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Aquellos sucios olores que se desprenden del sofá. por MickeyFuckinWay

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Notas del fanfic:

°Este fic se escribió sin la intención de insultar absolutamente a nadie.

°Los personajes de "Death Note" son legítima propiedad de Tsugumi Ohba, en conjunción con Takeshi Obata para la ilustración y Tetsuro Araki para la dirección del anime.

 

Notas del capitulo:

°Primero: mis más sinceras disculpas a "POISON" que fue la que me animo antes a escribir "Cruz de Chocolate" pues como he dicho anteriormente, este ha quedado irremediablemente cancelado. "POISON" espero que este fic compense las decepción que tal vez haya causado en tí la desaparición del fic que te habia dedicado, y por supuesto espero que lo leas.

°Segundo: más disculpas, pero esta vez dirigidas para: Kmmy Lee y Deidara_akat, habiendo sido ellas, mis únicos dos reviews para "Cruz de Chocolate". Chicas lo siento, espero este lo compense.

 

 

Querido amor mío,

 me habéis condenado sin querer.

 

He de yacer al fin del principio,

 solo por querer.

 

Y yo… sin poderos contener,

 no os queda más que correr,

 si, solo pudiese detener,

 cielo, ya no os queda nada.

 

 

Querido rubio, que solo busca a Dios, has de saber que el Diablo te espera fuera, para comeros a besos y ahogaros en carisias. Niño, mi querido niño, en serios dilemas vos habeís metido. Un único consejo os podré dar: Cae.

 

-Ya no me quieres-

 

-Perdón. ¿Qué?-

 

-Si Mail, ¡oh! querido cachorro mío, vos ya no me has de querer, si lo sabré yo-

 

-¿Mello?-

 

-Matt, Matt, Matt el día que lo entiendas me habrá llegado el guante a la cara-

 

-Deja de jugar M-i-h-a-e-l, tengo trabajo por hacer-

 

-He dicho-

 

Relación más patética y cerrada, ni la mía. Santo Díos haceros el favor de cuidar de estos pequeños mocosos.

 

Si tan solo Halle, supiese lo que los chicos hacen hoy en día con los pobres sillones.

 

-Mello, después no te quejes por que no te tengo la información para cuando sales de la ducha-

 

-Mmm… no Mail, no-

 

-Tsk…. ¡vaya! ¿Quién te viera así solo por unos cuantos arrumacos?, si no tuviese miedo de las consecuencias me atrevería a decir que te ves indefenso, ¡oh!… ya lo he dicho-

 

-Matt…- le toma impasivamente del rostro, mejor dicho, pareciese que se lo quisiese arrancar del cráneo, juntando sus propios labios jugosos con los otros. Lenguas entran, aguas salen, escurren, chorrean. Noche fogosa les espera por delante.

 

Un apartamento prestado; ha sido ya, escenario, de la primera noche que estos dos han hecho el amor; ha sido ya la mesa bautizada por blancuzcos líquidos provenientes de tiernos cuerpos. Con la misma o tal vez peor suerte, han corrido los demás muebles y/o lugares del ajeno terreno.

 

Volvemos al sofá.

 

-Matt… mmm… Matt… m… ¡más!- plegarias; dulces, dulces palabras pidiendo sosiego a un libido desenfrenado que calcina pieles a su paso.

 

Pobre y pelirrojo chiquillo, chasqueando así la dentadura no provocará otra cosa, más que su quiebre absoluto, y me refiero al quiebre de su auto control, haciendo alevosía a que aún, por obra inmortal, le quede un poco de este.

 

-Ma…. Matt… dentro… lo quiero dentro- dice el rubio jovenzuelo, alzando sus propias caderas, en un vago intento por obtener más satisfacción.

 

Y es que el rojizo en poco tiempo, y con unas cuantas lamidas, lograse que el “amiguito” de su “amiguito” se irguiera, venándose a la par de su travesía hacia el infinito. Una lamidita, en la punta se encargó de despertarle, un poco de humedad estratégicamente salivada para que cayese en toda su extensión logró ponerle en pie.

 

-Mello… Mello…- dice el pelirrojo que cierne con tierna voracidad su mandíbula sobre la de un descamisado, sonrojado y excitado rubio yacente bajo su cuerpo.

 

-Mmm…- le rodea el cuello, con sus escuálidos brazos, acercándole más y más, se lo quiere tragar.

 

Matt… Mail, por su parte, y como él sabe, yo se, y todos nosotros sabemos, desea quitarse esa presión que rasca el cierre de su pantalón, en busca de algo de libertinaje.

 

Esta vez no será como siempre, esta vez, Matt hará lo que Matt quiera con el cuerpo que le ha sido obsequiado.

