ¿Solo desgracia? Ni lo uno ni lo otro, solo nos queda la resignación o la muerte, creo que hemos elegido y creo que lo hemos hecho bien.