No podía ser ¿Uruha embarazado, pero de quién?, tenía dos semanas de embarazo, ese bebe no podía ser mío, entré a la consulta rápidamente, él se giró y me vio, su rostro paso de la alegría a la sorpresa y susto.
El doctor dijo algo de dejarnos a solas y salió del box. Yo lo miraba, él no me decía nada y exploté.
-¿cómo me hiciste esto?- le grite- yo te amaba más que a nada y ¡tú me engañaste!.
…l me miraba sorprendido e intentaba hablar, pero no lo dejé, no permitiría que intentara justificar o explicar algo que para mí estaba más que claro. Me había engañado con otro hombre y no sólo eso, sino que además se habías hecho un tratamiento para quedar embarazado de él.
-jamás te lo perdonaré-le dije bruscamente.
Lo miré y por su rostro corrían lágrimas, intentaba articular palabras, pero yo impedí que hablara gritándole.
-me traicionaste, ¿cómo pudiste?... yo te amaba, ahora no quiero saber nada más de ti-le dije mirándolo por última vez y cerrando la puerta de golpe.
URUHA.
Estaba embarazado, todo había salido como quería, Kai y yo tendríamos un hijo, no podía creerlo.
Pero todo cambió en un abrir y cerrar de ojos, Kai entró por la puerta y por su rostro comprendí que había escuchado todo. Intenté hablar, pero no me dejo empezar, simplemente comenzó a gritarme que lo había engañado con otro hombre dándole la posibilidad a otra persona de cumplir el deseo que él más ansiaba.
No podía creerlo él creía que nuestro hijo era de otro hombre. …l había confundido las cosas.
Intenté hablar para explicárselo, pero no me dejó… me gritaba, por mis mejillas comenzaron a correr lágrimas de dolor, sus palabras me lastimaban, yo jamás habría sido capaz de engañarlo.
No me dejaba hablar, cada vez que lo intentaba salía con un nuevo grito y me obligaba a callarme.
Se fue dando un portazo, con la idea de que nuestro hijo era de otro hombre, no pude explicarle la verdad.
Cuando se fue sentí una punzada en mi vientre y un dolor enorme, me agaché y me enrosqué sobre mi mismo tratando de soportar el dolor, en mi mente sólo habían dos cosas el terror de perder a nuestro hijo y su nombre. Mi mente gritaba su nombre mientras mis ojos lloraban por tu causa, después de eso no supe nada mas, todo se volvió oscuro y caí.
[ * * * ]
Me desperté en un cuarto de paredes blancas y muy iluminado. Abrí lentamente mis ojos, tratando de acostumbrarme a la luz, noté que había alguien junto a la ventana por donde entraba la luminosidad del sol.
Era Akira, que me miraba y me sonreía, se acercó a lentamente a mí.
-¿qué me ocurrió?-le pregunté.
-Te desmayaste-me respondió, al ver mi rostro de incertidumbre, añadió- el médico necesitaba a alguien que te conociera y el primer número que encontraron en tu celular fue el mío, así que me llamaron.
Lo mire con agradecimiento tratando de sonreír, el tomó mi mano derecha y la estrechó contra la de él, ahí recién note que tenía un suero que entraba por una de mis venas.
-¿por qué no me contaste?- me preguntó.
-no sabía si esto resultaría- le dije- quería darle la sorpresa hoy a Kai, para nuestro aniversario, por eso los había llamado para reunirnos.
No pude evitar recordar todo lo que me había dicho antes de marcharse y las lágrimas corrieron por mis mejillas, Akira se acercó a mí y me abrazó, tratando de reconfortarme, sentí su apoyo y lloré, de pena e impotencia de no haber sido capaz de explicarle la verdad a Kai.
Después de unos momentos logré calmarme y me separé de Akira, quien me miró sonriente y dijo
-Ruki estará feliz con la noticia, adora los bebés, apenas te den de alta te vendrás con nosotros.
En eso entró una matrona sonriéndome y comenzó a preguntarme como estaba, me hizo algunas preguntas y realizó un breve chequeo físico, tocó mi vientre preguntando si sentía algún dolor, le respondí que no y después de algunos minutos más me dio de alta, pidiéndome que me cuidara guardando reposo por una semana y que después le volviera a visitar.
Akira le prometió por mí matrona que me cuidaría, ella se despidió y Akira ayudó a vestirme, para después llevarme a la casa que el compartía con Ruki.
4 semanas.
Kai y Aoi eran los únicos que habían seguido en el mundo de la música después de que Gazette se había disuelto. Aoi tenía una productora musical y Kai trabajaba como baterista de soporte en un estudio. Reita y Ruki había puesto una cafetería y yo me había dedicado al arte, tenía una pequeña galería de exposiciones de pinturas y era feliz allí.
Cuando aquella vez volvimos del hospital, le conté todo lo del embarazo a Ruki y su sonrisa no podía ser más feliz. De inmediato, me obligó a sentarme, a comer un pastel con una taza de leche caliente, aduciendo que su sobrinito debía alimentarse bien.
Al día siguiente de salir del hospital fuimos con Reita y Ruki al departamento que ambos compartíamos, pero allí ya no habían rastros de él. ¿Tanto así me odiaba?, recogí rápidamente mi ropa, me entristecí al notar lo vacío que se sentía ese departamento sin él, lo amaba, lo necesita y él no estaba junto a mí y no sabía dónde buscarlo.
