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Extraña Relacion por Saga Excalibur

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Era un día soleado, donde los pequeños elegidos a las armaduras doradas, se encontraban en el coliseo entrenando. Un niño de tez morena y pelo castaño claro, se encontraba arrodillado en el infernal suelo del coliseo. Vestía unas ropas de color azul, algo gastadas y sucias.

"Aioria ¿Te encuentras bien?"-Un niño de tez morena ojos azules, pelo azul hasta la espalda, se arrodillo junto al pequeño que lloraba. Vestía unas ropas algo gastadas y sucias, su color era blanca puesto q se notaba más la suciedad en ella.

"No…No, es…estoy…bi…bien"-Dijo el futuro santo a la armadura de leo, que, rápidamente abrazo al pequeño que estaba a su lado.
-"Ya no llores"-Dijo el moreno acariciándole sus cabellos.

"Es…que…no…no pu…pue…do"-Dijo entre sollozos.

-"Me hace…mucha falta mi hermano. Ahora me siento solo."-El pequeño futuro santo de Escorpio, apoyo su cabeza en la del otro niño.

-"No estas solo, hace 5 años que tu hermano murió, pero me tienes a mí desde ese momento."-Le dijo.

"Claro que si…o por lo menos lo estaré, tu ya estas apunto de irte de aquí, mientras yo…me quedaré aquí…solo."-El pequeño Milo sintió un nudo en la garganta.

-"No, claro que yo no me iré de aquí ¿Quién te dijo eso?"-Aioria levanto su cabeza, haciendo que el pequeño Milo quitará la suya de la de él.

-"Lo escuche".-Milo miraba algo confundido a su pequeño amigo.

"¡Ustedes dos! ¿Qué demonios hacen?"-Uno de los guardias del santuario se acerco a los pequeños.

-"¿Qué no se supone que deben de entrenar? Basta de lloriqueos"-El guardia alzo su látigo y golpeo a Aioria en la espalda, el niño grito de dolor, pues no se esperaba tal cosa. Y por lo débil q se encontraba no pudo evitar q todo su cuerpo cayera sobre aquel suelo tan infernal.

-"Dejalo en paz bastardo"-Dijo el pequeño Milo que se paro y se puso en posición, listo pata atacar al guardia.

"Ja, pequeño mocoso ¿Quién te crees?"-El guardia estaba listo para darle un latigazo a Milo, este bajo un poco la cabeza, pero una mano detuvo ese pedazo de cuero.

"Déjalos en paz."-Se escucho una voz, que al parecer se le hacia familiar al chico. Milo alzo un poco la cabeza y vio que el santo de Capricornio de nombre Shura había detenido aquel ataque.

-"Largo de aquí insolente"-Le dijo el pelicorto al guardia con mirada amenazadora. El guardia no pensó 2 veces, al tener esa mirada viéndole, se alejo rápidamente.

El trigueño hizo a un lado a Milo y se hinco para ver como estaba el pequeño Aioria q yacía tirado en el suelo.

-"¿Estas bien?"-Exclamo el Trigueño mientras trataba de ayudaba al pequeño a levantarse. Aioria solo afirmo con la cabeza, aun seguía con esta baja. Shura tomo su rostro entre sus manos y le limpio las lágrimas q caían de esas orbes verdes.

"Deja de llorar Aioria, tienes q ser fuerte si quieres seguir los pasos de ese traidor, para vengarte de todo el mal q te hizo pasar por su traición, además tienes q llegar a ser mejor q el y por otra parte, el ya no esta aquí para protegerte ¿Entendiste?"-El pelicorto miro al español a los ojos, había algo en el q lo hacia sentir especial, sus ojos se llenaron de un poco de alegría, pero a la vez de tristeza y odio.

El trigueño por su parte, se sintió algo extraño al tener la mirada del chico clavada en sus ojos oscuros, trato de levantarlo del suelo, para después darle una bofetada.

