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Sufrimiento por danyleo

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Notas del fanfic:

Saint Seiya es propiedad de Masami Kurumada...

No lo digo yo, lo dice San Wikipedia.

Notas del capitulo:

Este fic va para largo...

Capítulo I: Cuando el interés usa una máscara.

 

 

Shion había tenido varios días raros, incómodos, donde sus pensamientos internos le habían costado insultos y unos que otros problemas mayores que debía resolver inmediatamente.

 

Salió de su habitación y se dirigió hasta el salón de audiencias para expedir las misiones que cada caballero llevaría a cabo durante la semana. Ya estaba retrasado quince minutos y su humor estaba oscuro como la chingada (que es muy oscura). Llevaba los documentos abrazados como a un bebé y justo antes de entrar, tropezó con su túnica y cayó al suelo encima del montón de papeles, revolviéndolos todos. Maldijo en silencio e intentó reacomodarlos, sin éxito, por lo que decidió entregarlos así y que se las arreglaran como pudieran los involucrados.

 

Entró al salón y vio que todos hablaban al mismo tiempo. Le estallaba la cabeza y las rodillas le punzaban por el golpe. De reojo observó a sus súbditos parloteando como si no se hubieran visto en una década y le estaban colmando la poca paciencia. Así que sintió, debía apresurarse y largarse a dormir por una estación completa. Estaba insufrible y lo sabía pero se daba cuenta que no podía hacer nada hasta resolver las cosas con Dohko y la pelea que los alejó.

 

--Silencio por favor, que voy a entregar las misiones para cada uno y les tengo una noticia que les parecerá excelente. Si cumplen sus misiones en los próximos tres días, tendrán libre el fin de semana y deberán presentarse hasta el martes. Así que les recomiendo que se apresuren y hagan su trabajo, si quieren esas mini-vacaciones.

 

El salón se volvió a llenar de murmullos y el peliverde tuvo ganas de asesinarlos. Pero su reputación debía mantenerse.

 

--Aquí está el paquete de hojas donde viene la misión y el reporte correspondiente. Si hay alguna anormalidad, díganle a Mu que él los organizará. Yo debo atender unos asuntos de entera importancia y ya voy retrasado así que Mu, eres responsable de lo que indica el protocolo con las misiones. Que tengan buen día.

 

Sin dejar que alguno hablara salió del salón y se fue a su dormitorio. Necesitaba descansar y mucho. Ya en la tranquilidad de su cama recordó a Dohko y la forma en que se derrumbó cuando le confesó que ya no sentía lo de hacía 243 años atrás.

 

+FlashBack+

 

--¡Shion no sabes cuanto te extrañé!--corrió a abrazarlo Dohko--¡Me alegra que estemos juntos de nuevo!

 

--Yo también Dohko...

 

Ambos estaban felices de verse, tanto tiempo de separación había causado distintos efectos. En Dohko, la ilusión de volver a ver a Shion, de recordar y revivir lo que tuvieron antes de las guerras. Shion tenía miedo de que si lo intentaran, no fuera igual que antes, y no quería perder a Dohko. Aún con sus dudas, aceptó ser el novio del librano. Y aparentemente, regresaron como los novios de antaño, una pareja envidiada en el Santuario.

 

Nada dura para siempre, y esa relación no se exentaba.

 

Todo empezó con una discusión porque Shion no quería tener relaciones.

 

--Shion creo que ya es tiempo. Llevamos casi tres meses y yo la verdad deseo estar contigo... Necesito sentir tu cuerpo, pero esa indecisión tuya me está desesperando. No sé si pueda contenerme.

 

--Dohko, es que no me siento seguro... Tengo confianza en ti pero... no creo que sea el momento adecuado. Perdóname. Y si sientes que ya no podrás contenerte, es mejor que terminemos aquí. No quiero que estemos en algo que no podremos llevar en paz y mucho menos el perderte. No soportaría eso. Así que seamos amigos como siempre debió ser... ¿Te parece?

