Capítulo 1
-¡¡Itachi!! Por favor, no puedes decirme eso - rogaba el rubio por el teléfono – tienen que ayudarme, son mi última esperanza…-
El pelinegro, que estaba sentado detrás de un escritorio, lanzó un suspiro – no me pongas en esta situación Naruto – se acarició las sienes algo cansado, él siempre había procurado al rubio, tanto como a su hermano - sabes que por más que lo desee no puedo. Tampoco podría darte un préstamo personal por que no tenemos esa cantidad –
Por un momento no se escuchó nada del otro lado de la línea – lo entiendo Itachi, y yo… discúlpame por insistir tanto-
-Naruto, yo quisiera poder…-
-Gracias de verdad-
Itachi colgó el teléfono mucho después de que el rubio lo hiciese, sentía, por decirlo así, un hueco en el pecho.
-Naruto- medio susurró y pronto vio la puerta de su oficina abrirse. Su hermano tenía esa mirada de frustración que bien le conocía.
-Entonces negaron el préstamo- podría sonar como pregunta, pero era una afirmación. Itachi lo miró fijamente - ¡De que sirve ser dueños de esta empresa si no se hace lo que queremos!-
La rabieta de su hermano era algo que se esperaba desde que escuchó a los accionistas – Son reglas que escribieron nuestros propios padres – justifico no muy a gusto y como respuesta el menor agudizó la mirada
-El dobe es como de nuestra familia-
-Pero no lleva el apellido Uchiha- ¿Por qué tenía que lidiar él con su hermano?, si sus padres no hubiesen muerto todo sería más fácil
-¡Y eso que!- pateó el pie del escritorio de su hermano
Itachi intentó relajarse. Sasuke era del tipo de personas que dejaba que se hiciese y deshiciese sin interesarse de nada en absoluto. Pero si tocaban a Naruto, era peor a que si lo hubiesen ofendido a él o incluso a si mismo.
–Mira, no tienes por que reclamarme a mi, yo no hago las reglas y no es mi decisión- dolía levantarle la voz a su hermano, pero así eran las cosas.
-hum- Sasuke medio lo miró altivo y caminó directo a la puerta. Esos accionistas no tenían idea que cuando un Uchiha quería algo, lo conseguía.
Itachi suspiró, él no sabía si Sasuke estaba al tanto de sus sentimientos, y que aquella pseudo amistad que tenía con Naruto era la única forma en la que le podía demostrar su amor; y tampoco si el rubio sabía que era el amor platónico de su hermano.
De lo que si estaba seguro era que Sasuke no era correspondido y que Naruto era más heterosexual que nada.
Siento tan distante y tan cerca a la vez
Descifrando tu silencio
Naruto estaba sentado en la mesa de la cafetería del centro. Sasuke lo había llamado con calidad de urgente y el rubio, a pesar de que tenía una infinidad de cosas que hacer para intentar salvar al Titanic que era Konoha, asistió solo por que pensó que su amigo podría relajarlo.
Sasuke llegó minutos después que él. Fue casi una sorpresa para él encontrarse al rubio ya sentado y degustando un frappé.
El rubio sonrió al verlo -¿Cómo estas Teme?-
Como respuesta el otro solo se sentó, y aunque cualquiera hubiese declarado aquello como ser ignorado, Naruto sabía que aquel silencio de su amigo se debía a que era él quien deseba saber como se encontraba.
Ambos se sentían a gusto, el silenció entre ellos siempre fue agradable.
-Dobe- Sasuke lo miraba y sus ojos mostraban algo que muchas veces vio en el pelinegro cuando estaba en su modus “para mi nada es imposible” – Sé como puedes pagar tu deuda con el banco –
Naruto respingó levemente, la verdad era que él ya se estaba dando por vencido –De verdad…- su voz fue calmada, de alguna manera no quería parecer tan desesperado como lo fue con Itachi.