Después de hacerlo se maldijo a si mismo, no podía evitar ver esos ojos q le recordaban a su amor de la infancia. Era inevitable no ver q tenían un parecido esos ojos con los del pequeño que golpeo y, solo por el miedo de enamorarse de él y sufrir todo el dolor q aun no ha podido olvidar.

"No me veas con esos ojos."-Exclamo el español algo dolido. El pequeño Aioria volvió a caer al piso por la fuerza del golpe.

-"¿Por qué siempre q lo veo de esa forma me golpea? ¿Por qué?".-se decía el pequeño mientras caía al suelo, estaba tan débil q no pudo detenerse.

Milo, por su parte, al ver a su pequeño amigo en el suelo se le lanzo a Shura dándole una patada en su pierna.

-"Dejalo en paz tarado ¿Quién te crees para golpearlo?"-Shura miro al pequeño Milo y le dio una sonrisa algo macabra. Milo se asusto un poco de ver el cambio tan radical e inesperado del español, esa sonrisa no era la que comúnmente el español dejaba ver.

"Ven acá niñato ¿Con que valor te atreves a golpearme?"-Shura estiro su brazo derecho tomando al peliazul del cuello, lo alzo hasta q pudo ver q lo tenia a la par.

-"Dejamé, bastardo"-Decía el niño casi sin aire, sentía una gran fuerza en su nuca, algo q se puede describir como si la mano q lo apretara fuera de hierro u otra cosa, cuyo interior no fuera un hueso, si no algo artificial.

Milo estaba apunto de quedar inconsciente por la fuerza tan brutal q esa mano le proporcionaba, sentía q con una fuerza como esa apretando su hueso, quedaría roto, sin alguna esperanza de sobrevivir.
El español, disfrutaba de ese rostro casi muerto e inocente, no podía creer lo que le estaba haciendo al pequeño, era algo tan satisfactorio para él pero a la vez, algo q pensó q nunca le haría a un niño menor q el.

Pero mientras seguía viendo ese rostro a punto de perder todo ese aspecto de un ser vivo y sufriendo, llego a pensar q algo lo estaba controlando, un especie de poder inimaginable, puesto q pudo ver esa sonrisa macabra q tenia en su rostro reflejada en las orbes del pequeño peliazul, q le veía rendido.

"Pero…¿que demonios me pasa?- Se dijo el trigueño al ver su sonrisa fuera de lo normal en el.

-"Yo no soy así, acepto q he golpeado a Aioria, pero…mi rostro…mi rostro, esa sonrisa…es…"-Estaba tan perdido en sus pensamientos y sorprendido por la expresión de su rostro, que no sintió la presencia de alguien más acercarse a el.

"¡Suéltalo en este instante, Shura!"-Las palabras del extraño que se acerco a él, le hicieron regresar a la realidad, al ver al pequeño ya inconsciente en su mano, lo soltó, dejándole caer al suelo. Al hacer tal acto volteo en dirección al tipo q sentía q estaba detrás de él.

Shura estaba algo confundido, tenia varias preguntas y respuestas en su cabeza y lo q complico más su problema, fue aquel individuo q tenia enfrente de el.

El extraño tenía piel blanca, ojos color esmeralda, pelo azul marino y este le llegaba hasta la espalda, sus vestimentas eran de color azul rey y estaban algo sucias, se veía q el chico estaba entrenando por algún lugar.

"Pero si eres…Saga".-Dijo el trigueño algo sorprendido. Se limpio el sudor de su frente con su brazo derecho e intento no ver esas esmeraldas q le veían fijamente.

-"¿Cuanto tiempo llevas por aquí?".-Pregunto el trigueño algo nervioso.

"Lo suficiente como para ver q tu aspecto ha cambiado mucho, ¿Por qué estabas a punto de matar a ese chiquillo?.-Alego el pelilargo algo desconcertado y enojado.

"¿Lo suficiente?"-Exclamo el pelicorto en tono de burla.

