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Después de... por EijiTonks

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Notas del capitulo:

Viva la Golden y Strongest Pair!!!!!

 

 Eiji aun parecía estar bajo el hechizo de Oshitari, no pudiendo reaccionar de inmediato, su voz era suave y melodiosa, el sonido mismo era ya un encantamiento, aquel que escuchaba esa voz rara vez era capaz de recordar las palabras que había oído, solo recordaban que escuchar esa voz era un verdadero deleite, la mirada del chico de gafas delataba tan bien como sus palabras sus intenciones, y sin embargo el pelirrojo solo continuaba observando el rostro del otro. Si bien amaba Oishi no estaba ciego, como Fuji le decía “el que estuviera a dieta no quería decir que no pudiera mirar el menú”, y siempre se le había hecho muy atractivo el tensai de Hyotei, aunque solo lo admitía delante de su amigo. Tal vez el podría… ¡no!, de ninguna manera, aunque Oshitari fuera atractivo no podía hacerle eso a Oishi, el amaba a Oishi mas que a nada y no podía, ni quería hacerle daño.

 

-Oishi… yo quiero a Oishi –murmuro Eiji como si despertara de un sueño.

 

 Por un momento Oshitari no pudo disimular el disgusto que lo dominaba al escuchar la respuesta del pelirrojo, mas logro controlarse antes de volver a hablar y poner bajo su hechizo al gatito una vez más. El tensai del Hyotei sabía a la perfección sus atributos  y sabía bien que eran pocas las personas que podían resistírsele, para muchos el mero sonido de su voz bastaba para cautivarlos, más aun cuando la usaba con un tono suave, susurrante y a la vez persuasiva, sabía que nadie podía permanecer indiferente, resistirse a las suplicas y ordenes de aquella voz con la que Kami lo bendijo.

 

-¿No quieres saber lo que es el verdadero placer?, saber que tus deseos pueden ser complacidos –pregunto Oshitari con dulzura –dime Eiji, ¿cuál es el objeto de tus deseos?

 

-Oishi… ¡yo quiero a Oishi! –respondió Eiji con voz clara.

 

 Oshitari se inclino sobre el pelirrojo en un intento por besarlo, sin embargo Eiji antes del movimiento del tensai alcanzo a ver su mente confusa ante la idea de que lo estaban rechazando, lo detuvo poniendo sus manos sobre su pecho, el gato no iba a permitir que el chico de gafas se sobrepasara.

 

-¡Eiji!

 

 Tanto como el pelirrojo como el chico de gafas voltearon hacia la puerta para encontrarse con un chico de cabello negro, que miraba dolido la escena ante él, ya que los otros estaban muy cerca el uno del otro, no resistió estar un segundo más ahí y se dio media vuelta sin mencionar una palabra más retirándose para dejar a los otros solos.

 

-¡Oishi! –exclamo Eiji alarmado quitándose al tensai de encima.

 

 Eiji salió corriendo detrás de Oishi sin perder tiempo alguno, debía aclarar con el sub-capitán lo que había sucedido, lo que menos quería era lastimarlo; la situación estaba de mal en peor, en verdad que el gato poseía un muy mal karma, todo le salía mal y parecía meter las cuatro patas.

 

-¡Oishi espera!

 

-Déjame, Eiji, mejor vete con Oshitari seguro lo prefieres a un raro como yo –dijo Oishi tratando de contener su enfado.

 

-¡Yo te quiero a ti Oishi! –suplico Eiji detrás del sub-capitán –y se lo dije.

 

-Pues veo que le quedo muy claro –contesto Oishi entrando en su habitación y dando un portazo.

 

 El pelirrojo se quedo delante de la puerta suplicándole a Oishi que le abriera y dejara que le explicase lo que había sucedido, mas el sub-capitán ignoro por completo los ruegos del gatito que sollozaba delante de la puerta. Viendo que sus esfuerzos por hablar con Oishi eran infructuosos regreso a su habitación, sintiéndose peor que una cucaracha.

 

 Mientras que en el salón privado donde se había quedado Oshitari, este se quedo sentado a la mesa suspirando frustrado pues su presa se había escapado, pero pronto tuvo compañía al entrar el joven heredero que era dueño del lugar en que se hospedaban; Atobe lo miraba burlonamente mientras recargaba su espalda en una de las paredes.

