Lo que más me duele
Un joven de cabellera rubia y unos ojos profundamente azules se encontraba en una habitación dándoles la espalda a sus padres, negándose a creer la verdad. Su madre era una mujer de cabello rojizo con unos ojos hermosos y su padre un hombre de cabello rubio y de ojos azules muy parecido al joven.
El rubio menor se encontraba haciendo una maleta, aventaba su ropa con prisa pero ahora quedaba todo el tiempo del mundo, quizás si en otras circunstancias se hubiera dado la oportunidad ahora estaría feliz… no lo podía creer, ¿cómo le podía pasar eso?
-No es verdad- decía el joven rubio de nombre Naruto negando con la cabeza- no es verdad- quería creer que todo era un mentira, una broma…
Los otros dos no hacían más que observarlo esperando ver una reacción más de él, sinceramente esperaban el momento en que explotara y se desmoronaba. Minato, su padre, era el que se sentía más culpable de todos, le había prohibido que lo mirara, diciendo que eso era solo “amor de adolescentes”.
-No es verdad- seguía repitiendo Naruto, estaba al borde de las lagrimas- no es verdad- dijo alterándose, ¡¡No podía ser verdad!! ¡¡Todo era una mentira!! Si una mentira… El dolor que sentía en su corazón no se comparaba con ninguno dolor físico.
Kushina solo observaba como su hijo se torturaba así, pequeñas lágrimas caían en silencio de sus mejillas. El dolor más grande de una madre era ver en ese estado a su hijo, destruyéndose el mismo.
El rubio se miraba en un espejo mirando sus lagrimas caer, jamás creyó conocer ese dolor tan grande que le oprimía el pecho, nunca pensó que lo perdería... En un repentino movimiento Naruto se abalanzó contra su padre, golpeando a Minato.
-¡¡No es verdad!!- grito golpeando el pecho de su padre-¡¡Es tu culpa!!- decía demasiado alterado- ¡¡Te odio!!
Minato lo abrazo tratando de tranquilizarlo y darle apoyo, el había rechazo el noviazgo de su hijo con el azabache, pero nunca quiso que las cosas terminaran así. Naruto trataba de soltarse del agarre, quería golpearlo y librarse de su triste realidad.
-¡¡Te odio!! ¡¡Te odio!!- repetía constantemente, sus lagrimas eran derramadas - ¡¡Te odio!!- dijo cayendo al suelo entre sollozos- es tu culpa…- dijo como último susurro.
Puedo soportar la lluvia que cae sobre
el techo de esta casa vacía
Eso no me molesta…
Naruto se encontraba en su habitación; sentado en su cama, hundido en sus propios pensamientos, recordando el pasado en el que era feliz, y tratando de olvidar su triste presente. De los recuerdos era de lo único que vivía, ya no comía, ya no hablaba, ya no salía, ya no gritaba, ya no sonreía…
Puedo soportar un par de lágrimas
a veces mostrarlas
Cerraba sus ojos recordando esas tardes donde corrían y bromeaban, donde estaban juntos y reían, con el había pasado los mejores momentos de su vida, a nadie le sonreía como a él, ahora dudaba que en algún momento volviera a sonreír. Esas tardes habían quedado en un pasado tan lejano…
No tengo… miedo de llorar
de vez en cuando
Aunque seguir adelante ahora que
te has ido me sigue doliendo
Esas tardes donde escapaban de todo y de todos, donde solo existían ellos, recordando carias y besos llenos de amor, donde no estaba nada ni nadie para impedir su felicidad.
Hoy tenía que regresar a la escuela y hacer como que nada hubiera pasado.
Hay ciertos días en los que finjo
que estoy bien
Naruto limpiaba sus lágrimas llenas de dolor, sabiendo que esas tardes jamás volvería a suceder, que el tiempo no perdona, que ellos no volverían a estar juntos nunca más. El tiempo era cruel, igual que el destino, lo separo de su amor, de su único y verdadero amor.
Pero no es eso lo que me molesta…
Lo que más me duele…
es haber sido tan cercanos
Si tan solo el tiempo pudiera regresar- pensaba el rubio, en su cabeza solo estaba ese momento donde se besaban y demostraban su amor con aquellas miradas llenas de ternura, donde se mostraban sus sentimientos con caricias, fueron tan cercanos…
Y haber tenido tanto que decir
y verte alejarte de mí
Sin saber…
lo que pudo haber sido
¿Por qué duele tanto? ¿Por qué tuvo que pasar así?- El rubio lloraba desconsoladamente preguntándose esto interiormente, pensando en sus momentos felices, donde nadie los interrumpía, aquella camioneta que había sido testigo de demasiadas cosas.
Una lagrima mas era derramada por el rubio, lentamente subió su mano y la limpio, hubo muchas cosas que faltaron por decir, tal vez eso era lo que mas dolía.
Y que no hayas visto que amarte
Es lo que intentaba hacer.
Flash back
Naruto se encontraba en una camioneta con un joven con el pelo negro-azulado, piel pálida y unos ojos azabaches. Estaban riendo pero en un momento el rubio paro de mostrar su sonrisa, para mostrar una cara seria.
-¿Qué pasa?- le pregunto Sasuke, sin embargo no recibió respuesta- ¿Es tu padre?- dijo sacando conclusiones, ya que la mayoría de sus problemas se debían al padre de su amado rubio que se oponía a su relación.
Los dos estaban cómodamente abrazados, disfrutando el contacto de sus cuerpos. Sasuke miraba esos ojos tan azules como el mismo cielo, perdiéndose en su hermosura, mientras que Naruto se perdía en los ojos de su amado que eran negros como la noche.