Habían pasado exactamente 2 semanas desde que me había enterado de mi embarazo y esa misma cantidad de tiempo que no sabía nada de Kai, había intentado contactarlo, pero al parecer había cambiado de numero, lo llamé a su trabajo y me dijeron que ya no trabajaba allí.
KAI.
Cuando salí de aquella consulta no sabía qué hacer, MI Uruha estaba embarazado y de otro, no lo podía creer y no sabía qué hacer. Mi mente era un caos, ¿un hombre embarazado?, ¿Uruha embarazado?, ¿él había sido capaz de engañarme y embarazarse de otro hombre?, ¿por qué?, no podía comprenderlo, la situación me sobrepasaba, no sabía qué hacer, sólo atiné a correr de vuelta a casa, necesitaba huir, alejarme lo más posible de él y sus mentiras, de todo lo que me recordase lo que habíamos tenido.
Al llegar tomé mis cosas, las metí dentro de una maleta y sin mirar atrás salí de aquel departamento cerrando la puerta con fuerza y decisión. Me alejaba de ese lugar que había sido testigo alguna vez del amor que le profesaba a Uruha.
Una vez en la calle caminé sin rumbo, no sabía a donde ir, me senté en una plaza e intenté no pensar más en lo que había ocurrido, pero no pude… me imaginaba a MI Uruha en brazos de otro hombre y la ira mezclada con el dolor volvía a mí.
Decidí irme a un hotel, era lo único más cercano que encontré, cancelé y me entregaron las llaves de mi habitación. Entré en ella y me tiré en la cama, estuve así un rato, mirando el techo, meditando… pensando en lo que sería mi vida sin él.
Estaba en eso cuando sonó mi celular, al ver el ID de llamada de mi celular noté que era el número de la productora en la que trabajaba.
-¡mierda!, lo único que me falta ahora es que me despidan-exclamé antes de responder.
Y así fue, todo ese tiempo había hecho a medias mi trabajo, por tener la mente mi lio con Uruha y ese día por seguirlo a la consulta no había ido a una grabación que tenía programada.
Había perdido todo lo que amaba, al chico al que amaba y mi trabajo.
URUHA.
Ese primer mes [contaré los meses del embarazo por semana que es lo correcto como debe hacerse, por eso el primer control de Uru será a las 4 semanas] se paso más rápido de lo que pensé y sin notarlo ya estaba en mi primer control prenatal.
Ruki insistió [por no decir que casi me obligó] en ir conmigo y yo como no quería ir solo, accedí.
Esa mañana dejamos a Reita en la cafetería y nos fuimos a la consulta caminando lentamente.
Estaba nervioso antes de entrar, rogaba porque mi bebe estuviese bien y que no le hubiese ocurrido nada por el stress de las primeras semanas. Miré a Ruki que estaba a mi lado esperando afuera de la consulta y que estaba ojeando una de esas clásicas revistas de cómo ser buenos padres o de desarrollos neonatales.
La matrona nos llamó y entramos juntos. Una vez dentro el médico nos explicó cada uno de los cambios que estaba teniendo mi hijo, me dijo su tamaño aproximado, no podía creer que fuese tan pequeño, casi por inercia me lleve una de mis manos a mi aun plano vientre y sonreí y continué escuchando cada una de las cosas que me decía. Me informó de nuevos cuidados que debía tener con respecto a mi alimentación y en mi estilo de vida en general.
Ya desde antes de embarazarme ya había dejado de fumar y beber, como parte de la preparación previa.
Ruki parecía más embarazado que yo. Atentamente anotaba en una libretita cada una de las indicaciones que daba el médico, hacía mil preguntas y aseguraba que cada una de las indicaciones sería cumplida al pie de la letra.
-¿cuándo se me notará la barriga?- pregunté curioso.
-eso será aproximadamente a los 3 o 4 meses, puede variar de acuerdo a la persona- me respondió sonriente.
Sonreí asintiendo y miré mi vientre, continué acariciándolo, deseaba que Kai estuviese allí, disfrutando tanto como yo de ese momento. Sin poder evitarlo la nostalgia me invadió y mis ojos se cristalizaron por las lágrimas. De repente sentí que otra mano se posaba junto a las mías en mi vientre, al notarla levanté mi cabeza y era la mano de Ruki que me miraba sonriente.
-sé que él no está- me dijo- pero estamos nosotros y cuidaremos de ti y ese bebé.
Le sonreí agradecido, mi gratitud para con ellos dos era inmensa, si no fuese por ellos, probablemente estaría en mi departamento llorando por Kai.
8 semanas.
KAI
En todo este tiempo no he sabido nada de él y tampoco he intentado contactarlo, aún está en mí el dolor de su traición.
Después de perder mi trabajo, no supe que hacer, mi mundo se caía a pedazos sobre mí.
Fue allí cuando me acordé de Aoi, según me había contado hace algunos meses, había armado su propia productora y decidí recurrir a él y pedirle un empleo, nadie como él conocía mi trabajo.
Aoi accedió de inmediato, comencé al día siguiente tratando de dejar atrás mi pasado, con Uruha, pero a pesar de desear dejar todo atrás, no podía evitar pensar e imaginarme como hubiese sido si el hijo de Uruha fuese mío. Me lo imaginaba embarazado sonriéndome, con nuestro hijo en los brazos o jugando con él… en esos momentos era cuando deseaba odiarlo, por impedirme cumplir mi sueño, pero mi amor por él era demasiado y jamás lo logré.