-Sé que la empresa tiene el capital para ejercer un crédito como el que necesitas, solo…-
El rubio sonrío medio apenado, ellos ya habían tenido esa discusión –Itachi no te ha dicho que me negaron el crédito-
Sasuke frunció el seño, pocas veces hablaba y que cuando lo hiciera lo interrumpieran no era agradable – ¿Me dejaras terminar?-
-Teme es que- el rubio deslizó una mano por sus hebras de cabello amarillas – ya no quiero pensar en esto –
El pelinegro se mostró aun más enfadado - ¿No habías pedido mi ayuda?, ahora si no la quieres no pienso rogarte –
Naruto bufó –esta bien Teme, no me mates con la mirada, dime-
Su amigo inhaló hondo, el rubio creyó ver un brillo de nerviosismo en sus ojos pero fue incapaz de analizarlo por que Sasuke lo sorprendió con sus siguientes palabras. Algo extraño considerando que era él quien solía sorprender a todo mundo.
-Cásate conmigo-
Naruto lo miró fijamente totalmente impresionado, que decir de estar en la dimensión desconocida. Incluso de la pura sorpresa casi tira el resto de su frappé – E…¿Estas bien?, tu… –
-Estoy bien dobe – Sasuke cruzó los brazos y pudo ver un leve rubor inundar sus mejillas - no tienes que ponerte así, es para ayudarte – giró el rostro algo indignado
El silenció se hizo entre ambos.
-A… ayudarme, y ¿cómo casándonos me vas a ayudar?-
Sasuke apenas y lo miró de reojo –La razón por la que te negaron el crédito…-
-Por que no soy un Uchiha- Naruto completó y entonces la luz llegó a él -¡¿Harías eso por mi?!-
Ambos eran los mejores amigos, como hermanos, la pregunta parecía estar de más considerando las mil y un cosas que habían vivido juntos.
-Pero, si los accionistas saben que nos casamos solo por el crédito no me lo darán-
-No veo por que no lo hagan, siempre que te quedes conmigo hasta que termines de pagar-
Naruto bajó la mirada y comenzó a analizarlo.
Actualmente él no tenía pareja, no tendría que darle cuentas a nadie.
Sus principios no se involucraban cuando se trataba de salvar la empresa por la cual sus padres trabajaron tanto, estaba seguro de que podría pagarle a los hermanos Uchiha en, ¿Cuánto tiempo podría ser?... 2 o 3 años.
Miró al pelinegro fijamente, además Sasuke lo hacía como un favor, solo firmarían un papel y todo como siempre ¿Verdad?
-No hay necesidad de que lo pienses tanto dobe, si te parece mucho sacrificio casarte conmigo mejor olvídalo - Sasuke hizo el ademán de no importarle en lo más mínimo
-aah yo… - Naruto podía ser tan ingenuo como un niño, pero tenía perfectamente entendido que el hecho de que su mejor amigo declarara casarse con un hombre no impactaría a absolutamente nadie. -¿nosotros seguiremos como siempre verdad?-
Sasuke elevó una ceja y sonrió autosuficiente –Te casaras conmigo Naruto, viviremos juntos y… - hizo una pausa para agregar con un deje de burla - haremos cosas de casados-
El rubio se permitió dudar solo un momento antes de sonreír – quiero casarme contigo, yo… gracias – Sasuke, estaba seguro de que él bromeaba con eso último, además ¿Cuándo le había fallado?
y entonces me imagino dentro de tu piel
Pero pierdo en el intento
Sasuke entró a la cocina vistiendo unos shorts cortos y una playera sport. El desayuno ya estaba servido e Itachi, su hermano mayor, leía el periódico al tiempo que daba pequeños sorbos a su café.
-Buenos días- saludó dejándose caer en la silla. Esa mañana se sentía feliz, como hacia mucho que no había estado.
Itachi contestó con un movimiento de mano silencioso y apartó por unos instantes la mirada del periódico, solo para asegurarse de no errar en las conjeturas que el solo brillo en los ojos de su hermano significaba.
