The daylight's fading slowly
the time with you is standing still
I’m waiting for you only
the slightest touch and i feel weak
I cannot lie
from you I cannot hide
I’m losing will to try
can't hide it
can't fight it
Hace ya como cinco minutos que las cheerios habían formado la pirámide, cinco largos minutos de estar sonriendo lo que comenzaba a provocar calambres en sus mejillas.
“¡¿Creen que esto es duro? Traten de competir en el Tour de Francia con un tobillo torcido. Eso es duro!” Exclamó Sue Sylvester desde las gradas a través de su altavoz “A las duchas”
Todas las chicas se comenzaron a retirar con pereza. Los entrenamientos cada día eran más y más pesados, sobre todo para Santana López quien se sentía exhausta, más que de costumbre. Tras el embarazo accidental de Quinn “regordeta” Fabray, la latina había heredado la corona de la preparatoria McKinley lo que significaba cuidar ahora más que nunca su popularidad; si quería salir de este apestoso pueblo en medio de la nada de Ohio debía mantener su impecable promedio, hacer créditos extras (en su mente estaba tatuado mente sana en cuerpo sano o ¿sexy?) y para terminar estaba el estúpido glee club (la mejor parte de su día). Sin duda debía de encontrar una manera de deshacerse de todo el estrés que guardaba su cuerpo..
“¿Otra vez estresada?” Preguntó una dulce voz tras la morena quien se detuvo para esperar a su amiga mirándola directamente a su par de ojos azules, sus inocentes ojos azules.
Santana respiró hondo y las dos chicas comenzaron a caminar hombro con hombro.
“No sabes cuánto, a veces pienso que no podré con todo y que simplemente me desmoronaré”
Los ojos azules de Brittany miraron confundidos a su amiga.
“¿Desmono… desmara..?”
“Des-mo-ro-na-ré” Santana desvió su mirada mientras sonreía “Es derrumbar, B”
Brittany le ofreció a su amiga una cálida sonrisa mientras entrelazaba su brazo con el de la chica a su lado.
“No lo creo, eres la persona más fuerte que conozco. Tú puedes con esto y más”
*****
El agua tibia resbalaba por su piel tostada, relajando cada músculo y refrescándola completamente. La chica se perdió en sus pensamientos pero a lo lejos lograba escuchar el bullicio de todas las animadoras que a esta altura ya comenzaban a dejar los vestidores; unos minutos más tarde el único sonido que se lograba escuchar era la regadera en la que Santana se terminaba de bañar. Se secó sin prisa y volvió a los vestidores. El lugar estaba prácticamente desierto, ahí sólo permanecía una rubia que le esperaba paciente. A la latina no se le hizo raro, es decir, era una costumbre entre ellas pues eran mejores amigas desde preescolar.
“¿Ya te sientes mejor?” Preguntó Brittany mientras inspeccionaba su aspecto en el espejo del casillero teniendo sumo cuidado que su lip gloss estuviera impecablemente aplicado en sus bien curveados labios.
“Sí, un poco” Respondió la latina.
La rubia cerró su locker y miró a su amiga que ya estaba vestida.
“¿Te ayudo a peinar?” Preguntó mientras se sentaba en la larga banca con un pierna en cada lado.
Santana no respondió, se limitó a ocupar un lugar frente a la rubia dándole la espalda, permitiendo así que la chica tocara su cabello. Brittany sonrió por la buena disposición de su amiga; peinó con sumo cuidado el cabello negro de la latina, de él se desprendía un coqueto olor a frambuesas y era tan suave como la seda misma (ser vanidosa tenía beneficios). La rubia terminaba su trabajo con una coleta alta, tal como le gustaba a la señorita Sylvester.
“Listo” susurró Brittany “¿Puedo hacer algo más por ti?”
Santana sonrió para sí cuando sintió las manos de su amiga en la cintura, acariciándola y llevándolas hasta las piernas recién humectadas. La morena podía sentir el aliento de la rubia en su oído.
“¿Qué tienes en mente?”
“Mmm… muchas cosas. En realidad conozco métodos anti estrés muy efectivos”
“¿De veras?”
“Claro ¿Quieres probar?”
La latina se volvió sobre su hombro, solamente para encontrarse con ese par de ojos azules que mostraban inocencia y presumían al mismo tiempo cachondez. No hubo respuesta tal cual en palabras, en lugar de eso, los labios de Santana se unieron a los de Brittany en un suave beso de reconocimiento, la sensación siempre era agradable, la calidez, el sabor, todo. Se separaron sólo para verse a los ojos. Santana apretó los labios saboreando el lip gloss sabor cereza, tan familiar para ella. Brittany se levantó para tomar lugar frente a la latina y sin más la tomó con confianza y destreza sus caderas y la acercó hacia sí, iniciando un nuevo beso. Las manos de Santana se apoderaban del cuello de la rubia mientras entreabría sus labios invitando a Brittany a profundizar el beso y, sin duda, fue lo que hizo; su lengua se introdujo en la boca de su amiga iniciando una danza. El espacio entre ambas se iba acortando, gemidos inaudibles se ahogaban en los labios de la amante.
La morena bajó sus manos hasta el firme trasero de Brittany (gracias a Dios que era una bailarina excelente, o al menos eso podían sentir sus manos), con la destreza que tanto caracterizaba a la latina, fue evitando a la estorbosa falda de tablones rojos y blancos. Por su lado, la rubia introducía sus manos bajo la blusa de animadora, percatándose de que su cuerpo se estremecía con la caricia, fue deslizándose por las curvas bien definidas llegando hasta su objetivo original: los pechos de su amiga, tocándolos por encima del sostén y fue ahí que el beso se detuvo, sus alientos cálidos chocaban arrítmicos y sus ojos se perdían mutuamente. Brittany besó la mejilla de su amiga y luego su labio inferior.
“¿Por qué no terminamos esto en casa?” sugirió la rubia mientras su frente se juntaba a la de la latina.
“No puedo, tengo un cita”
La chica de mirada azul sintió como si una aguja filosa y ardiente la picara en varias partes de su cuerpo, sin embargo, no emitió emoción alguna.
“Se puede saber ¿con quién?”
Santana se alejó mientras arreglaba el rubio flequillo de su amiga.
“Con Puck”
*****
Brittany y Santana salieron de la escuela y ahí estaba él. La latina se despidió con un abrazo de su amiga y con calma se dirigió hasta donde se encontraba Noah Puckerman, con esa sonrisa cínica y su estúpido peinado de mohicano.
Habían muchas cosas que confundían a Brittany o simplemente no lograba entender como diferenciar su mano derecha de la izquierda, o si una balada era un pato macho, o esa palabra que usó Santana de derrumbar monos, y ciertamente no podía entender por qué rayos Santana se fijaba en el padre de la bebé que esperaba Quinn.
Por su mente pasaron un sinfín de pensamientos, pero había uno en especial que la hacía sentir incómoda, ese sentimiento que no podía nombrar pero que se sentía como una aguja. Fue una dolorosa visión, pues lo que Brittany había empezado con Santana en los vestidores, Puck sería el que terminaría dándole a su amiga una noche de sexo y fue cuando la chica que estaba parada ahí, mirándolos detenidamente no pudo evitar sentir que se quedaba sin aliento.
So go on, go on
come on leave me breathless
tempt me, tease me
'till i can't deny this
loving feeling
let me long for your kiss
go on, go on