Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Por ti por Kaikai

[Reviews - 181]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola~ primero antes que se me olvide... la próxima actualización no será el próximo martes, puesto que tengo un exámen atroz el miércoles... asi que tendrán que estar atentos a ver cuando actualizo, lo que sí será entre ese miércoles o viernes. Por esto mismo hice un cap larguito...

Ahora sé que muchos esperan que pronto Kai y Uru se reencuentren, pero para eso falta un buen rato... lo siento :/

Muchas gracias por sus reviews.. hoy sí que respondo todo todo!

 

En este cap:

Alguien aparece en la vida de Uruha...

¿sevirá esto para que Kai haga algo de una buena vez?

 

-me alegra que por fin te hayas decidido-me respondió Aoi sonriendo-pero infiero que lo harás al volver, ¿verdad?

-¿volver?... ¿de dónde?-me preguntó Kai confundido.

 

Kai me miró y añadió-¿¿cómo que de donde??, de Estados Unidos Kai… en la reunión te comprometiste a ir a L.A. para ver nuevos equipos.

-¿¿yo??

-ay Kai… sí tú…-Aoi se reía frente a mi cara- ya no te puedes retractar, estaban los socios e inversionistas.

-aún no recuerdo cuando lo dije-me respondió honestamente Kai.

-bueno… pero te tendrás que ir mañana mismo, no podemos perder tiempo.

-está bien, descuida… sabes que soy profesional.

 

 

21 semanas.

 

KAI.

Ya eran dos las semanas que llevaba en L.A. El trabajo se estaba volviendo muy extenuante y aburrido. Al no saber inglés casi no podía salir, por lo que cuando volvía de las reuniones me quedaba solo en la pieza del hotel.

Las pocas veces que me atrevía a salir, lo hacía con un mapa y a centro comerciales cercanos. Estaba en uno de ellos cuando me encontré con una tienda de recién nacidos, todo era tan lindo que no me resistí y compré algo para Uru. Me emocionaba saber que en algunas semanas al fin le hablaría. Me había costado meses decidirme, pero al fin lo haría.

 

Hablaba con Aoi todos  los días, para informarle sobre los avances en las conversaciones de las dos productoras para la adquisición de los nuevos equipos. Me hablaba de Uruha y yo como siempre estaba feliz de oír todo lo referente a él, mas algo me hizo tambalear cuando Aoi un día me lo dijo.

-Uruha conoció a alguien.

 

 

URUHA.

Ese día se me había ocurrido abrir más tarde, por lo que no me fui con Aoi en su auto hasta la galería. Abrí calmadamente y mientras ordenaba algunos papeles en el mostrador, entró un hombre que en silencio observó las pinturas que se estaban exhibiendo.

Estuvo así unos minutos y salió sin hablar. Me extrañé bastante, por lo general los clientes preguntaban el precio o modalidades de pago, pero este sujeto no había hecho nada de eso.

 

Los siguientes días de la semana ocurrió lo mismo. El sujeto entraba a diferentes horas y observaba las pinturas. La actitud de ese sujeto comenzó a inquietarme, por lo que cuando lo vi acercarse al mostrador tomé rápidamente el teléfono marcando el numero de la policía sin darle al llamado.

-buenas tarde, ¿desea comprar alguna de nuestras pinturas? –intenté ser lo más amable que pude.

-mh… me gustaría aquella pintura, la que está en la pared del fondo-respondió cortésmente, su voz era suave, pero bastante varonil.

-está bien… ¿cómo desea pagar?-seguí actuando normalmente de acuerdo a la compra que deseaba hacer.

-en efectivo, me gustaría que fuese enviada a esta dirección-extendió su mano y me pasó una tarjeta. La leí y noté que era de una importante empresa-muy bien, Tsukasa-san, la pintura será enviada allí.

-muchas gracias, pero me gustaría pagar el mismo día que lleven la pintura.

 

Su petición me extrañó bastante, pero no era nada fuera de lo común y más tomando en consideración el modo en que pagaría.

-claro… no hay problema, mi asistente la llevará y-

-no… usted no entiende-me interrumpió-me gustaría que fuese usted en persona.

 

Lo miré curioso y añadió.

-me gustaría invitarle a un café, si me lo permite.

 

Ok, ahí sí que estaba confundido… aquel hombre me estaba invitando a tomar un café, ¿por qué?

 

-no se extrañe, ni tema-me dijo, mirándome fijamente-lo he estado observando hace mucho tiempo y me gustaría ser su amigo.

-y-yo…-no sabía que decir.

-mire, hagamos algo… mañana usted lleva la pintura hasta mi oficina y allí mismo nos tomamos un café, ¿se siente así más seguro?... tampoco quiero que crea que soy algo como un psicópata.

 

Me reí ante esa idea- no claro que no y acepto gustoso el café mañana.