Para llegar conocer a alguien tan reservado como Sasuke había que ser perceptivo y detallista, así que para Itachi leer a su hermanito era algo digno de deleitar. Claro que hacerlo en este momento parecía demasiado banal, Sasuke destilaba regocijo por cada uno de sus poros.
Ambos desayunaron en silenció y aunque Itachi pensó en miles de razones por las cuales Sasuke podría estar feliz jamás se esperó le diera la noticia de su boda en unos días y mucho menos con Naruto.
Ambos Uchiha se miraron y Sasuke sabía al igual que Itachi, quien trataba de ocultarlo, lo sorpresiva que era aquella declaración para el mayor.
- ¿No piensas decir nada?- preguntó a sabiendas de que su hermano aún procesaba la información
Itachi suspiró y volvió su mirada al periódico. A pesar de que estaba molesto, decepcionado e incluso sentía lastima por su hermano su rostro se mostró imperturbable -¿Te das cuenta de lo que implica?- Itachi jamás podría comprender lo tonto que podría ser Sasuke algunas veces
Sasuke solo desechó la respuesta, no pensaba argumentar con Itachi una decisión que ya había tomado. Giró sobre sus talones dispuesto a dejar la cocina – Es algo que ya decidí-
Itachi dejó el periódico y lo llamó paternalmente -Sasuke- como respuesta el mencionado solo detuvo sus pasos – si no quieres dañar legalmente a Konoha deberás esperar a que salden la deuda con nosotros antes de divorciarte –
-Lo sé-
Itachi inhaló hondo –Espero que le dijeras a Naruto tus verdaderos motivos-
Sasuke sonrió de lado, casi anhelando tener al rubio en su cama – ¿Tu que crees? – interrogó antes de dejar la cocina.
El mayor regresó la vista al periódico, pero ya no pudo leer, era evidente que la respuesta a aquella pregunta era un rotundo no.
Y por más que busco darte amor nunca te fijas en mí
Si supieras que puedo morir por ti
Por ti
-pero… pero…¡No hablabas enserio!- balbuceó y renegó Naruto mientras Sasuke casi lo arrastraba a la alcoba
-hablaba muy enserio- se burló el pelinegro abriendo la puerta de la suite y arrojando al rubio dentro del cuarto.
-Mira teme- Naruto se acuarteló detrás del sillón en la salita de la suite – acepté lo de venir aquí para que los viejos de los accionistas se creyeran el cuento, pero…- corrió al otro asiento al ver que Sasuke se acercaba – se supone que es un engaño, que me estas ayudando por que eres muy buen amigo y…- volvió a alejarse, extrañado y asustado de que Sasuke, siendo tan serio, sonriera de manera picara y fuera detrás de él – TEME DÉJAME – gritó y pataleo justo cuando el pelinegro lo agarró de la camisa y lo hiciera caer de espaldas al suelo
-Tú y yo acabamos de recitar votos dobe, así que los tienes que cumplir-
-Pero- los ojos de Naruto estaban acuosos y se sentía mortalmente asustado, como broma aquello rayaba lo excesivo – TE DIJE QUE ¡NO SOY GAY! –
-maldición dobe cállate- el pelinegro se alejó y Naruto sintió relajarse –haces mucho escándalo-
-No es mi culpa- rezongó Naruto y recuperando la confianza se sentó y cruzó de brazos – No hagas bromas poniendo es cara por que parece que lo dices enserio- giró el rostro y cerró los ojos fingiendo molestia.
Sasuke sonrió de lado y se enterneció por el lindo mohín que hacia, así que sin aguantarse las ganas, se acercó de nuevo y sopló levemente en la oreja de su ahora esposo.
