MADAPAIN por Akemi rinnegan

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El joven de mascara naranja con diseño de espirales camina por los pasillos de piedra maciza de la guarida de la más temida organización de criminales. Se dirigía a la oficina de su 'líder' que le tenía una 'importante misión en solitario' que solo él podría resolver.

Entró como si nada en la habitación. Pain se encontraba sentado tras su escritorio, con la cabeza escondida en sus brazos. Ligeros ronquidos salían de sus labios, ligeros y sexys ronquidos al parecer de Madara.

— Pain, despierta. — le sacudió dulcemente, contrario a como era. Madara no solía ser dulce o tierno con las personas, al contrario, era violento y sádico pero con Pain todo era diferente.

Mantenía una relación con él de siete meses, desconocida por todo akatsuki. Se amaban, pero les daba miedo lo que los demás pensaran sobre su sexualidad.

Pain comenzó a despertar, frotándose los ojos para fijar su cansada mirada en su seme.

— Hola, Mada-chan. — Saludó con un suave ronroneo.

— No me digas así, Naga-chan. — Contraatacó, inflando las mejillas cual niño berrinchudo.

El menor hizo un puchero horriblemente adorable al mangekyou de Madara, que lo tomó posesivamente besando sus suaves y delineados labios.

Alguien toco a la puerta, y la voz de masculina les hizo saber quien era.

— ¿Líder? Soy yo, un. — Solo alguien tenía la costumbre de utilizar ese tic al final de sus oraciones. Y ese alguien era Deidara.

— Deidara. — Dijo Pain, separándose de Tobi. — Pasa.

El rubio pasó, sorprendiéndose de ver a Tobi allí, parado junto al líder y no en el asiento habitual, en frente de Pain.

— ¿Qué querías Deidara? — Preguntó, recostándose en su asiento.

— ¿No podríamos hablar a solas? — Miró de soslayo a Tobi, quien entendió la indirecta para marcharse de allí. Una vez solos. — Sabe líder, necesito un consejo… de amor.

— ¿Quién me crees? ¿Cupido? — Exclamó con un leve tono carmín en las mejillas.

— No, pero como usted siempre anda con Konan supuse que tendrían algo más que solo amistad…

— ¡Konan es solo mi amiga, solo eso! — Exclamó más rojo que el cabello de Sasori.

El mas joven de la organización arqueó una ceja rubia, extrañado.

— ¿Se encuentra bien líder? Sabe, creo que volveré mas tarde.

— ¡NO! Puedes decirme lo que venías a decir, porque sino sería en vano. Anda, habla.

— Creo que me estoy enamorando de Hidan. — Admitió avergonzado.

— Ah, Hidan sale con Kakuzu, Deidara. Pensé que todo akatsuki lo sabía.

— Lo se, lo se, pero no puedo evitarlo. —

"Pobre Dei." Pensó el chico piercing.

— Sabes Dei, no puedo ayudarte. Hidan esta enamorado y es difícil que lo apartemos del lado de Kakuzu. Pero, mira el lado bueno, Itachi tiene algo de interés en ti…

— No me interesa Itachi. — Lloriqueo el rubio. — Quiero a Hidan, buaa.

Y salió del despacho con la mirada baja. Pain le siguió casi de inmediato, puesto que ya era hora de almorzar, aunque probablemente, luego del almuerzo fuese el 'almuerzo' de su novio.

Todo estaba normal, Hidan le robaba la comida a Kakuzu, Itachi coqueteaba con Deidara, este le ignoraba, Konan comía tranquila, mirando indiscretamente a Pain, Tobi miraba con rabia a la peliazul y Zetsu y Kisame se alimentaban el uno al otro.

— Deja de robarme la comida ¿quieres? — Pidió el ojiverde, a su uke.

— Pero es que… — Puso los famosos ojitos no jutsu (ojitos de cachorrito abandonado) haciendo un pequeño y tierno puchero para ablandar a su novio.

— No funcionara esta vez. — Se negaba a verlo directamente a la cara. Sabía que si lo hacía, caería en los juegos de Hidan.

El albino siguió con sus inútiles intentos de conseguir la lastima de Kakuzu, Itachi seguía intentando captar la atención de Deidara, este miraba a Hidan con una mirada enamorada pero discreta y Konan y Tobi se mataban con las miradas.

"Es increíble que Pain le permita acercarse de esa forma a él. Como lo odio" Pensaba Konan.

"Maldita perra azul. Siempre coqueteándole a MI Nagato, Naga-chan es mio y de nadie más." Pensó con rencor, el enmascarado.