-¡genial!, entonces mañana nos vemos – se despidió amablemente de mi, estrechando suavemente mi mano. Lo seguí con la mirada, se subió a un auto que estaba estacionado afuera de la galería y partió rápidamente. Tomé nuevamente la tarjeta que me había pasado y leí su nombre-Tsukasa Mitsuo.

 

Al día siguiente llegué más temprano a la galería, le pedí a Tanaka, mi asistente, que quitara y envolviera bien la pintura que Tsukasa-san había comprado. Cuando verifiqué que todo estaba correctamente y que además había sido montada en el camión correspondiente, tomé los papeles y me marché rumbo al edificio.

 

Cuando entré detrás de los asistentes de Tsukasa a su oficina, este apareció ofreciéndome asiento, para posteriormente de inmediato pagarme el valor total de la obra.

-cuentas claras mantienen la amistad… ¿no Takashima-san?

 

Le sonreí- no sabía que éramos amigos Tsukasa-san –le respondí mirándolo fijamente.

-a decir verdad, es a lo que aspiro… me permitirá aunque sea eso ¿verdad?-me miró fijamente y acercándose me tendió la mano-me aceptaría un café.

-por supuesto-le respondí, mientras caminaba junto a él.

 

Volví a la galería después de almuerzo. Tsukasa-san fue muy amable y simpático conmigo, en ningún minuto intentó propasarse ni nada así. Me sentí muy cómodo junto a él.

 

-creo que deberías dejar de decirme Tsukasa-san… si seremos amigos, lo correcto sería que me llamases sólo por mi nombre, Mitsuo.

-está bien- le respondí sonriéndole-en ese caso… llámame por como me llaman mis amigos, Uruha.

 

Cuando habíamos llegado a la cafetería de la empresa y notando la hora, prefirió invitarme a almorzar, yo por supuesto no me negué, ya eran casi la una y tanto yo como bebé teníamos mucho hambre.

 

Creo que ese fue uno de los días que mas reí en mi vida, Tsukasa-san era tan chistoso que más de un ataque de risa tuve.

 

Cuando noté lo tarde que era, me levanté apresuradamente y me disculpé con él, aduciendo que tenía que volver a la galería. Él por supuesto no dijo nada y con un gesto de cabeza se despidió de mí.

 

Así pasaron unos días, hasta que una tarde mientras estaba concentrado sacando unas cuentas en el mostrador de la galería, vi que un lindo ramo de rosas rojas se atravesaba en mi campo visual, levanté la mirada y me encontré con los cálidos ojos de Mitsuo.

-buenas tardes… me preguntaba si un amigo aceptaría una salida a almorzar.

 

Le sonreí-por supuesto… lo único que deseo es comer algo y la cabeza comienza a dolerme a causa de tantas cuentas, tomo las llaves y nos vamos.

-genial-me respondió sonriéndome.

 

Tomé las flores y las puse en un florero… tomé las llaves y salí, él gentilmente me abrió la puerta del auto y partimos rumbo a un cálido restaurant.

 

Hablamos de muchas cosas, como siempre la conversación fue muy amena y divertida, estábamos casi terminando cuando sonó mi celular.

Vi el identificador de llamadas-disculpa, tengo que contestar, es algo importante…

-descuida… contesta, no hay problemas.

-gracias.

 

La llamada era de la secretaria del médico que llevaba mi embarazo.

-Takashima-san, lo llamaba para pedirle que por favor asista hoy a su cita con el doctor…

-¿hoy?-pregunté asombrado-¿por qué?

-lo que ocurre Takashima-san, es que el médico no atenderá mañana… tendrá que dar una conferencia en el extranjero y no quiere dejarlo sin el control de este mes.

-oh, claro, comprendo… entonces a ¿qué hora tengo que estar allá?

-a las 16:00, Takashima-san.

-ok, a esa hora estaré… gracias.

 

Miré la hora en mi celular y noté que eran las 15:00, apesadumbrado dirigí mi vista hasta Mitsuo.

-lo siento, me tengo que ir… mañana me tocaba control médico, pero lo acaban de adelantar.

-¿control médico?... ¿estás enfermo?

 

En ese preciso instante recordé que él no sabía nada de mi embarazo.

-precisamente enfermo no… es que estoy embarazado.

 

Mitsuo, me miró sorprendido-¿embarazado?

-sí… ya tengo más de 5 meses.

-oh… eso quiere decir que tienes pareja…-dijo bajando un poco la voz, pero hablando serio y firmemente.

-digamos que es algo complicado, pero que por ahora estoy solo.

-entonces, será mejor que nos demos prisa…

 

Le sonreí y me puse en pie, él al parecer ya había pagado así que salimos apresuradamente rumbo a la consulta. La noche anterior presintiendo, probablemente, se me ocurrió meter al bolso mis papeles médicos, junto al carnet prenatal.

 

Llegamos rápidamente a la consulta.