 

-Tú lo hiciste, ¿cierto? –dijo Oshitari con algo de fastidio.

 

-No es lo único que he hecho –advirtió Atobe divertido.

 

-¿De qué rayos estás hablando?

 

-¡Yuushi! –exclamo Gakuto entrando en el salón.

 

 Oshitari vio con horror que su compañero de dobles se lanzaba sobre él para abrazarlo, solo miro con enfado al heredero que observaba divertido la reacción de su amigo al ver que su novio, el cual había dejado en Tokio, se presentaba delante de él de manera tan efusiva, ya le habían echado a perder sus futuros intentos en seducir al gato.

 

-Te odio –mascullo Oshitari sin emitir sonido alguno.

 

-Lo sé –contesto Atobe satisfecho.

 

 Desde afuera cierto castaño observaba todo el espectáculo sin poder decidirse que había sido lo mejor de la tarde, la expresión de Oishi cuando vio a Eiji con Oshitari valía oro, pero también la frustración y horror de Oshitari por las acciones de Atobe, sin embargo lo único que tal vez podía empañar toda esa felicidad podía ser que el pobre gatito era la victima de las tretas del tensai del Hyotei. Lo tomaron del brazo sorpresivamente, dándose cuenta rápidamente que se trababa de Tezuka quien lo dirigía hacia los jardines.

 

 Gakuto había arrastrado a Oshitari a las aguas termales para darse un baño y pasar un agradable rato con su pareja, el cual parecía molesto por alguna razón y un poco ausente, como si su mente estuviera ocupada por un pensamiento más importante que el.

 

-Yuushi pareces distante –comento Gakuto haciendo puchero por la falta de atención.

 

-Estoy aquí, ¿no? –contesto Oshitari con tono cansado.

 

-Parece que desde que amenace con decirle a todos que duermes con tu mantita de bebé me has estado evitando.

 

-¿Cómo crees?, el que me chantajees nos ha unido aun mas –respondió Oshitari besando la mejilla del más bajo.

 

-Lo que le hiciste a Oishi-kun no fue nada amable, Yuushi –dijo Gakuto mientras el más alto atendía su cuello –tu tampoco estuviste bien la primera vez.

 

-¿Qué? –pregunto Oshitari sobresaltado –debes estar confundiéndote, me dijiste que fue digno del recuerdo.

 

-Sip, yo dije: “Yuushi esto fue digno del recuerdo” –dijo Gakuto con un tono de voz monótono.

 

-No encuentro ninguna diferencia –dijo Oshitari tratando de no ofenderse.

 

-Lo siento no sabía que estaban aquí.

 

 Oishi se encontraba a punto de entrar en las aguas, había pensado que era una buena idea el tomar un baño, tal vez así podría aclarar sus ideas pero al ver a la pareja que estaba presente creyó que ya no era tan buena idea, el chico moreno era al que menos quería ver en esos momentos.

 

-Oishi-kun solo quiero decirte que Yuushi también lo hizo mal la primera vez –dijo Gakuto para calmarlo.

 

-¡Oye! –se quejo Oshitari.

 

-¿Se supone que eso me hará sentir mejor?

 

-¿No lo hace? –pregunto Gakuto un poco sorprendido.

 

-Sí, un poco, gracias Mukahi-kun –contesto Oishi tras pensarlo un segundo.

 

 Oishi pensó que era mejor dejar a la pareja sola, al menos le habían levantado un poco el ánimo, regreso en busca de una bata para regresar a su habitación y tal vez animarse a hablar con Eiji, pero el recuerdo de lo que había visto a su gatito con el tensai de Hyotei lo hacían dudar de las acciones que tenía que tomar.

 

-Oishi quiero que sepas que te ofrezco todo mi apoyo y por favor perdona mis acciones anteriores –se disculpo Oshitari al alcanzar al sub-capitán.

 

-¿No lo dices solo por lo que dijo Mukahi? –interrogo Oishi incrédulo.

 

-No me lo recuerdes –pidió Oshitari dolido –pero no en vano tengo la fama que tengo.

 

-¿De qué hablas?

 

-Yo mejore, en especial cuando hicimos un intercambio de parejas –dijo Oshitari algo pensativo –oye, tal vez si intercambiáramos podría ayudarte, Gakuto es muy flexible.

 

-Eres un pervertido –aseguro Oishi mirando con aversión al tensai –jamás le pediría algo así a Eiji.

