Hola, mi nombre es Light y en estos momentos desearía estar muerto.
Han de pensar que exagero, sé que todos en alguna ocasión en el transcurso de nuestra vida hemos tenido esa sensación, generalmente es cuando algo no nos sale bien, nos enteramos de algo que para nada nos gusta o por alguna bochornosa travesura del destino en donde nuestro orgullo se va al caño pero generalmente lo sobrellevamos y al final nos reímos de eso llevándonos una gran lección, podemos decir que se vuelve un aprendizaje. Bueno, yo no tendría problema alguno de no ser porque… ¡NO PODRE SOBRELLEVARLO!, seguir vivo solo acrecienta el dolor y el sentimiento de desdicha, con unas simples palabras, con una frase, mi corazón se detuvo, dejo de hacer sus funciones normales solo para apretujarse contra sí mismo tratando de desaparecer, tal vez pareciera que exagero, ¿pero como no hacerlo?, es decir, sería la segunda vez que paso por lo mismo y esta vez no creo que pueda soportarlo.
-¿Light?, de repente te has puesto pálido, ¿te sientes mal?
Escuchar esas palabras han logrado lo que yo creía imposible a estas alturas: sentir atravesar mi corazón por miles de dagas.
-Sí, estoy bien, creo que solo me descompensé, con alguno de tus dulces estaré mejor.
Sentirme bien está por mucho lejos de mi estado actual, incluso tengo la sensación de que mi cabeza se hace más y mas grande en cada momento, con cada leve movimiento me duele endemoniadamente, he tratado de sostenerla con mis manos en un vano intento de tranquilizarme pero no funciona.
-¡Light, espera, paremos!, no te ves bien, espérame.
Detrás de mi viene el causante de tan terrible estado emocional, desde que sus labios pronunciaron tan malas noticias me di la vuelta y comencé a caminar tratando de alejarme, pero lo que tiene de lindo lo tiene de tonto y no ha dejado de seguirme sin saber que solo empeora las cosas, así que lo mejor es darme por vencido en mi rara huida y lo encaro, frente a mí un rostro sorprendido me escudriña.
-¿Qué ha sucedido, porque de pronto comenzaste a caminar dejándome hablando solo?
Trato de grabarme esa imagen, su cabello que tantas veces le suplique que peinara parecía más desordenado de lo habitual, no era para menos incluso el mío estaba un poco desaliñado gracias a una pequeña tormenta que dejó un suave viento, que gracioso, incluso el estado del tiempo va de acuerdo a mis emociones, ha pasado una lluvia moderada y todo quedó mojado, charcos por donde quiera, un pequeño viento que cala los huesos, viento al cual debo agradecer la danza de sus negros cabellos, sus ojos igualmente negros con esa mirada opaca acentuada con sus profundas ojeras, pero me centro en sus labios, ligeramente abiertos a la expectativa, me está dando tiempo de responder antes de volver a cuestionarme.
-¿Dime, que sucede?- anteriormente mencione que me dio malas noticias, bueno, eso es lo que sucede… se podría decir que fue hace menos de un minuto pero no, en realidad las malas noticias comenzaron desde dos meses atrás…
-Lo siento, he recordado que tengo algo que hacer, ¿qué te parece si hablamos más tarde?- arranco a correr rezando que no se le ocurra seguirme, el puede llegar a ser muy rápido y fácilmente me daría alcance pero nada de eso sucede, se queda de pie viéndome correr con el rostro que refleja claramente lo que piensa: “qué demonios le pico a Light”, si, lo conozco demasiado bien como para saber que eso es lo que cruza por su mente. Corro al menos tres cuadras antes de doblar y correr otras dos antes de detenerme, estoy exhausto, aunque esté ese viento gélido siento mucho calor, y la nariz me ha empezado a doler no sé por qué, miro todo el lugar, me detuve frente a una tienda de ropa masculina, no me interesa en ese momento la ropa pero decido entrar, en seguida una atractiva empleada me aborda amablemente, escojo la primera camisa que encuentro la sigo hacia los vestidores, una vez adentro me aferro de la prenda dejándome caer al suelo, el dolor sigue siendo insoportable y sin poder evitarlo las lagrimas comienzan a salir.
-Su novio llega mañana. . .- es la horrible y cruel verdad.