-gracias Mitsuo, creo que no hubiese llegado sin tu ayuda.

-de nada… espero que todo esté bien.

 

Bajé y caminé rápidamente al interior de la consulta, por primera vez iba solo. Me había puesto de acuerdo con Ruki para el día siguiente y no había alcanzado a llamarlo como para que me acompañase.

 

Entré a la consulta y la secretaria muy amablemente me hizo pasar de inmediato a la consulta.

El médico me revisó cuidadosamente, midió mi barriga, me peso y después me permitió oír los latidos de mi bebé.

-usted está muy bien Takashima-san.

-¿de verdad?... ¿mi bebé está bien?

-así es Takashima-san, según la altura de su vientre y por sus latidos todo está perfectamente bien. En el próximo control haremos otro ultrasonido que nos permitirá descartar cualquier anomalía en su bebé y determinar al 100% su sexo… ¿le parece?

-sí, claro.

 

Estaba tranquilo, cuando salí del edificio decidí no volver a la galería y decidí irme a la cafetería que tenían Reita y Ruki.

 

Cuando llegué vi a Ruki sentado en la barra y a Reita frente a él tomándole la mano cariñosamente.

-hola chicos…

-¡¡Uru!!-saltó feliz Ruki-¿¿cómo estás??

-bien y ustedes, ¿¿qué tal??

-muy bien también…

-Rukito, vengo del médico.

 

Vi como Ruki abría muy grandes sus ojos y se ponía de pie.

-¿¿algo está mal con mi ahijado??-preguntó asustado.

-no… claro que no… es sólo que mañana no me podía atender, por lo que su secretaria me llamó pidiéndome que fuese hoy.

-¿¿entonces fuiste sin mí??

-lo siento si… me llamó una hora antes de la hora de la cita, además no te preocupes… este chequeo fue de lo más normal, eso sí, me dijo que en la próxima cita me hará un ultrasonido para asegurar al 100% el sexo del bebé.

-¿¿de verdad??... entonces a ese sí podré ir¿ verdad?

-claro que sí…

 

Reita que había estado en silencio hasta ese momento, se fue puesto que un cliente lo llamaba y otros habían llegado.

-neee Ruki… ¿puedo contarte algo?

-¿ah?-exclamó sorprendido-por supuesto… ¿qué pasa?

-bueno… es que yo… conocí a alguien-le conté algo avergonzado.

-¿¿qué??, ¿¿conociste a alguien??-preguntó bajito y sorprendido.

-sí… su nombre es Tsukasa Mitsuo, es empresario.

-¿cómo lo conociste?

-compró una pintura en la galería…

-¿te gusta?

-y-yo… b-bueno… un poquito, es sólo que… bueno es muy simpático y no huyó despavorido cuando le conté del bebé.

-¿¿qué??... ¿lo sabe?

-sí, es que la secretaria me llamó cuando almorzaba con él.

-aaahhh… pillín, así que por eso no viniste a almorzar.

 

No pude evitar sonrojarme, la verdad era que Mitsuo me hacía sentir bastante especial, hacía mucho tiempo que nadie me hacía sentir así, tan protegido.

 

Esa noche dormí tranquilamente y extrañamente no soñé con Kai.

 

La mañana siguiente me volví a encontrar con Aoi, hacia ya bastantes días que no lo había visto… según me explicó estaba bastante atareado con la adquisición de nuevos equipos. Iba aun en el auto, cuando de lejos noté como Mitsuo estaba de pie frente a la galería esperándome.

 

Me despedí alegremente de Aoi y bajé del auto acercándome a Mitsuo.

-hola-le dije simplemente, la imagen frente a mi me sorprendía y emocionaba a la vez. Mitsuo llevaba un ramo de rosas, un globo de helio con la forma de un bebé y una bolsa de una conocida tienda de recién nacido.

-te traje esto, espero te guste-me dijo extendiéndome las cosas.

 

Reí y le hice pasar, le serví un café.

-¿cómo está el bebé?... ¿todo bien?-me preguntó curioso.

-sí, descuida… está muy bien.

-me alegro… -se quedó en silencio unos momentos y añadió- disculpa que te pregunte tanto, pero… me emociona mucho que estés embarazado.

 

KAI.

Recibir una llamada de Aoi a esa hora era bastante extraño, tendía a llamarme comúnmente en las tardes. Mas cuando escuché el relato, comprendí todo.

-llevé a Uruha hasta la galería y fue bastante sorpresivo ver a un sujeto frente a ella esperando a Uruha y más aún sorpresivo fue ver a Uruha, saludarlo tan efusivamente haciéndolo pasar después de aceptar lo que parecían regalos para él.

Hasta donde tenía entendido los único amigos de Uruha eran los chicos, por eso te llamo… amigo, creo que si no te apuras, podrías perderlo.

 

Notas finales:

¿y... esperarón que todo esto pasase?

.... nos vemos~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).