 

-Son tal para cual, en verdad, Kikumaru me rechazo poco antes de que entraras, el te quiere a ti –confeso Oshitari al ver su derrota –puedes estar tranquilo, no dejo que pasara nada.

 

-¿En serio? –pregunto Oishi con incredulidad.

 

-Si quieres puedo poner a prueba a Kikumaru una vez más para que me creas.

 

-Te creo, no tienes que probar nada –dijo Oishi temeroso ante la idea.

 

-¡Yuushi regresa ya!

 

-Oishi regresa con Kikumaru e inténtenlo otra vez –aconsejo Oshitari dándole una palmada en la espalda –bueno, el amor de mi vida me llama.

 

 Oshitari dejo solo al sub-capitán del Seigaku, para regresar al lado de su oportuno novio y darle un poco de mantenimiento. El chico de ojos verdes regreso a su habitación pensando en lo dicho por el chico de gafas, se había apresurado en sacar un juicio y no permitió que le explicara una sola palabra, pero lo que había visto daba lugar a varias interpretaciones, tal vez debía darle la oportunidad al pelirrojo de que explicara las cosas, se sintió culpable ya que había estado actuando de manera egoísta sin detenerse a pensar en cómo se sentía el gatito, lo cual lo hacía sentir terriblemente mal.

 

 En los jardines paseaba bajo la luz de la luna una pareja de castaños, que trataban de disfrutar al máximo su tiempo juntos, ya que cuando volvieran a sus habitaciones tenían que separarse y todo por el problema de sus amigos. Tezuka trataba de entender el por qué siempre que sucedía algo con Oishi y Eiji se veía afectada su convivencia con Fuji, ya que por lo regular el pelirrojo siempre recurría al tensai.

 

-Ojala que todo se arregle entre Oishi y Kikumaru –dijo Tezuka recargándose sobre un árbol.

 

-Que tierno eres –comento Fuji pellizcando la mejilla del más alto –o más bien quieres estar solo conmigo sin interrupciones.

 

-Suke eres caso perdido –dijo Tezuka acariciando el cabello del tensai.

 

-Dejando de lado el hecho de que te fuiste a otra habitación, esto es lo mejor que ha ocurrido, el sufrimiento de Oishi ha sido placer puro –dijo Fuji sonriendo malvadamente.

 

-Syusuke no creo que Kikumaru te haya contado del problema para que te pudieras reír de Oishi –explico Tezuka tratando de hacer entrar en razón al tensai –te lo dijo para que lo ayudaras.

 

-Pero no puedo ayudar a Oishi y burlarme al mismo tiempo, es divertido, Oishi debió sentirse muy mal –alego Fuji tratando de explicar su retorcida lógica –es mucho más entretenido observar este tipo de cosas que estar involucrado en ellas.

 

-¿Recuerdas esa vocecita en tu cabeza a la que casi no escuchas? –pregunto Tezuka tomando al tensai de los hombros –has el intento, mírame, ¿qué es lo que te dice?

 

-Grrr –ronroneo Fuji seductoramente.

 

-No, esa es tu voz lujuriosa a la cual le prestas mucha atención –corrigió Tezuka un poco avergonzado –muy dentro de ti hay otra voz apenas susurrante, concéntrate, ¿qué es lo que dice?

 

-Que… que yo… ¿ayude a Eiji? –dijo Fuji pausadamente.

 

-Muy bien, esa voz es tu conciencia, Syusuke –dijo Tezuka aliviado de que tuviera aunque fuera un resquicio de esta –todavía tienes un poco y aun puedes escucharla.

 

 Fuji miro confundido a Tezuka por un segundo, le habían presentado a su conciencia, que curiosamente sonaba muy parecida a la voz del chico de lentes, pensó entonces que tal vez tenía que hacerle más caso a su conciencia para escuchar la voz del capitán, pero después de analizarlo un segundo pensó que era mejor divertirse y quedarse con el original.

 

 Fuji fue de regreso a su habitación para hablar con el pelirrojo, no sin antes obedecer los mandatos de la voz lujuriosa de su cabeza, al entrar encontró al pelirrojo acostado en la cama, que antes era de Tezuka, hecho bolita tratando de controlar su llanto.

 

-Eiji, ¿cómo te sientes? –pregunto Fuji sentándose en su cama.