 

Le voltea, de un tirón, recostándole boca abajo, poco después le levanta un poco las caderas y se deshace de los restos del negrusco pantalón, ese desdichado que aún ni bien colocado, deja algo a la imaginación.

 

Pero que ganas de llenar de plomazos a aquellos sucios bastardos, que miran las caderas de su rubio contonearse a la par de un austero caminar.

 

En fin… le recuesta boca abajo de nuevo, le abre bien las piernas, y hunde entero el rostro, entre las suculentas ancas, lamiendo un rico dulcecillo, que ha ido a encontrar al fondo de estas, rosado, suave, terso, mmm… tengo que probar uno de esos. Y es que se vuelve más delicioso lamerlo, pues Mello, ha comenzado a arquearse desesperadamente, al igual que a jadear y gemir, esto viene siendo como la cereza del pastel.

 

Tanta exquisitez, ha sido jamás divisada por tan afortunados googles.

 

 

¡Je! Y Mihael que siempre ha dudado de la eficacia de traer puestos esos, según sus propias palabras “malditos e inservibles pedazos de mierda”. Ahora se han hecho más que indispensables, a la hora de co… co... co... concebir placeres mundanos sobre un inocente mueble.

 

Repasar, mojar, sorber, lamer, es lo que piensa rojizo ya habiendo sobre-lubricado la entrada de Mello. Ahora….

 

-Mello….- una simple palabra, hace que el rubio acalle todo sonido, y movimiento, para concentrarse en solo cerrar dientes y ojos con fuerza.

 

Ahora si, Matt, levanta un poco la puntiaguda pelvis, colando su mano al otro lado, toma un pedazo punzante de carne comenzando a masajearlo, suave, delicado; y por otro lado introduce de golpe dos dedos, en las acongojadas cavernas carnosas de Mihael moviéndolos en sentido de las manecillas del reloj.

 

-¡ah! ¡aah! ¡aaah! Mmm… mm… ¡Oh! ¡Carajo Matt! T… te…guu…. gust… gusta hacerme sufrir- de nada le sirve renegar, sus caderas siguen el ritmo del entrar y salir de los dígitos de Mail; contribuyendo a que este coloque dentro un par de dedos más, y acelere el ritmo de sus manos, todo sea por que su alteza tenga un colérico orgasmo, y eso será en… 5,4,3,2,1:

 

-¡Aaah! ¡P…por Dios! Mmm…. Mail- dice el rubiecillo, aferrandose a la textura del sofá y arqueando olímpicamente la espalda.

Le doy un 10.

 

El otro le acerca a su cuerpo por detrás, exhalándole al oído suaves y guturales palabras.

 

-Así es, querido- le besa el cuello -Quiero que sufras por mí- le lame el oído ¡por dentro! -Solo por mí-

 

Dicho esto…

 

Le recuesta, ahora boca arriba, le abre las piernas (si, de nuevo), subiéndoselas a los hombros, le penetra, una, dos, estocadas son suficientes, para entrar completamente, y sin detenerse a contemplar los espasmos ajenos, sigue penetrando, entrando.

 

-Mas hondo, más fuerte- se dice a sí mismo, mientras se traga sus gemidos, junto con un chorro de sangre, que sale de su labio inferior al haberlo mordido tan candentemente, que al pasárselo este escurre sobre la boca de Mello, dándole ese toque imposiblemente más sensual de lo usual.

 

¡Oh! Mello, mi torpe y tonto Mello, ¿no, sabes acaso que desbordas las pasiones mas viles de este pobre chico encima tuyo?.

 

A Mail, le toca, como siempre besar esos ricos labios, que por tardes, se abren solo para tirarlo de a inútil, pero que curiosamente por las noches se dividen para darle paso a viscosos sonidos de lenguas buscando éxtasis divino. Ahora prueba su sangre,  directamente de su amorcito, claro que le arde el besarle, pero no es nada que Mello, no pueda curar.

 

Resuena el chocar de dos filosas caderas, encontronazo tras encontronazo, el miembro de Matty ya no puede retener la presión creada dentro suyo.

 

Que sea lo que sea…

 

Se deja correr dentro, ensuciando las punzantes entrañas de Mello, que han saboreado tanto por dentro como por fuera, ese..., ese vehementísimo hedor a orgasmo que ha dejado doloridas sus carnes, y por ende le ha tocado venirse en el acto.

Ese inocente sofá no tenía culpa de nada.

 

He aquí otra prueba de el por que la única fémina en el equipo de la SPK, comenzase a cobrarle alquiler a Mello.

 

Que bueno que los demás mubles son mas fáciles de limpiar.

 

¡Ah! placer más grande nunca me habia sido presentado. Solo cuando veo a estos dos hacer sus cositas es cuando comienzo a tener un buen día.

 


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