 

Lamentablemente Dohko no reaccionó como el ariano hubiera querido. Sólo escuchó el "que terminemos aquí" y su mente se nubló llena de furia. No aceptaría un rechazo del peliverde y se lo demostraría por las buenas... o por las malas. Así que cuando en su enojo dejó de escuchar a Shion, no lo dudó, tomaría lo que le pertenecía.

 

--¿Dohko? ¿Estás bien?--Preguntó el lemuriano al ver como su "amigo" tenía una expresión desconocida--¿Dohko?

 

--Shion... No debiste hacerlo... No debiste rechazarme... Atente a las consecuencias...

 

--¿Qué estás...

 

Y sus palabras desaparecieron cuando Dohko, sin previo aviso, se abalanzó sobre él, besándolo furiosamente y arrancándole la túnica. Lo abalanzó sobre la cama--de Shion, porque estaban en la alcoba patriarcal--y se comenzó a desnudar lo necesario como para cometer una atrocidad.

 

--¡¡Por favor suéltame!!--comenzó a gritar el peliverde, pues el chino tenía fuerza y lo estaba lastimando. Sus poderes eran casi idénticos, así que no podría hacer mucho--¡Dohko! ¡No! ¡Suéltame! No...

 

Shion, comenzó a llorar, le dolía lo que hacía, y no tanto por sus acciones, sino porque era precisamente Dohko, su mejor amigo, su primer amor, el que estaba intentando ultrajar su cuerpo.

 

Dohko, sabía que estaba cometiendo una locura, y quizás lo pagaría caro, pero es que no se podía controlar... Él, amaba a Shion y no quería un rechazo, quería que Shion correspondiera sus sentimientos. Y lograría su cometido aunque le costara su armadura. Pero al ver las lágrimas correr por las mejillas del lemuriano y que no se movía, algo en su conciencia le gritó que debía detenerse, que si quería tener junto a él a Shion debía aceptar las condiciones. Y se detuvo.

 

Shion se quedó atónito al observar un par de gotas descender de los ojos del librano. ¿Estaba llorando?

 

--Perdóname Shion... Perdóname...

 

Y sin más, salió corriendo empapado en llanto y dejando a un aturdido lemuriano sobre la cama.

 

Durante tres días, el patriarca no vio a Libra y comenzó a preguntar con los otros caballeros pero nadie supo decirle nada. Ya estaba preocupado, pues Dohko era muy notable y su humor no decaía, aunque le daba la razón porque después de sus acciones, él tampoco saldría de su templo.

 

Pasaron un par de días más y entonces Dohko llegó al recinto, muy temprano, con su armadura en su estuche y una pequeña maleta.

Shion estaba sorprendido y un poco asustado por el aspecto del moreno.

 

--Buenos días patriarca.

 

--Dohko...

 

--Sólo vengo a presentar una carta de permiso para ausentarme a la montaña de los cinco picos y mantener mi estadía por tiempo indefinido.

 

Aquello, Shion no se lo esperaba. El estado del cuerpo del chino era muy triste, ojeras, cansancio y una notable inestabilidad emocional. Debía hacer lo que el otro solicitaba.

 

--¿Por qué?

 

--Es un motivo personal...

 

--Lo siento Dohko, si no me explicas al motivo no puedo autorizar tu salida y bien sabes que es protocolo, no es decisión mía. Así que dime ¿Por qué?

 

Era cierto, pero aunque era protocolo, Shion se moría por saber la razón de la urgente huída del Libra

 

--Deseo permanecer en tiempo de meditación para recuperar la paz que siento he perdido y estar junto a Sunrei y Shiryu. Desde que regresamos, no he podido convivir con ellos y quiero hacerlo...

 

Shion sintió un consolador de hule metido hasta el fondo del intestino, eso no se lo esperaba, pero ni modos, ya tenía una razón clara y desde ya que no la iba a negar.

 

--Muy bien, toma, es el papel firmado con autorización de reposo indefinido, pero recuerda, si en caso hay alguna guerra, deberás ocupar tu lugar sin pretexto alguno. ¿Entendido?