-"Ja, por favor desapareciste el mismo día q Aioros murió ¿y te apareces así de la nada a decirme q he cambiado y además a preguntarme q porque casi mato al pequeño?".-El español hizo una pausa, mientras tanto el pelilargo afirmo con un seco pero indiscutible si.

"Pues, te diré algo, no se por que casi mato a Milo, fue extraño, pero dejemos de hablar de mi".-Saga miro fríamente al español, este en cambio le dio la espalda al mayor y camino en dirección hacia el pequeño Aioria, este aun estaba en el suelo q le quemaba pero veía y escuchaba la discusión, y a la vez trataba de pararse para ir hacia donde Milo estaba inconsciente.

"Dime algo caballero de Géminis, ¿Por qué desaparecer 5 años y salir así de la nada, en un momento como este?".-Shura se hinco y ayudo al pequeño pelicorto a levantarse.

-"Perdoname Aioria".-Le susurro al oído.

Aioria por su parte quedo en la plena confusión.-"¿Escuche bien?"-Se dijo mientras el trigueño lo levantaba.

-"Tu nunca me pides disculpas, ¿Qué demonios te ha pasado? Y a todo esto ¿quien es este tipo?".-Aioria no podía dejar de ver al extraño de cabellos azules. Estaba seguro de que alguna vez lo vio, pero no sabia en donde.

"Déjame Shura, ya puedo andar solo".-Aioria se safo del agarre q le proporcionaba el español y camino tambaleándose hacia donde Milo yacía inconsciente en el suelo.

-"Eres un maldito Shura, ¿como pudiste hacerle esto?".-Le reclamo el ojiverde al mayor mientras se acercaba un poco más a su amigo.

Shura no respondió, pero miro fríamente al peliazul q observaba la escena.

-"Anda Saga, responde."-Dijo en tono de orden.

"Yo, siempre he estado aquí Shura, otra cosa es que no me veas".-Dijo entre dientes el geminiano. Shura soltó una carajada ante tal respuesta.

-"Jajajaja, si claro, ¿donde estabas mientras tu querido Aioros escapaba y más q nada, necesitaba de tu ayuda?"

El geminiano sintió q le dieron un golpe en lo más profundo de su corazón, no podía decirle a Shura q el mismo dio la orden para matarlo y lo peor, es que fue a el a quien se la dio, pero tenia algo más, haría q esa conversación terminará, no importaba si la verdad la sabia el pequeño hermano de Aioros, pero el se lavaría las manos esta vez, aunque en el fondo de su corazón sintiera el dolor más terrible.

Trato de no parecer sospechoso así q se acerco al trigueño.

-"Yo estaba vigilando a las marinas de Poseidón y tu, ¿donde estabas?"

Shura se quedo en seco, no sabia ni que decir, y mucho menos enfrente de Aioria, estaba entre la espada y la pared si decía q el mato Aioros, Aioria lo odiaría de por vida, y si decía q solo obedeciendo ordenes, Saga tal vez le desmentiría.

Pero por una parte no, estaba seguro de que si Saga estaba en la costa vigilando a las marinas, entonces el no vio nada de nada.

-"Yo solo estaba persiguiendo al traidor y obedeciendo ordenes del patriarca".-Dijo Shura sintiéndose algo victorioso en su respuesta.

Aioria, por su parte sintió un fuerte golpe en su interior, en tal solo escuchar q hablaban del traidor de su hermano, sentía odio y tristeza a la vez. Se le hacia increíble q alguien como Aioros, que le contaba historias increíbles de la mitología y de lo fiel q se le tiene q ser a un dios, fuera a romper tal cosa q el seguía al pie de la letra.

"Milo, por favor despierta".-Decia el pequeño con un nudo en la garganta. Tenia tantas ganas de ponerse a llorar allí mismo, pero le era imposible, estaba seguro de q si le salía una lágrima de sus orbes, Shura le volviera a golpear y, estaba tan débil, triste, deprimido y desilusionado, como para volver a estar una vez más herido. El pequeño león zarandeaba a su amigo, este en cambio no reaccionaba en lo más mínimo.

