Una pareja de enamorados cruzaban plaza de aquella elegante cuidad, ambos hermosos. La dama, alta y esbelta con una hermosa cabellera café con reflejos rojizos de piel clara con uno hermosos ojos ambarinos y una modesta sonrisa, no usaba maquillaje, no lo necesitaba, iba tomada del brazo de un joven. Él, unos centímetros mas alto también tenia una figura esbelta su piel era blanca como la nieve y sus ojos de un azul profundo que hacían contraste con su cabello negro, usaba un traje elegante y un sombrero de copa. Una joven pareja que daba gusto mirar, mas no faltaban las miradas de envidia de las otras jóvenes, era algo que no se podía evitar así como tampoco la mirada de lujuria de algunos hombres.
-espero haya disfrutado el paseo, amada mía- dijo con voz solemne el pelinegro, mirando a la chica directo a los ojos.
-no hace falta preguntar lo evidente, mi señor- respondió la joven, con una mirada seductora.
Estaban uno frente al otro en el umbral de la puerta de la mujer, poco a poco sus rostros se fueron juntando sin perder el contacto de sus ojos, mas, apunto de rozar sus labios se detuvieron.
-espero verla mañana a la misma hora- respondió aun sin separar sus rostros.
-será una cita- respondió.
Él joven depósito un tierno beso en la mejilla de la joven, para luego tomar su mano y besarla de la misma forma, como si fuera una delicada flor. La miro a los ojos y acaricio su mejilla, ninguno de los dos quería separarse pero algo que debían hacer, la gente no ven con buenos ojos que los enamorados sigan juntos después de las 8 mas si aun no están casados.
Sin decir nada el joven se dio media vuelta y se encamino a su hogar, la joven solo lo mira partir sin intenciones de entrar, pero el frio de la noche se hizo presente y por razones de fuerza mayor entro a su casa desganada cerrando la puerta a sus espaldas.
El pelinegro abrió los ojos cansado, el pitillo del reloj indicaba que ya debía levantarse otro día mas de preparatoria, con desgano se fue a la ducha, antes de entrar esbozo una débil sonrisa, fue un lindo sueño. No se preocupo de a la hora que salio estaba de buen humor como para dejar que algo tan mínimo como llegar tarde lo incomodara.
Iba en línea recta hacia el instituto a lo dejos podía divisar sus puertas, estaba con los ojos semiabiertos, iban mas dormido de que despierto aun así pudo divisar a lo lejos una silueta parada al lado de las puertas, era alta y parecía que le sonreía – esa sonrisa – una fuerte ráfaga de viento y polvo le hizo cerrar los ojos, rápidamente los froto y cuando los volvió abrir ,ya no había nadie, pedaleó mas rápido, si tenia suerte talvez vería entrar a la joven, pero no fue así, no había nadie a los alrededores.
-estaba soñando despierto... es lo mas probable- pensó con desgano.
Dejo la bici estacionada a un lado asegurada con cadena y entró, no tenía caso presentarse ante el profesor, de todas formas lo mandaría al pasillo subió rápido las escalera, mientras antes se durmiera mejor.
- como era el rostro de aquella chica- por mas que hacía menoría no lo podía recordar con claridad, solo recordaba su sonrisa, él mismo sonrío ante el pensamiento – nos veremos de nuevo- dijo mientras se apoyaba en el barandal de la azotea mirando el cielo.
Continuara...