 

--Por supuesto, gracias--dijo Dohko con una sonrisa que intentaba no demostrar el dolor que le calaba fuerte.

 

Comenzó a alejarse, pero regresó al escuchar el suave llamado de la melodiosa voz de Shion.

 

--Espera un segundo por favor...--Al ver que Dohko se detuvo, mas no volteó, continuó hablando--Lo siento mucho Dohko... En serio lo siento mucho, pero espero que comprendas que no puedo obligar a mi corazón a hacer algo que no quiere... Y yo no quiero perder tu amistad, si hubiéramos continuado, tal vez habría hecho algo de lo que me después me arrepintiera... Pero aún así... Sabes que te quiero y...--Un nudo se formó en su garganta--No quiero que nos afecte... Te pido me entiendas...

 

--No te preocupes Shion... Esto es algo que ya deseaba desde que volvimos a la vida... No es por lo que hice, aunque soy yo quien te pide mil disculpas por esa acción tan inmadura mía... Tranquilo, no volverá a suceder jamás y por nuestra amistad no te apures, no cambiará. Seremos los mejores amigos de siempre. Así que adiós carnero, se me hace tarde--Dijo Dohko volteando y ofreciendo un abrazo asfixia carneros, con una sonrisa sincera, que reconocía el gran corazón de Shion y su sencillez.

 

El otro corrió a corresponder su abrazo y llorando le agradeció el favor.

 

--...Espero que tengas un buen viaje, cuídate mucho y saluda a Shiryu y Sunrei de mi parte. Gracias Dohko, gracias...

 

--No hay de qué. Nos vemos.

 

--Adiós.

 

 

+Fin FlashBack+

 

--Maestro... ¡Maestro! ¡Despierte por favor!--Gritaba desesperado Mu, pues cuando buscó al patriarca, lo encontró durmiendo y con lágrimas en los ojos.

 

--¿Qué pasa? ¡¿Dónde está Hades?!

 

--¿Hades? ¿Para qué lo quiere? ¿Está bien?

 

--Creo que sí... ¡Carajo Mu! ¡No me hables así! ¡Me asustas!

 

--Lo siento pero es que tengo unos problemas con dos compañeros y no puedo resolverlos, quieren que usted mismo lo resuelva.

 

--Parecen niños... ¡Dioses!

 

Por suerte, el dolor de cabeza cedió y eso le daría un poco de tranquilidad.

Llegó al salón y encontró a Shura, Milo y Death Mask gritando sobre algo que parecía molestarles.

 

--Deja que se quede con la isla, tú puedes ir a la montaña y regresar en tres días... Él tardará más...

 

--¡No Shura! Yo quiero ir a la isla, él que se vaya a la montaña, si regresa antes o después de mí me vale pero quiero ir yo a la isla...

 

--Tengo las hojas donde dice que me toca ir a la isla, no a la montaña, además esta hoja es tuya, no mía, Mu dijo que estaban revueltas pero a mí me tocaron las de la isla... Así que tú irás a congelarte el culo mientras yo disfruto el mar...--Le gritó Death Mask a Milo, que se lanzó encima y le comenzó a gritar palabrotas.

 

<<Definitivamente parecen niños>>--Pensó resignado el patriarca.

 

--¡A ver los dos! ¡Quietos! ¡Milo!--Al verlo, ambos se quedaron quietos.

 

--Shion, por favor ayúdeme, ya no sé que hacer con este par, me están colmando la paciencia--Dijo al borde del llanto el español.

 

--¡Es culpa de Milo!--Gritó Cáncer--No quiere ir a la estúpida montaña, es un inmaduro.

 

--¡Cállate! El inmaduro es otro, ¿Qué diablos te cuesta darme esa misión? Es lo mismo.

 

--Pues si tú dices que es lo mismo, ve a la montaña y punto--Advirtió Shion--No tiene caso que peleen por algo así, y si quieren que yo decida: Milo a la isla y Death a la montaña, punto. ¡Ahora largo!

