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Nuestra Segunda Oportunidad por Kmmy Lee

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Notas del fanfic:

El contexto de este fic lo tenía pensado hace muchísimo tiempo, sin embargo sólo hasta ahora me animé a plasmarlo en palabras n_n

 

La razón? El Regalo de cumple para mi Matty personal *u*

Notas del capitulo:

Weell !!! Veamos ^-^


Como sé que a ambas nos afectó mil que nuestros amados Matt y Mello murieran así sin más, quise (otra vez y de manera no tan dramática xDD) revertir eso n_n


Como ya dije, la idea la tenía desde hace mucho, y, excusándome con tu regalo n///n, me exprimí el cerebro & logré sacarla al fin ^-^


La basé en la canción de Morbo "Se me acaba", ya que la letra calsaba perfectamente con el ambiente que creé para esta historia n.n


Te recomiendo (y a todos los que se pasen por aquí ^//^) Que leas escuchando el tema como acople ´w´, verás que le da otro aire a la situación *-*


Aquí el link en Youtube: [ http://www.youtube.com/watch?v=NCMo5rOGYbg ]


De verdad hermoza, espero te guste ^u^


 


Disclaimer: Matt & Mello se pertenecen a ellos mismos, así que no me culpen si leen perversiones aquí (1313) ahahah xDD, OK no... Ya saben el show!! Death Note no me pertenece y todo el blablabla que le sigue ToT


 


Ahora zip !! ´w´a Leer :)

         El sonido sordo de excesivos disparos, rompió despiadadamente la quietud de aquella fatídica noche. La venganza era perceptible en el aire y el pasar de los segundos se asemejaba más al de las horas. El aroma a pólvora y sangre se entremezclaba con la casi inexistente brisa, al tiempo que el accionar infame de una tropa de asesinos con derechos, cumplía con su potencial cometido. Cobrarse con creses la osadía del muchacho que yacía inerte sobre el asfalto, pretendiendo demostrar así el peso de su autoridad.


 


         En las lejanías, como presenciando una escalofriante y demencial película de horror, la silueta del único capaz de desgarrarse ante el dolor, al ser testigo omnipotente de tan cruda situación. Sus ojos, de un azul intenso y llenos de expresividad, se hallaban entrecerrados, bajo un evidente manto de estupor absoluto, como no pudiendo soportar seguir testificando tan cruel verdad, mientras que una hilera de gruesas gotitas saladas, se deslizaban incontrolables por sus mejillas.


 


         Y es que la sola imagen del joven de cabellos cobrizos, recostado como un muñeco inanimado, con su preciosa mirada esmeralda vacía y la ropa completamente cubierta de sangre, le paralizaba dolorosamente los latidos del corazón, desangrándole de agonía el alma por dentro.


 


         Deseó correr hasta él y ordenarle que se levantara. Amenazarle, asegurando que si no despertaba, ocultaría todos sus videojuegos. Tomarle entre sus brazos y animarse a hacer lo que jamás se había atrevido, para, quizás, de esa forma impedirle a su espíritu que se alejase.


 


 Y se odió por ser un cobarde, por haber expuesto de esa manera tan desgraciada, a la persona que más amaba en el mundo. Al único ser capaz de hacerle ver las cosas de una manera distinta, nada más con dedicarle una sonrisa. Se odió, por ser tan maldito de exponerle de aquella forma, hasta el punto de perderle para siempre.


 


         Y como nunca creyó anhelar algo en su vida, su ser entero clamó suplicante por una nueva oportunidad para enmendar su error. Ansió tener en blanco nuevamente, la errónea página del libro de su vida, para reescribirla por completo, otra vez, sin ser tan idiota de volver a errar tan vilmente, arriesgando al amor de su vida en el proceso.


 


         -‘Nada más una oportunidad, para ser y hacerte feliz…’-


 


 


“Anoche me di


Cuenta que el tiempo


Lentamente pasaba.


Cuando descubrí


El daño que haces


Cuando no estás…”


 


 


         Se sintió arrastrado a través de una superficie densa y asfixiante. Irracionalmente, todo indicio de lo antes vivido, se había esfumado como el humo al extinguirse el fuego. Y no sabía hasta que punto le favorecía ser consciente de ello.   El temor le asechaba los sentidos, paralizándole el cuerpo.


 


         La sola idea de saberse sin su dulce pelirrojo, le mataba de agonía. Sin él, nada valía la pena, como para seguir siendo parte del mundo. Simplemente una vida sin Matt, no era vida…


 


         Él mismo no era más que un pedazo de inexistencia, ahora que no le tendría a su lado para hacerle existir. Porque con Matt lo era todo… Lo tenía todo. De lo contrario, su universo completo se venía a sus pies en pedazos. Era un cero a la izquierda, si no le tenía cerca para hacerlo valer…


 


         Desde el momento en que le conoció, entendió que ya no podría volver a vivir, sin tener junto a si esos enternecedores ojos de mirada angelical. Esa candidez tan adictiva que le caracterizaba… Esa suavidad con que le hablaba y la paciencia con que toleraba cada faceta de su impulsiva personalidad. ¿Para qué seguir sin él? Si era su única razón de hacerlo…


 


         Cada momento, cada recuerdo, le desgarraban el corazón. ¿Por qué jamás tubo el valor de confesarse?, ¿por qué nunca se mostró frente a él como realmente quería mostrarse?, ¿por qué no le dijo que lo amaba…?, ¿por qué?


