-¡RASENGAN!
-¡CHIDORI!
Ambos poderes chocaron deslumbrado todo a su alrededor, en medio de esa disputa de poderes tipo trueno, estaban uno frente al otro. El rubio sonrió cálidamente fijando sus hermosos ojos azul cielo en los oscuros sin vida del moreno.
-Sé muy bien lo que sientes… Antes toda la aldea me odiaba… Y todo porque tengo al Kyuubi dentro de mí. –dijo Naruto y llevó su mano a su vientre indicándole donde estaba sellado el Zorro de Nueve colas para luego mirar con cierta tristeza y dolor al moreno. –Yo también les odiaba a todos, y deseaba poder vengarme de ellos. –deseaba compartir ese sentimiento con su amigo, su amante. Sonrió dulcemente mientras continuaba hablando. –Si hubiese seguido aferrado a ese sentimiento… Supongo que habría pensado las mismas cosas horribles que tú. Creía que nunca tendría un vínculo de verdad con nadie. Pero entonces te encontré a ti y a Iruka-sensei. –se sonrojo un poco llevando una mano tras la nuca antes de proseguir. -Sabía que siempre estabas solo. Y me sentía mejor sabiendo que había alguien como yo…Quería estar contigo. ¡Eso me hacía feliz! –admitió ruborizándose bastante, y su sonrisa creció un poco más y segura. –Pero no podía… Me sentía celoso de tus habilidades, así que decidí convertirme en tu rival. Solo quería ser como tú. No tenía nada… Pero me aferré a ese vínculo. Y entonces empezaron las misiones con el equipo 7. –miró de soslayo antes de mirar fijamente y con una cara de total alegría a su amigo. –Y yo intentaba ser igual de fuerte y también genial como tú. Pero siempre iba detrás y veía tu espalda… ¡ME ALEGRO MUCHO EL HABERTE CONOCIDO! –su sonrisa se amplió bellamente como un sol radiante sus ojos se cerraron y el rubor sobre sus mejillas se acentuó un poco sobre la bronceada piel.
-Naruto… Es demasiado tarde… ¡Nada de lo que digas ahora podrás cambiarme! –aquellos ojos sin vida y una mueca de total desagrado afloro en sus labios mientras hablaba, sin demostrar emoción alguna por el discurso del rubio. -¡Voy a matarte a ti y a todas las personas de la Aldea que amas! ¡Ha llegado el momento de que tomes una decisión! ¡Mátame y conviértete en el Héroe de Konoha, o te mataré yo y te convertirás en un perdedor! –con una voz fuerte similar a un grito la voz amenazante del moreno no se hizo esperar sin dejar ver nada en esos negros ojos sin alma.
-¡No quiero perder! ¡Ni tampoco pasar a la historia por ser el hombre que te mató! ¡No elegiré ni una cosa ni la otra! –respondió con voz firme y segura, aunque por dentro su alma y corazón se destrozaban en pedazos.
Ambos salieron disparados siendo detenidos Sasuke por Madara y Naruto por Kakashi, las últimas discusiones, pero al final había decidido que su obligación era la de morir junto a Sasuke. Aunque en ese momento ni Kakashi, ni Sakura y los demás no estén de acuerdo, el rubio kitsune no veía otra salida al predicamento que se enfrentarían todos por causa de su querido amigo y amante… Uchiha Sasuke. Cuando Madara se llevó a Sasuke en una distorsión giratoria hasta perderse de vista, ante los ojos de su antiguo equipo 7.
Naruto había resistido todo lo que pudo delante de Sasuke y además tuvo que resistir el veneno que iba extendiéndose por su cuerpo, se desvaneció ante la mirada de Kakashi, Sakura y Karin. Al caer en la profunda oscuridad dentro de su inconsciente se pudo ver a sí mismo de pie con su acostumbrada sonrisa frente a Sakura y Kakashi, y mientras ellos iban desapareciendo el dolor poco a poco fue cambiando esas facciones, las gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas, su mano derecha presionaba contra su pecho con fuerza como si esto ayudará a mitigar el dolor sin poder hacerlo, su mano izquierda se apoyó contra el suelo resistiendo el peso de todo su cuerpo que ahora estaba de rodillas.
-Sasuke… Sasuke ¿Por qué? –musitaba entre sollozos ahora eran un amargo llanto, gimiendo su nombre de forma entre cortada. Aquel maldito recuerdo de su primer beso aquel que se dieron delante de todos en la Academia Ninja y su primera vez…
FLASH BACK…
Debía detener a Shinou, usando multiples Rasengan destruyó la piramide maya flotante que estalló y empezó a caer en pedazos; su cuerpo fue lazando por la explosión mientras iba cayendo a toda velocidad, Hinata junto a Amaru estaban de espectadoras; Sasuke fue el único que de un saltó hizo aparecer una especie de serpiente gigantesca que atrapó el cuerpo del rubio y sin más ambos desaparecieron ante la mirada asombrada de ambas.