 

-Oishi me odia, nya –murmuro Eiji triste –tengo miedo que si hablo con el solo se disgustara mas conmigo.

 

-Vuelvo a repetirte que su orgullo esta herido.

 

-¿Cómo fue tu primera vez? –pregunto Eiji de repente.

 

-¿Disculpa? –dijo Fuji sorprendido.

 

-¿Qué cómo fue tu primera vez? –repito Eiji su pregunta volteando a ver a su amigo –me imagino que fue con Tezuka, ¿no?

 

-Obviamente obvio –respondió Fuji algo extrañado.

 

-¿Cómo fue?, nya, ¿esperaron mucho después de que fueron pareja? –interrogo Eiji.

 

-Bueno nosotros esperamos hasta después de que ya fuimos pareja… como cinco segundos después de que le dije que si –respondió Fuji recordando.

 

-Eso no me extraña –murmuro Eiji.

 

-Recuerdo que llevábamos el uniforme de invierno y además un abrigo, vaya que si eran muchos botones –continuo Fuji con su relato –me quito la ropa en un abrir y cerrar de ojos, no lo parece pero Kunimitsu tiene dedos muy agiles, en verdad agiles.

 

-¿Y?

 

-Fue grandioso… eventualmente –dijo Fuji.

 

-¿También Tezuka estuvo mal? –pregunto Eiji sorprendido.

 

-Eiji te estoy diciendo la verdad, fue grandioso y no cambiaría nada de ese momento.

 

-Pero acabas de decir que…

 

-Gatito, ambos estábamos desesperados, moría por tocarlo y porque me tocara, por sentirlo y estoy seguro que él se sentía igual –se explico Fuji sonriendo sinceramente –claro que fue algo torpe y un poco rudo, ambos lo fuimos, pero recuerdo que en cierto momento el me quito un mechón de cabello del rostro lo que fue sumamente tierno y todo eso fue grandioso.

 

-¿En serio? –pregunto Eiji confundido.

 

-Lo que tienes que entender Eiji es que amo a Kunimitsu y aquella vez solo quería ser suyo, así como el me ama –dijo Fuji mirando a los ojos al pelirrojo –si bien ahora es todo un dios sexual, no cambiaría nada porque para mí fue perfecto.

 

-Yo también amo a Oishi, nya, es por eso que quería estar con él.

 

-Escucha, Eiji, solo intenta decirle a Oishi como te sientes realmente –tranquilizo Fuji al pelirrojo –déjame decirte que no hay nadie al que puedas no cautivarlo, especialmente a Oishi, estoy seguro que las cosas van a funcionar.

 

-¿En verdad piensas eso?

 

-Por supuesto, y en caso de que no se vuelva un monstruo del sexo siempre puedo darte juguetes para gato que te entretendrán más que Oishi.

 

-¡Fujiko!

 

 Después de su charla con el tensai el pelirrojo se encontraba parado frente a la puerta de la habitación de Oishi, tratando de reunir el valor necesario para entrar, respiraba con un poco de agitación pues en su mente tenia temor de arruinar más las cosas, aunque para ser sinceros creía que no podía estar peor, pero él era Eiji, el que por alguna razón era la diversión del señor del Karma, así que cualquier cosa podría pasar. Finalmente después de respirar profundo un par de veces toco la puerta, al ver que estaba cerrada el tensai le hizo el favor de forzar la puerta, tras unos segundos la abrió y Eiji entro en la habitación, se encontró con Oishi el cual se hallaba recostado sobre la cama mientras veía televisión, tras ver al pelirrojo tomo el control y apago el aparato.

 

-Oishi por favor escúchame, nya, lo de Oshitari no es lo que crees…

 

-Lo sé, el me lo dijo.

 

-¿En serio?

 

-Aja, el dijo que me querías.

 

-Eso es cierto Oishi, yo te quiero –aseguro Eiji de inmediato –lo que menos quiero es lastimarte.

 

-¿Entonces por qué no me dijiste como te sentías? –pregunto Oishi con calma.

 

-Nya, porque tenía miedo a como reaccionarias, creí que te volverías loco –confeso Eiji avergonzado.

 

-Y lo hice, lo lamento, es solo que me dolió que le dijeras a Fuji y no a mi –se explico Oishi tratando de ser sincero.