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¿Qué dijeron?, ¿acá termina todo?, en realidad esto está muy lejos de terminar, el infierno apenas comienza o más bien debería decir MI infierno, pero de la misma forma que esto no es el fin lo es menos siendo el inicio. Para que alguien tenga la mínima idea de lo que me pasa, primeramente debo aclarar los hechos que acontecieron un par de años atrás, el joven a quien deje por salir huyendo se llama Elle, es un chico despreocupado, inteligente y demasiado callado, pone poca atención en su apariencia, es casi tan alto como yo (bueno le gano al menos por cinco centímetros) pero siempre se la pasa encorvado pareciendo aun más bajo, le gusta permanecer encerrado y pegado en su computadora y supongo que debido a eso casi no le da la luz del sol razón por la cual su piel luce un nada saludable tono pálido, lo conozco muy bien, sé que es lo que le gusta y que no, se cómo piensa, su mente es un libro abierto para mí así como la mía lo es para él. Él llego del extranjero e ingresó a la universidad, era obvio que alguien como él llamara demasiado la atención así que a pesar de que quedó en un grupo diferente al mío era común saber dónde estaba que hacía y con quien.
Lo que me sorprendía de él es que faltaba mucho a clases, casi no asistía pero aun así mantenía un promedio asombroso, ocupaba el segundo lugar de rendimiento escolar después de mi, pero eso era debido a sus faltas si no fuera por eso probablemente estaría en el primer puesto, corría el rumor de que todas sus notas eran perfectas pero debido a su inasistencia los profesores le bajan puntos y al parecer a él no parecía importarle demasiado, al siguiente año en la universidad me sorprendió verlo sentado justo detrás de mi asiento.
-Hola Yagami-kun, mi nombre es Elle.
Recuerdo las palabras exactas con las que me abordó, me intrigó demasiado el nombre que me dio, hasta donde sabia todos se referían a él con uno muy diferente, disimuladamente lo analice de arriba abajo, se sentaba con los pies arriba de la silla y mantenía sus manos sobre sus rodillas.
-Hola Elle, ¿Cómo has sabido mi…
-¿Tu nombre?, no hay una sola persona en todo el campus que no lo sepa, eres algo popular Light Yagami.
Me molestó un poco el tono que usó, pude ver que era un poco “tosco” para hablar pero si hay algo que me caracteriza es mi cordialidad y carácter inmutable a prueba de todo por lo que cortésmente pude contestar en un tono más agradable.
-Bueno, eso es cierto y puedo decir lo mismo de ti, creí que estabas en otra carrera.
Lo vi rascarse su cabeza con algo de pereza mientras miraba hacia otro lado.
-Si, en realidad me cambie de carrera, creo que estudios de las informaciones interdisciplinares es más interesante, y más que nada lo que me conviene es que solo tengo que asistir a unas cuantas clases solamente ya que cursé casi todas las que prescribe el plan de estudios, por lo que nos veremos muy poco Yagami-kun.
¿Dijo informaciones interdisciplinares?, según tenía entendido era un doctorado, además ¿no estaba este tipo en Literatura?
-Ya veo, por un momento me imagine que tal vez hubieras solicitado un cambio pero a la facultad de Derecho.
-¿Derecho?, porque pensarías que Derecho.
-No se… se me ocurrió porque es la carrera más popular.
Disparates claro, solo hablaba por seguir la plática aunque realmente no es que me interesara mucho en ese momento. La conversación no dio para más luego de que entró el responsable de la clase, me senté en mi lugar y no volvimos a cruzar palabra hasta la tercera clase solo para despedirnos, aun faltaban algunas clases pero al parecer Elle no pensaba quedarse a todas, lo vi pasar a un lado de mi asiento.
-Nos vemos luego Yagami-kun, que tengas buen día.
-A… adiós Elle-san…
Hubiera agregado algo mas pero ni se detuvo solo se siguió de largo. No lo volví a ver hasta dos días después, de nuevo me sorprendió encontrarlo de repente detrás de mi lugar saludándome.
-¿Qué tal Yagami-kun?.
-¿Elle?, creí que ya no te volvería a ver hasta la próxima semana.
Esta vez una de sus manos sostenía una barra de chocolate que parecía estar disfrutando enormemente cabe decirlo.
-Tengo que asistir al menos al 20% de mis clases, de lo contrario no tendré derecho a presentar las evaluaciones.
Asentí y tomé mi lugar, no entendía por qué faltaba tanto, tal vez era debido a su trabajo aunque viéndolo no puedo ni imaginar qué tipo de trabajo podría desempeñar o aun más ¿quién podría tener a un trabajador como él?
Estuve tentado a preguntarle la razón de sus faltas pero al final creí que no era conveniente, después de todo bien podría negarse.
En la segunda clase hubo que hacer una dinámica en parejas, estaba analizando con quien juntarme, francamente prefería trabajar solo aunque nunca lo acepte ante nadie y siempre me mostraba complacido con los compañeros con los que ocupaba trabajar.