-¡NARUTO! –grito Amaru abriendo los ojos buscandole pero sin encontrar a ninguno de los dos.
-¡NARUTO-KUN! –grito Hinata, un miedo se apodero de ella en ese momento. -Sasuke-kun… -Apretó sus manos en unos puños.
DENTRO DE UNA CUEVA...
Le dolía la cabeza y todo su cuerpo, sin duda alguna había hecho algo propio de él, con total imprudencia, de seguro Sakura-chan iba a reprenderlo y no solo ella si no también se le uniría Yamato-sensei y aunque las posibilidades eran pocas tal vez incluso Sai.
No deseaba abrir los ojos, estiro la mano derecha que para su total sorpresa fue tomada por otra mano.
-Usuratonkachi. En verdad eres un dobe. –la serpiente que salió de la mano libre del moreno envolvió el cuerpo del rubio y aparecieron otras más envolviéndose impidiendo que pudiera moverse.
-¡SASUKE! ¡¿Qué haces?! ¡Suéltame! –no entendía que pasaba por la cabeza del Uchiha, aquella sensación de inquietud en su pecho se removía de manera descontrolada.
-¡Silencio! ¿Qué vas a traerme de vuelta a Konoha? KUKUKUKU ¿En verdad te crees tú mismo esa patraña? Tú no sabes nada de mí o que he tenido que pasar hasta ahora. Y nunca la tendrás Uzumaki Naruto el portador del Kyuubi, maldito monstruo. –escupió finalmente destilando veneno, mientras sujetaba por el mentón al rubio que no podía verlo ya que el protector le cubría los ojos.
-…Lo soy, y tú…-no pudo continuar su frase la mano del moreno lo golpeó fuertemente un hilo de sangre escurría de sus labios. -¡SASUKE TEME! –la mano del de ojos negros presionó con fuerza la mandíbula de Naruto con la clara intención de lastimarlo y callarlo.
-Cállate. No quiero escuchar una palabra más, si te traje conmigo no fue para hablar. Orochimaru cree que tengo una obsesión contigo, pero para ser más claros no es algo que no se quite con una simple revolcada. –agregó con un tono de burla total, liberó de la presión que ejercía sobre la mandíbula del rubio y enderezándose se fue quitando el Gi hasta la cintura.
-¿Obsesión? –susurró dolorido, trataba en vano de forcejear porque agotó su chakra durante la batalla contra aquel monstruo. Y ahora… no veía nada, no sabía que planes tenía Sasuke pero pronto sintió como el Chidori golpeaba su cuerpo. -¡KHAAAAA…! ¡TEME…DETENTE…SASUKE! –su cuerpo se estremeció sintió que por un momento había sido liberado del agarre que ejercían las serpientes pero no duro mucho tiempo, sus brazos fueron atrapados tras su espalda y su ropa cortada dejándolo solo con los pantalones que empezaron a ser bajados.
-KUKUKUKU no te resista, de todos modos pasará. –tirando de los cabellos rubios obligó a este a sentarse sobre su regazo entonces una dureza se sintió entre sus piernas, no supo en que momento ya estaba desnudo y más con algo duro detrás cerca de su entrada.
-¡AH! ¿Qué es eso? Sasuke… -un movimiento sin previo aviso y la erección del moreno ya estaba dentro. -¡AGHHHHH…! ¡Duele…! ¡NO! ¡NO! ¡Haaa…! Detente… -era lo más doloroso que pudiera sentir, el olor metálico indicaba la sangre escurriendo desde esa parte de su cuerpo, los estremecimientos de dolor, las punzadas similares a puñales dentro iban y venían marcando más el dolor en esa zona.
Sus protestas cesaron no deseaba darle a Sasuke lo que deseaba, no iba a suplicar más porque estaba seguro de que el moreno no iba a detenerse, ni tampoco iba a llorar aunque ya varias lagrimitas rodaban por sus mejillas silenciosamente, con fuerza ahora mordía sus labios para no emitir un solo gemido.
En cambio el Uchiha estaba tan sumido en el placer de esas estrechas y cálidas paredes, hundió su rostro deleitándose del aroma del rubio, no pudo evitar morder su cuello suculento. Ahora cambiando la posición lo tenía boca abajo mientras embestía con total ímpetu cada vez más rápido pero se detenía cuando sentía pronto su orgasmo su cuerpo deseaba disfrutar un poco más y volvía a empezar.