Naruto saltó y se alejó lo más que pudo gateando hacia atrás
-No es broma dobe- Se incorporó y caminó directo a la alcoba –hoy es mi noche de bodas y como cualquiera espero pasarla haciendo el amor con mi pareja-
El rubio enrojeció completamente –Ya te dije que no hagas bro…-
-Naruto- llamó el pelinegro esta vez totalmente serio –Basta de juegos. Ya te lo dije, no estoy bromeando-
El rubio solo tragó amargo.
Inalcanzable como estrella tan distante
Un amor casi imposible, invisible como el aire
Ambos estaban sobre la cama.
Al rubio le había costado bastante el no golpear a su ahora catalogado ex amigo mientras le quitaba la ropa.
La idea de que él era alguien de palabra era lo único que evitaba que saliera corriendo mientras miraba con sentimientos inconexos como Sasuke se regocijaba tocando su piel.
Aún no podía creer que durante todo ese tiempo el pelinegro hubiese sido tan serio con respecto al matrimonio, tan él mientras le decía que se casaran a cambió del financiamiento de su deuda… él había resuelto que le estaba haciendo un favor. Jamás pensó que Sasuke buscara ventaja y la sola idea le causaba nauseas y repugnancia, sentía algo que nunca en su pecho había ardido, la traición a su confianza y amistad.
Sasuke besaba con devoción cada centímetro de la piel de Naruto, demasiado tiempo había ansiado tocarlo y ahora que lo tenía se controlaba para no terminar antes de siquiera haber empezado.
Primero atacó su cuello, succionó y mordió levemente asegurándose de dejar una pequeña marca roja
-Dobe relájate- susurró en su oído al notar como el cuerpo de su amante estaba tan tieso como una roca
Naruto gruñó – si te quitaras de encima lo haría- estaba molesto pero Sasuke solo tomó aquello como un reto a ser él quien lo relajara
Con una sonrisa continuó recorriendo su cuerpo depositando besos en cada centímetro y acariciando todos los rincones de su cuerpo.
Naruto tenía los ojos cerrados intentando disminuir la vergüenza, poco a poco las caricias de Sasuke estaban despertando el deseo en su maldito cuerpo hormonal y no quería tener que verlo mientras sonreía victorioso.
Él no era gay, eso era algo indudable, cualquier respuesta que su cuerpo pudiese dar era evidentemente una cuestión meramente física.
Desagradable dado la situación mal sana que lo llevaba a portarse pasivamente, soportable por que, quisiera o no, él apreciaba a Sasuke, o al menos lo había apreciado, más de lo que alguna vez le habían gustado aquellos ligues ocasionales que terminaban en un revolcón desenfrenado.
Los flequillos de Sasuke le causaron una sensación extraña en su pecho mientras se deslizaba quisquilloso hacia el sur de su cuerpo. El rubio abrió los ojos, curioso y seguro de que el otro no estaba mirándolo.
Sasuke tenía un gesto de concentración que nunca le había visto y Naruto se sentía expectante, pronto sus labios se detuvieron cerca de su pelvis y el rubio no supo que pensar, por lo que prefirió detallar todos y cada uno de los movimientos del pelinegro.
Curiosa sensación fue ver a Sasuke deslizar sus manos hasta su miembro y después de masajearlo con una maestría que evidenciaba la experiencia, intuía, que muchas noches solitarias le había dado lo dirigió a su boca.
Tal vez era por que nunca miraba a sus amantes con el detenimiento absorto con el que ahora miraba a Sasuke pero por un momento, y si no hubiese sido por que la calidez y humedad de su boca eran exquisitas, habría contabilizado todas y cada una de las imperfecciones en su piel.
Un inevitable gemido salió de su boca, apenado giró el rostro y se tapó los ojos con sus, hasta ese momento inmóviles, manos. Sasuke pareció complacido por ello, pues volvió a succionar pasando la lengua por la misma región sensible que anteriormente y así siguió con el placentero movimiento. Mientras, Naruto obligándose a los cabales, aún a punto del éxtasis, apretaba los dientes preguntándose el ¿por que le resultaba tan difícil terminar?