 

-Fujiko es mi amigo, hay cosas que te cuento y cosas que solo le cuento a Fuji… además él lo sabe todo, dice que es fácil leerme –dijo Eiji algo apenado –aunque no le diga el ya lo sabe, solo tuvo que mirarme para saber que lo habíamos hecho.

 

-Las cosas se salieron de control, ya no son lo mismo que antes.

 

-Por que las cosas tienen que cambiar, nya, así es con nosotros, digo somos todo un caso, las primeras veces nunca son como las planeamos.

 

-¿A qué te refieres? –pregunto Oishi confundido.

 

-¿Recuerdas esa cita en el auto cinema?*

 

-¿Cómo olvidarla?, Tezuka y Fuji se aseguraron que fuera inolvidable.

 

-También la vez que sin querer queme tu casa* –prosiguió Eiji con sus anécdotas.

 

-Ahora tengo un lindo pez nuevo.

 

-Lo cual hizo que me doliera el codo, nya.

 

-La vez que te emborrachaste y Tezuka te golpeo* –continúo Oishi enlistando los acontecimientos.

 

-¿El fue el que me pego?, pero ves que las cosas han mejorado.

 

-Es cierto, los besos se han vuelto mejores –admitió Oishi.

 

-Nosotros hacemos que funcione, Oishi, nos queremos y haremos que esto funcione como todo lo demás, nya, los besos, las caricias, incluso la primera vez que me metiste mano…

 

-Cierto… un momento, ¿qué hice mal esa vez? –pregunto Oishi confuso.

 

-¿Bromeas?, nya, parecía que le metías las velocidades a un auto –dijo Eiji divertido.

 

-Pero he mejorado, ya no lo hago –se defendió Oishi.

 

-Así es, ¿ves mi punto?

 

-Entonces lo que estás diciendo es que… ¿necesitamos práctica? –concluyo Oishi sonriendo con algo de timidez.

 

-¡Exacto! –exclamo Eiji alegre –¡y mucha!

 

 Oishi rio ante el comentario del pelirrojo, termino con la escasa distancia entre ellos y beso al gatito, ya todo estaba bien, dejaría de comportarse de manera egoísta y pensaría en los sentimientos de Eiji, complacerlo era ahora su prioridad. Eiji rodeo con sus brazos el cuello del moreno y lo condujo hacia una de las camas.

 

-¿Estás seguro? –pregunto Oishi.

 

-Nya, la practica hace al maestro –contesto Eiji con una mirada picara –al menos eso dice Fuji.

 

-No lo menciones en este instante –pidió Oishi recostando al pelirrojo.

 

 Oishi miro fijamente los profundos ojos azules del gatito, los cuales le mostraban que este confiaba planamente en él y el amor que le profesaba, hizo suyos los labios del pelirrojo en un tierno beso mientras que una de sus manos se aventuraba a tocar con suavidad el pecho de Eiji, este jadeo débilmente al sentir el tacto de Oishi sobre su piel y tras romper el beso deslizo la playera del moreno sobre su cabeza para poder tocarlo también. Eiji marco un camino de besos por todo el pecho de Oishi, chupando y mordiendo, ayudando a aumentar la sobrecarga sensorial que sentían.

 

-Eiji te amo.

 

 Eiji sentía que cada parte de su piel clamaba por la atención del sub-capitán, peticiones silenciosas que Oishi trataba de complacer, acariciando cada parte de su cuerpo, frotándola y besándola, el pelirrojo jadeaba si poder controlarse por las acciones de su amante, Eiji deslizaba sus manos por toda la espalda que le fascinaba hasta llegar hasta donde la espalda pierde su nombre. Finalmente se deshicieron de las prendas que les estorbaban para poder disfrutarse libremente.

 

-Oi… Oishi… aaahhh –gimió Eiji al sentir un par de dedos dentro suyo.

 

 El sub-capitán siguió con el movimiento de sus dedos para preparar al pelirrojo, decidido a mostrarle a Eiji cuanto lo quería y deseaba, el debía ser gentil, cuando el pelirrojo estuvo listo el moreno retiro sus dedos y se acomodo encima del gatito, entro en el lentamente tratando de ser lo menos rudo posible, el pelirrojo hizo una exclamación de dolor cuando sintió a Oishi.

 

-¿Quieres parar? –pregunto Oishi agitado.

 

-N-no… solo dame un segundo –contesto Eiji sonrojado.