Poco a poco el dolor pasó a convertirse en placer, sobre todo cuando su cuerpo fue obligado de nuevo a cambiar una vez más de posición sus piernas eran levantadas sobre los hombros del moreno, y las embestidas más salvajes y precisas tocaron un punto sensible que lo hizo por poco y gritar pero se contuvo tanto como su orgullo ninja le permitía. Cuando creyó que podría con esto, la mano de Sasuke tomó su erección y lo empezó a moverse de arriba abajo hasta que no pudo más y se vino en un ahogado grito, sintiendo como las paredes se estrechaban más con el orgasmo de Naruto, el Uchiha también se corrió dentro y como último acto agarró desprevenido al kitsune posesionándose de su boca en un apasionado beso al que torpemente el rubio correspondía.
Al finalizar todo, Sasuke se dio cuenta de su error y se puso de pie, limpiándose los labios como si esto lo fuera a corregir todo. Frunció el ceño consigo mismo y desapareció al hacerlo él, las serpientes también se fueron, dejando a un rubio confundido y dolorido que lo único que pudo hacer fue vestirse y aunque deseaba echarse a llorar aquella vez no lo hizo, no iba a hacerlo. Se trago todo su dolor y lo convirtió en una hermosa sonrisa.
Por alguna razón creyó que esto que había ocurrido era parte de su camino del ninja. Y tal vez un castigo de KAMI que le decía que con esto era suficiente, sin embargo Naruto era verdaderamente terco como para aceptar la realidad y aún así continuaba con el deseo de traer de regresó a Sasuke a Konoha.
FIN DEL FLASH BACK…
Tan doloroso como aquella primera vez, ahora si que su cuerpo no parecía resistirlo y se quebraría de todas las maneras posibles y todo esto solo acabaría con su muerte. No iba a dejar que Sasuke lastimará a sus amigos, a Tsunade Baa-chan, Iruka-sensei, Kakashi-sensei, Yamato-sensei, Sakura-chan, Hinata… Sai… No iba a permitirlo, tal vez moriría en el intentó pero al final se había prometido llevarse a Sasuke con él. En su último sopló de vida debía hacerlo.
-¡Naruto! –la voz lejana de Sakura le hizo despertar, de inmediato sus manos fueron a sus ojos y se alegro de no haber encontrado lágrimas en ellos, sonrió un poco.
Se fueron a recoger a los demás, Naruto se recostó un momento junto a Sai. Sin pensarlo se pegó a él. Cuando el efecto del somnífero pasó el moreno se sentó y para su sorpresa su capa era sujetada por la mano del rubio cuyo rostro desprendía tranquilidad a la mirada de los demás pero el por alguna razón se encontraba con “un vinculo” y aunque para él todavía era muy complicado interpretar los sentimientos ajenos y propios si podía interpretar ese algo que en su interior se removía de forma ¿Dolorosa?
Iniciaron su camino luego de discutir un poco, Naruto se mantenía alejado del grupo y serio algo poco usual en él, Sai aprovechó el momento para interrogar a Kakashi y después a Sakura. Las palabras de la pelirosa hicieron que el moreno se decidiera a hablar con Naruto.
-Naruto-kun quiero hablar contigo. –dijo apareciendo frente al rubio deteniendo que continuará adelante.
-¿Por qué? –preguntó algo suspicaz enarcando una ceja.
-¿Por qué quieres morir junto a Sasuke-kun? –no pudo ocultar las cosas y las dijo tal y como eran, estaba con un tono de voz algo irritado y una mirada muy seria fijando sus oscuros ojos en los azul cielo.
-No hay otra manera, esa es la verdad y punto. No quiero hablar más del tema, Sai. Quiero decírselo a los demás cuando lleguemos a Konoha. Sigamos el camino, que todos nos llevan ventaja. –hizo una pequeña mueca de dolor que no pasó desapercibida por el moreno, trato de mostrarse lo más calmado y apacible posible, pero frente a Sai no resulto del todo convincente y cuando el rubio se disponía a seguir la mano del moreno lo sujeto con fuerza tirando de ella; bajaron de entre las ramas al suelo.
-¡¿Qué te pasa?! ¡Suéltame! –gritaba el rubio, por alguna razón estar a solas con el moreno era malo, el dolor se removía en su pecho creciendo cada segundo más y más, hasta que estalló; su voz se quebró y ya sin forcejear se abrazó al cuerpo de Sai. -… -empezó con suaves sollozos que poco a poco se convertían en un llanto ahogado escondiendo su rostro en el pecho de Sai quién al principio se quedó algo sorprendido correspondió al abrazó.
Cada sollozo era una especie de kunai, clavándosele en lo más profundo y dolía, le dolía verlo así. Dolía verdaderamente ver al rubio así… Su cálida sonrisa, sus ánimos inquebrantables desechos justo al final de la batalla. A Sai no le pareció nada justo, Sasuke-kun ya había lastimado más allá de la cuenta al rubio y esto era imperdonable.