"¡Eres un bastardo!"-Grito el chico.-"Has matado a Milo"-Shura rápidamente volteo a ver al pequeño, noto q este iba a empezar a llorar de nuevo.

-"Eres un llorón, tienes q enfrentarlo, además no esta muerto".-Shura se acerco al pequeño chico inconsciente y le dio un pisotón en el estomago.

Ante tal acto el pequeño peliazul soltó un grito de dolor, algo q para Aioria fue fuera de lo normal, puesto q el rostro del español cambio completamente, dejando ver una vez más esa sonrisa macabra, Aioria trato de detenerlo pero le fue inútil, puesto q cuando se acerco Shura le golpeo el rostro.

Saga por su parte no podía creer q su puño infernal estuviera dando resultados después de 5 años, y lo peor es q fuera utilizado 2 veces con aquel chico q hace unos días llamo su atención.

-"¡Shura basta!".-Le grito mientras se acercaba con rapidez y quitaba al pequeño Milo del suelo.

-"¿No te das cuenta? No eres tu, vuelve a la normalidad ahora".-Dijo el geminiano.

Y ante sus palabras el rostro de Shura volvió a la normalidad. Algo confundido miro a Aioria q lo veía con temor.

-"¿Por qué su voz me ha detenido la 2 veces? ¿Por qué?"-se dijo el trigueño desconcertado, se acerco a Aioria q le miraba con miedo.

"No te me acerques".-Aioria caminaba hacia atrás y mientras con su brazo izquierdo se limpiaba la sangre q corría por su labio inferior.

-"¡Aléjate!".-Grito el ojiverde al ver q Shura insistía en acercarse a él.

El trigueño en cambio, quería acercarse al pequeño, por alguna extraña razón quería abrazarlo y ponerse a llorar, en busca del consuelo del pequeño q se alejaba cada vez q se acercaba un poco más a él.

"Aioria…por…favor…no te alejes…no te haré daño lo juró".-Shura se acercaba más y mas al chico, y este retrocedía más, hasta q Aioria topo con el geminiano.

Levanto la vista y se percato de que el pelilargo contemplaba algo nostálgico a su amigo.

"Aioria, ve con él"-Dijo el geminiano algo serio. Aioria en cambio, se quedo pensativo.

-"¿Con él?".-Se dijo mientras veía a Saga y a la vez a Shura q detuvo el paso al escuchar tales palabras.

"¿Estas loco?".-Dijo el ojiverde viendo con rareza al peliazul, este en cambio negó con la cabeza.

-"No".-Dijo en tono serio.

-"No te hará daño, confía en mi ve con el, yo me encargaré de Milo."

"Claro q no, ni siquiera lo conoces, no dejare q te lo lleves".-Aioria veía a Milo inconciente.

-"Aioria, apenas puedes sostenerte de pie, como quieres llevarte así a Milo..."

Aioria cerro su puño.-"No me importa no lo dejaré con un extraño como tu."-Saga solo sonrió.

-"No soy ningún extraño, por alguna razón, te has olvidado de mi, es extraño pero, solía cuidarte de vez en cuando, cuando eras pequeño, en fin, solo ve con shura ahora".

Aioria estaba confundió, Saga lo tomo de la playera y lo aventó en los brazos de Shura.

"Llévatelo ahora, si me percato de q le paso algo malo y el causante fuiste tú, me las pagarás".-Saga miro al shura y al pequeño Aioria q lo veía demasiado confundido al igual q el trigueño. Dio media vuelta y camino con Milo aun en sus brazos e inconciente.

Shura miro al pequeño q tenia en sus brazos, le miro con algo de tristeza para después llevárselo tal y como lo atrapo hacia su hogar.

-"Que no me haga nada por favor".-Se dijo el chico mientras veía a shura con la vista perdida hacia el este.

"Milo".-Dijo mientras veía como Saga, se alejaba cada vez más con su amigo.

 

 

Notas finales:

Espero les halla gustado el capitulo.


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