 


         -‘Sólo una oportunidad para corregir mi error…’-


 


 


“Y me vi, sólo me vi


Tratando de completar mi alma.


Y me vi, sólo me vi


Buscándome entre nada…”


 


 


         -“¿Mello?”-


 


         La calidez de una mano se posó sobre su mejilla, mientras un segundo contacto en su hombro, le sacudía con suave vehemencia, instándolo a…


 


         -“Mello, despierta.”-


 


         … ¿Despertar?


 


         Con lentitud abrió los ojos, aterrorizado de lo que pudiese encontrar frente a él, al enfocar su mirada. No obstante su estómago dio un vuelco y su corazón casi se le sale por la boca, al tomar consciencia de que quien estaba junto a él no era otro más que…


 


         -“Matt?”-


 


         El pelirrojo suspiró aliviado. Tal parecía que algo le tenía bastante preocupado.


 


         -“Estabas teniendo una pesadilla, según pude notar.”-Comentó simplemente, observando al rubio con expresión inquisitoria-“No parabas de decir palabras ininteligibles y llorabas…-“Se sentó en la cama junto a él y, tomándolo por sorpresa, acarició con sutileza el rostro de finas facciones-“Dime, Mello… ¿Qué soñaste?”-


 


         -“¿Por qué lo preguntas?”-El rubio  estaba casi al borde de un colapso nervioso, no entendiendo absolutamente nada de lo recientemente ocurrido, ni de la repentina actitud de Matt.


 


         El de ojos verdes sonrió tiernamente, deteniendo su mano sobre la mejilla derecha del oji-azul, dirigiéndole una penetrante mirada, repleta de dulzura y… ¿Amor?, quizás…


 


         -“Porque me llamaste más de una vez.”-Susurró, ocultando su imperceptible rubor bajo el flequillo.


 


         En un ágil movimiento, Mello agarró la almohada que se hallaba bajo su cabeza, cubriéndose avergonzado el rostro, casi en actitud infantil.


 


         Para Matt no hubo afirmación más hermosa que esa a su pregunta, llenándole de ternura el corazón, ante tal acto cargado de inocencia.


 


         Con una sutileza inigualable, le descubrió el rostro, apartando a un lado el blanco estorbo que le impedía ver con claridad el semblante de su amigo.


 


         Sencillamente no existía palabra conocida, para describir lo maravilloso de su expresión y la extraordinaria sensación que despertó en su interior al verlo.


 


         -“Mello…”-Lo llamó entrecortadamente, no soportando más tanta aglomeración de sentimientos arremetiendo juntos contra su corazón-“Mírame…”-


 


         E incapaz de negarse, el aludido volvió el rostro hacia él, consciente de que sus mejillas estaban totalmente ruborizadas y la mirada velada de amor. Su corazón latía con la fuerza de miles a la vez, retumbando en sus oídos.


 


         Es que el sólo hecho de estar mostrándose tan bulnerable y frágil frente a Matt, le congelaba la respiración.


 


         No podía evadir por más tiempo sus impulsos. No si le miraba así…


 


 


“Y ya distinguí


Lo qué mas duele, lo qué


Más me hace falta…


Lo qué más pedí y sólo quiero


Que estés aquí…”


 


 


          Sin embargo, sin preverlo, ocurrió algo que, ciertamente, Mello jamás se imaginó que pasaría.


 


         Matt, sacando valor de lo más recóndito de su ser, se puso en pie y le extendió su mano, incitándole a pararse también.


 


         Y él, nuevamente incapaz de negarse a una petición suya, accedió, estrechándole con avidez y caminando junto al pelirrojo, fuera de la habitación… Fuera del departamento.


 


         A fuera la noche estaba en su plenitud. El silencio nocturno reinaba por doquier y la media luna daba cierto ademán de misterio, en medio de la oscuridad.


 


         Juntos subieron hasta la asotea del edificio donde vivían, uno dejándose guiar y el otro sin saber exactamente por qué se permitía, a esas alturas, llegar tan lejos.


 


         Y es que, en cuanto el amanecer se impusiese sobre la ciudad, el tiempo se agotaría para ambos y, a la vez, la oportunidad de confesar la realidad de sus sentimientos.


 


         Ya arriba, se encaminaron hasta el límite que los separaba del abismo. Una sutil y fría brisa de otoño les rozó el rostro, mientras la luna en el cielo comenzaba a menguar lentamente.