-No llores Naruto-kun, te lo dije. Que no valía la pena, que no sacrificarás hasta este punto tu orgullo y… -no resistía la idea y sin más tomo al rubio por el rostro con ambas manos y sus labios besaron sus ojos, bebiendo las lágrimas que no eran solo saladas eran amargas, el dolor mismo se sentía con cada beso.
-S-Sai… -jadeó sorprendido, el dolor no le abandonaba pero… esos labios dulcemente se pegaban sobre sus ojos, sus mejillas se tiñeron de un fuerte rubor brillante. Cuando los besos hubieron cesado los ojos azules se fueron abriendo hasta encontrarse con un par de ojos oscuros brillantes comprensivos y tiernos.
-Naruto-kun… Te amo. –finalmente lo dijo, había dado muchas vueltas a sus sentimientos por el rubio y sin duda él deseaba ser más que simplemente un amigo, tampoco buscaba ser el reemplazó de Sasuke-kun pero al mismo tiempo deseaba que el rubio kitsune al menos le quisiera un poco más. –No quiero que me compares con Sasuke-kun, yo nunca ¿Me oyes? Nunca te haría sufrir de este modo, porque te amo. Porque eres lo más importante para mí, y que sepas que yo estaré contigo pase lo que pase… Aún si tú quieres morir junto a Sasuke-kun yo encontraré la manera de que eso no ocurra. No se como, pero te prometo que lo encontraré… -deseaba desesperadamente que el rubio sintiera ese amor que le profesaba, que al menos sino mitigaba el dolor por completo al menos que… Al menos que este aliviará levemente el daño que Sasuke Uchiha le causaba.
-Sai. Gracias… Me gustas. –el dolor continuaba, pero era menos. Su corazón palpitaba entre el dolor y la alegría que aquella confesión inesperada había recibido de su nuevo amigo, de una de las tantas personas más importantes en su vida. Una más que poco a poco iba ganándose su confianza, su cariño… Y tal vez, solo tal vez podría soñar con compartir una vida “juntos” tal vez no en este mundo y no ahora. Tal vez cuando el mundo ninja encuentre la paz que deseaba para ella…
sus labios se unieron en un tierno beso, que de inmediato pasó a uno apasionado enredando sus lenguas recorriendo con estás la cavidad ajena sus brazos rodando el cuello del moreno y los brazos de este rodeando la estrecha cintura del rubio.
-¡Naruto! ¡Sai! ¿Dónde están? –decía Kiba apareciendo en Akamaru que ladraba en la dirección en la que se encontraban. -¡OI! Ustedes dos, no se retrasen de ese modo. –se quejó el castaño estrechando los ojos un poco al ver la cara sonriente de Naruto y la cara con una pequeña sonrisa alegre de Sai. Varias gotitas resbalaron por su mejilla, Akamaru ladraba batiendo la cola.
-Vamos. Ya no estamos tan lejos de Konoha. –la voz de Lee se escuchó llegando junto a ellos.
-Bien una carrera a la villa. –dijo animadamente el rubio lanzándose primero sobre las ramas, seguido por Kiba, Akamaru y Lee.
Sai sonrió y una leve brisa balanceo sus cabellos negros, el llevó con sus dedos unos cuantos mechones detrás de la oreja y suspiró. Sonrojándose mientras iba tras de ellos.
Naruto por su cuenta estaba con los ojos un poco hinchados por llorar, pero el rubor sobre sus mejillas y la sonrisa imperturbable alivio a Kakashi y Sakura que se miraban con una sonrisa cómplice.
ESCONDITE DE AKATSUKI…
Había recibido la operación que tanto deseaba, el poder de Itachi recorría su cuerpo completamente. Estaba seguro de que no iba a perder frente a Naruto…
-No voy a perder, si tengo que asesinarte para completar mi venganza que así sea. Tú no tienes control sobre mí. Tú… -el hilo de sus pensamientos se interrumpió y un recuerdo pasó frente a sus ojos. El recuerdo de un Itachi frente al rubio kitsune…
FLASH BACK…
-¡Yo soy más hermano para Sasuke que TÚ! –gritó el rubio apretando los puños mirando fijamente al Itachi quién no pudo evitar sonreír de manera cálida que le recordó aquellos días de infancia cuando su familia estaba viva.
-Cuando llegué el momento, tendrás que saber lo que debes hacer. Ahora me voy. –se despidió desapareciendo en una nube de cuervos negros dejando al rubio solo…
FIN DEL FLASH BACK…
Sasuke abrió los ojos llevó sus manos sobre sus mejillas, al tocarlas estaban húmedas. Furioso las secó rápidamente al sentir la presencia de Madara cerca.
-Listo ¿Cómo te sientes? –preguntó con un tono despreocupado.
-Siento que el poder de Itachi recorre cada parte de mi cuerpo. –sonrió de forma maligna, aunque por dentro no estaba seguro de lo que sentía en ese preciso momento…
THE END…