 

--¡¿Por qué a la montaña?! ¡Yo tenía la isla! ¡Ahora resulta que le vas a hacer su gusto a este niñato malcriado! ¡Sólo eso me faltaba!

 

--¡Lo dices porque te quitaron tu misión! ¡Tú eres el malcriado! ¡Déjame en paz Cangrejo!

 

--¡¡Silencio los dos!! Estoy harto ¿Entienden? ¡Harto! De todas estas absurdas peleas, parecen un par de críos inmaduros y desobedientes. ¡Aquí yo soy el patriarca y se hace lo que yo diga! ¡Ustedes son dos pequeñas y estúpidas ratas que obedecen mis órdenes sin preguntar!

 

Ambos caballeros veían atónitos a Shion, ¿Les dijo "pequeñas y estúpidas ratas"? Sabían que el peliverde nunca levantaba la voz y era muy apacible, pero cuando se enfurecía les decía hasta de qué se iban a morir.

 

--¡Por lo tanto, Cáncer montaña y Escorpio isla, no se diga más y lárguense... ahora!

 

Milo y Shura (Que por su bien se quedó junto a Mu, cuando Shion apareció) se retiraron, Milo satisfecho porque tenía la misión que quería y Shura temeroso por un nuevo arranque de nervios del carnero mayor. Mientras tanto, Cáncer se quedó desafiante, de pie frente a Shion, dejándole en claro que él no sería tan fácil de doblegar. Al ver que no se movía y tenía una cara de arrogancia, Shion se dio cuenta que debía imponerse o terminaría cediendo y con los nervios crispados; y no quería eso.

 

--¿Algún problema Death Mask?--Siseó el patriarca esperando que todo saliera bien.

 

--Sólo uno--Respondió en el mismo tono el italiano--El que le hayas dado MI misión a ese tonto descerebrado y encima le hayas hecho su caprichito, se supone que cumplimos tus órdenes sin objetar y él viene como rey a pedir algo que no le corresponde y tú le dices que sí, como su fuera tu patrón. No es justo, ¡No lo es!

 

Realmente sentía la incomodidad en la voz del peliazul, por un momento sintió derretirse por la rabieta, se veía tierno con sus facciones molestas y esa boca sexy haciendo morritos. Pero debía ser fuerte y resistir, talvez pudiera hacer algo, aunque lo siguiente que salió de la boca del caballero, cambió totalmente su pensamiento.

 

--...Seguramente ese pendejo de mierda te rompe el culo así como a ti te gusta y es por eso que haces lo que el quiere.

 

--¡¿QUÉ?! ¡¿Quién diablos te crees para venir y decirme eso?! ¡Es inaudito! ¡No lo puedo creer! ¡¿Qué rayos pasa contigo?! ¡¿Sabes qué?! ¡Ese "pendejo de mierda" es mucho más hombre que tú!--Eso nada tenía que ver pero no halló otra cosa--¡Si me rompe el culo, a ti no te importa! Te recuerdo que yo hago lo que quiero con ustedes y...--Lo silabeó con autoridad--Tú eres mi perra y yo decido que debes hacer, cuándo y cómo... Obedeces mis órdenes sin preguntar y al pie de la letra... Espero te haya quedado claro y ahora largo de mi vista...--Se dio la vuelta pero dijo--Además, apuesto a que tú, no puedes superar a Milo en una orden sexual mía...

 

Sin más, se fue dejando a Death con una furia digna de un Dios loco. Ya le demostraría que sí podía ser lo suficientemente hombre, y mucho mejor que Milo y todos esos ineptos que tenía. Ese mismo día se retractaría de haberle dicho eso. Se retiró muy molesto a su templo; arregló sus maletas para el viaje, con varios abrigos y organizó su plan.

 

Dejó lista la cena, una merienda para el viaje al día siguiente y se dio un baño refrescante. Se vistió con una túnica azul marino de bordes dorados, se puso una colonia suave con feromonas (Que le regaló Afrodita en un día de primavera ¿?) y salió directo al recinto de Shion. Le daría una lección que jamás olvidaría a ese tonto peliverde que lo había insultado.