Normalmente son los demás quienes se acercan a pedirme que me una a sus equipos, yo solo tengo que quedarme en mi lugar a que lleguen los candidatos pero esta vez nadie se acerco, ya estaba empezando a dudar pero al ver a Elle de pie a mi lado me hizo suponer que esa era la razón.
-Yagami-kun, ¿tienes algún inconveniente si hacemos equipo?
En parte no me sorprendió la propuesta, Elle es muy callado y creo que con el único que ha cruzado más de dos palabras es conmigo y eso limita mucho sus opciones.
-Ninguno.
A decir verdad me agradaba la idea, después de todo el también era listo y seguro acabaríamos en un santiamén y tal cual así fue, a partir de ese momento comenzamos a charlar mas, Elle de pronto comenzó a asistir a todas las clases, en cada descanso comíamos juntos y platicábamos sobre temas que nos interesaban que generalmente eran sobre las noticias del día, también solíamos entrar en acalorados debates después de la clase de ética en donde nadie cedía, en honor a la verdad a veces me daban ganas de estrangularlo, generalmente cuando defiende un punto deja de escuchar razones así sean objetivas y se atrinchera en su capricho y no hay nada que lo haga cambiar de parecer, aunque bueno yo también suelo ponerme en ese plan.
Elle sin duda era mi mejor amigo, empezamos a compartir todo, pronto me contó que antes de llegar a Japón vivía en Inglaterra en un orfanato y que su benefactor lo había traído para que iniciase una nueva vida y le había sugerido que asistiera a la universidad para que hiciese amigos, poco a poco me contó más detalles sobre él y por mi parte no sé en qué momento comencé a pedirle consejos y contarle sobre mis aspiraciones y mis metas, algo poco inusual en mí, no suelo ser tan abierto con las personas cuando se trata de mis sentimientos y mis más profundos pensamientos, con cualquiera puedo hablar de trivialidades y cosas sin importancia pero con Elle podía hablar de cosas más profundas e interesantes, él dejo de faltar y comenzó a asistir puntualmente a todas las clases y cada fin de periodo comparábamos nuestras boletas en donde yo siempre tenía la ventaja. Me divertía ver la cara de fastidio que ponía aunque nunca entendí por que se molestaba si él sabía perfectamente la razón de sus bajas.
-Esto es absurdo, nuevamente tienes mayor puntaje.
-No hagas dramas, la respuesta es simple, mi puntaje es más alto porque llevo más materias que tu.
Se volvió con una expresión rara hacia mí, de hecho me asustó un poco.
-Asisto a todas.
-Sí pero solo como oyente, conmigo cursas tres y no se cuantas lleves aparte, pero asistes a todas conmigo y que asistas no quiere decir que te las tomaran en cuenta.
-. . . aun así si sacamos el promedio individual el tuyo sigue siendo alto.
De verdad que no comprendo su enojo, él puede tomar todas las clases que quiera pero solo le contaran las que están en el plan de estudio de su curso. Saca un par de kisses de su bolsillo y me extiende uno.
-Bueno vayamos a la cafetería, necesito un café.
Llevábamos poco tiempo de conocernos pero nos caímos tan bien y teníamos tantos intereses en común que ya parecíamos amigos de años, pasaron los meses hasta que pasó algo que podría decirse era una pista de lo que se vendría después.
Ese día asistí a la primera clase que era la de Derecho, sorprendentemente no vi a Elle ahí, eso era raro, él no había dejado de faltar a ninguna clase conmigo desde hacía mucho, además no me llamó para avisarme que faltaría, pensé que a lo mejor se habría enfermado y no pude evitar preocuparme, así que recién terminó la clase salí disparado al pasillo para poder llamarle, pero lo que me encuentro ahí me dejó helado.
Elle estaba con una chica, de inmediato la reconocí, es una joven bajita de cabello negro hasta los hombros y usa lentes, ella estaba recargada en la pared y parecía verse muy nerviosa, frente a ella él parecía estar igual no dejaba de rascarse la cabeza y permanecía mas encorvado de lo normal, como si le costara levantar la cabeza. La vi hacer una reverencia y se lanzó sobre él atrapándolo en un abrazo para luego salir a toda prisa, casi se estrella conmigo y pude ver que su rostro parecía un tomate. Mi amigo apenas me vio ahí comenzó a caminar hacia mí.
-Hola Light.
Ni siquiera respondí, mi cerebro estaba procesando aun la escena, algo dentro de mí se revolvió, un vacio en mi estomago comenzó a formarse y mi corazón amenazaba con explotar, en eso momento no supe identificar exactamente qué es lo que me estaba pasando así que lo primero que se me vino a la mente fue…
-Elle, ¿ahora piensas competir conmigo conquistando chicas?