 


         -“Mello, yo…”-Matt fue el primero en tratar de hablar, aún con las palabras anudadas en la garganta.


 


         -“Espera… No digas nada…”-Lo acalló Mello, posando con sutileza el índice sobre sus labios-“Déjame hacer algo antes.”-


 


         La interrogación en la mirada del oji-esmeralda fue evidente, más lo que le siguió a las palabras dichas por el rubio, le descolocó por completo.


 


         Extrajo su teléfono celular de uno de los bolsillos de su pantalón, marcando con premura un número en específico, con semblante decidido y excesiva seguridad en la azul tonalidad de su mirada.


 


         -“A la mierda con la misión, Near. Matt y yo ya no participaremos…”-


 


 


“Y te vi., sólo te vi


Ya no quiero


Que dejes de estar junto a mí.


Sólo te vi


Ya todo terminaba…”


 


 


         -“¿Qué fue eso?”-Matt no cabía en el asombro que le significaba ser testigo de lo que Mello había hecho.


 


         -“Eso…”-Comenzó el oji-azul, acercándose poco a poco hacia él, seguro de que el destino le estaba dando una preciada oportunidad de ser felices de una vez-“Es lo mejor que puedo hacer.”-


 


         -“¿A qué te refieres?”-Sentía a su corazón instalado en su cabeza.


 


         “-Matt…”-Susurró Mello, mermando más y más la distancia entre los dos, totalmente dispuesto a confesarse al fin-“Perdóname por ser tan idiota y no darme cuenta de lo importante que eres para mí.”-


 


         -“M… Mello…”-El pelirrojo ya estaba acorralado contra una pared, con los ojos fijos en el rubio y los latidos rozando el descontrol-“No digas eso…”-


 


         -“Matt, yo…”-Sus miradas parecían haberse fundido en una sola-“Te amo…”-


 


         Y sin darle opción a corresponder o rechazar, estrechó al fin la casi inexistente distancia que le separaba de él, atrapando sus labios en un tierno beso, totalmente embargado de ternura y necesidad.


 


 


“Y sin ti, no estoy tranquilo


Porque el aire se me acaba.


Y sin tu voz, nada escucho


Porque todo se me acaba…”


 


 


         Tras algunos segundos de completa estupefacción, el pelirrojo cayó en cuenta de lo irrealmente maravilloso de la situación. Por lo que, sujetando la estrecha cintura del oji-azul, correspondió, dejándose llevar en la increíble serie de sensaciones que sólo él le era capaz de hacer sentir. La traviesa lengua de Mihael le descontrolaba, provocándole a llegar más y más lejos en su excitante exploración. La auto-impuesta búsqueda del dominio se hizo con ellos, llevándoles a una inmersión total en el éxtasis. Donde el deseo y febrilidad les podían e incrementaban la necesidad de sentirse más y más cerca.


 


         Una vez que el aire escaseó, se separaron sólo lo indispensable, permitiéndole a Mail su acotación de palabras, para culminar el tan esperado momento.


 


         -“Sabes que… También te amo, Mello…”-Le aseguró, aferrándole con ternura hacia su cuerpo, no queriendo soltarlo jamás-“Desde siempre…”-


 


         -“No imagino mi vida, si te perdiera, Matt…”-Confesó en un suave susurro, mirándole con fijeza y perdiéndose en la inmensidad esmeralda de sus ojos.


 


         -“Jamás pasará.”-Afirmó Matt, depositando un casto e inocente beso sobre su frente, para volverlo a ceñir hacia si-“Donde quiera que sea, yo estaré contigo… Pase lo que pase.”-


 


         -“¿Lo prometes?”-Más cursi no podía ser que estuvieran saliendo las cosas, más era tal como quería que fuese.


 


         -“Lo prometo.”-Sencillamente era un sueño hecho realidad.


 


         Su sueño más perfecto y deseado, desde hace demasiado tiempo…


 


 


“Ya conocí el dolor


No lo quiero volver a sentir.


Pasa por mí


Y lentamente me quita


Lo que te di, todo te di


Ya sabes lo que más siento


Ya te lo di, todo te di


Con nada me he quedado…”


 


 


         Y en medio del fin de la noche y el comienzo del amanecer, la vida les dio una segunda oportunidad de ser felices, llenándoles de valor para declararse y entregándoles la dicha de saberse juntos para siempre.


 


 


 


“Y sin ti, no estoy tranquilo


Porque el aire se me acaba.


Y sin tu voz, nada escucho


Porque todo se me acaba…”


 


 


         -“Juntos siempre. Pase lo que pase...”-

Notas finales:

Nyaw !!! Feliiz cumple atrazado Mattyy :3 Te adoroo n_n


Ese fue mi intento de regalo xD & es Only for you ^-^


 


La pregunta es: ¿Merece algún review? °u°


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