 

Caminó por las escaleras de los templos, dejando a más de uno con las ganas de lanzársele encima y cuando estuvo frente a la habitación donde seguro aún estaba Shion, se dio un último retoque y tocó la puerta.

 

--Adelante--Se dejó escuchar la voz de Shion.

 

Entró, viendo al lemuriano sentado en el trono patriarcal, revisando documentos, y caminó seductoramente hasta él, incluso arrogante, y se detuvo al frente.

Shion levantó la vista, se quitó los anteojos (Que se ha quedado ciego el tío), y miró al otro como a cualquiera.

 

--¿Necesitas algo?--Preguntó inocentemente el patriarca--¿Death necesitas algo a ésta hora?

 

El otro no contestó, se acercó lento hasta estar a tres centímetros del rostro de Shion, que se puso muy nervioso con la cercanía, y lo besó.

Al momento, Shion tuvo mil reacciones por segundo, sintió deseos de corresponderle, mariposas, ganas de golpearlo, de matarlo, de tener sexo salvaje con él en donde fuera, de saciar sus deseos de pasión... Así que se decidió por algo benéfico para él.

 

Cuando terminó el beso, las mejillas de Shion eran muy rojas, y comenzaba a sudar, definitivamente deseaba eso inconscientemente. Aunque estaba algo nervioso, Death Mask era muy atractivo ante los ojos del lemuriano, eso le daba varios puntos. Su pulso era acelerado, contrario a Cáncer que ni siquiera se inmutó.

 

--¿Qué... Significa esto? ¿Es una broma pesada?

--No... Te estoy demostrando que puedo ser... que soy más hombre que Milo o cualquiera de tus lacayos.

 

Shion para nada comprendía de qué hablaba Death Mask hasta que recordó la discusión de unas horas antes.

 

Sin más, el italiano comenzó a besar de nuevo al lemuriano y a acariciarlo mientras le quitaba la túnica y lo dejaba como Dios lo trajo al mundo. Shion estaba muy apenado pero las caricias y esos besos se sentían tan bien que no podía hacer nada más que gemir y excitarse.

 

--Ahhh... N-no... Death por ahhh favor... Dé-déjame... Oh siii... Ahhh...

 

Cáncer, satisfecho con los resultados siguió acariciando la piel desnuda de Shion. Llevó sus manos a sus pezones y comenzó a sobarlos, después su boca recorrió los labios y el cuello del patriarca para llegar a esos botones rosados y chuparlos delicadamente. Mientras las manos de Shion, amenazaban con romper los reposamanos del trono por la presión. Ese chico podía ser el peor patán pero parecía una verdadera máquina sexual. Si que lo excitaba...

 

Cuando Shion creyó sentir que Death Mask se detenía, el otro rápidamente llevó su mano al turgente miembro del peliverde y lo masturbó, con delicadeza haciéndolo delirar. El carnero se estaba derritiendo, y eso que usaba sus manos... ¿Qué pasaría cuando su boca las sustituyera?

Mientras tanto, Death Mask se sentía muy orgulloso de sí mismo al ver el grado de excitación que tenía su superior. Se estaba esmerando en hacerlo morir y renacer... Decidió ver cuál era el límite, hasta que punto era Shion capaz de llegar. Prosiguió con las atenciones en su miembro y sus pezones, aunque después su boca abandonó su pecho para descender hasta llegar a su ligero vello púbico color olivo. Sin pensarlo mucho, acarició sus genitales mientras con la punta de su lengua, recorrió la cabeza del pene de Shion y luego se lo metió hasta donde le fue posible. Sorbió, mientras observaba las reacciones del otro. Vio sus facciones contrayéndose, y escuchó sus gemidos desesperados porque fuera más rápido, para poder acabar. Se detuvo.

 

--Dale tiempo al tiempo... Debes devolver el favor carnero...--Dijo dando pequeños lengüetazos a la corona y el glande.

 

Shion lo vio a los ojos y después bajó su vista a la parte baja de la túnica donde pudo observar que, a pesar de estar él por llegar a la Gloria, el italiano apenas tenía visible la excitación.