Lo dije en un tono raro, pensaba hacerlo con un tono de burla pero creo que no pude darle el efecto deseado, mi amigo se sorprendió al escucharme.
-¿Competir contigo?, no entiendo de que estás hablando.
Lancé un suspiro al aire y enseguida fingí no darle importancia al asunto.
-Ya no importa, solo estoy bromeando, pero faltaste a clases.
Acá ya use un tono más molesto y este no fue fingido, en verdad los estaba aunque en ese momento no sabía exactamente por qué.
-Sí, antes de que entrara al salón Ai me detuvo.
-¿Ai?, ¿te refieres a la chica con la que estabas?
Aquí mi amigo se sonrojo ligeramente cosa que me perturbo un poco.
-Sí, es raro en mí pero sí que pasé por un momento verdaderamente incomodo, ¿puedes creer que esa chica me hizo una confesión de amor?
Mi corazón parecía caballo desbocado, de repente una aprehensión se apoderó de mí.
-Y. . . ¿ella te… gusta?, ¿Q… que le dijiste?
Se empezó a reír en mi cara, ¿acaso dije un chiste?
-¿Qué qué le dije?, obviamente que no podía corresponderle, y a decir verdad no tenía ningún interés en salir con ella.
Me relajé un poco al escucharlo pero aun así el malestar que sentía no desaparecía por completo.
-Además jamás podría competir contigo en eso Light, las chicas prácticamente se lanzan sobre ti a diferencia de mí, es más me sorprendí que Ai me saliera con eso, no soy popular con las niñas.
¿De qué habla?, ¿acaso no se dará cuenta de la cantidad de mujeres que lo miran?, ciertamente Elle no es lo que se dice un chico que le gusta a la mayoría de la gente pero tiene su atractivo y yo al menos ya he notado varias miradas sobre él.
No sé, pero el episodio con Ai me dejó preocupado, solo es una, pero bien podrían mas chicas acercarse a él, aunque no se bien porque tengo esta inquietud, es lo más normal, que Elle se consiga una novia, de hecho lo que más deseo es que sea feliz a lado de una… bueno que sea feliz.
Trate de no hacer mucho caso al asunto de las posibles parejas de mi amigo y yo comencé a preocuparme más por mi vida amorosa, como bien me había dicho Elle antes, las jóvenes casi se me lanzan pero a mí no me gusta salir con cualquiera, de hecho en todo el campus no hay una chica que me llame la atención, todas resultan ser superficiales al extremo, algunas solo se acercan con la esperanza de que seamos novios y así acrecentar su popularidad por salir conmigo, no es que sea egocéntrico pero acá soy una figura famosa.
-¿Cómo vas con Takada?
Me preguntó de pronto un día mientras caminábamos hacia mi casa.
-Pues no sé, ya llevamos una semana saliendo pero es una chica demasiado orgullosa y además soberbia, además le gusta mandar, ya me está cansando, es inteligente y seria, creí que éramos más compatibles.
Vi a mi amigo reír, no se por alguna extraña razón vi un brillo raro en sus ojos.
-Eres muy exigente Light, antes de que salieras con Takada ya habías estado “sondeando” a varias.
-Bueno, es que…
No podía decirle que me empezó a perturbar el tiempo que pasaba con él, decidí que lo mejor era conseguirme una novia con quien pasarlo, pensé que salir con Takada sería una buena idea pero recién habíamos tenido una discusión en donde me reclamó que pasaba más tiempo con Elle que con ella.
Fue cuestión de tiempo, solo salimos otras dos semanas más y rompimos. Iba un poco mal humorado en el patio tratando de encontrar a Elle para contarle mi truene con Takada cuando pasó de nuevo, estaba con una chica, se veían muy alegres platicando, la joven era rubia y llevaba ropa gotica, ambos resaltaban demasiado. Nuevamente una punzada aguda molestaba mi corazón, ¿Quién era ella?, ¿Por qué él habla tan animadamente, ¿Por qué ella se ríe de todo lo que dice?
Antes de que pudiera llegar con ellos, la joven se despide y se va de prisa hacia la salida, una vez a lado de mi amigo lo encuentro todo “perdido” en algún lugar lejano ubicado en su cerebro.
-Light, creo que me he enamorado.
Fue ahí, ahí comprendí que era todo eso que sentía al estar al lado de Elle, entendí porque me molestaba verlo con otras personas que no fueran yo, me había estado resistiendo pero no había duda, solo con él quería pasar mi tiempo, nada más me importaba que lo que él quisiera hacer. Mi semblante se puso triste y la cabeza me empezó a dar vueltas.
-Creo… que yo… también me he enamorado amigo.