 

 Sus manos se entrelazaron en el tiempo en que Eiji se adaptaba antes de que este comenzara con un suave movimiento de caderas, Oishi poco a poco fue incrementando el ritmo de sus embestidas, sus labios no dejaban de fundirse unos contra los otros, y pronto el moreno en un intento de darle más placer a su pareja llevo una de sus manos al miembro erecto del pelirrojo, empezando a masturbarlo al ritmo del vaivén de sus caderas, Eiji no pudo resistirlo más y no pudo dejar de gritar, todos los sentidos del pelirrojo estaban totalmente agudizados, proporcionándole una experiencia inigualable, empezó a temblar descontroladamente antes de sumergirse en una niebla seguida de las contracciones que sufría su cuerpo, al igual que Oishi que temblaba y termino al darse un intenso beso.

 

-¿Y bien? –pregunto Oishi recostado al lado del pelirrojo.

 

-Nya, que diferencia –contesto Eiji sonrojado.

 

-¿En serio?... ¡grandioso! –exclamo Oishi con alivio.

 

 Volvieron a la ciudad a altas horas de la madrugada, ya que tenían escuela al día siguiente, en las practicas ya Tezuka y Fuji sabían que las cosas se habían arreglado entre la golden pair, ya que en primer lugar ellos habían podido pasar la noche juntos sin ninguna interrupción, ya sea por parte del gato o del sub-capitán, por lo que era de suponerse que las cosas entre ellos se habían solucionado; el semblante de Oishi era totalmente diferente al que había mostrado el día anterior y el pelirrojo se podía observar un poco mas complacido. Los responsables del equipo tuvieron que ausentarse unos minutos en lo que revisaban unos formularios, tiempo que los demás miembros aprovecharon para descansar un rato.

 

-Parece que al fin todo está marchando bien –dijo Fuji tras refrescarse un poco en los bebederos –ahora lo importante es que no caigan en la rutina.

 

-¿Rutina? –pregunto Eiji algo confundido.

 

-Aja, un poco de variedad mantendrá las cosas interesantes –contesto Fuji mojándose el cabello.

 

-Bueno, nya, ¿qué haces tú con Tezuka? –pregunto Eiji dispuesto a aprender.

 

-¿Seguro quieres saberlo? –cuestiono Fuji mirando al gato de forma traviesa.

 

-Sabes que me lo dirás de cualquier forma, nya –respondió Eiji resignado.

 

-Pues veras el que yo tome la iniciativa parece asustarle pero en realidad le gusta –explico Fuji con una mirada picara –también es bueno hacerlo con una música que les marque el ritmo, eso ayuda mucho.

 

-¿Música?

 

-Sip, a Kunimitsu y a mí nos gusta mucho el Bolero de Ravel, hacerlo mientras lo escuchamos es bastante erótico.

 

-Eso sería algo raro –dijo Eiji con timidez.

 

-Te aseguro que les ayudara –afirmo Fuji secándose el cabello –y lo más importante, Eiji, no lo olvides…

 

-¿Qué?

 

-Sin globito no hay fiesta –concluyo Fuji.

 

-Hoi, hoi, entendido –concordó Eiji sonriente.

 

 Después de su informativa charla regresaron con los demás miembros del club para seguir con el entrenamiento, Tezuka y Oishi regresaban ya a la práctica pero desde los arbustos  el capitán y sub-capitán habían escuchado la conversación del tensai y del gato, lo cual dejo completamente traumatizado al chico de ojos verdes, ya que estaban corrompiendo a su inocente gatito, mientras que el chico de lentes solo trataba de mantener la calma y mantenerse impasible como siempre ante los demás, solo hasta que Fuji apareciera delante de él y lo hiciera bajar la guardia.

 

Notas finales:

 Bueno primero lo marcado con el asterisco es para señalar que son otros fics mios de la golden, me parecio una buena idea el ponerlos. Segundo espero que les haya gustado el lemon de le golden, fue lo mejor que pude hacer asi que disculpen, pero intenten hacer un lemon mientras estan viendo la pelicula de "Marcelino, Pan y Vino", creanme fue lo mejor que pude hacer y pues tercero y ultimo espero les haya gustado este fic y que los haya hecho reir un poco, estare por aqui el proximo sabado con otro fic, entonces nos vemos y si no es mucha molestia dejen un review.


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