 

--Vamos...--Dijo poniéndose de pie--Te recompensaré por darme placer--Le susurró en el oído y se quitó la túnica.

 

--<<Ay por Athena... Este tipo está más que bueno... Perdóname juramento de castidad>>

 

Sintiendo estallar su cuerpo en calentura tomó el pene del cuarto custodio y comenzó a sobarlo con sus finas manos. No podía creer que esa parte del cuerpo fuera tan caliente. Subió la vista y observó una socarrona sonrisa en los morenos labios de su acompañante. Comenzó a masturbarse mientras metía en su boca la punta del miembro. El sonido de la glotonería inundó los sentidos de ambos...

La lengua de Shion le estaba haciendo maravillas a pesar de que la inexperiencia se notaba; chupaba como a un caramelo y acariciaba suavemente los genitales. Sintió que jalaban sus cabellos y los guiaban a ir más rápido; entonces apresuró el masaje en los genitales del ojiazul para obtener un largo gemido de satisfacción y algo como pegamento líquido llenando su boca hasta rebalsar y correr en líneas delgadas por su cuello.

 

--Buen trabajo... Tendrás un premio...--Le dijo el italiano mientras sacudía cariñosamente sus verdes cabellos y veía que la mano del peliverde seguía buscando el placer--Levántate.

 

Como oveja, XD, le cedió el lugar; el otro se sentó y jaló la blanca mano para besarlo de nuevo y así retener un poco de su esencia. Después metió dos dedos en la boca de Shion.

 

--¿Lo quieres?--Preguntó sacudiendo su miembro antes los ojos de Shion, que aún chupando los dedos, contestó enérgicamente con su cabeza--Entonces te lo daré...

 

Aunque si se lo iba a dar, tenía que prepararlo, porque desde que inició con su juego, puedo percatarse que Shion permanecía intacto... Así que Dohko no le había metido mano (Y otra cosa). Interesante.

 

Con sutil brusquedad, lo acercó y con uno de sus dedos violentó la estrecha entrada de Shion.

 

--¡¡Ahhh!!--Gimió el carnero al sentir ese intruso--No... Duele... ¡¡Ahhh!!--Ya eran dos, y Cáncer tenía la misma sonrisa de Saga cuando fue poseído por Ares--¡Para! ¡Duele mucho!... No... Oh... Si... Ahhh...

 

Técnica cuatro, manual del buen amante: Si tu presa se queja, ignóralo y apúrate. Si no, contraataca el dolor con placer.

 

Death seguía dilatando la pequeña cavidad, pero había un punto clave, comenzó a chupar el pene de Shion mientras su tortura continuaba hasta que las piernas del menor temblaron y pudo comprobar algo: Al bebé le iban a dar su leche.

 

--Siéntate--Le ordenó. El patriarca tardó en entender sus palabras. ¿Se iba a sentar en...? ¡Santa Athena!--Yo te ayudo.

 

Con una sonrisa amable, el italiano se acomodó en la silla, miró a Shion, lo jaló y con intensidad introdujo la cabeza de su pene en el cuerpo delgado y sudoroso de su compañero. Ambos soltaron un gemido. Ya entrado en confianza, el lemuriano cerró sus ojos, se relajó y descendió hasta sentirse lleno y ver que sus nalgas rozaban los muslos de Death Mask.

 

--¿Te gusta?

 

--Si...--Le contestó en un suspiro.

 

--Muévete...

 

Y así comenzó un vaivén lento, porque para el peliverde era incómodo, ya que sus rodillas chocaban con la orilla del trono. Así que el que estaba sentado, cargó el cuerpo de su amante y se sentó un poco más al borde. Entonces si sintieron más intensa la penetración... Los anillos del cuerpo de Shion apretaban sin piedad el miembro del peliazul y conseguían acercarlo al orgasmo. Para entonces, una idea pasó como un rayo en ambos y sin poder controlarse, Aries cabalgó lenta y torturantemente mientras sus miradas se cruzaban en señal de aceptación.