-No- dijo separándose un poco de el- ¿has pensado en el futuro?- dijo volteando su rostro, por alguna razón no quería que Sasuke lo mirara-¿Qué miras en él?- dijo, le daba miedo la respuesta de Sasuke por eso evitaba su mirada.
-¿Qué miras tu?- le regreso la pregunta el azabache un poco burlón, buscando esos ojos profundamente azules que evitaban su mirada.
-Es en serio- le dijo el rubio haciendo un puchero de esos que lo hacían ver infantil.
Sasuke dio un respiro analizando su respuesta, pero sonrió al encontrarla tan fácilmente- a ti- le dijo con sinceridad, Naruto puso una gran sonrisa, esa era la respuesta que tanto esperaba – te miro a ti- reafirmo el azabache.
En ese momento el rubio miro fijamente al azabache, se acerco a él uniendo sus labios, haciendo una pequeña muestra de amor que para ellos era todo, los dos se amaban intensamente, no podían estar separados, lucharían por estar juntos aun en contra de Minato.
Ese beso demostraba la fuerza de su amor, su amor cruzaría fronteras, su amor duraría por siempre…Se separaron lentamente.
-¿Qué miras tu?- pregunto el azabache.
Pero en ese momento Naruto solo sonrió zorrunamente y salió de la camioneta corriendo y jugando al no haber oído la pregunta, sin duda alguna Sasuke era su alma gemela, con la que siempre estaría, en contra de todo.
Fin flash back
Es tan difícil lidiar con el dolor de
perderte en donde sea que estés…
Pero lo estoy haciendo.
El rubio se encontraba en la escuela tratando de superarlo todo, de curar el dolor, de ser fuerte, de que su vida volviera a la normalidad. Estaba sentado en el mismo lugar de siempre, era observado por Gaara y Sai, que lo miraban con un tono preocupado de los pupitres de enfrente.
Es tan difícil forzar una sonrisa cuando
veo a tus amigos y estoy solo.
Desvió la mirada intentando no caer de nuevo, pero se encontró con el mesa banco vacio de la persona que el más amaba, lagrimas comenzaron a caer… cerro sus ojos tratando de que dejaran de caer, pero al cerrarlos miro a su azabache, recordando aquel abrazo.
Pero aun es más difícil…
levantarme, vestirme, vivir con
este arrepentimiento…
Aquel abrazo que había sido el último, como quisiera jamás haberlo dejado partir, perderlo era algo horrible…algo insoportable con lo que no podía vivir, pero sin embargo, tenia que cargar con eso.
Pero sé que si lo pudiera volver a hacer
cambiaria y te entregaría todas las
palabras que guarde en mi corazón
y que no te dije…
Salió corriendo del aula, no soportaba ese mundo sin él, no podía si quiera estar bien consigo mismo, había tantas palabras por aun decir pero que jamás serian reveladas… eso era lo que mas dolía.
Lo que más me duele…
es haber sido tan cercanos
Naruto había llegado a su casa, su madre esta recargada en el marco de la puerta del baño, mirando a su pequeño retoño que vomitaba en el retrete.
Y haber tenido tanto que decir
y verte alejarte de mí
El solo pensaba en la última vez que lo miro, sabía que algo estaba mal, pero en ese momento lo ignoro, ahora se daba cuenta de su error, ese error que le había costado todo.
Sin saber…
lo que pudo haber sido
Se recargo en la puerta del baño a un lado de con su madre, se tocaba su vientre sabiendo que llevaba un bebe de su amor, la única razón para seguir adelante…
Y que no hayas visto que amarte
Es lo que intentaba hacer.
No lo soportaba mas, no podía estar ahí necesitaba correr e ir a decirle lo que callo, necesitaba sacarlo. Se levanto ignorando los gritos de su madre y salió a la calle, mirándola desierta.
Corrió como nunca había corrido en su vida, agotando toda sus fuerzas ignorando el dolor corporal, en un pasado se había quedado parado sin hacer o decir nada, ahora no lo haría.
Podía ver esa camioneta alejándose, como se arrepentía de haberlo dejado partir, pero eso ahora le motivaba para seguir corriendo, para ignorar el cansancio.
Lo que más me duele…
es haber sido tan cercanos
Y haber tenido tanto que decir
y verte alejarte de mí
Esa carretera había sido testigo de un accidente donde se murió su Sasuke, el azabache había salido con prisa de su casa, le confesó que estaba embarazado e iban a huir juntos, solo faltaba ir por las cosas de él, le dijo que no tardaría… sin embargo, nunca volvió. Nadie contaba que los frenos de camioneta fallarían llevándose la vida de su Sasuke.
Naruto seguía corriendo por la carretera…
Sin saber…
lo que pudo haber sido
En su mente solo estaba el recuerdo de su azabache, las risas, los cumplidos, las travesuras, las caricias, los besos, el apoyo mutuo… aquellos momentos de su vida que jamás olvidaría.
El seguía corriendo, recordando la sonrisa de Sasuke, esas de medio lado que le dedicaba solo a él, recordando su pelo negro-azulado que adoraba, recordando esos ojos negros como la noche que tanto tiempo lo observaban que nunca volvería a ver.
Y que no hayas visto que amarte
Es lo que intentaba hacer.
Había llegado a su límite, se sentó en medio de la carretera para tomar un poco de aire, fue cuando dirigió su mirada a aquel lugar, se paro y camino lentamente hacia él.
El cielo estaba repleto de nubes negras, pequeños rayos caían a lo lejos, pero eso no le importaba al rubio. Camino hasta encontrarse de frente con una cruz enterrada en la tierra, ahí había muerto su novio. Se sentó enfrente y la miro fijamente.
-a ti- le contestaba- yo te vi a ti- dijo soltando pequeñas lagrimas que eran inevitables.
Fin