Capitulo 1: Calor abrasador.
En el camino se preguntaba miles de cosas. Solo un porcentaje de ellas obtenían respuestas. Tenían un presentimiento indefinido.
Una sensación que nunca antes había experimentado. Y un nerviosismo implacable.
Sabía que no era un encuentro como cualquier otro. Él no era de programar citas sin una razón específica, lógica y extremadamente necesaria.
El hecho de que no hubiera ni siquiera una razón, lo descolocaba.
Podía sentir un calor abrasador sobre sus mejillas. Era la primera vez que alguien le confesaba algo tan puro, tan real. Su mente se bloqueó, o tal vez se perdió en esos inconfundibles ojos oscuros. Esos ojos que esperaban una respuesta.
-Naruto… (Vamos, di algo)
-Yo… no esperaba algo así. (¿Cuándo fue que…?)
-Está bien. Tenía que decirlo, parecías no darte cuenta dobe. Ya… es tarde.
Esa mirada de decepción. Su orgullo había sido dañado. Y como cura, se alejaba.
Él no podía permitirlo. Demasiado rápido ocurrió todo. Y su respuesta no había sido escuchada.
Gritó el nombre de su recién declarado. Con la latente desesperación de que todo terminaría más rápido de lo que comenzó, y solo se le ocurrió correr, y abrazarlo por detrás. Hundió su rostro en la espalda de su, hasta ese entonces, amigo, sintiendo el símbolo Uchiha en su frente.
-Sasuke, no sé cómo llegamos a esto, pero no quiero que termine. Tampoco sé qué quieres que te diga, solo… no te vayas.
Se alejo un paso y observo como él, ahora de frente, le sonreía de lado, tan arrogante como siempre.
-Con eso es suficiente para mí.
No lo dudaron un segundo más, y se besaron tímidamente.
Tímidamente, hasta que Sasuke sintió como se estremecía el cuerpo de el rubio, corrección ahora su rubio, y tomándolo por la cintura profundizo el beso. Él solo atino a rodearlo con sus brazos.
Eran demasiadas sensaciones las que sentía. Pero a las vez muy frágiles, a tal punto, que cuando sus bocas se separaron, se aferro a Sasuke, en un abrazo lleno de miedo y amor.
Todavía le costaba creer que eso estaba pasando en verdad.
Caminaron por aquella tarde, en la cual el sol comenzaba a despedirse, completamente en silencio. A mitad de camino Sasuke lo tomo de la mano e intento disimular su sonrojo.
-¿Qué te ocurre dobe?- preguntó.
-Volviste a ganar, baka.
-¿Eso crees?
-Sí, al final, termine confesándome yo también. Pensé que era todo una locura mía.
-Entonces estamos a mano.
-¿A qué te refieres?
-Tú me habías ganado a mí hace tiempo, Naruto.
El zorrito se quedo helado. Simplemente se dejo llevar. No había nada que hacer. Al parecer Sasuke era suyo, ¿Qué más podía pedir que tenerlo a sus pies?
Por alguna razón ambos sintieron una inmensa sensación de alivio y felicidad.
Y bajo los imponentes cerezos, caminaron de la mano, sujetándose fuertemente, para que ninguno de ellos volviera a alejarse jamás.
•Ni siquiera el sol que se ocultaba o la luna que reaparecía, se imaginaban cuanta desolación habían sentido hasta ese momento•