 

--Ah... Si... Oh... Mmm...

 

El cuarto custodio sólo jadeaba mientras masturbaba el falo de Shion y se movía como queriendo partir su cuerpo. Por su parte, Aries intentaba jalar aire con su boca al sentir las cortas y duras penetraciones, con sus brazos rodeó la ancha espalda y sus uñas creaban líneas carmesíes. Estaban bañados en sudor y entrelazados teniendo sexo como dos animales, dejaban que sus instintos los guiaran... Era más que agradable y talvez no se repetiría.

Los pies de Shion comenzaron a cansarse por el esfuerzo de sostener su cuerpo, pero no podía detenerse, el placer de tener ese enorme pedazo de carne no lo dejaba ni pensar. Inconscientemente regresó su vista y cruzó sus amatistas con los zafiros para emitir una muda súplica de que estaba cansado, aunque no quería parar, y sus nalgas dolían por las rudas caricias que ahora le propiciaba Mask en orden de que siguiera moviéndose. Como imán, sus labios se juntaron y entre los besos ardientes, el lemuriano ya no lo soportó.

 

--Necesito... Ahhh... Necesito que... Siii... Ohhh... Acuéstame...

 

--¿Que te acueste? ¿En dónde?

 

--No me importa--Le gritó moviendo lento sus caderas--Acuéstame y cógeme...

 

Cáncer soltó una pequeña risa y sacando su miembro, con una queja del menor, lo sentó, casi recostado en el trono y dejando expuesta su abertura, entró rápidamente y comenzó a embestirlo sin control, arrancando más gemidos y gritos.

 

--¿Esto querías?--Preguntó innecesariamente mientras pequeños ríos de sudor recorrían su frente y mojaban la caliente piel de las piernas del que estaba en el trono, ampliando las sensaciones.

 

--¡¡Ahhh!! ¡¡Si!! ¡¡Si!! ¡¡Más duro!! ¡¡Ah, dame más!! ¡¡Ahhh!!--Sin duda su próstata y su miembro eran estimulados a la perfección lo que estaba haciéndolo desmayarse de placer... Incluso unas lágrimas amenazaban con rebalsar de sus orbes y mezclarse con el sudor que mojaba su cabello y el trono, dejando el olor y marcas de esa intensa experiencia. Intentó soltar el respaldo del trono al que se aferraba para poder pellizcar sus pezones, no sabía por qué pero tenía la necesidad de hacerlo, pero sus manos no respondían, estaban incrustadas en el terciopelo rojo tratando de contener la pasión. Incluso cerró los ojos, creyendo que así evitaría desfallecer; es que su garganta ya estaba reseca por las bocanadas de aire que intentaba atrapar sin éxito y esos gemidos y alaridos que escapaban sin poder detenerlos. Vio sus piernas colgando sobre los brazos de Cáncer y ese pedazo entrar con facilidad de su manchada entrada, no se había dado cuenta de eso, estaba sangrando. Más poco le importó y sus manos se encargaron de agarrar sus piernas para tener una vista más obscena y placentera.

 

--Ahhh... Death... No resisto maaahhh... Si, si, si, si, si...

 

--Eres tan apretado... Ah Shion eres ahhh... exquisito... ¿Quieres más? ¿Quieres que te lo dé? ¿Deseas mi leche?

 

El patriarca oía su voz y se sentía más cerca del orgasmo, esa forma tan soez de hablarle lo excitaba y encima SI quería llenarse de esa leche...

 

--Si, si, si, si, dame tu leche... Ah... ¡¡Ya no puedo!! ¡¡Ahhh!! ¡¡Nooo!! Ah... Me... Me... Yo... Oh si... ¡¡¡Ahhh!!!

 

Los movimientos se incrementaron y sin poder evitarlo, un abrasante orgasmo invadió el cuerpo del lemuriano, haciéndolo llorar y quedarse sin aliento. Arqueó su espalda y sintió como el semen manchó su abdomen... Estaba caliente.