¿Por qué su amigo era tan endemoniadamente bueno? Siendo que, él estaba casi seguro, una esponja de mar tenía una vida sexual más activa que la suya. Él conocía al pelinegro desde los 5 años, habían crecido juntos casi como hermanos.
Naruto le contaba todo, incluyendo la precaria primera relación sexual que sostuvo, pero Sasuke jamás había abierto la boca.
El rubio sabía que no era falta de confianza, Sasuke era parco como él solo podía serlo, aún así jamás dio ni una sola insinuación ni siquiera un comentario al aire y sin importancia.
Inconcientemente arrugó el entrecejo
Sasuke siempre estaba rodeado de chicas lindas deseando salir con él, la nula respuesta del moreno le hizo creer que tal vez era asexual y gay después de que Sakura lo supusiera con un rostro de evidente pesadumbre.
Cuando Sasuke le confirmó su orientación sexual, tras una conversación de lo más sosa por parte de Naruto, entendió el por que de muchas cosas y jamás le volvió a proponer ir a una noche de ligue al antro.
Era irónica la succión que justo en esos instantes estaba a punto de hacerlo venir.
El pelinegro generalmente no hablaba con nadie, Naruto no le conocía ni un solo “amigo”, ni salía a menudo. A menos que Sasuke se escapara a hurtadillas del departamento o las horas que decía pasar en el trabajo las ocupaba para aprender a hacer mamadas de muerte, Sasuke parecía haber tenido más amantes de los que Naruto había soñado con tener.
Envidia, molestia y celos de todo tipo… nunca había tenido un orgasmo tan amargo como aquel. Uno que su cuerpo le pedía con desesperación pero que su psiquis repudio como nada en mucho tiempo.
La simiente caliente de Naruto tocó sus labios y le cerró la entrada a su boca dejando que esta escurriese de su rostro al colchón y piernas del rubio. Algo comenzaba a incomodarle.
Alzó la vista hasta encontrar sus ojos con los de Naruto y al verlo sintió aún peor que si lo hubiese golpeado de lleno en el rostro.
El gesto del rubio era una mezcla entre insatisfacción y enfado, su seño fruncido y la tensión en su rostro que no decía nada.
Hacía tanto que no sentía esa especie de miedo… mucho menos en la cama cuando acababa de hacer una mamada espectacular que le había dejado los músculos del rostro ligeramente engarrotados.
-Na…- no se atrevió a proseguir, ¿Qué se supone que seguía ahora?.
Nunca pensó que sería incapaz de continuar y que el rubio se mostrara tan enfadado, su única idea había sido que el sexo le permitiría traspasar la línea hetero que los alejaba y entonces le demostraría que la amistad que se profesaban no era otra cosa que un amor que evidentemente él ya no quería ocultar.
Los orbes zafiro de Naruto lo fulminaban e intentando recobrar el temple chasqueó la lengua y se separó del rubio con gesto hastiado.
Si pensaba huir de aquella situación, que de continuar se le iría de las manos, necesitaba retirarse con la mayor elegancia posible.
Naruto vio como Sasuke se incorporaba, al parecer molesto por la evidente pasividad y hastió suyo por continuar.
“¡Esta bien! Vete” pensó Naruto aún sintiendo ese molesto ardor en el pecho y garganta – No pienses en volver a acercarte a mi por que te mato-
Sasuke sintió la sangre hervir ¿Por qué mierda las cosas no salían como él quería? – jum, no creo que necesite volver a intentarlo - arrastró a tono de burla mientras caminaba al baño dispuesto a terminar en una ducha fría los resquicios de su calentura –Tu no eres como creí que sería, no valió la pena fingir que me interesaba ayudarte-
Naruto se sintió más enfadado y a la vez completamente usado.
Mendigo en la vereda de tu soledad
Cuando alguien te lastima
Que ganas de decirte que no hay nadie más
que te ame sin medida