— Que silencio. — ¿Quién rompió la dulce calma que reinaba allí en esos cinco minutos? Pain.

Todo mundo dirigió sus miradas hacía el 'líder' incluso Tobi y Konan le miraron extrañados.

— ¿Qué? — Preguntó inocente. Se levantó y desapareció por la puerta, no sin antes asomarse y hacer una seña a 'Tobi' con su dedo índice para que lo siguiera. — Tú y yo tenemos que hablar sobre tu castigo por lo de ayer.

— ¿Ahora que hizo el mocoso? — Preguntó Hidan, curioso.

— Ps, asuntos entre Tobi y yo. Vamos mocoso, apura esas piernas. — Le ordenó.

Poniendo su mejor cara de sufrimiento, Tobi siguió lentamente al 'líder' hasta su despacho, por detrás de la mascara, sonreía con malicia y lujuria.

En la oficina del SubLíder de akatsuki, como le llamaremos a Pain cuando este en presencia de Madara, estos dos se miraron a los ojos como solo ellos se miraban. Madara ya no llevaba su mascara.

— ¿Y cual sería mi castigo? Si se puede saber… — Sonrió libidinosamente.

Pain no dijo nada. Solo se acercó a él, enlazando sus brazos por su cuello y besándole en la boca.

— ¿Eso es un no?

— Es un… Tómame ya, maldito idiota. — dijo avergonzado, Pain con un tono rojizo en sus mejillas.

— Tus deseos son ordenes mi querido ukecito. — Sonrió lujurioso, para luego conducir a su subordinado hasta el sofá, donde comenzó a besarlo primero lenta y luego fogosamente.

Todos los akatsukis -menos Pain y Madara- se encontraban en la sala, mirando televisión. Cada uno en una muy cómoda posición mientras veían 'Titanic'.

Kisame se abrazaba a Zetsu y lloraba cada vez que había una escena triste y dramática. Hidan se encontraba sentado en el regazo de Kakuzu, escondiendo la cabeza en el pecho de este y cerrando los ojos, tratando de no llorar. Itachi estaba demasiado cerca de Deidara, el cual miraba con pena al albino que no se daba cuenta de nada. Konan solo podía pensar en que estaría haciendo Pain y porque Tobi no salía de su oficina.

Unos gemidos de alto tono comenzaron a escucharse por la sala.

— Hidan, cállate ¿si? — Dijo Itachi, ya que era costumbre del jashinista gemir de ese modo cuando se encontraba en pleno acto carnal con su seme.

— Yo no fui. — Dijo el albino, sorprendido y ofendido. — Vinieron de ¿la oficina de Pain?

Konan fue la primera en correr hacía allí, seguida de la pandilla de la nube roja.

En efecto, tras esa puerta color rojo provenían aquellos gemidos de alto tono que provocaron en los ukes y en Konan un pequeño sonrojo en sus mejillas.

— Uhm… Madara…

— Es la voz de Pain. — susurró Konan, por miedo a que los descubrieran.

En efecto, era la voz de su líder. Esto dejo pasmados a todos ¿Madara, quién era ese?

— Uhm… Nagato… — esa voz… Les recordaba mucho a Tobi, pero era más grave y seria y estaba cargada de lujuria.

"Sensei pervertido." Pensó Itachi, tratando de ocultarse, sintiendo vergüenza ajena.

"Estupido, Madara" Pensó la peliazul, llena de rabia.

— T-Tobi… mas fuerte, por favor… aaah… — Seguía gimiendo.

— Me encanta cuando pides más. — Susurraba 'Tobi' (Madara).

Fuera del despacho, los miembros de akatsuki decidieron que lo más sensato sería retirarse lenta y silenciosamente para no ser descubiertos y llevarse el sermón de sus vidas.

Notas finales:
Al final Dei no se olvido de Hidan =D que bueno, porque no me gusta el HidaDei, puedo llegar a leerlo solo si al final hay Kakuhidan U.U como el fic "Trillizos" de Akatsuki viene y sin lubricación (un estupendo fic, lo recomiendo ;) )

Himiko: Chico-piercing jajaja, que gracioso, jajaja *se cae de la risa*

¬.¬ Bueno, la historia esta Re-editada como me recomendaron sabiamente que no se podia poner emoticons :) Gracias por cierto.

Muchos saludos, cuidense, pasense por el fic que solo les tomara un minuto dejar un amoroso o constructivo review o como prefieran.

¡Sayo, Dattebayo!

*Himiko sigue riendose* ¬.¬

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