Death Mask aún no llegaba al clímax, pero ese gesto de abandono que hizo el carnerito, no lo soportó, mordió su labio inferior, dio un par de estocadas más y se derramó en ese delicioso interior que le otorgó tanto placer. Ambos comenzaron relajar sus músculos agarrotados y a jadear en busca del aire mientras un calor hecho del aroma del sexo los inundaba. Cáncer sacó despacio su pene que aún chorreaba semen mezclado con sangre y dejó que terminara de manchar la rosada entradita de Shion. Vaya que le dio guerra...

 

--Eso fue...

 

--Indescriptible... ¿Y tu cama?

 

--De-detrás de...--Apenas su cabeza identificaba donde estaba--De... De ahí...--Señaló temblorosamente hacia las rojas cortinas.

 

Como si pesara cien gramos, el italiano lo levantó entre sus brazos y lo llevó a la mullida y perfecta cama, donde lo recostó y encima cayó él. Aún tenía energía pero lo incómodo del trono le bajó un poco la libido. Afortunadamente, ese lecho se veía muy cómodo y así podría seguir hasta dejar al otro inconsciente. No podía resistir.

 

Comenzó a besar el cuello de un adormilado peliverde y acarició sus piernas en lo que se acomodaba.

 

--De-death... Ah... No... Yo, yo... Mmm...

 

--Tú no ¿Qué? ¿No puedes seguir? ¿No quieres? ¿Deseas que me detenga?--Le preguntó socarronamente mientras sobaba su miembro y besaba su cuello. Sabía de sobra que el otro no iba a resistir las atenciones y caería rendido... Boca de profeta creía tener Cáncer. Por su parte, el patriarca estaba asombrado con el italiano, ¡Vaya que tenía aguante! Ya llevaba dos orgasmos y parecía aún más duro y caliente que al principio, si él con uno apenas y podía.

 

--Ah... Sigue... Si, si, si, si, si... Dioses, Mask... Mmm...

 

Entonces, Shion comenzó a buscar la boca del moreno y correspondió con delicadeza los fogosos besos. A pesar de todo, iban lento, incluso parecía una entrega pasional romántica en lugar de una sesión de sexo casual. El carnero acariciaba el cabello del cuarto custodio en señal de excitación porque el otro no dudó en lubricar su entrada de nuevo con el semen que tenía, y encima lo estaba intentado penetrar. El movimiento circular de su pene, intentaba dilatar su apretado anillo. El Aries ya no podía ni abrir los ojos, se estaba muriendo de placer con ese gesto, de pronto sintió la cabeza dentro suyo y un gemido apagado salió de su boca.

Death Mask entró de lleno y comenzó a moverse lentamente mientras masturbaba al peliverde y veía el sonrojo en sus mejillas.

 

--Nooo... Deaaahhh... Despacio... Ah si... Más, más, más... Mmm... Párteme, ahhh...

Si, si, si, si, si, si, si... Mmm...

 

Un segundo y violento orgasmo le llegó cuando Death Mask tocó ese punto en su interior que lo hizo aflojar su cuerpo. Ahora si que ya no podría continuar. Se dejó caer sobre la cama, aunque apretó el sexo del otro inconscientemente y provocó el orgasmo de su compañero.

 

Estaban exhaustos... Hacerlo tan rudo les provocó un cansancio de músculos.

 

--¿Te quedarás?-Preguntó Shion a su compañero mientras se acomodaba en la cama y se iba durmiendo.

 

--Si su magnificencia me lo permite-Le contestó el mayor en burla y jalando una sábana.

 

--Con un si, era más que suficiente... Puedes quedarte... Por el tiempo que quieras...--Susurró lo último y se durmió aunque no sólo se refería a la ocasión y el otro lo comprendió bien, pero a su manera.

 

Sin hacer caso a nada, arriesgando a que llegara algún sirviente o caballero, se durmieron. Ni que decir de la misión, fue realizada por alguien más y el asunto quedó encubierto de forma astuta.

Continuará...

Notas finales:

Esta fue una especie de introducción...

El capítuloII, explicará en si, la historia.


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